Portal
LA OTAN DEBE DESAPARECER
Marcos Domich - de la Juventud Comunista de Bolivia (JCB) de Cochabamba
publicado en mayo de 2012 en la revista OPINIÓN de Cochabamba
La realización de la Conferencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Chicago, da mucha tela que cortar. Pero antes queremos referirnos a las declaraciones de un general estadounidense y que precedieron al cónclave que, por tercera vez desde su creación en 1949, tiene lugar en los EUA.
El Gral. Martin Dempsey, Presidente de la Junta de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de los EUA, ante la pregunta de la Comisión senatorial de Seguridad, de si era posible una intervención militar en Siria, respondió: “We can do anything” (“somos capaces de todo”). Según el filósofo búlgaro Todorov “esta frase puede ser un verdadero emblema de la ‘nuestra’ civilización” occidental, monoteísta, judeocristiana. Nosotros precisaríamos que no es ‘nuestra civilización’, sino un emblema del capitalismo en su fase imperialista. La OTAN, es precisamente el resultado de esa “filosofía” de agresión contra todo el que se oponga a los planes de dominación económica y política. Su pretexto esencial era organizarse y armarse contra la expansión del comunismo. Hablaban de que había que oponerse al militarismo de los países socialistas. Pero hay que recordar que el Pacto de Varsovia – la supuesta fuerza comunista expansiva – se organizó en mayo de 1955, es decir 6 años después de la OTAN.
En el lapso de esos 6 años ya la OTAN se había metido en países y en conflictos que, de acuerdo al respeto de la soberanía, que establece las Naciones Unidas, los EUA y sus aliados nada tenían que hacer. La más brutal intervención en ese período se realizó contra la República Popular Democrática de Corea. Allí la OTAN mostró los alcances de su “moral” al desatar la guerra bactereológica. Si fuera no fuera la ayuda de la China Popular y el soporte bélico de la URSS, la guerra de Corea habría concluido con la ocupación y la destrucción de la RPDC. EUA tuvo que aceptar el armisticio de 1953.
Luego vino la intervención en la República Popular (hoy Socialista) de Vietnam cuando el Ejército de Liberación Nacional ya había derrotado a las fuerzas francesas en la famosa batalla de Dien Bien Phu. Aquí la OTAN demostró aún peores facetas. La soldadesca yanqui (que llego a tener 500.000 efectivos) se hizo de pésima fama por el uso del napalm que carbonizó poblaciones civiles enteras. También dejó huellas del uso de defoliantes como el conocido “sargento naranja” que hasta ahora demuestra sus daños sobre la genética de los expuestos. La brutalidad no se impuso sobre la razón. La OTAN, con los EUA a la cabeza salió con el rabo entre las piernas.
La Conferencia de Chicago de la OTAN que ha tomado resoluciones casi en secreto y que trata de ocultar su crisis y las profundas diferencias entre miembros importantes - como la Francia de Hollande y los EUA de Obama – ha tenido lugar con algunas sorpresas. No asistió Putin, seguramente avergonzado de haber cedido que la ciudad de Uliánovsk sea punto de tránsito de las tropas yanquis hacia Afganistán. Y si faltó Putin sorprende que hubiera asistido Funes de El Salvador, país del Pacífico y cuyo gobierno es del FMLN. Farabundo Martí y Shafik Handal han debido revolverse en sus tumbas.
Después de la caída del bloque socialista en Europa y la disolución de la URSS, la OTAN que ya no tendría que existir, es una fiera suelta. Sobrevinieron las invasiones y destrucción de la Federación Yugoslava; de Irak, de Afganistán; la destrucción de Libia. Los ataques con drones a Pakistán y otras fechorías. Estimula el terrorismo en Siria y lo ha extendido al Líbano. En fin, continuando con su acción injerencista, ilegal e inmoral ahora usa proyectiles con uranio empobrecido. Por todo eso, siguen vigentes las palabras del Gral. alemán Shmaeling en el Tribunal Internacional presidido por Ramsey Clark: “La OTAN es una organización criminal y debe ser disuelta”.
Marcos Domich - de la Juventud Comunista de Bolivia (JCB) de Cochabamba
publicado en mayo de 2012 en la revista OPINIÓN de Cochabamba
La realización de la Conferencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Chicago, da mucha tela que cortar. Pero antes queremos referirnos a las declaraciones de un general estadounidense y que precedieron al cónclave que, por tercera vez desde su creación en 1949, tiene lugar en los EUA.
El Gral. Martin Dempsey, Presidente de la Junta de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de los EUA, ante la pregunta de la Comisión senatorial de Seguridad, de si era posible una intervención militar en Siria, respondió: “We can do anything” (“somos capaces de todo”). Según el filósofo búlgaro Todorov “esta frase puede ser un verdadero emblema de la ‘nuestra’ civilización” occidental, monoteísta, judeocristiana. Nosotros precisaríamos que no es ‘nuestra civilización’, sino un emblema del capitalismo en su fase imperialista. La OTAN, es precisamente el resultado de esa “filosofía” de agresión contra todo el que se oponga a los planes de dominación económica y política. Su pretexto esencial era organizarse y armarse contra la expansión del comunismo. Hablaban de que había que oponerse al militarismo de los países socialistas. Pero hay que recordar que el Pacto de Varsovia – la supuesta fuerza comunista expansiva – se organizó en mayo de 1955, es decir 6 años después de la OTAN.
En el lapso de esos 6 años ya la OTAN se había metido en países y en conflictos que, de acuerdo al respeto de la soberanía, que establece las Naciones Unidas, los EUA y sus aliados nada tenían que hacer. La más brutal intervención en ese período se realizó contra la República Popular Democrática de Corea. Allí la OTAN mostró los alcances de su “moral” al desatar la guerra bactereológica. Si fuera no fuera la ayuda de la China Popular y el soporte bélico de la URSS, la guerra de Corea habría concluido con la ocupación y la destrucción de la RPDC. EUA tuvo que aceptar el armisticio de 1953.
Luego vino la intervención en la República Popular (hoy Socialista) de Vietnam cuando el Ejército de Liberación Nacional ya había derrotado a las fuerzas francesas en la famosa batalla de Dien Bien Phu. Aquí la OTAN demostró aún peores facetas. La soldadesca yanqui (que llego a tener 500.000 efectivos) se hizo de pésima fama por el uso del napalm que carbonizó poblaciones civiles enteras. También dejó huellas del uso de defoliantes como el conocido “sargento naranja” que hasta ahora demuestra sus daños sobre la genética de los expuestos. La brutalidad no se impuso sobre la razón. La OTAN, con los EUA a la cabeza salió con el rabo entre las piernas.
La Conferencia de Chicago de la OTAN que ha tomado resoluciones casi en secreto y que trata de ocultar su crisis y las profundas diferencias entre miembros importantes - como la Francia de Hollande y los EUA de Obama – ha tenido lugar con algunas sorpresas. No asistió Putin, seguramente avergonzado de haber cedido que la ciudad de Uliánovsk sea punto de tránsito de las tropas yanquis hacia Afganistán. Y si faltó Putin sorprende que hubiera asistido Funes de El Salvador, país del Pacífico y cuyo gobierno es del FMLN. Farabundo Martí y Shafik Handal han debido revolverse en sus tumbas.
Después de la caída del bloque socialista en Europa y la disolución de la URSS, la OTAN que ya no tendría que existir, es una fiera suelta. Sobrevinieron las invasiones y destrucción de la Federación Yugoslava; de Irak, de Afganistán; la destrucción de Libia. Los ataques con drones a Pakistán y otras fechorías. Estimula el terrorismo en Siria y lo ha extendido al Líbano. En fin, continuando con su acción injerencista, ilegal e inmoral ahora usa proyectiles con uranio empobrecido. Por todo eso, siguen vigentes las palabras del Gral. alemán Shmaeling en el Tribunal Internacional presidido por Ramsey Clark: “La OTAN es una organización criminal y debe ser disuelta”.
