Víctor Hugo Morales:“Rechazo fundamentalismos de los ambientalistas”
Domingo, 26 de Febrero de 2012 23:07
El conductor televisivo, locutor radial y periodista dijo que “a los ambientalistas no hay que mirarlos con rechazo, porque por sus pedidos le han hecho al mundo muy bien. Los fanáticos no me gustan, a los ambientalistas los debemos mirar con respeto”.
Su voz potente se sentía en la penumbra de un comedor céntrico. Alto, vestido de negro impecable, había trabajado toda la mañana y seguía hablando con la misma intensidad de siempre. Sí, se trata del conductor, locutor y periodista Víctor Hugo Morales, que con su larga trayectoria hizo un programa especial desde la Casa de Sarmiento para Buenos Aires, durante la Fiesta del Sol.
Según dijeron sus productoras, el hombre amanece antes de las cinco de la mañana. Tiene que estar alerta con todo lo que ocurra en el contexto nacional e internacional y de esa forma potenciarlo a través de su palabra por Continental.
El escenario son dos sillas bajas, una mesa redonda y como complemento buena charla. En la previa de su almuerzo del viernes, el conductor dialogó con Diario El Zonda.
¿Cuándo llegaste a la provincia sin querer debes haber reeditado una vieja publicidad del vino que vos integraste?
Ha sido muy grato reencontrarse con ese episodio de mi vida profesional que fue muy halagador y que para mí tuvo el valor de instalarme en el sentir de la gente.
¿Cómo encontrás a San Juan?
El recuerdo que tengo no sirve, porque es muy difuso y lejano. En este presente veo que hay mucha prosperidad.
¿Qué te mueve llegar a esta provincia con la Fiesta del Sol?
La curiosidad de aprender y ver todo lo que pueda en mi vida. Por supuesto que no voy a ver ni el 0,1 por ciento, que a mi manera de vivir le provoca curiosidad, pero en la medida que se dan las posibilidades, como ésta de venir a una fiesta, es muy bueno. Es abrir una ventana a mi audiencia para hablar de otros temas. Una fiesta para mí es algo muy formativo.
¿Es como imbuirse de identidad regional?
De eso se trata. Probablemente en estos dos días el aprendizaje sea muy fuerte. Le contaba a un colega, que me dieron un mapa de San Juan que me ha sido muy útil y de gran aprendizaje, porque no había pensado que era así. Uno lo imagina recostado en la montaña pero no sabe que el 80 por ciento de su territorio son montañas y que de la parte fértil queda tan poco de terreno para vivir y cultivar. Ese mapa que rompe los ojos, que me han regalado y lo llevo como un tesoro, es un aprendizaje muy importante.
¿El hablar del San Juan rocoso, me da pie para preguntarte sobre la visión que tienes de la minería?
Yo soy de un origen muy humilde, sé que los pobres, y lo que voy a decir no tiene que ver con el tema central, los pobres condenados a la pobreza para siempre serían capaces de dar 10 años de su vida para vivir como la gente, si esto fuese necesario. Pero resulta que la discusión sobre los daños ecológicos que puedan tener y atentar contra la vida de la gente, no están probados y en medio de una gran discusión. Cuando uno escucha a los científicos va aprendiendo y se da cuenta que hemos tratado muchos aspectos con gran liviandad en el tema de la minería y que no se correspondía con la verdad.
Al mismo tiempo hay que tener respeto por los ambientalistas, porque sin ellos el mundo sería un desastre, porque esto, en manos de las empresas en el mundo capitalista, sería una sucesión de excesos que no tendrían fin. El ambientalista con sus fanatismos y sus exigencias consigue poner diques. Yo me peleé mucho con los ambientalistas con el caso Botnia, pero estoy seguro que Botnia tiene tanta seguridad como la que ahora usa, producto de esa presión. No hay que mirarlos con el rechazo que producen los fanáticos, aunque a mí los fanáticos no me gustan, pero hay que mirarlos con respeto porque al mundo le han hecho mucho bien.
Demasiados fanáticos tuvimos en la historia Argentina
Es verdad. A mí me provocan mucho rechazo los fanatismos, los religiosos y estos que se han convertido en fundamentalismos cuasi religiosos, como los que a veces esgrimen los ambientalistas. Pensemos que Botnia generó años de desencuentros, puentes cerrados, etc, ahora tenemos 200 mil personas que fueron al Carnaval de Gualeguaychú. Una actividad extraordinaria, Botnia está funcionando y el río no si está mejor por los cuidados que se hacen.
¿Cómo mirás el permanente cruce entre 6,7 y 8 con los medios dominantes?
Es necesario 6, 7 y 8 es un programa muy importante para el conocimiento de la verdad, a través de la mentira que ha conseguido destrozar a partir de los medios dominantes. Creo que ha sido de una influencia muy importante. Nadie hubiera impedido a los medios dominantes instalar mentiras, como verdades, de no mediar la presencia de ellos.
Yo no temo para nada a la cuestión polémica. Me parece que la discusión era necesaria. La sociedad no sabía que tenía medios de comunicación envilecidos que son movidos por intereses que no se corresponden con el periodismo. Ahora, el que no lo sabe es porque no quiere.
De acá en más se produce un quiebre en el periodismo.
Es muy probable, creo, que esta sociedad en este sentido no va a ser la misma. Muchos periodistas hemos dejado girones en el camino pero los medios dominantes se avejentan o no van a poder manejarse con la impunidad que lo hacen.
Vos trabajás con chicos jóvenes. ¿Qué te dicen?
Están influidos más por la gente, que están en la vereda de enfrente del periodismo dominante.
¿Cómo lo ves a Gioja?
Es un hombre muy formado. Ahora, el tiempo de lo que me digan de otro lado, me permitirá cotejar lo que el maneja con una solvencia extraordinaria, con lo que se corresponda con la verdad. Siempre hay que tomar un poco de distancia de los personajes, por seductores que sean.
¿Es uno de los pocos personajes políticos de estos tiempos que perduró?
Creo que esto se ha corroborado con la gestión que ha realizado, que debe tener mucho de una impronta personal de un hombre muy trabajador, con las cuotas y dosis de fortuna que hay que tener en el manejo de la cosa pública.
¿Cómo avizorás este nuevo periodo de Cristina Fernández?
Cada vez es más difícil, porque cada vez hay más enojo e impaciencia de la otra parte. Hay un ánimo profundamente destituyente, no repararían los medios dominantes en hacer cualquier estropicio para que se den las circunstancias de un golpe institucional. La lucha es cotidiana.
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