Partido Comunista de Venezuela (PCV): Departamento de Política Internacional.
El PCV y la construcción del socialismo en Venezuela
Tribuna Popular/REVISTA COMUNISTA INTERNACIONAL Nº 2.- Vivimos en la Venezuela bolivariana de hoy, un intenso debate sobre la teoría y la práctica del “socialismo”, que el Partido Comunista de Venezuela celebra con satisfacción y al que intenta contribuir. A lo largo del siglo XX, la oligarquía en el poder y sus amos verdaderos, los monopolios estadounidenses, se esforzaron en vano por desviar a nuestro pueblo del camino socialista.
El 5 de marzo del año 1931, en la ciudad de Caracas, se funda la primera célula comunista en el país, hecho que marca el nacimiento del Partido Comunista de Venezuela; este acontecimiento tiene lugar en medio de una de las más férreas dictaduras que ha conocido América Latina, la de Juan Vicente Gómez (1908 – 1935). Para entonces, ser comunista según la Constitución Nacional era considerado traición a la Patria, y era castigado con 20 años de cárcel el delito de “comunismo”. No hay ninguna duda del arrojo, convicción y compromiso con la revolución que tuvieron aquellos camaradas que se decidieron a fundar el PCV.
El PCV se ha esforzado durante 80 años de dura lucha en los que su militancia sufrió injustos encarcelamientos, salas de tortura, clandestinidad, ilegalidad, en aplicar las enseñanzas del Marxismo-Leninismo a nuestra realidad nacional con el propósito de transformarla para conformar una sociedad de plena libertad y derechos para el pueblo trabajador oprimido y explotado.
En la construcción colectiva acerca de las ideas socialistas los siguientes elementos ideológicos han tenido y tienen importancia en la sociedad venezolana:
1.- El concepto de liberación nacional
Lenin muestra que en la época del imperialismo son típicas “las formas variadas de países dependientes que desde un punto de vista formal, político, gozan de independencia, pero que, en realidad, se hallan envueltos en las redes de la dependencia financiera y diplomática”[1]. Lenin señala asimismo que el imperialismo es en lo político una “tendencia a la anexión…, a la violencia y a la reacción”[2]. Y es el líder del proletariado mundial quien advierte que el encarnizamiento en la búsqueda de fuentes de materias primas y la exportación de capitales lleva al capitalismo a la “conquista de colonias”.
El pueblo venezolano ha sufrido directamente la opresión imperialista, el saqueo de sus recursos y la imposición de regímenes tiránicos que estaban al servicio de los monopolios extranjeros. En los años 1930 y 1940, miles de obreros contratados por la Lago Petroleum Company (LPC) de los Rockefeller y la Venezuelan Oil Concession (VOC) de los Morgan y los Mellon, sufrían hacinados, muriendo de paludismo y en accidentes de trabajo, torturados por la policía gomecista, mal pagados, humillados y despedidos; los indígenas expropiados de sus tierras; miles de mujeres sometidas a la prostitución en los campos petroleros; plantaciones agrícolas destruidas por la imposición de la economía petrolera con miles de campesinos en la miseria; el lago de Maracaibo ecológicamente destruido por esa industria extranjera y otras desgracias.
Como explicó el profesor comunista venezolano Federico Brito Figueroa, el enriquecimiento fabuloso de los monopolios imperialistas incrementaba “el pauperismo general en el país y la opulencia de la oligarquía financiera norteamericana”[3]. El imperialismo petrolero impuso en el siglo XX tres regímenes reaccionarios: la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935), la de Pérez Jiménez (1948-1958) y la falsa democracia neocolonial (1959-1999).
Nada tiene de extraño, por lo tanto, que el PCV haya asumido las resoluciones de la Internacional Comunista (IC) y de los clásicos del Marxismo-leninismo en favor de los derechos a la autodeterminación y de la plena soberanía nacional de los pueblos.
«A fines de 1936 se reúne en Caracas el Primer Congreso de Trabajadores de Venezuela, con 219 delegados de todo el país, muchos de ellos comunistas, con gran colaboración de los camaradas veteranos en la organización del Congreso y en la elaboración de sus tesis. Este Congreso terminó con la creación de la Confederación Venezolana del Trabajo CTV», señala el camarada Key Sánchez.
El PCV organizó la primera huelga de obreros petroleros de diciembre de 1936 a enero de 1937 que fue fundamentalmente una lucha antiimperialista. «El balance final de ese primer año de actividad política y social en lo que va de siglo resultó altamente positivo –señalaba Jesús Faria, quien fuera Secretario General del Partido Comunista de Venezuela, - aunque sólo hubiera sido por el número de hombres y mujeres que se incorporaron a las luchas de clases». Y agrega, «más allá de los resultados obtenidos, uno de los aspectos importantes de esta huelga, el acontecimiento más importante de la lucha antiimperialista que registra la historia hasta el momento, lo constituyó la poderosa actividad unitaria de la clase obrera con todos los otros sectores democráticos y patrióticos de la Venezuela antigomecista».
El 8 de agosto de 1937, siete meses de terminada la huelga petrolera, se realizó la Primera Conferencia del Partido Comunista de Venezuela en donde decidió «Dar la Cara» y constituirse en el Partido de la Clase Obrera, independiente y de profundos principios internacionalistas. A partir de allí, el activismo del PCV se desarrollará junto a las y los trabajadores en la perspectiva de la Venezuela Socialista durante la transición democrática que culminó en 1952, cuando se produce un nuevo golpe de Estado militar.
El 23 de enero de 1958, el PCV dirigió el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, con apoyo de la clase obrera y del movimiento democrático popular. Sin embargo, EEUU logró, a través de la represión del movimiento sindical y de la ilegalización de los partidos de la izquierda, entre ellos el PCV, restaurar el sistema democrático representativo burgués que se mantendrá en el poder hasta 1999.
En 1958, el PCV impulsó una combativa concentración clasista y popular para rechazar al ex presidente Nixon que estuvo a punto de provocar una intervención de los marines desde sus bases en Puerto Rico en su rescate. Para ampliar las diferentes formas de lucha de clases, el PCV con otros estamentos antiimperialistas creó las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) para enfrentar el régimen concebido por el gobierno estadounidense.
Por tanto, la exigencia de liberación nacional es la aplicación creativa del Marxismo - leninismo a la situación venezolana, el eje medular del programa político desde 1935 y la lucha central de decenas de miles de comunistas y antiimperialistas venezolanos desde 1931. Es la continuación de la lucha por la independencia y la libertad de los pueblos indígenas contra los conquistadores españoles desde el siglo XVI, de los esclavos y de todo nuestro pueblo bajo la dirección de El Libertador Simón Bolívar en el siglo XIX.
2.- El dominio del imperialismo
La contradicción fundamental sigue existiendo entre el capital y el trabajo, pero hoy se introduce como la principal de la época la contradicción entre la sobrevivencia de la Humanidad y el Imperialismo que es el último estadio del capitalismo, como lo definió brillantemente Lenin en 1916. Esta constatación nos lleva a impulsar la conformación de un amplio Frente Antiimperialista en el ámbito nacional, continental e internacional que agrupe a todas las clases sociales y sectores democráticos para derrotar el imperialismo que, en medio de su profunda crisis financiera, se torna mucho más peligroso, reaccionario y agresivo que nunca.
El dirigente del PCV Pedro Eusse el 23 de noviembre de 2009, explicó algunas características de este Frente: “Va más allá, mucho más allá que los partidos marxistas… tenemos conciencia de que la lucha contra el imperialismo no sólo es tarea de los partidos marxistas-leninistas, sino del vasto movimiento político y social de carácter democrático, popular, progresista, y que necesita tener una mayor fuerza en la lucha contra la dominación imperialista”[4].
La amenaza de agresión que sufre hoy en día el país y los gobiernos progresistas del Continente, con las siete bases militares instaladas en Colombia, por un régimen fascista dirigido desde el Pentágono; la activación de la IVª Flota desplegada en el Océano Atlántico y el resto de las bases militares en el Caribe y Suramérica, demuestra que el Marxismo- leninismo es el principal instrumento teórico para entender y enfrentar el imperialismo.“La resolución definitiva de la contradicción principal del momento, entre la revolución bolivariana y el imperialismo estadounidense, demanda la más amplia unidad nacional, continental y mundial, de fuerzas populares y gobiernos progresistas”[5].
4.- Los motores sociales del proceso bolivariano
Lenin advirtió que las superganancias de los monopolios permitían “corromper a los dirigentes obreros y a la capa superior de la aristocracia obrera”[11]. La tarea, que los monopolios norteamericanos encargaron a sus lacayos de los gobiernos de AD y COPEI entre 1958 y 1998, fue la de dividir a la clase obrera venezolana corrompiendo a sus dirigentes y a un sector obrero privilegiado. Lo consiguieron hasta el punto que la Central de los Trabajadores de Venezuela (CTV), que fue uno de los actores del golpe fascista de 2002 contra el presidente Hugo Chávez. El PCV reconoce a cabalidad que es la clase obrera la más interesada y la más capaz de llevar hasta el final el proceso revolucionario venezolano y en hacer realidad el socialismo. Es por eso que siempre se ha esforzado en organizar los sindicatos de los obreros petroleros, de los jornaleros agrícolas, obreros industriales, marinos y portuarios, empleados, profesionales y otros sectores.
El imperialismo consiguió parcialmente el objetivo de destruir a la organización de la clase obrera como principal sujeto revolucionario y es por eso que la tarea emancipadora fue encabezada por militares patriotas y otros sectores liderados por el Comandante Chávez. Esto no tiene nada de nuevo ni de excepcional. Un científico soviético ya destacó que la intelectualidad democrática ejerce un “papel considerable - y a veces dirigente - en la revolución nacional-liberadora” en países “donde la clase obrera no se ha constituido como fuerza independiente, mientras que la burguesía nacional es débil o proimperialista”[12].
La tarea prioritaria es la de reforzar la Corriente Clasista de Trabajadores “Cruz Villegas”, apoyar la toma de conciencia obrera, organizar los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras, impulsar la Ley Orgánica del Trabajo, impulsar la unidad de las fuerzas sindicales clasistas y revolucionarias y aislar a los sindicalistas traidores y corrompidos que todavía ejercen algún tipo de influencia. Defendemos una “amplia alianza de fuerzas democráticas, nacionalistas y antiimperialistas”[13] en que la clase obrera consciente se alíe estrechamente con todas “las fuerzas motrices de la revolución en su fase actual de transición”: “amplios sectores de trabajadoras y trabajadores, campesinado, capas medias e intelectualidad progresista, amplia franja de la pequeña y mediana burguesía así como de la burguesía no asociada al capital transnacional”[14]. En el caso venezolano no existen sectores patriotas en la burguesía monopólica, que se ha negado a convertirse en burguesía nacional y desde hace décadas es compradora y agente del imperialismo estadounidense.
3.- Las fases en la construcción socialista
Las y los comunistas venezolanos hemos aprendido que no podemos quemar etapas e instaurar de manera inmediata el Socialismo, régimen social que requiere del cumplimiento de algunas características básicas: un Estado de nuevo tipo que nuestro VI Congreso llamó “Estado democrático y popular”; una economía próspera y fundamentalmente pública, una clase obrera dirigente bien organizada, una dirección política cohesionada y una alta conciencia revolucionaria de la sociedad. El mejor ejemplo de ello es la Cuba de hoy.
Federico Engels advirtió en el Anti-Dühring que la toma de posesión de todos los medios de producción por la sociedad sólo puede convertirse en realidad “una vez que se produzcan las condiciones materiales para su realización”. Venezuela impulsa un proceso de transición que hemos caracterizado en el XII Congreso como “revolución de liberación nacional, de claro carácter antiimperialista, antimonopólico, democrático y popular, que abre perspectivas hacia el socialismo, en la medida en que la lucha de clases se resuelva a favor de las fuerzas ideológica y políticamente más consecuentes de la Revolución”[6].
El Taller Nacional Ideológico “Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela” que realizamos en el 2008 estableció que “en Venezuela, el período de transición hacia el socialismo apenas está comenzando”[7].
Para que esta transición se oriente efectivamente hacia el socialismo el PCV entiende que se deben cumplir algunas condiciones previas:
1.- Desarrollo de la vanguardia política de la clase obrera,
2.- Conquista del poder político del Estado,
3.- Desarrollo de las fuerzas productivas,
4.- Fortalecimiento de la propiedad estatal con control obrero,
5.- Debilitamiento y posterior supresión de los mecanismos de dominación imperialista,
6.- Instauración de la planificación económica,
7.- Desarrollo de la educación del pueblo y otras[8].
El Comité Central del PCV ha analizado que el proceso de liberación nacional bolivariano está avanzando en el rescate de la soberanía “pero aún no hay las condiciones, ni subjetivas de conciencia y organización social, ni de transformación de la base productiva y relaciones de producción, es decir, no tenemos un plan estratégico para la construcción de la base económico-social de una sociedad socialista”[9]. Uno de los más graves problemas que enfrentan las fuerzas revolucionarias es el Estado burgués que no ha sido desmontado y que lo obstaculiza de manera permanente.
En torno al Estado actual, nuestro Taller ideológico analizaba que “la dirección del Estado se encuentran en manos de la pequeña burguesía, y ésta por si sola, como se ha demostrado históricamente, no esta interesada en desarrollar las tareas propias del periodo de transición” [10].
5.- El internacionalismo proletario
El Partido Comunista de Venezuela es hijo directo del esfuerzo internacional de la clase obrera dirigida por la primera revolución socialista triunfante, la soviética, por derrocar al capitalismo y construir una civilización superior. Tanto el pueblo venezolano como el PCV han resistido y vencido en muchas batallas contra el enemigo de clase gracias a la amplia solidaridad internacionalista que hemos recibido.
Desde el apoyo generoso que nos dio el Buró del Caribe de la Internacional Comunista (I.C.), a la ayuda fraterna del Partido Comunista de Colombia para poner a salvo a camaradas perseguidos, a la campaña internacional por la libertad del presidente del PCV camarada Gustavo Machado en 1968, al apoyo que ha recibido nuestro pueblo desde todos los rincones del planeta en la derrota del criminal golpe fascista del 2002. Por eso, el PCV ondea con la misma fuerza las dos banderas de la liberación nacional y del internacionalismo proletario al que hemos procurado contribuir.
Gustavo Machado fundó en 1925 con Julio Antonio Mella la Liga Anti-imperialista de las Américas que sirvió de base para la creación del Partido Comunista de Cuba, luchó con Sandino en Nicaragua en 1928 y ayudó a Fidel Castro en los 50 a preparar su expedición en el Granma. Camaradas venezolanos cayeron mártires en la expedición de 1959 para derrocar a la dictadura dominicana de Trujillo y un destacamento de combate de la Juventud Comunista en 1964 arrestó al coronel norteamericano Michael Smolen para exigir a los imperialistas la liberación inmediata del patriota vietnamita Van Troi (acción que ha sellado la amistad inquebrantable entre los pueblos de Venezuela y Vietnam).
El PCV apoya la posición solidaria del Presidente Chávez con la lucha de los pueblos palestino y libanés, con los pueblos de Abjasia y Osetia del Sur cuya independencia ha reconocido diplomáticamente, con el pueblo hondureño que resiste al régimen reaccionario y otras expresiones solidarias que corresponden a nuestra línea histórica.
6. El PCV y la Revolución bolivariana
Decimos que el programa que adelanta el gobierno del Presidente Chávez es básicamente el programa propuesto por el VI Congreso del PCV en 1980. Reconocemos y apoyamos el liderazgo del presidente Hugo Chávez en la lucha antiimperialista, por la liberación nacional, la unidad continental y el socialismo[15]. Reconocemos que su liderazgo no es únicamente nacional sino continental y mundial y que es “referente de pueblos y gobernantes”[16]. Señalamos que el amplio Frente Antiimperialista que la patria necesita “precisa para su desarrollo” del liderazgo del Comandante Chávez[17]. Apoyamos la candidatura presidencial de Chávez en 1998 y hemos apoyado activamente el rumbo antiimperialista de su gobierno y la gran mayoría de las propuestas progresistas y revolucionarias realizadas por el presidente. En estos momentos el PCV participa con el partido aliado, el PSUV y otros movimientos sociales y políticos en la construcción de una Alianza Patriótica política y electoral. Apoyamos e impulsamos la Revolución bolivariana “de modo natural” ya que la consideramos “continuidad” de nuestra propia historia[18]. El PCV ejerce en el proceso de nuestra Patria autonomía para plantear nuestra propia política que tiene algunos puntos característicos:
ü Llamada a la conformación de una dirección colectiva incluyendo al Presidente Chávez. Nuestro C.C. señaló en enero de 2010 que “aún no se toma la decisión de avanzar a la creación de una Dirección Colectiva del proceso revolucionario”[19].
ü Lucha por construir el rol político de vanguardia de la clase obrera.
ü Crítica constructiva a los errores que comete el gobierno y autocrítica con respecto a nuestros propios errores.
ü Lucha por “desmontar el viejo estado burgués, burocrático, corrupto y corruptor”[20]. Hemos denunciado cómo al calor del viejo estado nace una nueva burguesía que acumula privilegios y que realiza prácticas anti obreras y corruptas[21]
ü Firme decisión no sólo de mantener sino de fortalecer al máximo nuestro partido no para defender “intereses personales” ni como “capricho” como nos acusan algunos adversarios, sino para no dilapidar un patrimonio de lucha de 80 años y defender los intereses estratégicos de la clase obrera.
ü Firme política de internacionalismo proletario que apoya la política exterior del gobierno pero que es autónoma para apoyar las causas y luchas que lo merecen sin sometimiento a la “razón de Estado”, que es, a veces, razón del Estado burgués.
ü Fundamentación de nuestra política en el Marxismo-Leninismo y en el legado de Bolívar.
ü Frente a criticas desconsideradas y anticomunistas reivindicamos la “enorme importancia que tuvo para la humanidad la existencia del “socialismo real””[22].
7. El PCV y el llamado “socialismo del siglo XXI”.
El proceso bolivariano ha transitado desde 1999 por sucesivas definiciones ideológicas. En primer lugar fue la definición “antineoliberal”, después la propuesta de la “Tercera Vía” inspirada por el laborismo británico de derechas del señor Blair, después la firme afirmación bolivariana, después el “desarrollo endógeno”. En un momento, el escritor Heinz Dieterich Steffan tuvo éxito en proponer la definición nunca bien clara del “socialismo del siglo XXI”. Se trataba de algo supuestamente “nuevo” y contrapuesto por un lado a la construcción socialista del siglo XX que prosigue en el XXI en varios países (Cuba, China, Corea, Vietnam y Laos) y al socialismo científico que los pequeño burgueses tomaban como “dogmatismo”.
Carlos Marx denunció en 1848 varios falsos socialismos como el socialismo feudal, el pequeñoburgués, el alemán o “verdadero” y el burgués o conservador[23]. Varias corrientes pequeño burguesas se intentaron apropiar de este concepto para vaciar de contenido al socialismo verdadero. Frente a esto, el PCV ha sido claro: nuestro congreso extraordinario de 2007 acordó el desarrollo de la conciencia marxista leninista. El Secretario General Oscar Figuera afirmó tajantemente ante la Asamblea Nacional el 19 de junio de 2009 que “el único socialismo que existe es el Socialismo científico”[24].
En el Taller Ideológico Nacional ofrecimos una definición completa del socialismo que empezaba de esta manera: “El socialismo es una formación económico-social, en la que predomina la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción de bienes y servicios”[25]
Celebramos que, al calor de la lucha de clases, el Presidente Hugo Chávez Chávez y el PSUV se orienten con cada vez más decisión a favor del socialismo científico. El Congreso extraordinario del PSUV ha definido entre sus principios el socialismo científico y el antiimperialismo[26], lo que equivale al entierro oficial del “socialismo del siglo XXI”. Esto corresponde a una maduración creciente de las fuerzas populares y obreras comprometidas con el proceso antiimperialista y a una marginación creciente de los grupos pequeño burgueses y burgueses que, así lo hemos señalado a comienzos del 2010, “hoy de alguna manera ejercen la dirección del proceso sin el objetivo socialista”.
8. Sobre la V Internacional
El Partido Comunista de Venezuela fijó posición sobre el llamado hecho por el Presidente Hugo Chávez a conformar la “V Internacional Socialista”, expresando que lo que el mundo precisa es unir a los partidos políticos progresistas, revolucionarios y de izquierda, junto a los movimientos y organizaciones sociales en un amplio frente internacional que articule los esfuerzos y coordine la lucha antiimperialista.
Para los comunistas venezolanos, el avance a instancias orgánicas como fueron la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o Primera Internacional, fundada en Londres en 1864; la Internacional Socialdemócrata o Segunda Internacional de 1889 y la Internacional Comunista, fundada en 1919 por iniciativa de Lenin y el Partido Comunista de Rusia (Bolchevique), que agrupaba a los Partidos Comunistas de los distintos países y conocida como Tercera Internacional, obedeció a un proceso de construcción política, de unidad ideológica y objetivos comunes.
“Resaltamos que nuestra propuesta hecha en el Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda, en 2009, es unir al mayor número de partidos políticos, progresistas, de izquierda y revolucionarios, junto a la gran gama de movimientos sociales, sindicales, indígenas, trabajadores de la cultura que están o no por el socialismo, pero que su accionar y objetivo comunes es avanzar en la lucha contra el enemigo principal de los pueblos, que es el imperialismo mundial, no sólo el estadounidense” [27], expresó Pedro Eusse, miembro del Buró Político del PCV.
En el marco del movimiento comunista internacional, donde el PCV es parte activa, se viene trabajando desde hace varios años en la construcción de espacios de articulación antiimperialista que unan los esfuerzos de los partidos comunistas y obreros en la lucha contra un enemigo común, como los Seminarios Comunistas Internacionales que organiza el Partido del Trabajo de Bélgica desde 1992, o los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros iniciados hace más de una década por el Partido comunista de Grecia.
“Es allí donde hemos hecho presente nuestra propuesta de trabajar por una Amplio Frente Antiimperialista de nivel mundial, continental y nacional que una la lucha de todos quienes objetivamente están afectados por el dominio imperialista” [28].
En septiembre 2009, se reunieron los partidos comunistas y obreros en Damasco, cuyo debate principal fue unir la lucha antiimperialista y recientemente ocurrió lo mismo en la India, donde los partidos comunistas y obreros tienen un denominador común que es la ideología marxista-leninista, cuyo espacio debe mantenerse y profundizarse, “... pero el Frente Antiimperialista que estamos proponiendo, va más allá, mucho más allá que los partidos marxistas” [29].
El PCV sostiene que “tenemos conciencia de que la lucha contra el imperialismo no sólo es tarea de los partidos marxistas-leninistas, sino del vasto movimiento político y social de carácter democrático, popular, progresista, y que necesita tener una mayor fuerza en la lucha contra la dominación imperialista” [30].
El PCV propone que se constituya un grupo de trabajo de carácter colectivo de debate, de elaboración conjunta, evaluando las distintas propuestas y cuyo objetivo sea avanzar a una instancia amplia de coordinación en la lucha común de los partidos políticos y movimientos sociales que concurran en su formación, ”Esto no puede ser parte de una imposición donde repitamos errores ya cometidos como los centros de dirección, que perjudicaron la lucha de este tipo de organizaciones internacionales ya mencionadas, así como también debe asimilarse y respetarse el desarrollo, maduración y autonomía que han adquirido los partidos políticos a lo largo de más de cien años” [31].
Bibliografía.
Brito Figueroa (Federico), Venezuela siglo XX, La Habana, 1967.
Quintero (Rodolfo), Clase obrera y Revolución, Caracas, 1970.
Faría (Jesús), Mi línea no cambia. Es hasta la muerte. Caracas. 2007.
Gallegos Mancera (Eduardo), Las cualidades del dirigente, Caracas, 1988.
Instituto de estudios políticos y sociales Bolívar Marx, Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela. Caracas. 2008.
Ortega Díaz (Pedro), El congreso de Panamá y la unidad latinoamericana.
Notas:
[1] Lenin, “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, Obras Escogidas, Tomo I, Progreso, Moscú, 1979, p. 751.
[2] Ídem, p. 756.
[3] Federico Brito Figueroa, Venezuela contemporánea ¿País colonial? Caracas, 1972, p 35.
[4] Tribuna Popular 23 de noviembre, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[5] Tesis numero tres aprobada por el XIII Congreso extraordinario en marzo de 2007.
[6] Punto 103 de la tesis programática aprobada por el XII Congreso Nacional del PCV, Caracas, 21 al 24 de julio 2006.
[7] Taller Nacional Ideológico del PCV, Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela, Instituto Bolívar Marx, Caracas, 2008, p. 33.
[8] Punto 117 de la tesis citada en la nota anterior.
[9] Tribuna Popular nº 173, febrero 2010, resoluciones del 32 Pleno del C.C. realizado en enero de 2010.
[10] Taller Nacional Ideológico del PCV, Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela, Instituto Bolívar Marx, Caracas, 2008, p. 33.
[11] El imperialismo…, obra citada, p. 687.
[12] V.Afanasiev, Fundamentos del comunismo científico, Progreso, Moscú, 1977, p. 103.
[13] Punto 107 de la tesis citada.
[14] Punto segundo de la resolución política del XIII Congreso (extraordinario) realizado en 2007.
[15] Ídem.
[16] Tesis 19 aprobada por nuestro XIII congreso extraordinario de 2007.
[17] Resolución política del XIII congreso extraordinario de 2007
[18] Punto 102 de la tesis citada.
[19] Informe político del 32 Pleno del CC, 16 y 17 de enero 2010.
[20] Sexta tesis adoptada por nuestro XIII Congreso extraordinario realizado en 2007.
[21] Declaración del 30 Pleno de nuestro C.C. del 6 y 7 de junio de 2009.
[22] Punto 114 de la tesis aprobada por nuestro XII Congreso de 2006.
[23] Carlos Marx y Federico Engels, El Manifiesto Comunista, Universidad Bolivariana de Venezuela, Caracas, 2006.
[24] Tribuna Popular numero 151, 17 al 30 de julio 2009, pag.5.
[25] Taller Nacional Ideológico, p. 9.
[26] Ver nota en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[27] Tribuna Popular 23 de noviembre, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[28] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
[29] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
[30] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
[31] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
El PCV y la construcción del socialismo en Venezuela
Tribuna Popular/REVISTA COMUNISTA INTERNACIONAL Nº 2.- Vivimos en la Venezuela bolivariana de hoy, un intenso debate sobre la teoría y la práctica del “socialismo”, que el Partido Comunista de Venezuela celebra con satisfacción y al que intenta contribuir. A lo largo del siglo XX, la oligarquía en el poder y sus amos verdaderos, los monopolios estadounidenses, se esforzaron en vano por desviar a nuestro pueblo del camino socialista.
El 5 de marzo del año 1931, en la ciudad de Caracas, se funda la primera célula comunista en el país, hecho que marca el nacimiento del Partido Comunista de Venezuela; este acontecimiento tiene lugar en medio de una de las más férreas dictaduras que ha conocido América Latina, la de Juan Vicente Gómez (1908 – 1935). Para entonces, ser comunista según la Constitución Nacional era considerado traición a la Patria, y era castigado con 20 años de cárcel el delito de “comunismo”. No hay ninguna duda del arrojo, convicción y compromiso con la revolución que tuvieron aquellos camaradas que se decidieron a fundar el PCV.
El PCV se ha esforzado durante 80 años de dura lucha en los que su militancia sufrió injustos encarcelamientos, salas de tortura, clandestinidad, ilegalidad, en aplicar las enseñanzas del Marxismo-Leninismo a nuestra realidad nacional con el propósito de transformarla para conformar una sociedad de plena libertad y derechos para el pueblo trabajador oprimido y explotado.
En la construcción colectiva acerca de las ideas socialistas los siguientes elementos ideológicos han tenido y tienen importancia en la sociedad venezolana:
1.- El concepto de liberación nacional
Lenin muestra que en la época del imperialismo son típicas “las formas variadas de países dependientes que desde un punto de vista formal, político, gozan de independencia, pero que, en realidad, se hallan envueltos en las redes de la dependencia financiera y diplomática”[1]. Lenin señala asimismo que el imperialismo es en lo político una “tendencia a la anexión…, a la violencia y a la reacción”[2]. Y es el líder del proletariado mundial quien advierte que el encarnizamiento en la búsqueda de fuentes de materias primas y la exportación de capitales lleva al capitalismo a la “conquista de colonias”.
El pueblo venezolano ha sufrido directamente la opresión imperialista, el saqueo de sus recursos y la imposición de regímenes tiránicos que estaban al servicio de los monopolios extranjeros. En los años 1930 y 1940, miles de obreros contratados por la Lago Petroleum Company (LPC) de los Rockefeller y la Venezuelan Oil Concession (VOC) de los Morgan y los Mellon, sufrían hacinados, muriendo de paludismo y en accidentes de trabajo, torturados por la policía gomecista, mal pagados, humillados y despedidos; los indígenas expropiados de sus tierras; miles de mujeres sometidas a la prostitución en los campos petroleros; plantaciones agrícolas destruidas por la imposición de la economía petrolera con miles de campesinos en la miseria; el lago de Maracaibo ecológicamente destruido por esa industria extranjera y otras desgracias.
Como explicó el profesor comunista venezolano Federico Brito Figueroa, el enriquecimiento fabuloso de los monopolios imperialistas incrementaba “el pauperismo general en el país y la opulencia de la oligarquía financiera norteamericana”[3]. El imperialismo petrolero impuso en el siglo XX tres regímenes reaccionarios: la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935), la de Pérez Jiménez (1948-1958) y la falsa democracia neocolonial (1959-1999).
Nada tiene de extraño, por lo tanto, que el PCV haya asumido las resoluciones de la Internacional Comunista (IC) y de los clásicos del Marxismo-leninismo en favor de los derechos a la autodeterminación y de la plena soberanía nacional de los pueblos.
«A fines de 1936 se reúne en Caracas el Primer Congreso de Trabajadores de Venezuela, con 219 delegados de todo el país, muchos de ellos comunistas, con gran colaboración de los camaradas veteranos en la organización del Congreso y en la elaboración de sus tesis. Este Congreso terminó con la creación de la Confederación Venezolana del Trabajo CTV», señala el camarada Key Sánchez.
El PCV organizó la primera huelga de obreros petroleros de diciembre de 1936 a enero de 1937 que fue fundamentalmente una lucha antiimperialista. «El balance final de ese primer año de actividad política y social en lo que va de siglo resultó altamente positivo –señalaba Jesús Faria, quien fuera Secretario General del Partido Comunista de Venezuela, - aunque sólo hubiera sido por el número de hombres y mujeres que se incorporaron a las luchas de clases». Y agrega, «más allá de los resultados obtenidos, uno de los aspectos importantes de esta huelga, el acontecimiento más importante de la lucha antiimperialista que registra la historia hasta el momento, lo constituyó la poderosa actividad unitaria de la clase obrera con todos los otros sectores democráticos y patrióticos de la Venezuela antigomecista».
El 8 de agosto de 1937, siete meses de terminada la huelga petrolera, se realizó la Primera Conferencia del Partido Comunista de Venezuela en donde decidió «Dar la Cara» y constituirse en el Partido de la Clase Obrera, independiente y de profundos principios internacionalistas. A partir de allí, el activismo del PCV se desarrollará junto a las y los trabajadores en la perspectiva de la Venezuela Socialista durante la transición democrática que culminó en 1952, cuando se produce un nuevo golpe de Estado militar.
El 23 de enero de 1958, el PCV dirigió el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, con apoyo de la clase obrera y del movimiento democrático popular. Sin embargo, EEUU logró, a través de la represión del movimiento sindical y de la ilegalización de los partidos de la izquierda, entre ellos el PCV, restaurar el sistema democrático representativo burgués que se mantendrá en el poder hasta 1999.
En 1958, el PCV impulsó una combativa concentración clasista y popular para rechazar al ex presidente Nixon que estuvo a punto de provocar una intervención de los marines desde sus bases en Puerto Rico en su rescate. Para ampliar las diferentes formas de lucha de clases, el PCV con otros estamentos antiimperialistas creó las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) para enfrentar el régimen concebido por el gobierno estadounidense.
Por tanto, la exigencia de liberación nacional es la aplicación creativa del Marxismo - leninismo a la situación venezolana, el eje medular del programa político desde 1935 y la lucha central de decenas de miles de comunistas y antiimperialistas venezolanos desde 1931. Es la continuación de la lucha por la independencia y la libertad de los pueblos indígenas contra los conquistadores españoles desde el siglo XVI, de los esclavos y de todo nuestro pueblo bajo la dirección de El Libertador Simón Bolívar en el siglo XIX.
2.- El dominio del imperialismo
La contradicción fundamental sigue existiendo entre el capital y el trabajo, pero hoy se introduce como la principal de la época la contradicción entre la sobrevivencia de la Humanidad y el Imperialismo que es el último estadio del capitalismo, como lo definió brillantemente Lenin en 1916. Esta constatación nos lleva a impulsar la conformación de un amplio Frente Antiimperialista en el ámbito nacional, continental e internacional que agrupe a todas las clases sociales y sectores democráticos para derrotar el imperialismo que, en medio de su profunda crisis financiera, se torna mucho más peligroso, reaccionario y agresivo que nunca.
El dirigente del PCV Pedro Eusse el 23 de noviembre de 2009, explicó algunas características de este Frente: “Va más allá, mucho más allá que los partidos marxistas… tenemos conciencia de que la lucha contra el imperialismo no sólo es tarea de los partidos marxistas-leninistas, sino del vasto movimiento político y social de carácter democrático, popular, progresista, y que necesita tener una mayor fuerza en la lucha contra la dominación imperialista”[4].
La amenaza de agresión que sufre hoy en día el país y los gobiernos progresistas del Continente, con las siete bases militares instaladas en Colombia, por un régimen fascista dirigido desde el Pentágono; la activación de la IVª Flota desplegada en el Océano Atlántico y el resto de las bases militares en el Caribe y Suramérica, demuestra que el Marxismo- leninismo es el principal instrumento teórico para entender y enfrentar el imperialismo.“La resolución definitiva de la contradicción principal del momento, entre la revolución bolivariana y el imperialismo estadounidense, demanda la más amplia unidad nacional, continental y mundial, de fuerzas populares y gobiernos progresistas”[5].
4.- Los motores sociales del proceso bolivariano
Lenin advirtió que las superganancias de los monopolios permitían “corromper a los dirigentes obreros y a la capa superior de la aristocracia obrera”[11]. La tarea, que los monopolios norteamericanos encargaron a sus lacayos de los gobiernos de AD y COPEI entre 1958 y 1998, fue la de dividir a la clase obrera venezolana corrompiendo a sus dirigentes y a un sector obrero privilegiado. Lo consiguieron hasta el punto que la Central de los Trabajadores de Venezuela (CTV), que fue uno de los actores del golpe fascista de 2002 contra el presidente Hugo Chávez. El PCV reconoce a cabalidad que es la clase obrera la más interesada y la más capaz de llevar hasta el final el proceso revolucionario venezolano y en hacer realidad el socialismo. Es por eso que siempre se ha esforzado en organizar los sindicatos de los obreros petroleros, de los jornaleros agrícolas, obreros industriales, marinos y portuarios, empleados, profesionales y otros sectores.
El imperialismo consiguió parcialmente el objetivo de destruir a la organización de la clase obrera como principal sujeto revolucionario y es por eso que la tarea emancipadora fue encabezada por militares patriotas y otros sectores liderados por el Comandante Chávez. Esto no tiene nada de nuevo ni de excepcional. Un científico soviético ya destacó que la intelectualidad democrática ejerce un “papel considerable - y a veces dirigente - en la revolución nacional-liberadora” en países “donde la clase obrera no se ha constituido como fuerza independiente, mientras que la burguesía nacional es débil o proimperialista”[12].
La tarea prioritaria es la de reforzar la Corriente Clasista de Trabajadores “Cruz Villegas”, apoyar la toma de conciencia obrera, organizar los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras, impulsar la Ley Orgánica del Trabajo, impulsar la unidad de las fuerzas sindicales clasistas y revolucionarias y aislar a los sindicalistas traidores y corrompidos que todavía ejercen algún tipo de influencia. Defendemos una “amplia alianza de fuerzas democráticas, nacionalistas y antiimperialistas”[13] en que la clase obrera consciente se alíe estrechamente con todas “las fuerzas motrices de la revolución en su fase actual de transición”: “amplios sectores de trabajadoras y trabajadores, campesinado, capas medias e intelectualidad progresista, amplia franja de la pequeña y mediana burguesía así como de la burguesía no asociada al capital transnacional”[14]. En el caso venezolano no existen sectores patriotas en la burguesía monopólica, que se ha negado a convertirse en burguesía nacional y desde hace décadas es compradora y agente del imperialismo estadounidense.
3.- Las fases en la construcción socialista
Las y los comunistas venezolanos hemos aprendido que no podemos quemar etapas e instaurar de manera inmediata el Socialismo, régimen social que requiere del cumplimiento de algunas características básicas: un Estado de nuevo tipo que nuestro VI Congreso llamó “Estado democrático y popular”; una economía próspera y fundamentalmente pública, una clase obrera dirigente bien organizada, una dirección política cohesionada y una alta conciencia revolucionaria de la sociedad. El mejor ejemplo de ello es la Cuba de hoy.
Federico Engels advirtió en el Anti-Dühring que la toma de posesión de todos los medios de producción por la sociedad sólo puede convertirse en realidad “una vez que se produzcan las condiciones materiales para su realización”. Venezuela impulsa un proceso de transición que hemos caracterizado en el XII Congreso como “revolución de liberación nacional, de claro carácter antiimperialista, antimonopólico, democrático y popular, que abre perspectivas hacia el socialismo, en la medida en que la lucha de clases se resuelva a favor de las fuerzas ideológica y políticamente más consecuentes de la Revolución”[6].
El Taller Nacional Ideológico “Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela” que realizamos en el 2008 estableció que “en Venezuela, el período de transición hacia el socialismo apenas está comenzando”[7].
Para que esta transición se oriente efectivamente hacia el socialismo el PCV entiende que se deben cumplir algunas condiciones previas:
1.- Desarrollo de la vanguardia política de la clase obrera,
2.- Conquista del poder político del Estado,
3.- Desarrollo de las fuerzas productivas,
4.- Fortalecimiento de la propiedad estatal con control obrero,
5.- Debilitamiento y posterior supresión de los mecanismos de dominación imperialista,
6.- Instauración de la planificación económica,
7.- Desarrollo de la educación del pueblo y otras[8].
El Comité Central del PCV ha analizado que el proceso de liberación nacional bolivariano está avanzando en el rescate de la soberanía “pero aún no hay las condiciones, ni subjetivas de conciencia y organización social, ni de transformación de la base productiva y relaciones de producción, es decir, no tenemos un plan estratégico para la construcción de la base económico-social de una sociedad socialista”[9]. Uno de los más graves problemas que enfrentan las fuerzas revolucionarias es el Estado burgués que no ha sido desmontado y que lo obstaculiza de manera permanente.
En torno al Estado actual, nuestro Taller ideológico analizaba que “la dirección del Estado se encuentran en manos de la pequeña burguesía, y ésta por si sola, como se ha demostrado históricamente, no esta interesada en desarrollar las tareas propias del periodo de transición” [10].
5.- El internacionalismo proletario
El Partido Comunista de Venezuela es hijo directo del esfuerzo internacional de la clase obrera dirigida por la primera revolución socialista triunfante, la soviética, por derrocar al capitalismo y construir una civilización superior. Tanto el pueblo venezolano como el PCV han resistido y vencido en muchas batallas contra el enemigo de clase gracias a la amplia solidaridad internacionalista que hemos recibido.
Desde el apoyo generoso que nos dio el Buró del Caribe de la Internacional Comunista (I.C.), a la ayuda fraterna del Partido Comunista de Colombia para poner a salvo a camaradas perseguidos, a la campaña internacional por la libertad del presidente del PCV camarada Gustavo Machado en 1968, al apoyo que ha recibido nuestro pueblo desde todos los rincones del planeta en la derrota del criminal golpe fascista del 2002. Por eso, el PCV ondea con la misma fuerza las dos banderas de la liberación nacional y del internacionalismo proletario al que hemos procurado contribuir.
Gustavo Machado fundó en 1925 con Julio Antonio Mella la Liga Anti-imperialista de las Américas que sirvió de base para la creación del Partido Comunista de Cuba, luchó con Sandino en Nicaragua en 1928 y ayudó a Fidel Castro en los 50 a preparar su expedición en el Granma. Camaradas venezolanos cayeron mártires en la expedición de 1959 para derrocar a la dictadura dominicana de Trujillo y un destacamento de combate de la Juventud Comunista en 1964 arrestó al coronel norteamericano Michael Smolen para exigir a los imperialistas la liberación inmediata del patriota vietnamita Van Troi (acción que ha sellado la amistad inquebrantable entre los pueblos de Venezuela y Vietnam).
El PCV apoya la posición solidaria del Presidente Chávez con la lucha de los pueblos palestino y libanés, con los pueblos de Abjasia y Osetia del Sur cuya independencia ha reconocido diplomáticamente, con el pueblo hondureño que resiste al régimen reaccionario y otras expresiones solidarias que corresponden a nuestra línea histórica.
6. El PCV y la Revolución bolivariana
Decimos que el programa que adelanta el gobierno del Presidente Chávez es básicamente el programa propuesto por el VI Congreso del PCV en 1980. Reconocemos y apoyamos el liderazgo del presidente Hugo Chávez en la lucha antiimperialista, por la liberación nacional, la unidad continental y el socialismo[15]. Reconocemos que su liderazgo no es únicamente nacional sino continental y mundial y que es “referente de pueblos y gobernantes”[16]. Señalamos que el amplio Frente Antiimperialista que la patria necesita “precisa para su desarrollo” del liderazgo del Comandante Chávez[17]. Apoyamos la candidatura presidencial de Chávez en 1998 y hemos apoyado activamente el rumbo antiimperialista de su gobierno y la gran mayoría de las propuestas progresistas y revolucionarias realizadas por el presidente. En estos momentos el PCV participa con el partido aliado, el PSUV y otros movimientos sociales y políticos en la construcción de una Alianza Patriótica política y electoral. Apoyamos e impulsamos la Revolución bolivariana “de modo natural” ya que la consideramos “continuidad” de nuestra propia historia[18]. El PCV ejerce en el proceso de nuestra Patria autonomía para plantear nuestra propia política que tiene algunos puntos característicos:
ü Llamada a la conformación de una dirección colectiva incluyendo al Presidente Chávez. Nuestro C.C. señaló en enero de 2010 que “aún no se toma la decisión de avanzar a la creación de una Dirección Colectiva del proceso revolucionario”[19].
ü Lucha por construir el rol político de vanguardia de la clase obrera.
ü Crítica constructiva a los errores que comete el gobierno y autocrítica con respecto a nuestros propios errores.
ü Lucha por “desmontar el viejo estado burgués, burocrático, corrupto y corruptor”[20]. Hemos denunciado cómo al calor del viejo estado nace una nueva burguesía que acumula privilegios y que realiza prácticas anti obreras y corruptas[21]
ü Firme decisión no sólo de mantener sino de fortalecer al máximo nuestro partido no para defender “intereses personales” ni como “capricho” como nos acusan algunos adversarios, sino para no dilapidar un patrimonio de lucha de 80 años y defender los intereses estratégicos de la clase obrera.
ü Firme política de internacionalismo proletario que apoya la política exterior del gobierno pero que es autónoma para apoyar las causas y luchas que lo merecen sin sometimiento a la “razón de Estado”, que es, a veces, razón del Estado burgués.
ü Fundamentación de nuestra política en el Marxismo-Leninismo y en el legado de Bolívar.
ü Frente a criticas desconsideradas y anticomunistas reivindicamos la “enorme importancia que tuvo para la humanidad la existencia del “socialismo real””[22].
7. El PCV y el llamado “socialismo del siglo XXI”.
El proceso bolivariano ha transitado desde 1999 por sucesivas definiciones ideológicas. En primer lugar fue la definición “antineoliberal”, después la propuesta de la “Tercera Vía” inspirada por el laborismo británico de derechas del señor Blair, después la firme afirmación bolivariana, después el “desarrollo endógeno”. En un momento, el escritor Heinz Dieterich Steffan tuvo éxito en proponer la definición nunca bien clara del “socialismo del siglo XXI”. Se trataba de algo supuestamente “nuevo” y contrapuesto por un lado a la construcción socialista del siglo XX que prosigue en el XXI en varios países (Cuba, China, Corea, Vietnam y Laos) y al socialismo científico que los pequeño burgueses tomaban como “dogmatismo”.
Carlos Marx denunció en 1848 varios falsos socialismos como el socialismo feudal, el pequeñoburgués, el alemán o “verdadero” y el burgués o conservador[23]. Varias corrientes pequeño burguesas se intentaron apropiar de este concepto para vaciar de contenido al socialismo verdadero. Frente a esto, el PCV ha sido claro: nuestro congreso extraordinario de 2007 acordó el desarrollo de la conciencia marxista leninista. El Secretario General Oscar Figuera afirmó tajantemente ante la Asamblea Nacional el 19 de junio de 2009 que “el único socialismo que existe es el Socialismo científico”[24].
En el Taller Ideológico Nacional ofrecimos una definición completa del socialismo que empezaba de esta manera: “El socialismo es una formación económico-social, en la que predomina la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción de bienes y servicios”[25]
Celebramos que, al calor de la lucha de clases, el Presidente Hugo Chávez Chávez y el PSUV se orienten con cada vez más decisión a favor del socialismo científico. El Congreso extraordinario del PSUV ha definido entre sus principios el socialismo científico y el antiimperialismo[26], lo que equivale al entierro oficial del “socialismo del siglo XXI”. Esto corresponde a una maduración creciente de las fuerzas populares y obreras comprometidas con el proceso antiimperialista y a una marginación creciente de los grupos pequeño burgueses y burgueses que, así lo hemos señalado a comienzos del 2010, “hoy de alguna manera ejercen la dirección del proceso sin el objetivo socialista”.
8. Sobre la V Internacional
El Partido Comunista de Venezuela fijó posición sobre el llamado hecho por el Presidente Hugo Chávez a conformar la “V Internacional Socialista”, expresando que lo que el mundo precisa es unir a los partidos políticos progresistas, revolucionarios y de izquierda, junto a los movimientos y organizaciones sociales en un amplio frente internacional que articule los esfuerzos y coordine la lucha antiimperialista.
Para los comunistas venezolanos, el avance a instancias orgánicas como fueron la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o Primera Internacional, fundada en Londres en 1864; la Internacional Socialdemócrata o Segunda Internacional de 1889 y la Internacional Comunista, fundada en 1919 por iniciativa de Lenin y el Partido Comunista de Rusia (Bolchevique), que agrupaba a los Partidos Comunistas de los distintos países y conocida como Tercera Internacional, obedeció a un proceso de construcción política, de unidad ideológica y objetivos comunes.
“Resaltamos que nuestra propuesta hecha en el Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda, en 2009, es unir al mayor número de partidos políticos, progresistas, de izquierda y revolucionarios, junto a la gran gama de movimientos sociales, sindicales, indígenas, trabajadores de la cultura que están o no por el socialismo, pero que su accionar y objetivo comunes es avanzar en la lucha contra el enemigo principal de los pueblos, que es el imperialismo mundial, no sólo el estadounidense” [27], expresó Pedro Eusse, miembro del Buró Político del PCV.
En el marco del movimiento comunista internacional, donde el PCV es parte activa, se viene trabajando desde hace varios años en la construcción de espacios de articulación antiimperialista que unan los esfuerzos de los partidos comunistas y obreros en la lucha contra un enemigo común, como los Seminarios Comunistas Internacionales que organiza el Partido del Trabajo de Bélgica desde 1992, o los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros iniciados hace más de una década por el Partido comunista de Grecia.
“Es allí donde hemos hecho presente nuestra propuesta de trabajar por una Amplio Frente Antiimperialista de nivel mundial, continental y nacional que una la lucha de todos quienes objetivamente están afectados por el dominio imperialista” [28].
En septiembre 2009, se reunieron los partidos comunistas y obreros en Damasco, cuyo debate principal fue unir la lucha antiimperialista y recientemente ocurrió lo mismo en la India, donde los partidos comunistas y obreros tienen un denominador común que es la ideología marxista-leninista, cuyo espacio debe mantenerse y profundizarse, “... pero el Frente Antiimperialista que estamos proponiendo, va más allá, mucho más allá que los partidos marxistas” [29].
El PCV sostiene que “tenemos conciencia de que la lucha contra el imperialismo no sólo es tarea de los partidos marxistas-leninistas, sino del vasto movimiento político y social de carácter democrático, popular, progresista, y que necesita tener una mayor fuerza en la lucha contra la dominación imperialista” [30].
El PCV propone que se constituya un grupo de trabajo de carácter colectivo de debate, de elaboración conjunta, evaluando las distintas propuestas y cuyo objetivo sea avanzar a una instancia amplia de coordinación en la lucha común de los partidos políticos y movimientos sociales que concurran en su formación, ”Esto no puede ser parte de una imposición donde repitamos errores ya cometidos como los centros de dirección, que perjudicaron la lucha de este tipo de organizaciones internacionales ya mencionadas, así como también debe asimilarse y respetarse el desarrollo, maduración y autonomía que han adquirido los partidos políticos a lo largo de más de cien años” [31].
Bibliografía.
Brito Figueroa (Federico), Venezuela siglo XX, La Habana, 1967.
Quintero (Rodolfo), Clase obrera y Revolución, Caracas, 1970.
Faría (Jesús), Mi línea no cambia. Es hasta la muerte. Caracas. 2007.
Gallegos Mancera (Eduardo), Las cualidades del dirigente, Caracas, 1988.
Instituto de estudios políticos y sociales Bolívar Marx, Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela. Caracas. 2008.
Ortega Díaz (Pedro), El congreso de Panamá y la unidad latinoamericana.
Notas:
[1] Lenin, “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, Obras Escogidas, Tomo I, Progreso, Moscú, 1979, p. 751.
[2] Ídem, p. 756.
[3] Federico Brito Figueroa, Venezuela contemporánea ¿País colonial? Caracas, 1972, p 35.
[4] Tribuna Popular 23 de noviembre, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[5] Tesis numero tres aprobada por el XIII Congreso extraordinario en marzo de 2007.
[6] Punto 103 de la tesis programática aprobada por el XII Congreso Nacional del PCV, Caracas, 21 al 24 de julio 2006.
[7] Taller Nacional Ideológico del PCV, Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela, Instituto Bolívar Marx, Caracas, 2008, p. 33.
[8] Punto 117 de la tesis citada en la nota anterior.
[9] Tribuna Popular nº 173, febrero 2010, resoluciones del 32 Pleno del C.C. realizado en enero de 2010.
[10] Taller Nacional Ideológico del PCV, Contribución al debate sobre el socialismo en Venezuela, Instituto Bolívar Marx, Caracas, 2008, p. 33.
[11] El imperialismo…, obra citada, p. 687.
[12] V.Afanasiev, Fundamentos del comunismo científico, Progreso, Moscú, 1977, p. 103.
[13] Punto 107 de la tesis citada.
[14] Punto segundo de la resolución política del XIII Congreso (extraordinario) realizado en 2007.
[15] Ídem.
[16] Tesis 19 aprobada por nuestro XIII congreso extraordinario de 2007.
[17] Resolución política del XIII congreso extraordinario de 2007
[18] Punto 102 de la tesis citada.
[19] Informe político del 32 Pleno del CC, 16 y 17 de enero 2010.
[20] Sexta tesis adoptada por nuestro XIII Congreso extraordinario realizado en 2007.
[21] Declaración del 30 Pleno de nuestro C.C. del 6 y 7 de junio de 2009.
[22] Punto 114 de la tesis aprobada por nuestro XII Congreso de 2006.
[23] Carlos Marx y Federico Engels, El Manifiesto Comunista, Universidad Bolivariana de Venezuela, Caracas, 2006.
[24] Tribuna Popular numero 151, 17 al 30 de julio 2009, pag.5.
[25] Taller Nacional Ideológico, p. 9.
[26] Ver nota en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[27] Tribuna Popular 23 de noviembre, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
[28] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
[29] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
[30] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem
[31] Tribuna Popular 23 de noviembre, Ídem