Los creyentes siempre han desacredido habilidosamente a los ateos desde antiguamente hasta nuestros días. Los han perseguido, discriminado, ignorado, marginado... a causa de la arrogancia de muchos creyentes. Y de ahí, se han empezado a construir bastantes estereotipos del ateo de lo más variopintos: que si son inmorales, que si no entienden de religión, que si son satánicos... Todo esto demuestra ser una tremenda falacia. El ateísmo, que proviene de a (negación) y theos (Dios, divinidad), significa "No reconocer la existencia de ninguna divinidad". En otras palabras, que no cree en la existencia de Dios ni de ninguna otra deidad.
La religión, por su parte, ha sido un arma de imposición y de lavado de cerebro. Ha sido motor de guerras y un eficaz herramienta de división entre los seres humanos, haciendo cada vez más imposible la fraternidad entre los pueblos del mundo. Uno de los casos más sangrantes de enfrentamientos por causas religiosas pueden ser los que se suceden, y han sucedido durante toda la historia, por ejemplo, en la India entre hindús y musulmanes, entre católicos y protestantes en la Europa Renacentista, entre coptos y musulmanes en Egipto, entre judíos y musulmanes a causa del conflicto Israel-Palestina, entre católicos y anglicanos en Irlanda del Norte, entre suníes y chiíes en Irak, la persecución de otras minorías religiosas por parte de la religión oficial (en los países islámicos es muy frecuente o en los tiempos de la Inquisición)... Además, aparte de demostrar la supuesta existencia de un ser sobrenatural más perfecto que el ser humano, como promulgaba San Anselmo en los años oscuros del Medievo, cosa refutada por Feuerbach, Marx, Nietzsche... las religiones se muestran más bien configuradas como un código de reglas y de dogmas emanados de una determinada autoridad divina (Dios, Yahvé, Allah, Brahma, Ra, Zeus, Thor...) que se imponen al creyente y, si este código es quebrantado por él mismo, según su libro sagrado (Biblia, Torá, Corán, Vedas, Siri Guru Gran Sahib...) recibirá un castigo divino. Del caso contrario, el seguirlos todos y actuar conforme a los dogmas de una determinada religión llevará una recompensa, que suele ser, depende de la religión, un "Paraíso" donde se vive idílicamente (La Vida Eterna después de la muerte).
No sólo eso, la religión también impone unos dogmas y limita el desarrollo científico, tecnológico y social de la sociedad. La férrea interpretación de los dogmas religiosos ha hecho que prolifere el fanatismo y la intolerancia, además de la cerrazón ante nuevos fenómenos sociales. Se rechaza la teoría de Darwin sólo por el hecho de que contradice el contenido del Génesis de la Biblia o que los homosexuales deban ser castigados por que Allah no los tolere, etcétera. Para el marxismo-leninismo, la religión ha sido considerada como un instrumento de la burguesía para dominar a las clases oprimidas. El opio del pueblo, Marx dixit. Con esto añado que la religión ha impedido, en gran escala, que la gente pueda acceder a la educación pública, a la sanidad, a la soberanía alimenticia, a una mejor calidad de vida... En resumen, la religión ha sido un obstáculo para la igualdad de oportunidades y para el progeso humano. Si observamos la situación de muchos países islámicos, el 90% de la enseñanza en las escuelas se basa en la memorización y en el estudio del Corán, las mujeres están apartadas de la vida pública y subyugadas al marido, los pobres sólo pueden vivir del azaque (impuesto de caridad)... O el hinduismo, una religión que ha impuesto las castas, una jerarquía bastante abusiva que consiste en que todos los hindúes están divididos en cuatro castas más una subcasta marginada, los parias o "dalits". Si un hindú pertenece a una determinada casta, está condenado a pertenecer a esa casta desde el momento que nace hasta el que muere. Está predeterminado desde el momento en el que nace. Aunque la Constitución de la India establece la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos indios, la discriminación a los parias sigue estando presente.
Por tanto, el ser ateo no debe ser una amenaza para nadie. No necesariamente es una creencia más, pero es una manera de ver la realidad. Todos tenemos derecho a escoger nuestras creencias o a no creer en ninguna religión. El que quiera ir a misa que vaya y el que no, que no vaya; como se dice popularmente. Más claro, agua.
En este vídeo, esta joven nos desmiente el principal argumento que los creyentes emplean contra los ateos: El ateo como satánico. Ciertamente, es una falacia. Ser ateo, como dije antes, es no creer en ninguna deidad de cualquier tipo, sea de la religión que sea. Muchos creyentes, a causa de su fanatismo, asocian el ateísmo con el satanismo. No son sinónimos, así que la diferencia más elemental es que los satánicos son los que adoran a Satán, la némesis de Dios. Yo he llegado a pensar que Dios y Satán son dos caras de una misma moneda, ya que dentro de una religión Dios puede representar el Bien y Satán, el Mal. Pero eso no quiere decir que los ateos sean satánicos, todo lo contrario. Los ateos cuestionamos más lo que se nos presenta, incluso la religión, y nuestra visión del mundo es más amplia que la de los creyentes, quienes se limitan a ver la realidad desde las Sagradas Escrituras.
La religión, por su parte, ha sido un arma de imposición y de lavado de cerebro. Ha sido motor de guerras y un eficaz herramienta de división entre los seres humanos, haciendo cada vez más imposible la fraternidad entre los pueblos del mundo. Uno de los casos más sangrantes de enfrentamientos por causas religiosas pueden ser los que se suceden, y han sucedido durante toda la historia, por ejemplo, en la India entre hindús y musulmanes, entre católicos y protestantes en la Europa Renacentista, entre coptos y musulmanes en Egipto, entre judíos y musulmanes a causa del conflicto Israel-Palestina, entre católicos y anglicanos en Irlanda del Norte, entre suníes y chiíes en Irak, la persecución de otras minorías religiosas por parte de la religión oficial (en los países islámicos es muy frecuente o en los tiempos de la Inquisición)... Además, aparte de demostrar la supuesta existencia de un ser sobrenatural más perfecto que el ser humano, como promulgaba San Anselmo en los años oscuros del Medievo, cosa refutada por Feuerbach, Marx, Nietzsche... las religiones se muestran más bien configuradas como un código de reglas y de dogmas emanados de una determinada autoridad divina (Dios, Yahvé, Allah, Brahma, Ra, Zeus, Thor...) que se imponen al creyente y, si este código es quebrantado por él mismo, según su libro sagrado (Biblia, Torá, Corán, Vedas, Siri Guru Gran Sahib...) recibirá un castigo divino. Del caso contrario, el seguirlos todos y actuar conforme a los dogmas de una determinada religión llevará una recompensa, que suele ser, depende de la religión, un "Paraíso" donde se vive idílicamente (La Vida Eterna después de la muerte).
No sólo eso, la religión también impone unos dogmas y limita el desarrollo científico, tecnológico y social de la sociedad. La férrea interpretación de los dogmas religiosos ha hecho que prolifere el fanatismo y la intolerancia, además de la cerrazón ante nuevos fenómenos sociales. Se rechaza la teoría de Darwin sólo por el hecho de que contradice el contenido del Génesis de la Biblia o que los homosexuales deban ser castigados por que Allah no los tolere, etcétera. Para el marxismo-leninismo, la religión ha sido considerada como un instrumento de la burguesía para dominar a las clases oprimidas. El opio del pueblo, Marx dixit. Con esto añado que la religión ha impedido, en gran escala, que la gente pueda acceder a la educación pública, a la sanidad, a la soberanía alimenticia, a una mejor calidad de vida... En resumen, la religión ha sido un obstáculo para la igualdad de oportunidades y para el progeso humano. Si observamos la situación de muchos países islámicos, el 90% de la enseñanza en las escuelas se basa en la memorización y en el estudio del Corán, las mujeres están apartadas de la vida pública y subyugadas al marido, los pobres sólo pueden vivir del azaque (impuesto de caridad)... O el hinduismo, una religión que ha impuesto las castas, una jerarquía bastante abusiva que consiste en que todos los hindúes están divididos en cuatro castas más una subcasta marginada, los parias o "dalits". Si un hindú pertenece a una determinada casta, está condenado a pertenecer a esa casta desde el momento que nace hasta el que muere. Está predeterminado desde el momento en el que nace. Aunque la Constitución de la India establece la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos indios, la discriminación a los parias sigue estando presente.
Por tanto, el ser ateo no debe ser una amenaza para nadie. No necesariamente es una creencia más, pero es una manera de ver la realidad. Todos tenemos derecho a escoger nuestras creencias o a no creer en ninguna religión. El que quiera ir a misa que vaya y el que no, que no vaya; como se dice popularmente. Más claro, agua.
En este vídeo, esta joven nos desmiente el principal argumento que los creyentes emplean contra los ateos: El ateo como satánico. Ciertamente, es una falacia. Ser ateo, como dije antes, es no creer en ninguna deidad de cualquier tipo, sea de la religión que sea. Muchos creyentes, a causa de su fanatismo, asocian el ateísmo con el satanismo. No son sinónimos, así que la diferencia más elemental es que los satánicos son los que adoran a Satán, la némesis de Dios. Yo he llegado a pensar que Dios y Satán son dos caras de una misma moneda, ya que dentro de una religión Dios puede representar el Bien y Satán, el Mal. Pero eso no quiere decir que los ateos sean satánicos, todo lo contrario. Los ateos cuestionamos más lo que se nos presenta, incluso la religión, y nuestra visión del mundo es más amplia que la de los creyentes, quienes se limitan a ver la realidad desde las Sagradas Escrituras.
Última edición por EGR el Sáb Jun 23, 2012 1:43 pm, editado 2 veces