Se ríen de nosotros
Por Wilfo, militante de Iniciativa Comunista
"Yo solamente puedo aseguraros que de ese diez por ciento de parásitos que ha sembrado el hambre, la miseria y el terror en nuestro país, al que no le dé tiempo a salir de España, se quedará entre nosotros"
José Díaz
Que la clase burguesa, el sector de esa minoría social que concentra en sus minoritarias manos la mayoría de los recursos económicos de este país, se mofa abiertamente de su primacía social en este modo de producción capitalista y de su liderazgo político, es algo que para nosotros, los trabajadores, no resulta nuevo.
Sin embargo, es cierto que aunque antes intentaba ser algo mínimamente velado, este sentimiento de supremacía, sustentando en la legitimidad y cobertura total que les ofrecen los políticos, jueces y medios de comunicación de masas del sistema, es cada vez más descarado, y su interés por ocultarlo, decrece de forma equivalente a pasos agigantados.
En la actualidad son varios los ejemplos que tenemos de esta sensación de impunidad, de superioridad que se transluce de la actuación de la burguesía, concretamente en la política, en la justicia y en la economía, los grandes pilares de la hegemonía capitalista.
A nivel judicial, hemos visto en los últimos meses como la desvergüenza y la impunidad total con la que cuentan los representantes del sistema esta yendo a niveles que podríamos definir como realmente escandalosos. La absolución cantada del corrupto político valenciano (como no, del P.P.) Francisco Camps, cuando es obvia su implicación en una gigantesca trama de corrupción político-empresarial (la famosa “trama Gürtel", con implicación de gran parte de la corrompida clase política de este país), nos llevaba a concluir, directamente, que en este país no existe la justicia.
Al menos no para todos y si para una minoría burguesa, con amistades y apoyos entre la institucionalidad del estado, que se benefician de la lógica parcialidad de un sistema jusdicial como el español, aún inmerso en la mentalidad y en las prácticas del franquismo y que sólo beneficia a unos pocos. Así mismo, la absolución de varios policías acusados de agresiones en las jornadas de protesta contra la JMJ en Madrid (imágenes que todos vimos escandalizados y que algunos sufrieron en sus carnes), nos lleva a ver que no sólo los políticos, también sus defensores, sus perros de presa en la calle para mantener “el orden social”, la policía de este país, también se beneficia obviamente de esta parcializada justicia.
El caso de corrupción del miembro de la familia real Iñaki Urdangarín, aún no resuelto, no obstante nos lleva a pensar, vistos los precedentes, que no va a ir en otro camino muy diferente al de los casos anteriores.
Así, mientras unos pocos, privilegiados, ricos, con influencias en este sistema, hagan lo que hagan no son castigados ni reprimidos porque sus sistema, del que forman parte jamás les va a condenar (el famoso lema “en las cárceles, el rico nunca entra y el pobre nunca sale, cobra cada vez más actualidad), otras personas, sin embargo, son echadas por orden judicial (los mismos jueces que absuelven a esta pandilla de políticos y empresarios ladrones y corruptos) a la calle, desahuciadas por no tener dinero para pagar su casa, que les es robada a mano armada por los bancos (sobretodo en Madrid, donde Bankia cumple el papel de máximo represor, como no podía ser de otra manera), o el caso de los presos políticos en las cárceles de este país, torturados por orden de ese moderno T.O.P. que es la Audiencia Nacional, hogar hasta hace poco del ahora victimado juez Baltasar Garzón, que al parecer ya no se acuerda de cuando el mandaba a la cárcel a presos políticos torturados por su sistema que ahora le agradece poco sus servicios prestados.
Para los pobres y los trabajadores, si existe y está garantizado todo el peso de la ley burguesa española. Para los políticos y banqueros corruptos, jamás. Así esa la realidad, y todavía nos dicen que vivimos, según dice la constitución en un “estado democrático y de derecho”. O más bien, de derechas.
A nivel político, resulta que nos tenemos que comer doblados los reconocimientos y méritos que este sistema capitalista le concede a sus héroes. En otro articulo ya hablabamos de los méritos y del currículo violento del recientemente fallecido político fascista Manuel Fraga.
No solo han hecho de el los medios de comunicación (el terrorismo mediático al servicio del capital) un héroe de España, un adalid de la democracia, cosa que nunca fue, por sus vinculaciones manifiestas y reconocidas con las ideologías fascistas y antidemocráticas. Ahora resulta que también, esos mismos políticos corruptos de los que hablábamos antes, para que quede claro quién va ganando en esta lucha, nos lo van a meter hasta en la sopa; Calle para Fraga, busto en el Senado para Fraga….
No es que, realmente, nos moleste políticamente. Este es SU sistema, y SU parlamento, el cual no nos representa y no lo hará jamas, como tampoco sus elecciones ni sus partidos políticos sistémicos y traidores a la clase trabajadora, la única que realmente genera producción y riqueza para este y para cualquier país del mundo.
Pero que no nos represente no implica que no veamos escandalosa la impunidad y el reconocimiento social que los ricos de este país hacen sus héroes, aunque hayan sido lo más bajo e indigno de los movimientos antidemocráticos de este país. Y, mientras tanto, los verdaderos héroes de la clase trabajadora, los únicos que debían ser reconocidos en este país, las decenas de luchadores y luchadoras revolucionarias, comunistas, anarquistas e independentistas, enjaulados en las cárceles de este sistema (que, a diferencia de Cuba, SI tiene presos políticos) silenciados y difamados por todo el aparato político-económico-jurídico-mediático.
A nivel económico, la agudización de la crisis capitalista y la poca vergüenza de quienes la han causado o de quienes les apoyan resulta cada día más desalentadora. Con una cifra de más de 5 millones de parados (que en otras épocas no habrían causado solo una huelga, si no un estallido social popular contra todos los parásitos sociales que nos oprimen, como decía Pepe Díaz), el señor Botín y compañía, eludiendo su obvia y única responsabilidad en esta crisis, nos dicen que la culpa de esta grave situación económica en la que vivimos es de la clase política (a la que tampoco quitamos méritos en este tema, pero cuya culpa, comparada con la de banqueros y empresarios es lógicamente menor).
Y vemos como, ante esto, los que se supone que nos deberían representar, los autodemoninados “sindicatos de clase”, CCOO y UGT, no sólo miran para otro lado, es que además le dan la mano a los capitalistas causantes de nuestra precaria situación, firman acuerdos y ahora una reforma laboral, que va a ser la culminación del retroceso de nuestros derechos laborales como trabajadores hasta límites nunca vistos desde la época del fascismo.
Y qué dicen sus políticos; que es necesario.
Y qué dicen sus jueces; que es justo.
Y qué dicen sus medios; que es la realidad inevitable.
Con este panorama de impunidad de los ricos y de los burgueses de este país, lo único que se ha asentado es la alienación. La burguesía, los capitalistas, creen ir ganando en esta lucha de clases actual, y encima no tienen el menor problema de reconocerlo abiertamente, y encima, de regocijarse de ello.
Recordemos las palabras de uno de los mayores explotadores y parásitos sociales, el capitalista y burgués estadounidense y la tercera persona más rica del mundo, Warren Buffett cuando decía que; “Claro que hay lucha de clases. Pero es mi clase, la de los ricos, la que ha empezado esta lucha. Y vamos ganando”.
Y lo dicen así, sin ninguna vergüenza, sin ningún problema. Pero es que lo peor es que nuestros ricos, nuestros Emilio Botín, Amancio Ortega, Rosalia Mera, Juan Roig, las hermanas Koplowitz, Florentino Pérez, Isaak Andic y demás, piensan exactamente igual que el señor Buffet y que, tristemente, cada vez más están perdiendo el miedo a decirlo.
Hacen lo que quieren, nos roban, nos mienten y nos explotan, se llenan día a día los bolsillos a nuestra costa, deterioran nuestros servicios públicos para engordar sus intereses privados y no pasa absolutamente nada, y encima, lo hacen con el descaro del que se sabe protegido por el sistema.
Compañera, compañero; se están riendo de nosotros, de los trabajadores, de la mayoría de la poblacion de este país y de este mundo y la única socialmente productiva y necesaria.
¿Se lo vas a permitir?
Por Wilfo, militante de Iniciativa Comunista
"Yo solamente puedo aseguraros que de ese diez por ciento de parásitos que ha sembrado el hambre, la miseria y el terror en nuestro país, al que no le dé tiempo a salir de España, se quedará entre nosotros"
José Díaz
Que la clase burguesa, el sector de esa minoría social que concentra en sus minoritarias manos la mayoría de los recursos económicos de este país, se mofa abiertamente de su primacía social en este modo de producción capitalista y de su liderazgo político, es algo que para nosotros, los trabajadores, no resulta nuevo.
Sin embargo, es cierto que aunque antes intentaba ser algo mínimamente velado, este sentimiento de supremacía, sustentando en la legitimidad y cobertura total que les ofrecen los políticos, jueces y medios de comunicación de masas del sistema, es cada vez más descarado, y su interés por ocultarlo, decrece de forma equivalente a pasos agigantados.
En la actualidad son varios los ejemplos que tenemos de esta sensación de impunidad, de superioridad que se transluce de la actuación de la burguesía, concretamente en la política, en la justicia y en la economía, los grandes pilares de la hegemonía capitalista.
A nivel judicial, hemos visto en los últimos meses como la desvergüenza y la impunidad total con la que cuentan los representantes del sistema esta yendo a niveles que podríamos definir como realmente escandalosos. La absolución cantada del corrupto político valenciano (como no, del P.P.) Francisco Camps, cuando es obvia su implicación en una gigantesca trama de corrupción político-empresarial (la famosa “trama Gürtel", con implicación de gran parte de la corrompida clase política de este país), nos llevaba a concluir, directamente, que en este país no existe la justicia.
Al menos no para todos y si para una minoría burguesa, con amistades y apoyos entre la institucionalidad del estado, que se benefician de la lógica parcialidad de un sistema jusdicial como el español, aún inmerso en la mentalidad y en las prácticas del franquismo y que sólo beneficia a unos pocos. Así mismo, la absolución de varios policías acusados de agresiones en las jornadas de protesta contra la JMJ en Madrid (imágenes que todos vimos escandalizados y que algunos sufrieron en sus carnes), nos lleva a ver que no sólo los políticos, también sus defensores, sus perros de presa en la calle para mantener “el orden social”, la policía de este país, también se beneficia obviamente de esta parcializada justicia.
El caso de corrupción del miembro de la familia real Iñaki Urdangarín, aún no resuelto, no obstante nos lleva a pensar, vistos los precedentes, que no va a ir en otro camino muy diferente al de los casos anteriores.
Así, mientras unos pocos, privilegiados, ricos, con influencias en este sistema, hagan lo que hagan no son castigados ni reprimidos porque sus sistema, del que forman parte jamás les va a condenar (el famoso lema “en las cárceles, el rico nunca entra y el pobre nunca sale, cobra cada vez más actualidad), otras personas, sin embargo, son echadas por orden judicial (los mismos jueces que absuelven a esta pandilla de políticos y empresarios ladrones y corruptos) a la calle, desahuciadas por no tener dinero para pagar su casa, que les es robada a mano armada por los bancos (sobretodo en Madrid, donde Bankia cumple el papel de máximo represor, como no podía ser de otra manera), o el caso de los presos políticos en las cárceles de este país, torturados por orden de ese moderno T.O.P. que es la Audiencia Nacional, hogar hasta hace poco del ahora victimado juez Baltasar Garzón, que al parecer ya no se acuerda de cuando el mandaba a la cárcel a presos políticos torturados por su sistema que ahora le agradece poco sus servicios prestados.
Para los pobres y los trabajadores, si existe y está garantizado todo el peso de la ley burguesa española. Para los políticos y banqueros corruptos, jamás. Así esa la realidad, y todavía nos dicen que vivimos, según dice la constitución en un “estado democrático y de derecho”. O más bien, de derechas.
A nivel político, resulta que nos tenemos que comer doblados los reconocimientos y méritos que este sistema capitalista le concede a sus héroes. En otro articulo ya hablabamos de los méritos y del currículo violento del recientemente fallecido político fascista Manuel Fraga.
No solo han hecho de el los medios de comunicación (el terrorismo mediático al servicio del capital) un héroe de España, un adalid de la democracia, cosa que nunca fue, por sus vinculaciones manifiestas y reconocidas con las ideologías fascistas y antidemocráticas. Ahora resulta que también, esos mismos políticos corruptos de los que hablábamos antes, para que quede claro quién va ganando en esta lucha, nos lo van a meter hasta en la sopa; Calle para Fraga, busto en el Senado para Fraga….
No es que, realmente, nos moleste políticamente. Este es SU sistema, y SU parlamento, el cual no nos representa y no lo hará jamas, como tampoco sus elecciones ni sus partidos políticos sistémicos y traidores a la clase trabajadora, la única que realmente genera producción y riqueza para este y para cualquier país del mundo.
Pero que no nos represente no implica que no veamos escandalosa la impunidad y el reconocimiento social que los ricos de este país hacen sus héroes, aunque hayan sido lo más bajo e indigno de los movimientos antidemocráticos de este país. Y, mientras tanto, los verdaderos héroes de la clase trabajadora, los únicos que debían ser reconocidos en este país, las decenas de luchadores y luchadoras revolucionarias, comunistas, anarquistas e independentistas, enjaulados en las cárceles de este sistema (que, a diferencia de Cuba, SI tiene presos políticos) silenciados y difamados por todo el aparato político-económico-jurídico-mediático.
A nivel económico, la agudización de la crisis capitalista y la poca vergüenza de quienes la han causado o de quienes les apoyan resulta cada día más desalentadora. Con una cifra de más de 5 millones de parados (que en otras épocas no habrían causado solo una huelga, si no un estallido social popular contra todos los parásitos sociales que nos oprimen, como decía Pepe Díaz), el señor Botín y compañía, eludiendo su obvia y única responsabilidad en esta crisis, nos dicen que la culpa de esta grave situación económica en la que vivimos es de la clase política (a la que tampoco quitamos méritos en este tema, pero cuya culpa, comparada con la de banqueros y empresarios es lógicamente menor).
Y vemos como, ante esto, los que se supone que nos deberían representar, los autodemoninados “sindicatos de clase”, CCOO y UGT, no sólo miran para otro lado, es que además le dan la mano a los capitalistas causantes de nuestra precaria situación, firman acuerdos y ahora una reforma laboral, que va a ser la culminación del retroceso de nuestros derechos laborales como trabajadores hasta límites nunca vistos desde la época del fascismo.
Y qué dicen sus políticos; que es necesario.
Y qué dicen sus jueces; que es justo.
Y qué dicen sus medios; que es la realidad inevitable.
Con este panorama de impunidad de los ricos y de los burgueses de este país, lo único que se ha asentado es la alienación. La burguesía, los capitalistas, creen ir ganando en esta lucha de clases actual, y encima no tienen el menor problema de reconocerlo abiertamente, y encima, de regocijarse de ello.
Recordemos las palabras de uno de los mayores explotadores y parásitos sociales, el capitalista y burgués estadounidense y la tercera persona más rica del mundo, Warren Buffett cuando decía que; “Claro que hay lucha de clases. Pero es mi clase, la de los ricos, la que ha empezado esta lucha. Y vamos ganando”.
Y lo dicen así, sin ninguna vergüenza, sin ningún problema. Pero es que lo peor es que nuestros ricos, nuestros Emilio Botín, Amancio Ortega, Rosalia Mera, Juan Roig, las hermanas Koplowitz, Florentino Pérez, Isaak Andic y demás, piensan exactamente igual que el señor Buffet y que, tristemente, cada vez más están perdiendo el miedo a decirlo.
Hacen lo que quieren, nos roban, nos mienten y nos explotan, se llenan día a día los bolsillos a nuestra costa, deterioran nuestros servicios públicos para engordar sus intereses privados y no pasa absolutamente nada, y encima, lo hacen con el descaro del que se sabe protegido por el sistema.
Compañera, compañero; se están riendo de nosotros, de los trabajadores, de la mayoría de la poblacion de este país y de este mundo y la única socialmente productiva y necesaria.
¿Se lo vas a permitir?