AskeTaLibre escribió:Soy solo yo al que le parece que estos de Intereconomia cada dia desfasan más ??? A veces tengo la sensacion de que a falta de qué decir empiezan a rozar ya lo ridiculo.
Brunet, el tertuliano (que le deben pagar mucho para estar ahi, porque no comprendo cómo comparte mesa con esa gentuza) se le suele ver bastante incomodo en los debates, y hasta ha sufrido en sus propias carnes el desprecio y el insulto del resto de tertulianos, aun me acuerdo no hace mucho como el loco ese, el pit-bull de intereconomia, se referia a él con muy mala baba , llamandole Sr Brunete, a lo que el otro le respondio que por favor sr.Brunet, pues ese era su apellido, etc etc
En fin, ya lo de la bicileta de risa...
N
11 principios de la propaganda
El doctor Goebbels (*29 de octubre de 1897 — †1 de mayo de 1945) fue el ministro de propaganda del gobierno de Adolf Hitler (en alemán Propagandaministerium) en la Alemania Nazi. Fue una figura clave del régimen, conocido por sus dotes retóricas, y su capacidad de convencimiento.
Su ideario publicista era este que aquí refiero. ¿Cuántos de estos principios siguen usándose para la propaganda 100 años después? La respuesta al final.
Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Ya lo sabían antes de llegar aquí pero sí. TODAS están hoy vigentes y son utilizadas por los que quieren usar la propaganda como herramienta.
Me interesa sobre todo el principio número 5, el principio de la vulgarización, me parece el menos obvio y el más poderoso.
La propaganda moderna, capitalista y fascista se basa en Goebbels que fue una eminencia en este campo. De hecho entre él y Hearst ( magnate de prensa yanke) crearon las bases de lo que es la proapganda moderna. Inventaron el Sensacionalismo y la prensa amarilla.