En los últimos tiempos el gobierno de España, al igual que otros gobiernos autonómicos y locales, sin distinción real de "color" político (como se suele decir), vienen tomando medidas que suponen un ataque deliberado a las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría del pueblo, de los trabajadores y la clase obrera, pero también de otros sectores y capas de autónomos y pequeños empresarios no monopolistas.
Esta política deliberada tiene como objetivos los siguientes:
- Acumular, concentrar y centralizar el máximo posible de capital en las menos manos posibles, mediante una política económica coercitiva que fuerce a ello, ya sea directamente o ahogando económicamente a los competidores más pequeños.
Es el caso del FROB que obliga a las "fusiones" (absorciones) bancarias, pero también de medidas como la apertura de comercios en festivos, etc.
Estas medidas no tienen en absoluto ninguna finalidad "competitiva" sino todo lo contrario: formar y fortalecer monopolios privados, para lo que necesariamente hay que destruir la competencia. Este es el tipo de política económica que (no lo olvidemos) practican las dictaduras fascistas. No es casual que la represión más descarada acompañe todo este proceso.
- Empobrecer tanto relativa como absolutamente a las más amplias masas del pueblo, trabajadores, obreros, autónomos...
Es el objetivo de todas las medidas que tienden a dar un poder absoluto a los capitalistas frente a los trabajadores y a permitir la máxima explotación, con el fin de aumentar la extracción de plusvalía de su trabajo. Todo lo que permite romper los convenios a la cara de los trabajadores, reducir los salarios, abaratar el despido, incluso el robo de pagas extras a funcionarios y otros empleados públicos... supone además introducir la arbitrariedad total en las relaciones de trabajo sin posibilidad de defensa legal, y sin duda aumentará la tan temida (por el capital y sus lacayos) conflictividad social.
El aumento de impuestos indirectos, las aumentadas dificultades para los sectores populares que se derivan de medidas como el repago sanitario, privatizaciones que se llevarán a cabo, forman parte de la actual ofensiva de la clase de los capitalistas, en su conjunto y con el Estado a su servicio, contra las conquistas sociales de la clase obrera, de los trabajadores, obtenidas en largos años de lucha.
El contexto actual de crisis económica del capitalismo, donde éste se revela incapaz de aumentar su tasa de ganancia de otro modo, junto con la ausencia de fuerzas que se le opongan activamente o le condicionen, como fueron en su día el campo socialista y fuertes partidos comunistas y sindicatos obreros, se lo permiten.
Se lo permite también, en el Estado español en concreto, el PSOE, cuya "oposición" mentirosa es por supuesto incapaz de ofrecer la más mínima alternativa. Y eso es porque el PSOE no es sino la otra ala del gran partido único del capital en España. Ha practicado las mismas políticas. Ha llevado a cabo recortes, privatizaciones y fusiones bancarias monopolistas. No ya obedece sino que impulsa las directrices del capital monopolista europeo en su proyecto imperialista.
Las únicas contradicciones que vemos son luchas interimperialistas entre Alemania y sus aliados, fundamentalmente, y los demás estados de la UE. Y en ellas se inserta el PSOE, a lo sumo.
Por lo tanto no hay que dejarse engañar por estos expertos en figurar y en posar como "amigos de los trabajadores". ¡Trabajadores, no confiéis en el PSOE!
Otro tanto cabe decir de la IU socialdemócrata, cuya política de alianzas pasa exclusivamente por facilitar el poder al PSOE sin presentar ninguna resistencia real a los recortes y demás medidas de empobrecimiento.
En lugar de confiar en partidos en bancarrota política, que hace mucho que dejaron de ser lo que alguna vez fueron y se encuentran en manos de camarillas de burócratas y "profesionales" de la política, la tarea principal de todos los trabajadores y obreros, y también de la juventud y los estudiantes, es formar, reforzar, las organizaciones revolucionarias, comunistas, que les defiendan en toda circunstancia y lugar.
El hecho es que la contestación aumenta.
Cada vez más trabajadores, de todos los estratos de la clase obrera, autónomos e incluso pequeños empresarios, comprenden la situación y el hecho de que el gran capital está decidido a ahogarles por completo con el fin de mantener y si es posible aumentar sus beneficios, sin que importen lo más mínimo los derechos del pueblo e incluso su propia legalidad, que como vemos, los Estados al servicio del capital cambian a su antojo.
El "pacifismo" y las ilusiones pequeñoburguesas que han cundido en un momento determinado van quedando atrás.
Surgen luchas obreras auténticas, como la de los mineros, que mostrando sus tradiciones, y pese a encontrarse también debilitadas por varios motivos, refuerzan la idea de que la lucha es el único camino.
El gobierno español en particular intenta llevar a cabo una política de "divide y vencerás", atacando sucesivamente a distintos sectores y propalando calumnias contra ellos: funcionarios en general, mineros, médicos, profesores...
Incluso los policías, guardias civiles, ertzainas y militares, a través de algunas de sus asociaciones y sindicatos, van comprendiendo la gravedad de la situación, que también les afecta, y llaman a evitar la represión injustificada. Saludamos estos llamamientos y pedimos a estos cuerpos que se opongan realmente a la represión generalizada y desproporcionada, no llevándola a cabo. Las políticas antidemocráticas, fascistas, de sus jefes, como fomentar la no identificación de los agentes que actúan así como bandas paramilitares armadas (caso del enano fascista Puig en Catalunya), y otras, deben provocar la indignación y el rechazo de los agentes y guardias o militares demócratas, que los hay sin duda, aunque sólo sea porque lógicamente causan el profundo desprecio, rechazo y odio que las masas tienen y van aumentando hacia estos cuerpos represivos.
Los/as trabajadores/as, jóvenes, estudiantes, parados/as, empleados, autónomos y hasta pequeños empresarios, deben rechazar esas sucias tácticas de división y unirse hoy más que nunca.
Es del máximo interés común cortar el paso a estas políticas, las lleve a cabo quien las lleve (como el PP en España, el PSOE-IU en Andalucía, CiU en Catalunya...), y para ello nada mejor que unirnos todos los trabajadores, todo el pueblo afectado por esta política de empobrecimiento, explotación y miseria contra toda la clase de los capitalistas y sus lacayos políticos de todos los "colores". Hay que lograr terminar con la intervención del capital extranjero y el gobierno de España (su principal agente), para lo cual es preciso tumbarlo.
Algunos partidos y organizaciones o sindicatos vascos, en particular, defienden que es momento de la independencia o de un marco propio de relaciones laborales y de otros tipos. Creemos sinceramente que no es incompatible una cosa con la otra, sino que mutuamente se complementan y refuerzan. Por ello apoyaremos también las movilizaciones de este sector de la sociedad, como es natural, incluso a pesar del oportunismo que puedan suponer por parte de sus convocantes.
Tanto estas movilizaciones como las de CCOO-UGT u otros, pueden encontrarse, y de hecho se encontrarán, abanderadas por el oportunismo instalado especialmente en las respectivas cúpulas. Lo que hay que hacer es aprovechar las convocatorias y desbordarlas en asistencia y combatividad.
Por ello llamamos a toda la juventud trabajadora y estudiante, a todos los trabajadores, obreros, empleados, autónomos y pequeños empresarios:
- A secundar las movilizaciones convocadas el 19 y el 21 de julio (y las que les sigan) por los distintos sindicatos de uno u otro signo, plataformas y partidos, en contra de la política de recortes, antisocial y traidora, de los distintos gobiernos;
- A unirse a sindicatos, asociaciones y plataformas que actúen en defensa de los intereses de los trabajadores, trabajando cada uno desde su puesto y capacidades en unir a la clase trabajadora en su lucha;
- A unirse a los comunistas, a organizaciones marxista-leninistas cuyo objetivo es la revolución socialista, como GKB;
- A exigir, junto con los comunistas, a los sindicatos, organizaciones y partidos, que abandonen el sectarismo y sus políticas fracasadas, lleguen a acuerdos y a la unidad en la lucha por los intereses de la clase obrera y todos los trabajadores, la juventud, los estudiantes, pensionistas, etc.;
- A prepararse y estar dispuestos a nuevas luchas y resistencias más amplias, más prolongadas y más duras, si fuera el caso.
- A continuar atentos y movilizados en el camino a una Huelga General indefinida que derribe al gobierno y obligue a la convocatoria de elecciones.
Bilbao, 18 de julio 2012
Comité Central - Komite Zentrala
GKB-UJC Euskal Herria
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Esta política deliberada tiene como objetivos los siguientes:
- Acumular, concentrar y centralizar el máximo posible de capital en las menos manos posibles, mediante una política económica coercitiva que fuerce a ello, ya sea directamente o ahogando económicamente a los competidores más pequeños.
Es el caso del FROB que obliga a las "fusiones" (absorciones) bancarias, pero también de medidas como la apertura de comercios en festivos, etc.
Estas medidas no tienen en absoluto ninguna finalidad "competitiva" sino todo lo contrario: formar y fortalecer monopolios privados, para lo que necesariamente hay que destruir la competencia. Este es el tipo de política económica que (no lo olvidemos) practican las dictaduras fascistas. No es casual que la represión más descarada acompañe todo este proceso.
- Empobrecer tanto relativa como absolutamente a las más amplias masas del pueblo, trabajadores, obreros, autónomos...
Es el objetivo de todas las medidas que tienden a dar un poder absoluto a los capitalistas frente a los trabajadores y a permitir la máxima explotación, con el fin de aumentar la extracción de plusvalía de su trabajo. Todo lo que permite romper los convenios a la cara de los trabajadores, reducir los salarios, abaratar el despido, incluso el robo de pagas extras a funcionarios y otros empleados públicos... supone además introducir la arbitrariedad total en las relaciones de trabajo sin posibilidad de defensa legal, y sin duda aumentará la tan temida (por el capital y sus lacayos) conflictividad social.
El aumento de impuestos indirectos, las aumentadas dificultades para los sectores populares que se derivan de medidas como el repago sanitario, privatizaciones que se llevarán a cabo, forman parte de la actual ofensiva de la clase de los capitalistas, en su conjunto y con el Estado a su servicio, contra las conquistas sociales de la clase obrera, de los trabajadores, obtenidas en largos años de lucha.
El contexto actual de crisis económica del capitalismo, donde éste se revela incapaz de aumentar su tasa de ganancia de otro modo, junto con la ausencia de fuerzas que se le opongan activamente o le condicionen, como fueron en su día el campo socialista y fuertes partidos comunistas y sindicatos obreros, se lo permiten.
Se lo permite también, en el Estado español en concreto, el PSOE, cuya "oposición" mentirosa es por supuesto incapaz de ofrecer la más mínima alternativa. Y eso es porque el PSOE no es sino la otra ala del gran partido único del capital en España. Ha practicado las mismas políticas. Ha llevado a cabo recortes, privatizaciones y fusiones bancarias monopolistas. No ya obedece sino que impulsa las directrices del capital monopolista europeo en su proyecto imperialista.
Las únicas contradicciones que vemos son luchas interimperialistas entre Alemania y sus aliados, fundamentalmente, y los demás estados de la UE. Y en ellas se inserta el PSOE, a lo sumo.
Por lo tanto no hay que dejarse engañar por estos expertos en figurar y en posar como "amigos de los trabajadores". ¡Trabajadores, no confiéis en el PSOE!
Otro tanto cabe decir de la IU socialdemócrata, cuya política de alianzas pasa exclusivamente por facilitar el poder al PSOE sin presentar ninguna resistencia real a los recortes y demás medidas de empobrecimiento.
En lugar de confiar en partidos en bancarrota política, que hace mucho que dejaron de ser lo que alguna vez fueron y se encuentran en manos de camarillas de burócratas y "profesionales" de la política, la tarea principal de todos los trabajadores y obreros, y también de la juventud y los estudiantes, es formar, reforzar, las organizaciones revolucionarias, comunistas, que les defiendan en toda circunstancia y lugar.
El hecho es que la contestación aumenta.
Cada vez más trabajadores, de todos los estratos de la clase obrera, autónomos e incluso pequeños empresarios, comprenden la situación y el hecho de que el gran capital está decidido a ahogarles por completo con el fin de mantener y si es posible aumentar sus beneficios, sin que importen lo más mínimo los derechos del pueblo e incluso su propia legalidad, que como vemos, los Estados al servicio del capital cambian a su antojo.
El "pacifismo" y las ilusiones pequeñoburguesas que han cundido en un momento determinado van quedando atrás.
Surgen luchas obreras auténticas, como la de los mineros, que mostrando sus tradiciones, y pese a encontrarse también debilitadas por varios motivos, refuerzan la idea de que la lucha es el único camino.
El gobierno español en particular intenta llevar a cabo una política de "divide y vencerás", atacando sucesivamente a distintos sectores y propalando calumnias contra ellos: funcionarios en general, mineros, médicos, profesores...
Incluso los policías, guardias civiles, ertzainas y militares, a través de algunas de sus asociaciones y sindicatos, van comprendiendo la gravedad de la situación, que también les afecta, y llaman a evitar la represión injustificada. Saludamos estos llamamientos y pedimos a estos cuerpos que se opongan realmente a la represión generalizada y desproporcionada, no llevándola a cabo. Las políticas antidemocráticas, fascistas, de sus jefes, como fomentar la no identificación de los agentes que actúan así como bandas paramilitares armadas (caso del enano fascista Puig en Catalunya), y otras, deben provocar la indignación y el rechazo de los agentes y guardias o militares demócratas, que los hay sin duda, aunque sólo sea porque lógicamente causan el profundo desprecio, rechazo y odio que las masas tienen y van aumentando hacia estos cuerpos represivos.
Los/as trabajadores/as, jóvenes, estudiantes, parados/as, empleados, autónomos y hasta pequeños empresarios, deben rechazar esas sucias tácticas de división y unirse hoy más que nunca.
Es del máximo interés común cortar el paso a estas políticas, las lleve a cabo quien las lleve (como el PP en España, el PSOE-IU en Andalucía, CiU en Catalunya...), y para ello nada mejor que unirnos todos los trabajadores, todo el pueblo afectado por esta política de empobrecimiento, explotación y miseria contra toda la clase de los capitalistas y sus lacayos políticos de todos los "colores". Hay que lograr terminar con la intervención del capital extranjero y el gobierno de España (su principal agente), para lo cual es preciso tumbarlo.
Algunos partidos y organizaciones o sindicatos vascos, en particular, defienden que es momento de la independencia o de un marco propio de relaciones laborales y de otros tipos. Creemos sinceramente que no es incompatible una cosa con la otra, sino que mutuamente se complementan y refuerzan. Por ello apoyaremos también las movilizaciones de este sector de la sociedad, como es natural, incluso a pesar del oportunismo que puedan suponer por parte de sus convocantes.
Tanto estas movilizaciones como las de CCOO-UGT u otros, pueden encontrarse, y de hecho se encontrarán, abanderadas por el oportunismo instalado especialmente en las respectivas cúpulas. Lo que hay que hacer es aprovechar las convocatorias y desbordarlas en asistencia y combatividad.
Por ello llamamos a toda la juventud trabajadora y estudiante, a todos los trabajadores, obreros, empleados, autónomos y pequeños empresarios:
- A secundar las movilizaciones convocadas el 19 y el 21 de julio (y las que les sigan) por los distintos sindicatos de uno u otro signo, plataformas y partidos, en contra de la política de recortes, antisocial y traidora, de los distintos gobiernos;
- A unirse a sindicatos, asociaciones y plataformas que actúen en defensa de los intereses de los trabajadores, trabajando cada uno desde su puesto y capacidades en unir a la clase trabajadora en su lucha;
- A unirse a los comunistas, a organizaciones marxista-leninistas cuyo objetivo es la revolución socialista, como GKB;
- A exigir, junto con los comunistas, a los sindicatos, organizaciones y partidos, que abandonen el sectarismo y sus políticas fracasadas, lleguen a acuerdos y a la unidad en la lucha por los intereses de la clase obrera y todos los trabajadores, la juventud, los estudiantes, pensionistas, etc.;
- A prepararse y estar dispuestos a nuevas luchas y resistencias más amplias, más prolongadas y más duras, si fuera el caso.
- A continuar atentos y movilizados en el camino a una Huelga General indefinida que derribe al gobierno y obligue a la convocatoria de elecciones.
Bilbao, 18 de julio 2012
Comité Central - Komite Zentrala
GKB-UJC Euskal Herria
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