LA EXPULSIÓN DE BO
Un momento crítico en China
Un momento crítico en China
Por Fred Goldstein
Es ya conocido a nivel mundial que Bo Xilai, un alto miembro de los 25 que tiene el Politburó del Partido Comunista Chino, ha sido destituido de su puesto clave como Secretario del Partido de la importante rama de Chongqing del PCC.
Esta movida llega justo cuando el PCC se preparaba para elegir a un nuevo liderazgo este otoño. Bo había estado considerado como un claro candidato para el Comité Permanente de nueve miembros del Politburó. Esto ahora está fuera. Esta es la primera brecha abierta en el liderazgo del PCC en dos décadas.
Bo era conocido por tratar de revivir la cultura de Mao Zedong a través de varios programas públicos. Enfatizaba la intervención del Estado en la economía y abogaba la planificación de masivos proyectos de vivienda de bajos ingresos para los/as trabajadores/as migrantes y otros/as, así como la lucha para reducir la desigualdad en general.
Bo también ha sido conocido por la feroz campaña contra la corrupción en la que se alentaba a las masas a señalar funcionarios corruptos y mafiosos. Varios miles de personas fueron detenidas, entre ellas empresarios, y muchos fueron enviados a la cárcel. El oficial más alto de la policía en Chongqing fue ejecutado durante la campaña contra la corrupción.
Bo fue eliminado después de un incidente en el que el posterior jefe de la policía de Chongqing, Wang Lijun, quien trabajó con Bo en una campaña anticorrupción ampliamente celebrada, huyó de Chongqing el 6 de febrero hacia el Consulado de Estados Unidos en la cercana ciudad de Chengdu donde pidió asilo político.
Según el gobierno chino y fuentes del Partido, Wang dijo tener documentos incriminatorios contra Bo. Wang fue trasladado del Consulado y ahora se encuentra bajo arresto en Beijing.
Ha habido mucha especulación acerca de Bo y Wang y lo sucedido. Mucho se ha citado el extravagante estilo personal de Bo, su ambición, una lucha por posiciones entre facciones dentro del liderazgo y así sucesivamente. Quizás todos estos factores jugaron algún papel en su deposición.
Pero una cosa está clara. Los imperialistas todos han tomado una posición contra Bo y se alegran de ver su caída.
De hecho, no existe evidencia de que Bo intentaba abandonar la dependencia del capitalismo en el desarrollo de China que siguió a la muerte de Mao. Por el contrario, su perspectiva está plenamente dentro del marco general de utilizar el capitalismo y la inversión extranjera para hacer crecer la economía en Chongqing. Pero dentro de ese marco, destacó la llamada "tercera mano," la necesidad de que el Estado desempeñe un papel significativo en la economía, para garantizar el bienestar de las masas y para reducir la desigualdad como una cuestión prioritaria.
Esta movida llega justo cuando el PCC se preparaba para elegir a un nuevo liderazgo este otoño. Bo había estado considerado como un claro candidato para el Comité Permanente de nueve miembros del Politburó. Esto ahora está fuera. Esta es la primera brecha abierta en el liderazgo del PCC en dos décadas.
Bo era conocido por tratar de revivir la cultura de Mao Zedong a través de varios programas públicos. Enfatizaba la intervención del Estado en la economía y abogaba la planificación de masivos proyectos de vivienda de bajos ingresos para los/as trabajadores/as migrantes y otros/as, así como la lucha para reducir la desigualdad en general.
Bo también ha sido conocido por la feroz campaña contra la corrupción en la que se alentaba a las masas a señalar funcionarios corruptos y mafiosos. Varios miles de personas fueron detenidas, entre ellas empresarios, y muchos fueron enviados a la cárcel. El oficial más alto de la policía en Chongqing fue ejecutado durante la campaña contra la corrupción.
Bo fue eliminado después de un incidente en el que el posterior jefe de la policía de Chongqing, Wang Lijun, quien trabajó con Bo en una campaña anticorrupción ampliamente celebrada, huyó de Chongqing el 6 de febrero hacia el Consulado de Estados Unidos en la cercana ciudad de Chengdu donde pidió asilo político.
Según el gobierno chino y fuentes del Partido, Wang dijo tener documentos incriminatorios contra Bo. Wang fue trasladado del Consulado y ahora se encuentra bajo arresto en Beijing.
Ha habido mucha especulación acerca de Bo y Wang y lo sucedido. Mucho se ha citado el extravagante estilo personal de Bo, su ambición, una lucha por posiciones entre facciones dentro del liderazgo y así sucesivamente. Quizás todos estos factores jugaron algún papel en su deposición.
Pero una cosa está clara. Los imperialistas todos han tomado una posición contra Bo y se alegran de ver su caída.
De hecho, no existe evidencia de que Bo intentaba abandonar la dependencia del capitalismo en el desarrollo de China que siguió a la muerte de Mao. Por el contrario, su perspectiva está plenamente dentro del marco general de utilizar el capitalismo y la inversión extranjera para hacer crecer la economía en Chongqing. Pero dentro de ese marco, destacó la llamada "tercera mano," la necesidad de que el Estado desempeñe un papel significativo en la economía, para garantizar el bienestar de las masas y para reducir la desigualdad como una cuestión prioritaria.
El efecto de la crisis capitalista mundial
Es importante poner esta lucha en un contexto más amplio con respecto a la crisis del capitalismo global y su efecto sobre la economía china y la lucha política y las luchas de las facciones dentro de China.
La crisis económica en el mundo capitalista ha debilitado de manera muy fundamental el argumento de que China debería poner su destino y su futuro en manos del desarrollo capitalista y el mercado mundial capitalista como una estrategia fundamental.
El colapso en 2007-2009 del sistema financiero capitalista mundial y el mercado global, el consiguiente desempleo masivo, la especulación salvaje, la sobreproducción, la dislocación económica, la avalancha de quiebras, las vueltas de los mercados de valores y las continuas amenazas en el horizonte deben rondar a todos los dirigentes de China y dar municiones a todos aquellos que se oponen al continuo desarrollo del capitalismo en China.
Los imperialistas y las fuerzas más pro capitalistas en el PCC y el estado saben esto. Por lo tanto se han apresurado a fortalecer su posición frente a la monumental evidencia del fracaso del capitalismo y sus peligrosos efectos en China durante 2008 y 2009.
Actuaron justo cuando el cuerpo legislativo de China se preparaba para examinar y aprobar diversos planes y cuando el tema del futuro liderazgo estaba en discusiones privadas.
Es significativo que el Banco Mundial presentara un documento de 448 páginas justo a tiempo para el XVIII Congreso Nacional Popular el mes pasado, titulado "China 2030". Lo que hace la presentación pública de este documento tan inquietante es que fue co-escrito por el Centro de Investigación de Desarrollo del Consejo de Estado, el órgano ejecutivo superior en China. Liu He, quien trabajó en el documento y se reúne regularmente con los funcionarios estadounidenses, es asesor de la Comisión Permanente del Politburó, quien ha argumentado públicamente que debe utilizarse la presión extranjera para impulsar reformas capitalistas en China.
Para subrayar la naturaleza colaborativa del documento está su subtítulo: "Construir una Moderna, Armónica y Creativa Sociedad de Altos Ingresos". El término "sociedad armoniosa" es el lema de los actuales líderes de China, Presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao.
El mundo pudo ver un vídeo distribuido en línea en febrero que mostró a Du Jianguo, redactor de una revista sobre el medio ambiente en China, interrumpiendo una conferencia de prensa por el presidente del Banco Mundial Robert Zoellick mientras Zoellick revelaba su documento. Delante de la prensa mundial, Du se levantó y denunció el documento como "inconstitucional", diciendo que "subvertiría al sistema económico básico del socialismo". Antes de que fuera empujado fuera de la plataforma por la guardia de seguridad, Du caracterizó al documento de los banqueros como "tóxico" con el propósito de capturar a los mercados chinos para los capitalistas internacionales. (Wall Street Journal, el 23 de febrero)
La crisis económica en el mundo capitalista ha debilitado de manera muy fundamental el argumento de que China debería poner su destino y su futuro en manos del desarrollo capitalista y el mercado mundial capitalista como una estrategia fundamental.
El colapso en 2007-2009 del sistema financiero capitalista mundial y el mercado global, el consiguiente desempleo masivo, la especulación salvaje, la sobreproducción, la dislocación económica, la avalancha de quiebras, las vueltas de los mercados de valores y las continuas amenazas en el horizonte deben rondar a todos los dirigentes de China y dar municiones a todos aquellos que se oponen al continuo desarrollo del capitalismo en China.
Los imperialistas y las fuerzas más pro capitalistas en el PCC y el estado saben esto. Por lo tanto se han apresurado a fortalecer su posición frente a la monumental evidencia del fracaso del capitalismo y sus peligrosos efectos en China durante 2008 y 2009.
Actuaron justo cuando el cuerpo legislativo de China se preparaba para examinar y aprobar diversos planes y cuando el tema del futuro liderazgo estaba en discusiones privadas.
Es significativo que el Banco Mundial presentara un documento de 448 páginas justo a tiempo para el XVIII Congreso Nacional Popular el mes pasado, titulado "China 2030". Lo que hace la presentación pública de este documento tan inquietante es que fue co-escrito por el Centro de Investigación de Desarrollo del Consejo de Estado, el órgano ejecutivo superior en China. Liu He, quien trabajó en el documento y se reúne regularmente con los funcionarios estadounidenses, es asesor de la Comisión Permanente del Politburó, quien ha argumentado públicamente que debe utilizarse la presión extranjera para impulsar reformas capitalistas en China.
Para subrayar la naturaleza colaborativa del documento está su subtítulo: "Construir una Moderna, Armónica y Creativa Sociedad de Altos Ingresos". El término "sociedad armoniosa" es el lema de los actuales líderes de China, Presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao.
El mundo pudo ver un vídeo distribuido en línea en febrero que mostró a Du Jianguo, redactor de una revista sobre el medio ambiente en China, interrumpiendo una conferencia de prensa por el presidente del Banco Mundial Robert Zoellick mientras Zoellick revelaba su documento. Delante de la prensa mundial, Du se levantó y denunció el documento como "inconstitucional", diciendo que "subvertiría al sistema económico básico del socialismo". Antes de que fuera empujado fuera de la plataforma por la guardia de seguridad, Du caracterizó al documento de los banqueros como "tóxico" con el propósito de capturar a los mercados chinos para los capitalistas internacionales. (Wall Street Journal, el 23 de febrero)
Intento del Banco Mundial para promover la contrarrevolución
Este documento es parte de los antecedentes de la lucha entre facciones en China. Representa un nexo más firme y peligroso entre el imperialismo y la facción llamada "reforma", la facción pro capitalista más agresiva en China.
El resumen ejecutivo del documento dice:
"En primer lugar, implementar reformas estructurales para fortalecer los cimientos para una economía basada en el mercado redefiniendo el papel del Gobierno, reformando y reestructurando las empresas y los bancos estatales, desarrollando el sector privado, promoviendo la competencia y profundizando reformas en el sector agrario, del trabajo y de los mercados financieros. Cuando una economía se acerca a la frontera tecnológica y agota el potencial para adquirir y aplicar la tecnología del extranjero, el papel del Gobierno y su relación con los mercados y el sector privado tiene que cambiar fundamentalmente. Mientras que proporciona relativamente menos bienes 'tangibles' y servicios públicos directamente, el gobierno tendrá que proporcionar más bienes y servicios públicos intangibles como sistemas, reglamentos y políticas que aumenten la eficiencia de la producción, promuevan la competencia, faciliten la especialización, mejoren la eficiencia de la asignación de recursos, protejan al medio ambiente y reduzcan los riesgos e incertidumbres.
"En el sector empresarial, el enfoque tendrá que ser más reformas de empresas estatales (incluyendo medidas para recalibrar el papel de los recursos públicos, introducir prácticas de gobernación corporativa moderna incluyendo la separación de la propiedad de la gestión administrativa e implementar la diversificación gradual de la propiedad cuando sea necesario), el desarrollo del sector privado y menos barreras a la entrada y la salida, y aumento de la competencia en todos los sectores, incluyendo en las industrias estratégicas y fundamentales. En el sector financiero, sería necesario comercializar el sistema bancario, permitiendo gradualmente que las tasas de interés sean fijadas por las fuerzas del mercado, profundizar el mercado de capitales y desarrollar la infraestructura legal y de supervisión para garantizar la estabilidad financiera y construir cimientos creíbles para la internacionalización del sector financiero de China".
En otras palabras, el Banco Mundial, con la colaboración del Centro de Investigaciones de Desarrollo del Consejo del Estado, está recomendando que las empresas estatales sean reducidas a dispensadores de servicios y consejos estatales, que se retiren de la producción de acero, energía, infraestructura y otros "bienes tangibles", y que se deje todo eso a los capitalistas privados. Recomiendan además que el sistema bancario sea integrado al capital financiero imperialista mundial y que la planificación estatal sea reducida a una nulidad.
En resumen, abogan la destrucción de las mismas estructuras socialistas que mantienen la unidad de la sociedad china y que ha permitido resistir la crisis capitalista más grave desde la Segunda Guerra Mundial.
El que un representante del máximo órgano del estado ayudase a formular este documento contrarrevolucionario, asociando públicamente su nombre a él y exhortando su adopción, muestra la degeneración de secciones claves de la más alta dirección y, dentro del aparato de estado más amplio, destaca la influencia perniciosa del capitalismo desatado en China.
Esto explica la interrupción urgente de la conferencia de prensa de Zoellick y la resistencia que surge de diversos sectores en China. Eso no quiere decir que el punto de vista representado por el documento del Banco Mundial vaya a ser victorioso. Hay muchas fuerzas en China, incluyendo a los/as trabajadores/as y campesinos/as, que resistirían firmemente cualquier intento de aplicar plenamente este programa.
Christine LaGarde, jefa del Fondo Monetario Internacional, también eligió el momento del Congreso Popular Nacional para presentar una declaración que alababa la economía china. Este acto fue sin duda, coordinado con la presentación del Banco Mundial de "China 2030".
La gravedad de la lucha sobre el futuro de China también estalló abiertamente en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza en enero.
"Un grupo de oradores chinos advirtió en tonos severos el viernes por la mañana [27 de enero] en Davos, que la reforma del libre mercado en el país está estancada y que China está regresando hacia un mayor control estatal de la economía.
"Hu Shuli, editor de la revista Caixin y ampliamente reconocido como líder de la facción 'reformista' de China, inició un foro al identificar el atraso de la reforma económica como uno de los dos riesgos principales que puede impedir el progreso de la economía china, junto a la debilitación de las exportaciones a raíz de la crisis de la zona euro". (Wall Street Journal, el 27 de enero). Otros participantes chinos estaban de acuerdo.
La crisis del capitalismo mundial ha desatado esta lucha en un momento crucial de cambio del liderazgo chino. El derrocamiento y la humillación pública de Bo, que sacó a la luz esta lucha, pueden ser mejor entendidos en términos de una lucha sobre las reformas capitalistas que se están profundizando peligrosamente. Con Bo o sin él, continuará esta seria lucha.
Para quienes creen que ha habido una completa restauración del capitalismo en China, todo este asunto puede parecer de poca importancia. Pero para los/as obreros/as y campesinos/as de China y para el resto del mundo, la cuestión de detener el avance de la contrarrevolución es de suprema importancia.
(Copyright 2005-2012, Workers World. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir artículos dado si se cita la fuente. Para más información escriba a: Mundo Obrero/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. WWW: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
El resumen ejecutivo del documento dice:
"En primer lugar, implementar reformas estructurales para fortalecer los cimientos para una economía basada en el mercado redefiniendo el papel del Gobierno, reformando y reestructurando las empresas y los bancos estatales, desarrollando el sector privado, promoviendo la competencia y profundizando reformas en el sector agrario, del trabajo y de los mercados financieros. Cuando una economía se acerca a la frontera tecnológica y agota el potencial para adquirir y aplicar la tecnología del extranjero, el papel del Gobierno y su relación con los mercados y el sector privado tiene que cambiar fundamentalmente. Mientras que proporciona relativamente menos bienes 'tangibles' y servicios públicos directamente, el gobierno tendrá que proporcionar más bienes y servicios públicos intangibles como sistemas, reglamentos y políticas que aumenten la eficiencia de la producción, promuevan la competencia, faciliten la especialización, mejoren la eficiencia de la asignación de recursos, protejan al medio ambiente y reduzcan los riesgos e incertidumbres.
"En el sector empresarial, el enfoque tendrá que ser más reformas de empresas estatales (incluyendo medidas para recalibrar el papel de los recursos públicos, introducir prácticas de gobernación corporativa moderna incluyendo la separación de la propiedad de la gestión administrativa e implementar la diversificación gradual de la propiedad cuando sea necesario), el desarrollo del sector privado y menos barreras a la entrada y la salida, y aumento de la competencia en todos los sectores, incluyendo en las industrias estratégicas y fundamentales. En el sector financiero, sería necesario comercializar el sistema bancario, permitiendo gradualmente que las tasas de interés sean fijadas por las fuerzas del mercado, profundizar el mercado de capitales y desarrollar la infraestructura legal y de supervisión para garantizar la estabilidad financiera y construir cimientos creíbles para la internacionalización del sector financiero de China".
En otras palabras, el Banco Mundial, con la colaboración del Centro de Investigaciones de Desarrollo del Consejo del Estado, está recomendando que las empresas estatales sean reducidas a dispensadores de servicios y consejos estatales, que se retiren de la producción de acero, energía, infraestructura y otros "bienes tangibles", y que se deje todo eso a los capitalistas privados. Recomiendan además que el sistema bancario sea integrado al capital financiero imperialista mundial y que la planificación estatal sea reducida a una nulidad.
En resumen, abogan la destrucción de las mismas estructuras socialistas que mantienen la unidad de la sociedad china y que ha permitido resistir la crisis capitalista más grave desde la Segunda Guerra Mundial.
El que un representante del máximo órgano del estado ayudase a formular este documento contrarrevolucionario, asociando públicamente su nombre a él y exhortando su adopción, muestra la degeneración de secciones claves de la más alta dirección y, dentro del aparato de estado más amplio, destaca la influencia perniciosa del capitalismo desatado en China.
Esto explica la interrupción urgente de la conferencia de prensa de Zoellick y la resistencia que surge de diversos sectores en China. Eso no quiere decir que el punto de vista representado por el documento del Banco Mundial vaya a ser victorioso. Hay muchas fuerzas en China, incluyendo a los/as trabajadores/as y campesinos/as, que resistirían firmemente cualquier intento de aplicar plenamente este programa.
Christine LaGarde, jefa del Fondo Monetario Internacional, también eligió el momento del Congreso Popular Nacional para presentar una declaración que alababa la economía china. Este acto fue sin duda, coordinado con la presentación del Banco Mundial de "China 2030".
La gravedad de la lucha sobre el futuro de China también estalló abiertamente en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza en enero.
"Un grupo de oradores chinos advirtió en tonos severos el viernes por la mañana [27 de enero] en Davos, que la reforma del libre mercado en el país está estancada y que China está regresando hacia un mayor control estatal de la economía.
"Hu Shuli, editor de la revista Caixin y ampliamente reconocido como líder de la facción 'reformista' de China, inició un foro al identificar el atraso de la reforma económica como uno de los dos riesgos principales que puede impedir el progreso de la economía china, junto a la debilitación de las exportaciones a raíz de la crisis de la zona euro". (Wall Street Journal, el 27 de enero). Otros participantes chinos estaban de acuerdo.
La crisis del capitalismo mundial ha desatado esta lucha en un momento crucial de cambio del liderazgo chino. El derrocamiento y la humillación pública de Bo, que sacó a la luz esta lucha, pueden ser mejor entendidos en términos de una lucha sobre las reformas capitalistas que se están profundizando peligrosamente. Con Bo o sin él, continuará esta seria lucha.
Para quienes creen que ha habido una completa restauración del capitalismo en China, todo este asunto puede parecer de poca importancia. Pero para los/as obreros/as y campesinos/as de China y para el resto del mundo, la cuestión de detener el avance de la contrarrevolución es de suprema importancia.
(Copyright 2005-2012, Workers World. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir artículos dado si se cita la fuente. Para más información escriba a: Mundo Obrero/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. WWW: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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LA LUCHA EN CHINA
Crisis capitalista versus planificación
Crisis capitalista versus planificación
Por Fred Goldstein
La siguiente es la 2da parte de una serie sobre la lucha por el liderazgo en China.
Al acumularse las contradicciones en la economía capitalista mundial, estas se reflejan en China. La lucha entre facciones en el liderazgo chino sólo puede entenderse como una lucha sobre qué camino a seguir y cómo contener y resolver las crecientes contradicciones económicas y sociales derivadas del desarrollo capitalista.
La economía China ha estado creciendo de forma dual. Primero, se basa en la orientación de una planificación centralizada diseñada para desarrollar las fuerzas productivas y las bases materiales para una sociedad que abarca 1.3 mil millones de personas. Sin embargo, desde la victoria de Deng Xiaoping y la facción de “el camino capitalista” en 1978, la planificación se ha basado cada vez más en que el Gobierno central adopte e intente administrar el capitalismo y el mercado capitalista como forma para el desarrollo nacional.
El gobierno central, a través del control de las tasas de interés, del crédito, de los impuestos y de las grandes empresas estatales, orienta la economía hacia amplias metas económicas y sociales, así como fomenta el desarrollo capitalista. Esto último implica la explotación de clase, la desigualdad y la corrupción. La lucha política actual es sobre cuál lado de estas contradicciones se fortalecerá.
Este complejo tema se examinará detenidamente en artículos futuros. Pero baste decir que las agrupaciones denominadas “pro reformas” en China, con el apoyo entusiasta del imperialismo mundial y el capital financiero global — desean alejarse de la intervención, la orientación central y la planificación del Estado y profundizar la entrega del destino de China al mercado capitalista tanto interna como externamente.
En nuestro último artículo cubrimos el hecho de que Bo Xilai fue expulsado sumariamente de su cargo como Secretario del Partido Comunista Chino en Chongqing. Este fue un golpe en contra de las crecientes fuerzas en el PCC y en toda China que quieren combinar el uso del mercado capitalista con la planificación económica y social y la intervención del Estado a fin de lidiar con la creciente desigualdad y quienes enfatizan [cubrir] las necesidades de las masas. En el caso de Bo, esta orientación económica se combinó con un intento popular de revivir la cultura maoísta y los valores socialistas.
Hoy en China, el concepto de la orientación planificada de la dirección general de la economía y sus distintos sectores, es una modificación drástica de la planificación económica directa iniciada tras el triunfo de la Gran Revolución China de 1949. Al mismo tiempo, es un intento de mantener el principio de planificación como el marco fundamental que guía el desarrollo global de la economía China.
Si vemos sólo algunas de las metas y objetivos trazados en el XII Plan de Cinco Años 2011-2015, el antagonismo entre la planificación y la anarquía del mercado capitalista se vuelve completamente transparente. Este plan fue desarrollado comenzando en octubre del 2010 y aprobado por la Asamblea Nacional Popular en marzo del 2011.
El Gobierno planea dedicar 4 billones de ‘renminbi’ (158,7 mil millones de dólares) para el desarrollo de siete Industrias Estratégicas Emergentes: biotecnología, nueva energía, equipos de fabricación de alta calidad, conservación de energía y protección del medioambiente, vehículos de energía limpia y tecnología de internet de próxima generación. (APCO en todo el mundo, 10 de diciembre de 2010)
Un artículo en la edición del New York Times del 4 de marzo de 2011, detalla los objetivos del plan, incluyendo:
En el período anterior el Estado había abierto 4.989 kilómetros de nuevas vías férreas y 120.057 kilómetros de carreteras, completó 230.000 proyectos deportivos y de gimnasio para los/as residentes rurales, y construyó o renovó 891 hospitales y 1.228 clínicas de salud.
En el ámbito del bienestar social, los objetivos generales son aumentar el consumo de 35 por ciento del producto interno bruto a entre 50 y 55 por ciento mediante el aumento de los salarios mínimos, los servicios de atención médica y los pagos de bienestar social de diversos tipos.
Por supuesto, huelga decir que bajo un gobierno auténticamente socialista, los/as trabajadores/as tendrían sus derechos económicos fundamentales garantizados como derechos políticos. Pero esos derechos fueron revocados en gran medida por las reformas que se desarrollaron en China después de 1978. En cambio, en el entorno del mercado capitalista, con sus montañas de corrupción de funcionarios de gobierno y del Partido, el bienestar de los/as trabajadores/as y el campesinado tiene que ser construido lenta y dolorosamente a través de una dura batalla, que ocurre sólo a través de la intervención del Estado. (Más sobre esto en próximos artículos).
Que el gobierno logre los objetivos precisos que se estableció o no, no es la cuestión. El punto es que esos objetivos sociales y económicos radicales no pueden ser entregados a capitalistas motivados por ganancias y a la anarquía del mercado de productos de consumo. Los empresarios buscarían la tasa de ganancias más alta. Nunca voluntariamente aumentarían los salarios, mejorarían las condiciones de trabajo, construirían hospitales, clínicas, gimnasios rurales o nada que no produzca ganancias.
Al acumularse las contradicciones en la economía capitalista mundial, estas se reflejan en China. La lucha entre facciones en el liderazgo chino sólo puede entenderse como una lucha sobre qué camino a seguir y cómo contener y resolver las crecientes contradicciones económicas y sociales derivadas del desarrollo capitalista.
La economía China ha estado creciendo de forma dual. Primero, se basa en la orientación de una planificación centralizada diseñada para desarrollar las fuerzas productivas y las bases materiales para una sociedad que abarca 1.3 mil millones de personas. Sin embargo, desde la victoria de Deng Xiaoping y la facción de “el camino capitalista” en 1978, la planificación se ha basado cada vez más en que el Gobierno central adopte e intente administrar el capitalismo y el mercado capitalista como forma para el desarrollo nacional.
El gobierno central, a través del control de las tasas de interés, del crédito, de los impuestos y de las grandes empresas estatales, orienta la economía hacia amplias metas económicas y sociales, así como fomenta el desarrollo capitalista. Esto último implica la explotación de clase, la desigualdad y la corrupción. La lucha política actual es sobre cuál lado de estas contradicciones se fortalecerá.
Este complejo tema se examinará detenidamente en artículos futuros. Pero baste decir que las agrupaciones denominadas “pro reformas” en China, con el apoyo entusiasta del imperialismo mundial y el capital financiero global — desean alejarse de la intervención, la orientación central y la planificación del Estado y profundizar la entrega del destino de China al mercado capitalista tanto interna como externamente.
En nuestro último artículo cubrimos el hecho de que Bo Xilai fue expulsado sumariamente de su cargo como Secretario del Partido Comunista Chino en Chongqing. Este fue un golpe en contra de las crecientes fuerzas en el PCC y en toda China que quieren combinar el uso del mercado capitalista con la planificación económica y social y la intervención del Estado a fin de lidiar con la creciente desigualdad y quienes enfatizan [cubrir] las necesidades de las masas. En el caso de Bo, esta orientación económica se combinó con un intento popular de revivir la cultura maoísta y los valores socialistas.
Hoy en China, el concepto de la orientación planificada de la dirección general de la economía y sus distintos sectores, es una modificación drástica de la planificación económica directa iniciada tras el triunfo de la Gran Revolución China de 1949. Al mismo tiempo, es un intento de mantener el principio de planificación como el marco fundamental que guía el desarrollo global de la economía China.
Si vemos sólo algunas de las metas y objetivos trazados en el XII Plan de Cinco Años 2011-2015, el antagonismo entre la planificación y la anarquía del mercado capitalista se vuelve completamente transparente. Este plan fue desarrollado comenzando en octubre del 2010 y aprobado por la Asamblea Nacional Popular en marzo del 2011.
El Gobierno planea dedicar 4 billones de ‘renminbi’ (158,7 mil millones de dólares) para el desarrollo de siete Industrias Estratégicas Emergentes: biotecnología, nueva energía, equipos de fabricación de alta calidad, conservación de energía y protección del medioambiente, vehículos de energía limpia y tecnología de internet de próxima generación. (APCO en todo el mundo, 10 de diciembre de 2010)
Un artículo en la edición del New York Times del 4 de marzo de 2011, detalla los objetivos del plan, incluyendo:
- Un recorte del 19.1 por ciento en la cantidad de energía utilizada por unidad de crecimiento económico y una rápida expansión de la economía de servicio.
- Construcción de un centro de investigación nacional de nanotecnología, 50 centros de ingeniería, 32 laboratorios nacionales de ingeniería y otros 56 laboratorios que se enfocarán en tecnologías como televisión digital e internet de alta velocidad.
- Tendido de 621.000 millas de cable de fibra óptica nuevo y la adición de 35 millones de puertos de banda ancha nuevos para un total de 223 millones.
- Un límite en la utilización total de energía, especialmente limitando la quema de carbón.
- El desarrollo de sistemas estadísticos y de vigilancia equipados para medir las emisiones de gases de efecto invernadero.
- La construcción acelerada de plantas de tratamiento de aguas residuales, la readaptación con controles de contaminación de las plantas de energía alimentadas con carbón y la continuación de un proyecto piloto para desarrollar ciudades de baja emisión de carbono.
En el período anterior el Estado había abierto 4.989 kilómetros de nuevas vías férreas y 120.057 kilómetros de carreteras, completó 230.000 proyectos deportivos y de gimnasio para los/as residentes rurales, y construyó o renovó 891 hospitales y 1.228 clínicas de salud.
En el ámbito del bienestar social, los objetivos generales son aumentar el consumo de 35 por ciento del producto interno bruto a entre 50 y 55 por ciento mediante el aumento de los salarios mínimos, los servicios de atención médica y los pagos de bienestar social de diversos tipos.
Por supuesto, huelga decir que bajo un gobierno auténticamente socialista, los/as trabajadores/as tendrían sus derechos económicos fundamentales garantizados como derechos políticos. Pero esos derechos fueron revocados en gran medida por las reformas que se desarrollaron en China después de 1978. En cambio, en el entorno del mercado capitalista, con sus montañas de corrupción de funcionarios de gobierno y del Partido, el bienestar de los/as trabajadores/as y el campesinado tiene que ser construido lenta y dolorosamente a través de una dura batalla, que ocurre sólo a través de la intervención del Estado. (Más sobre esto en próximos artículos).
Que el gobierno logre los objetivos precisos que se estableció o no, no es la cuestión. El punto es que esos objetivos sociales y económicos radicales no pueden ser entregados a capitalistas motivados por ganancias y a la anarquía del mercado de productos de consumo. Los empresarios buscarían la tasa de ganancias más alta. Nunca voluntariamente aumentarían los salarios, mejorarían las condiciones de trabajo, construirían hospitales, clínicas, gimnasios rurales o nada que no produzca ganancias.
Respuesta de China a la crisis capitalista mundial de 2008-09
Para captar la seriedad de las propuestas de limitar aún más la planificación y la intervención del Estado, sólo es necesario tener en cuenta lo que sucedió durante la crisis económica capitalista mundial y financiera de 2008 y 2009, cuando la crisis mundial de sobreproducción capitalista y el colapso financiero invadieron a China.
Más de 20 millones de trabajadores/as perdieron sus empleos, principalmente en el sector manufacturero y predominantemente en provincias costeras como Guangdong, donde se habían establecido zonas económicas especiales para que corporaciones imperialistas, empresas de Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur, y otros explotadores pudieran aprovecharse de la mano de obra barata de los/as migrantes que inundaban la provincia llegando desde el interior rural.
Durante este período la producción del capitalismo mundial bajó más de lo que había bajado en 70 años. Decenas de millones de trabajadores/as en todo el mundo fueron arrojados/as a las filas del desempleo. La mayoría de ellos/as todavía está allí. Quiebras tras quiebras, y el sistema capitalista aún no se ha recuperado.
¿Qué sucedió en China? Cuando la crisis llegó, los planificadores centrales de China entraron en acción. Los planes redactados tan temprano como en 2003 para entrar en vigor en el futuro fueron impulsados e implementados.
Nicholas Lardy, un experto burgués sobre China del prestigioso Instituto Peterson para Economía Internacional, describe cómo el consumo en China creció durante la crisis de 2008-09. Subieron los salarios y el gobierno creó suficientes empleos para compensar los despidos provocados por la crisis global:
“En un año en que la expansión del PIB [en China] fue la más lenta en casi una década, ¿cómo el crecimiento del consumo en 2009 pudo haber sido tan fuerte en términos relativos? ¿Cómo pudo ocurrir esto en un momento en que el empleo en las industrias orientadas a la exportación estaba colapsando, con una encuesta realizada por el Ministerio de Agricultura que informaba la pérdida de 20 millones de empleos en centros de manufactura para la exportación a lo largo de la costa sudeste, en particular en la provincia de Guangdong? El crecimiento relativamente fuerte del consumo en 2009 se explica por varios factores. Primero, el auge en la inversión, particularmente en las actividades de construcción, parece haber generado suficientes empleos para compensar una porción muy grande de las pérdidas de empleo en el sector de exportación. Para el año en total, la economía china creó 11,02 millones de empleos en las zonas urbanas, casi empatando los 11,13 millones de empleos urbanos creados en 2008.
“En segundo lugar, aunque el crecimiento del empleo se redujo ligeramente, los salarios siguieron aumentando. En términos nominales, los salarios en el sector formal aumentaron 12 por ciento, unos cuantos puntos porcentuales debajo del promedio de los cinco años anteriores (Oficina Nacional de Estadísticas de China 2010f, 131). En términos reales, el aumento fue casi del 13 por ciento. En tercer lugar, el gobierno continuó sus programas de aumento de los pagos a quienes reciben pensiones y de subir los pagos de transferencia a los/as residentes de más bajos ingresos en China. La paga mensual de pensión para los/as jubilados/as de empresas aumentó unos 120 RMB, un 10 por ciento, en enero de 2009, sustancialmente mayor que el incremento del 5,9 por ciento en los precios de los bienes de consumo. Esto elevó el total de los pagos a los/as jubilados/as a alrededor de 75 mil millones RMB. El Ministerio de Asuntos Civiles subió los pagos de transferencia para alrededor de 70 millones de ciudadanos/as de ingresos más bajos en un tercio, para un incremento de 20 mil millones RMB en 2009 (Ministerio de Asuntos Civiles de 2010)”. (“Sosteniendo el crecimiento económico de China después de la crisis financiera global”, Kindle Locations 664-666, Peterson Institute for International Economics)
El Ministerio de Ferrocarriles presentó ocho planes específicos para implementarse en la crisis, a completarse en el 2020. El Banco Mundial lo llamó “quizás el programa individual más grande de inversión de ferrocarril de pasajeros jamás implementado en un país”. Además, se realizaron proyectos de redes de voltaje ultra-alto, entre otros avances.
La lección es que mientras que la anarquía de la producción capitalista mundial invadió a China, los planes racionales y meticulosamente desarrollados para el uso social, superaron la anarquía del mercado capitalista. Esto no solamente protegió a las masas de una crisis de desempleo prolongada y masiva, sino que realmente continuó el proceso de elevar el nivel de vida durante un tiempo en donde cientos de millones de trabajadores/as en todo el mundo capitalista quedaron indefensos/as y traumatizados/as por la crisis de sobreproducción capitalista.
En términos marxistas, el principio de la planificación establecido por la Revolución Socialista China de 1949 — aunque ha sido diluido a la práctica de “orientación” — superó lo que Marx llamó la ley del valor del trabajo, la misma ley que rige el funcionamiento del propio capitalismo. Los dirigentes chinos estuvieron obligados, y tuvieron la capacidad, de utilizar la planificación racional basada en satisfacer las necesidades humanas para superar la catástrofe provocada por su propia política de confiar en el marcado capitalista mundial.
(Copyright 2005-2012, Workers World. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir artículos dado si se cita la fuente. Para más información escriba a: Mundo Obrero/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. WWW: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Más de 20 millones de trabajadores/as perdieron sus empleos, principalmente en el sector manufacturero y predominantemente en provincias costeras como Guangdong, donde se habían establecido zonas económicas especiales para que corporaciones imperialistas, empresas de Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur, y otros explotadores pudieran aprovecharse de la mano de obra barata de los/as migrantes que inundaban la provincia llegando desde el interior rural.
Durante este período la producción del capitalismo mundial bajó más de lo que había bajado en 70 años. Decenas de millones de trabajadores/as en todo el mundo fueron arrojados/as a las filas del desempleo. La mayoría de ellos/as todavía está allí. Quiebras tras quiebras, y el sistema capitalista aún no se ha recuperado.
¿Qué sucedió en China? Cuando la crisis llegó, los planificadores centrales de China entraron en acción. Los planes redactados tan temprano como en 2003 para entrar en vigor en el futuro fueron impulsados e implementados.
Nicholas Lardy, un experto burgués sobre China del prestigioso Instituto Peterson para Economía Internacional, describe cómo el consumo en China creció durante la crisis de 2008-09. Subieron los salarios y el gobierno creó suficientes empleos para compensar los despidos provocados por la crisis global:
“En un año en que la expansión del PIB [en China] fue la más lenta en casi una década, ¿cómo el crecimiento del consumo en 2009 pudo haber sido tan fuerte en términos relativos? ¿Cómo pudo ocurrir esto en un momento en que el empleo en las industrias orientadas a la exportación estaba colapsando, con una encuesta realizada por el Ministerio de Agricultura que informaba la pérdida de 20 millones de empleos en centros de manufactura para la exportación a lo largo de la costa sudeste, en particular en la provincia de Guangdong? El crecimiento relativamente fuerte del consumo en 2009 se explica por varios factores. Primero, el auge en la inversión, particularmente en las actividades de construcción, parece haber generado suficientes empleos para compensar una porción muy grande de las pérdidas de empleo en el sector de exportación. Para el año en total, la economía china creó 11,02 millones de empleos en las zonas urbanas, casi empatando los 11,13 millones de empleos urbanos creados en 2008.
“En segundo lugar, aunque el crecimiento del empleo se redujo ligeramente, los salarios siguieron aumentando. En términos nominales, los salarios en el sector formal aumentaron 12 por ciento, unos cuantos puntos porcentuales debajo del promedio de los cinco años anteriores (Oficina Nacional de Estadísticas de China 2010f, 131). En términos reales, el aumento fue casi del 13 por ciento. En tercer lugar, el gobierno continuó sus programas de aumento de los pagos a quienes reciben pensiones y de subir los pagos de transferencia a los/as residentes de más bajos ingresos en China. La paga mensual de pensión para los/as jubilados/as de empresas aumentó unos 120 RMB, un 10 por ciento, en enero de 2009, sustancialmente mayor que el incremento del 5,9 por ciento en los precios de los bienes de consumo. Esto elevó el total de los pagos a los/as jubilados/as a alrededor de 75 mil millones RMB. El Ministerio de Asuntos Civiles subió los pagos de transferencia para alrededor de 70 millones de ciudadanos/as de ingresos más bajos en un tercio, para un incremento de 20 mil millones RMB en 2009 (Ministerio de Asuntos Civiles de 2010)”. (“Sosteniendo el crecimiento económico de China después de la crisis financiera global”, Kindle Locations 664-666, Peterson Institute for International Economics)
El Ministerio de Ferrocarriles presentó ocho planes específicos para implementarse en la crisis, a completarse en el 2020. El Banco Mundial lo llamó “quizás el programa individual más grande de inversión de ferrocarril de pasajeros jamás implementado en un país”. Además, se realizaron proyectos de redes de voltaje ultra-alto, entre otros avances.
La lección es que mientras que la anarquía de la producción capitalista mundial invadió a China, los planes racionales y meticulosamente desarrollados para el uso social, superaron la anarquía del mercado capitalista. Esto no solamente protegió a las masas de una crisis de desempleo prolongada y masiva, sino que realmente continuó el proceso de elevar el nivel de vida durante un tiempo en donde cientos de millones de trabajadores/as en todo el mundo capitalista quedaron indefensos/as y traumatizados/as por la crisis de sobreproducción capitalista.
En términos marxistas, el principio de la planificación establecido por la Revolución Socialista China de 1949 — aunque ha sido diluido a la práctica de “orientación” — superó lo que Marx llamó la ley del valor del trabajo, la misma ley que rige el funcionamiento del propio capitalismo. Los dirigentes chinos estuvieron obligados, y tuvieron la capacidad, de utilizar la planificación racional basada en satisfacer las necesidades humanas para superar la catástrofe provocada por su propia política de confiar en el marcado capitalista mundial.
(Copyright 2005-2012, Workers World. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir artículos dado si se cita la fuente. Para más información escriba a: Mundo Obrero/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. WWW: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]