Se agravan la inflación y la crisis
Nueva oleada de suspensiones y despidos. El gobierno autoriza más aumentos de precios. Ampliar la unidad de los trabajadores y el pueblo para torcer el brazo a esta política.
1. Carestía y crisis
En un año aumentó el pan 38%, la yerba 55,4%, azúcar el 70%, las presas de pollo 29% (precios del supermercado). El gobierno volvió a autorizar aumentos de hasta el 9% a 100 productos de monopolios como Procter & Gamble, Colgate, Danone, Palmolive, Clorox, Saputo, Nivea y otros: yerba, lácteos, arroz, pañales, etc. Además, aumentó las tarifas de micros de Capital Federal y el Gran Buenos Aires de $1,10 a $2, y el tren de $0,75 a $1,50, a los que no tienen la tarjeta SUBE.
Entre octubre de 2011 y marzo último se perdieron 350.000 puestos de trabajo (a partir de datos del Indec, según el economista Monteverde).
El Indec reconoció que el mes pasado, la economía cayó 0,5% (comparado con mayo del año pasado); para otros economistas la caída fue del 1,5%. Según el Indec, la industria cayó en mayo el 4,4%; mientras que la UIA registró una baja del 5,1%. Es el tercer mes que cae la industria, una situación que no se daba desde setiembre del 2009. La rama automotriz lidera el bajón con el 30,9%, metalmecánica el 7,6% y el cemento 5,3%. El comercio minorista cayó el 6,8% según la CAME. Se frenaron dos “motores” del crecimiento a “tasas chinas”: automotrices y construcción.
2. "El mundo" y el gobierno K
La presidenta, después de afirmar durante mucho tiempo que la Argentina estaba “blindada” o “encapsulada” frente a la crisis mundial, finalmente debió aceptar que “el mundo se nos cayó encima”. La profunda dependencia, agravada por la extranjerización de la industria y la tierra durante los gobiernos kirchneristas es lo que hizo que la crisis nos golpeara.
La caída de la industria tiene que ver con la política del gobierno de haber atado la economía nacional a las exportaciones hacia sus “aliados estratégicos”, como Brasil y China, que ven frenar sus economías por la crisis; y a Europa, centro hoy de la crisis, con España al borde del desmoronamiento. Además, falta una política de sustitución de importaciones que acompañe al freno de éstas; freno que en muchos casos muestra la obsesión del gobierno K de acumular dólares para pagar deudas ilegítimas, o el costo del fracaso de su política energética.
Por otra parte, “el yuyito”, como Cristina K llamó a la soja, con desprecio, en la rebelión agraria del 2008, tiene un precio récord de más de 645 dólares la tonelada en la bolsa de Chicago, y es una de las claves del ingreso de divisas e impuestos de las finanzas del gobierno K.
Pero no es esa caída del mundo encima lo que explica la inflación desbocada, sino la política kirchnerista, ya que le permite aumentar los ingresos de impuestos como IVA y ganancias.
El bajón de la economía lo siente la tesorería del gobierno K: el mes pasado quedó con un balance en rojo de $3.766 millones (después de pagar los gastos corrientes y deudas). La situación fiscal es crítica, tanto para el gobierno nacional, como para la mayoría de las provincias y muchos municipios. En Bialet Massé (Córdoba) los empleados cobran “por sorteo”: si le toca la bolilla cobran, sino tendrán que esperar que entre plata. “No hay plata” le dicen en la Casa Rosada a los gobernadores, y cuando la situación aprieta, el gobierno “rasca la olla” de otras “cajas” a las que saqueó, como la Anses.
Crecen el hambre y la desocupación. Más de un millón de jóvenes no estudian ni trabajan, esto es 17% más que en el 2003. Y un millón y medio que no consiguen trabajo sobreviven con subsidios sociales. El resultado es que en los últimos 10 años se duplicó el alcoholismo en la juventud, y el consumo de drogas aumento 131%.
3. No les va bien
Desde que rebrotó la crisis, al gobierno no le va bien. La presidenta habla, y habla, por la cadena oficial, pero no da respuestas a los graves problemas de las masas: carestía, despidos, salarios, jubilaciones y planes sociales, inseguridad, corrupción, etc.
El gobierno trató de recuperar iniciativa política con la expropiación del 51% de las acciones de YPF, pero no pudo revertir la situación. Después del escandaloso aumento del 100% a diputados y senadores, qué sentirá un obrero al que le aplican el tope salarial al enterarse del monto de los sueldos de cada director de YPF, votados en la reunión del directorio con mayoría K: son de 714.000 pesos mensuales.
Le va mal al gobierno con su embestida por el copamiento de la CGT. La presidenta se reunió con los colaboracionistas “amigos”, y sentó a su derecha a Gerardo Martínez, que integró el batallón 601 de inteligencia del Ejército durante la dictadura, y tiene abierta una investigación por el secuestro de 105 obreros de la construcción. Con la crisis hay miles de obreros de su gremio desocupados, y Martínez, como secretario del gremio cobra $56.500 mensuales. El candidato oficial, Caló, de vacaciones (dicen que en un lugar donde van a curarse las adicciones…).
También les fue mal en el entrevero a la presidenta y Scioli. Desbordados por el desgaste político que les impuso la masiva lucha de los estatales y docentes, pactaron, por ahora, una tregua.
4. "Abrirle la mano"
Lo dijo bien Diego Maradona: “Que se rompan la cabeza entre ellos, pero que no jodan a la gente”. El gobernador salió a buscar plata de sus amigos del juego, y la presidenta metió la mano otra vez en la Anses.
Con los paros, cortes y actos del 8 y el 27 de junio, luchas como las de petroleros de Cerro Dragón y estatales y docentes bonaerenses, y el avance de la unidad de acción para la lucha, la clase obrera ganó el centro de la escena política con sus reclamos. Frente a esta situación, el gobierno busca contragolpear. Además, debe “ceder algo” ante la presión de sus “amigos”, “los gordos” y otros colaboracionistas, que sienten la amenaza de ser desbordados por el descontento de las masas y sus cuerpos de delegados.
El camino para conquistar los reclamos obreros y populares sigue siendo avanzar con las luchas y en la unidad de acción, llevando a las masas el debate político para la unidad contra la política K de descargar la crisis sobre el pueblo.
Los desocupados de la CCC, junto a otras fuerzas, marchan a una jornada por sus reclamos el 27, y actos en el primer aniversario de la ocupación, resistencia y triunfo de Libertador. En esa localidad jujeña, un gran acto, el 28, reclamará tierra, vivienda, trabajo y justicia por los asesinatos que siguen impunes.
“Es posible una marcha donde parte de la CGT, parte de la CTA, la Federación Agraria, la CCC, el movimiento de desocupados, vayamos a una convergencia, a una marcha, para abordar todos los problemas. Es muy posible una marcha donde estemos juntos estos sectores”, dijo el presidente de FAA, Eduardo Buzzi.
El contraataque del gobierno busca volver a forzar una falsa polarización entre el oficialismo y una oposición de derecha que busca juntarse para imponer una devaluación que hache los salarios (lo que ya intentaron -y fracasaron- en el 2011). Las grandes masas populares demostraron que quieren “ir por más”, y que no están dispuestas a pagar la inflación y la crisis, ni a ser pasto de la inseguridad. Esto es lo que se recoge en las afiliaciones al PTP: cientos de jóvenes, mujeres y luchadores obreros y populares buscan un puesto de lucha para una salida favorable a los trabajadores, campesinos, estudiantes y demás sectores populares.
Sobre la base de las luchas y la campaña política para la afiliación al PTP, la situación es muy favorable para cambiar la correlación de fuerzas en los cuerpos de delegados de las grandes empresas. También es muy favorable para avanzar en el reagrupamiento de las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas, que contribuya a masificar las luchas y pueda jugar en todos los terrenos frente a las tormentas sociales y políticas.
http://www.pcr.org.ar/nota/pol%C3%ADtica-nacional/se-agravan-la-inflaci%C3%B3n-y-la-crisis