Una vez conocidos los resultados electorales estamos en disposición de avanzar unas primeras conclusiones.
En primer lugar, el resultado de las elecciones profundiza la inestabilidad institucional, como reflejo de la profunda crisis estructural del capitalismo. En todo caso quedará conformado un gobierno débil sin una mayoría parlamentaria sólida.
En segundo lugar, se ha dado un claro retroceso de las opciones políticas burguesas (PSOE+FAC+PP) que se ha cuantificado en un 1,16% de los votos emitidos y, con respecto a 2011, el retroceso en votos llega a los 89.000, un 9,5% del censo electoral. De este modo un sector amplio de la clase obrera ha dado la espalda a los partidos que defienden las medidas reaccionarias y antiobreras que ordena aplicar la oligarquía y la UE, suponen un amplio avance hacia la comprensión por parte de la clase obrera, tal y como decíamos en la campaña, de que en el capitalismo no hay salida.
Por otro lado, el estercolero del bipartidismo, UPyD, ha sumado entorno suyo parte de las pérdidas de los partidos antes mencionados y de otras opciones que no plantean una ruptura con la salida capitalista a la crisis.
El ascenso de IU, conseguido esencialmente entre las filas de la izquierda, resume las esperanzas de una parte de la clase obrera en que es posible, todavía, un rostro humano del capitalismo, volver a los tiempos dorados del Estado del Bienestar, creyendo, en definitiva, que se podrán evitar los ataques de la oligarquía por medio de un gobierno con el PSOE que, en todo caso, como ya se demostró en el pasado no aportará soluciones favorables a la clase obrera.
Es preciso una mayor asimilación de la experiencia en la lucha que permita comprender la necesidad de la salida socialista-comunista a la crisis capitalista, los Comités de Unidad Obrera no han podido todavía jugar el papel decisivo en el desarrollo de la consciencia de clase que indudablemente cumplirán en el futuro.
La presencia de fuerzas que no representan una confrontación neta con el sistema y que basándose en un discurso demagógico (“políticos al paro”) han supuesto un freno al desarrollo de otras opciones firmemente comprometidas con la necesidad del desarrollo de la lucha de clases. Esto no es ajeno a la influencia de la ideología pequeñoburguesa en determinados sectores de la clase obrera que expresan su “indignación” de una forma que es perfectamente asimilable por el sistema capitalista.
Por último, el PCPE que ha desarrollado una campaña dirigida a explicar quiénes son los auténticos culpables de la crisis, que ésta no es una estafa ni una catástrofe sino una consecuencia inevitable del modo de producir capitalista, que ha dedicado una buena parte de la campaña al desarrollo de la huelga general del próximo 29 de marzo, se felicita por la participación de su militancia, su compromiso revolucionario y también del apoyo brindado por aquellos y aquellas trabajadoras que nos han dado su voto.
Aún así el resultado electoral no es el que los y las comunistas asturianos quisiéramos ni tampoco el resultado que la clase obrera necesita para superar la actual situación, como tendremos ocasión de comprobar en los próximos meses. Necesitamos mejorar el trabajo partidario en la explicación del proyecto, en ser capaces de profundizar en el desarrollo de la propuesta del Partido, la creación de los Comités de Unidad Obrera, de la apuesta por un frente obrero y popular por el socialismo que cuente con la participación de las mujeres, de la juventud obrera y estudiantil, de la lucha contra el cambio climático y el internacionalismo proletario.
Por eso, el PCPE, se compromete ante la clase obrera a desempeñar su papel en la próxima huelga general, en sumar los esfuerzos necesarios para que esta importante cita tenga éxito, en conseguir el máximo de unidad en las próximas batallas que, como clase, tendremos que enfrentar. Hacemos un llamamiento a todas y todos los trabajadores, independientemente de la opción electoral que hayan tomado hoy, a sumarse a reforzar las filas de los piquetes y en colocarnos en la mejor posición posible en lo que debe ser el inicio de un ciclo de luchas que coloque a la clase obrera ante su tarea histórica, la destrucción revolucionaria del capitalismo y la construcción del socialismo.
EN EL CAPITALISMO NO HAY SALIDA
POR EL SOCIALISMO. TODO PARA LA CLASE OBRERA
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