La reaparición de la kale borroka fuerza a la izquierda abertzale a abroncar a su entorno
Asegura que el ataque de Bilbao es "incompatible" con su estrategia y "fortalece" a Madrid y París
bilbao. Veinte encapuchados, un ataque perfectamente organizado previamente y cerca de tres mil euros que saldrán de las arcas del Ayuntamiento de Bilbao para reparar los daños causados por la quema de dos contenedores en el barrio de Rekalde durante la noche del pasado lunes. La reaparición de la kale borroka tras meses en barbecho ha sorprendido a los dirigentes de la izquierda abertzale oficial en medio de una agitada agenda -ayer se reunieron con una delegación de Ezker Batua y valoraron en rueda de prensa la Asamblea del PNV-, en la que los ejes de acción son claros: una salida viable para el colectivo de presos de ETA y la legalización de Sortu. Un guión que los radicales han hecho peligrar con el sabotaje registrado en la capital vizcaina, el primero de estas características en meses, y que ha forzado a la izquierda aber-tzale histórica a abroncar a sus protagonistas.
Sin entrar a debatir si el sabotaje es algo residual o puede suponer una escalada en las protestas que pequeños grupúsculos han protagonizado en las últimas semanas -ataque a la sede de DEIA en Gernika, proliferación de pintadas a favor de ETA en la vía pública...-, a nadie escapa que estas acciones de otra época suponen un lastre para la antigua Batasuna. Que veinte encapuchados (de los que ocho ya han sido identificados por la Ertzaintza) alteren el orden público de forma organizada no ayuda a este movimiento político, sino todo lo contrario. Y como a buen entendedor pocas palabras bastan, sus propios integrantes se apresuraron en rechazar en una nota lo sucedido la víspera en Rekalde. Una acción que, según advirtieron en el comunicado, es "incompatible" con la estrategia de la izquierda abertzale y fortalece la "posición inmovilista" que, a su juicio, mantienen los estados español y francés desde que ETA anunció el pasado 20 de octubre el cese definitivo de su actividad armada.
"En un contexto en el que la sociedad vasca reclama de forma absolutamente mayoritaria la superación de la confrontación violenta y el fin de la vulneración de derechos, la actividad represiva y actos como los del lunes por la noche están fuera de lugar", remarcó la izquierda abertzale en el comunicado. Un mensaje que repitieron Txelui Moreno y Maribi Ugarteburu por la tarde durante la comparecencia que protagonizaron en Bilbao para analizar la reelección de Iñigo Urkullu como presidente del EBB. La antigua Batasuna también aprovechó la rueda de prensa para mostrar su queja por las últimas detenciones de supuestos miembros de ETA, y por la condena de seis presuntos integrantes de Segi. Precisamente, los tres detenidos el sábado cerca de París acusados de integrar el aparato logístico de ETA provienen de esta organización juvenil ilegalizada. El hecho de que fueran armados y de que tuvieran entre sus pertenencias material para fabricar explosivos o falsificar documentos ha servido para revivir entre algunos sectores el miedo a un rebrote de la violencia, un extremo que el propio Gobierno de Mariano Rajoy ha descartado. Aunque, según adelantó este periódico el pasado 9 de noviembre, las Fuerzas de Seguridad del Estado habían detectado movimientos entre los duros de la banda que poco tienen que ver con el histórico anuncio que ETA realizó hace tres meses. Según las evidencias recabadas en aquel momento por los expertos en la lucha antiterrorista, los más jóvenes de la banda no las tendrían todas consigo para dejar las armas. Una condición que el PP no se ha cansado de repetir como paso previo para poder mover ficha de verdad en materia penitenciaria.
"interés político" Presionada por populares y socialistas, cuyos representantes en el Ayuntamiento de Bilbao emplazaron a los dirigentes de Bildu a condenar lo sucedido en Rekalde, la coalición soberanista destacó en un comunicado que el ataque del pasado lunes "está lejos" de los métodos democráticos y pacíficos. No obstante, también denunció la existencia de un "interés político" en magnificar lo sucedido.
El resto de fuerzas políticas consideró lo sucedido en la capital vizcaina como un hecho puntual, a excepción del PP de la CAV, que elevó un poco más el tono. "Ser demócrata incluye también aceptar y celebrar la detención de terroristas armados", enfatizó en un comunicado la portavoz de los populares en el Consistorio bilbaino, Cristina Ruiz.
Desde el Gobierno vasco, el titular de Interior, Rodolfo Ares, expresó en una nota su confianza en que estos incidentes sean un "episodio aislado" de kale borroka, aunque subrayó que "deberían haber provocado una reacción inmediata y contundente de rechazo por parte de quienes han dicho estar en contra de todas las expresiones de violencia". Sobre todo, agregó el titular de Interior, "cuando ha quedado constatado en numerosas ocasiones que, cuando los responsables de los radicales abertzales no quieren, no se produce ningún tipo de incidente".
Fuente: http://www.deia.com/2012/01/18/politica/euskadi/la-reaparicion-de-la-kale-borroka-fuerza-a-la-izquierda-abertzale-a-abroncar-a-su-entorno