Depende a lo que te refieras, debido a que puede ser varias cuestiones y según como se mire,
Si miramos desde la óptica de
Lenin:
11. En lo referente a los Estados y naciones más atrasados, donde predominan las relaciones feudales, patriarcales o patriarcal-campesinas, es preciso tener sobre todo presente:
1) La necesidad de todos los partidos comunistas de ayudar al movimiento democrático-burgués de liberación en esos países: el deber de prestar la ayuda más activa incumbe, en primer término, a los obreros del país del cual, en el sentido colonial o financiero, depende la nación atrasada;
2) la necesidad de luchar contra el clero y los demás elementos reaccionarios y medievales que ejercen influencia en los países atrasados;
3) la necesidad de luchar contra el panislamismo y otras corrientes de esta índole que tratan de combinar el movimiento de liberación contra el imperialismo europeo y americano con el fortalecimiento de las posiciones de los khanes, de los terratenientes, de los mullhas, etc.;
4) la necesidad de apoyar especialmente el movimiento campesino en los países atrasados contra los terratenientes, contra la gran propiedad territorial, contra toda clase de manifestaciones o resabios del feudalismo, y esforzarse por dar al movimiento campesino el carácter más revolucionario, realizando una alianza estrechísima entre el proletariado comunista de la Europa occidental y el movimiento revolucionario de los campesinos de Oriente, de los países coloniales y de los países atrasados en general; es indispensable, en particular, realizar todos los esfuerzos para aplicar los principios esenciales del régimen soviético en los países en que predominan las relaciones precapitalistas, por medio de la creación de "soviets de trabajadores", etc.;
5) la necesidad de luchar resueltamente contra los intentos de dar un matiz comunista a las corrientes democrático-burguesas de liberación en los países atrasados; la Internacional Comunista debe apoyar los movimientos nacionales democrático-burgueses en los países coloniales y atrasados, sólo a condición de que los elementos de los futuros partidos proletarios, comunistas no sólo por su nombre, se agrupen y se eduquen en todos los países atrasados en la conciencia de la misión especial que les incumbe: luchar contra los movimientos democrático-burgueses dentro de sus naciones; la Internacional Comunista debe sellar una alianza temporal con la democracia burguesa de los países coloniales y atrasados, pero no debe fusionarse con ella y tiene que mantener incondicionalmente la independencia del movimiento proletario incluso en sus formas más embrionarias
Si miramos desde la óptica de
Stalin:
La burguesía es el principal personaje en acción.
El problema fundamental para la joven burguesía es el mercado. Dar salida a sus mercancías y salir vencedora en su competencia con la burguesía de otra nacionalidad: he ahí su objetivo. De aquí su deseo de asegurarse "su" mercado, un mercado "propio". El mercado es la primera escuela en que la burguesía aprende el nacionalismo.
Pero, generalmente, la cosa no se limita al mercado. En la lucha se mezcla la burocracia semifeudal-semiburguesa de la nación dominante con sus métodos de "agarrar y no soltar". La burguesía de la nación dominadora -lo mismo da que se trate de la gran burguesía o de la pequeña- obtiene la posibilidad de deshacerse "más rápida" y "más resueltamente" de su competidor. Las "fuerzas" se unifican, y se empieza a adoptar toda una serie de medidas restrictivas contra la burguesía "alógena", medidas que se convierten en represiones. La lucha pasa de la esfera económica a la esfera política. Limitación de la libertad de movimiento, trabas al idioma, restricción de los derechos electorales, reducción de escuelas, trabas a la religión, etc., etc. llueven sobre la cabeza del "competidor". Naturalmente, estas medidas no sirven sólo a los intereses de las clases burguesas de la nación dominadora, sino también a los objetivos específicos de casta, por decirlo así, de la burocracia gobernante. Pero, desde el punto de vista de los resultados, esto es absolutamente igual: las clases burguesas y la burocracia se dan la mano en este caso, ya se trate de Austria-Hungría o de Rusia.
La burguesía de la nación oprimida, que se ve acosada por todas partes, se pone, naturalmente, en movimiento. Apela a "los de abajo de su país" y comienza a clamar acerca de la "patria", haciendo pasar su propia causa por la causa de todo el pueblo. Recluta para sí un ejército entre sus "compatriotas" en interés... de la "patria". "Los de abajo" no siempre permanecen sordos a sus llamadas, y se agrupan en torno a su bandera: la represión de arriba les afecta también a ellos, provocando su descontento.
Así comienza el movimiento nacional.
La fuerza del movimiento nacional está determinada por el grado en que participan en él las extensas capas de la nación, el proletariado y los campesinos.
Que el proletariado se coloque bajo la bandera del nacionalismo burgués, depende del grado de desarrollo de las contradicciones de clase, de la conciencia y de la organización del proletariado. El proletariado consciente tiene su propia bandera, ya probada, y no necesita marchar bajo la bandera de la burguesía.
En cuanto a los campesinos, su participación en el movimiento nacional depende, ante todo, del carácter de la represión. Si la represión afecta a los intereses de la "tierra", como ocurría en Irlanda, las grandes masas campesinas se colocan inmediatamente bajo la bandera del movimiento nacional.
Por otra parte, si en Georgia, por ejemplo, no existe un nacionalismo anti-ruso más o menos serio, es, sobre todo, porque allí no hay terratenientes rusos ni una gran burguesía rusa que pudieran dar pábulo a este nacionalismo en las masas. En Georgia hay un nacionalismo anti-armenio, pero es porque allí existe además una gran burguesía armenia que, al batir a la pequeña burguesía georgiana, aun débil, empuja a ésta al nacionalismo anti-armenio.
Si miramos desde la óptica de
Trotsky:
“...El régimen interno de los países coloniales y semicoloniales tiene un carácter predominantemente burgués. Pero la presión del imperialismo extranjero altera y distorsiona tanto la estructura económica y política de esos países que la burguesía nacional (aun en los países políticamente independientes de Sudamérica) no alcanza más que parcialmente el nivel de clase dominante. La presión del imperialismo en los países atrasados no cambia, es verdad, su carácter social básico, ya que opresor y oprimido no representan más que diferentes grados de desarrollo de una misma sociedad burguesa. Sin embargo, la diferencia entre Inglaterra y la India, Japón y China, los Estados Unidos y Méjico es tan grande que tenemos que diferenciar estrictamente entre países burgueses opresores y oprimidos, y consideramos que es nuestro deber apoyar a los segundos contra los primeros. La burguesía de los países coloniales y semicoloniales es una clase semioprimida, semidominante...”
Si miramos desde la óptica de
Mao:
La burguesía nacional china, por pertenecer a un país colonial y semicolonial y verse oprimida por el imperialismo, aún tiene en ciertos períodos y hasta cierto punto un carácter revolucionario, incluso en la época del imperialismo, en el sentido de que se opone a los imperialistas extranjeros y, como testimonian la Revolución de 1911 y la Expedición al Norte, a los gobiernos de burócratas y caudillos militares del país, y puede aliarse con el proletariado y la pequeña burguesía contra los enemigos que a todos les interesa combatir. En esto se diferencia la burguesía china de la burguesía de la vieja Rusia zarista.
Como esta última era ya una potencia imperialista militar-feudal, un Estado agresor, su burguesía no tenía ningún carácter revolucionario. Allí, el deber del proletariado era luchar contra l a burguesía, y no aliarse con ella. En cambio, dado que China es un país colonial y semicolonial, víctima de la agresión, su burguesía nacional tiene en ciertos períodos y hasta cierto punto un carácter revolucionario. Aquí, el proletariado tiene el deber de no pasar por alto este carácter revolucionario de la burguesía nacional y de formar con ella un frente único contra el imperialismo y los gobiernos de burócratas y caudillos militares.
Un texto interesantillo sobre esto: La lucha de los países oprimidos por su liberación nacional contra un status colonial como en Argelia, o contra un régimen títere del imperialismo, como en Cuba, es progresista, y como tal debe ser apoyada; pero no deja de ser esencialmente una tarea democrático-burguesa.
El Estado-nación es producto del capitalismo, y la tarea histórica del proletariado es superar esta división del mundo en distintos Estados. Por lo tanto, el apoyo marxista a la liberación nacional difiere del apoyo burgués y pequeñoburgués, tanto en su motivación como en su método. Para la burguesía y pequeña burguesía, la liberación nacional es una lucha por establecer su territorio, por poder gobernar ellos mismos su propio rincón del globo.
Como tal, la liberación nacional es para ellos el objetivo primordial, cuyo logro debe unir a todas las clases "nacionales". Para los marxistas, en cambio, la liberación nacional no es el fin sino un medio; la lucha contra la opresión nacional es necesaria porque ésta constituye un obstáculo a la eventual unificación voluntaria de la clase obrera internacional en una "unión de repúblicas obreras". Por lo tanto, cuando el proletariado participa en la lucha, debe conservar su independencia de clase, para así poder llevar la revolución más allá de la liberación nacional con la que se contentarían la burguesía y pequeña burguesía en un proceso de revolución permanente.