Una organización vinculada al Gobierno japonés dedicada a la llamada "caza científica de ballenas" presentó este viernes una demanda ante un tribunal federal de Estados Unidos para que el grupo ecologista Sea Shepherd deje de interrumpir sus actividades.
La demanda fue presentada ante una corte del estado de Washington por el Instituto japonés de Investigación de Cetáceos, dependiente de la Agencia Japonesa de Pesca, y cuenta con el apoyo del grupo de empresas balleneras Kyodo Senpaku Kaisha.
El requerimiento contra la organización ecologista busca la emisión de una orden judicial que impida tanto al Sea Shepherd como al presidente de la sociedad, el canadiense Paul Watson, "participar en actividades marítimas que puedan causar lesiones a las tripulaciones y daños a las embarcaciones".
En un comunicado emitido este viernes, el instituto japonés subrayó la "legitimidad" de su programa científico de caza de ballenas en la Antártida, JARPA II, y denunció "las acciones peligrosas, amenazadoras y contrarias al Derecho Internacional" de Sea Shepherd, que tiene sede en el estado de Washington.
En febrero de 2011 Japón tuvo que acortar su temporada anual de caza de ballenas en la Antártida, que normalmente finaliza en marzo, por las prácticas de Sea Shepherd, que, para impedir las capturas, llevó a cabo abordajes o lanzamiento de ácidos corrosivos.
Además, para proteger a los barcos balleneros en la temporada de caza "científica", la Guardia Costera de Japón anunció a principios de semana que reforzará la seguridad de los balleneros.
Sea Shepherd indicó que este año emprenderá en las aguas de la Antártida una de las más intensas campañas de acoso a los balleneros japoneses con el fin de arruinar la temporada de caza de cetáceos y lograr su suspensión.
Japón decidió abandonar la caza de ballenas en 1986 por una sanción internacional, aunque la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y comenzó a efectuar expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.
La caza de ballenas le ha reportado a este país múltiples críticas en todo el mundo e incluso una denuncia de Australia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, al considerar que el motivo de la pesca es exclusivamente comercial.
Es una vergüenza como el gobierno japones justifica la matanza de estos animales escudándose que es por motivos científicos cuando se sabe de que por si es un uso netamente comercial que a abierto el negocio a otros países en donde la caza si esta permitida para lucrarse de la muerta de estos animales en peligro de extinción vendiendo el producto de estas muertes a los japoneses y no solo por mencionar ballenas también se ve lo mismo con tiburones donde constante mente se ven barcos pesqueros en las costas colombianas donde mutilan a los tiburones cortando les sus aletas y arrojando sus cuerpos al mar para no ser sancionados. Solo queda esperar que el gobierno imperialista de USA no de pie para re activar estas acciones.
La demanda fue presentada ante una corte del estado de Washington por el Instituto japonés de Investigación de Cetáceos, dependiente de la Agencia Japonesa de Pesca, y cuenta con el apoyo del grupo de empresas balleneras Kyodo Senpaku Kaisha.
El requerimiento contra la organización ecologista busca la emisión de una orden judicial que impida tanto al Sea Shepherd como al presidente de la sociedad, el canadiense Paul Watson, "participar en actividades marítimas que puedan causar lesiones a las tripulaciones y daños a las embarcaciones".
En un comunicado emitido este viernes, el instituto japonés subrayó la "legitimidad" de su programa científico de caza de ballenas en la Antártida, JARPA II, y denunció "las acciones peligrosas, amenazadoras y contrarias al Derecho Internacional" de Sea Shepherd, que tiene sede en el estado de Washington.
En febrero de 2011 Japón tuvo que acortar su temporada anual de caza de ballenas en la Antártida, que normalmente finaliza en marzo, por las prácticas de Sea Shepherd, que, para impedir las capturas, llevó a cabo abordajes o lanzamiento de ácidos corrosivos.
Además, para proteger a los barcos balleneros en la temporada de caza "científica", la Guardia Costera de Japón anunció a principios de semana que reforzará la seguridad de los balleneros.
Sea Shepherd indicó que este año emprenderá en las aguas de la Antártida una de las más intensas campañas de acoso a los balleneros japoneses con el fin de arruinar la temporada de caza de cetáceos y lograr su suspensión.
Japón decidió abandonar la caza de ballenas en 1986 por una sanción internacional, aunque la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y comenzó a efectuar expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.
La caza de ballenas le ha reportado a este país múltiples críticas en todo el mundo e incluso una denuncia de Australia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, al considerar que el motivo de la pesca es exclusivamente comercial.
Es una vergüenza como el gobierno japones justifica la matanza de estos animales escudándose que es por motivos científicos cuando se sabe de que por si es un uso netamente comercial que a abierto el negocio a otros países en donde la caza si esta permitida para lucrarse de la muerta de estos animales en peligro de extinción vendiendo el producto de estas muertes a los japoneses y no solo por mencionar ballenas también se ve lo mismo con tiburones donde constante mente se ven barcos pesqueros en las costas colombianas donde mutilan a los tiburones cortando les sus aletas y arrojando sus cuerpos al mar para no ser sancionados. Solo queda esperar que el gobierno imperialista de USA no de pie para re activar estas acciones.