Tal día como un 9 de agosto pero de 1942, se jugó en Kiev el partido fútbol más cruel de la historia. Fue bautizado como el 'Partido de la Muerte'. Lo fue, literalmente, para varios futbolistas ucranianos. El mito germinó, paradójicamente, en un gran éxito de Hollywood: 'Evasión o victoria'.
Pero la historia real fue muy diferente a la que contó el cine. Su escenario fue la Ucrania ocupada por el Ejército Nazi. Allí, un equipo de fútbol inspiró la resistencia a la ocupación alemana. Fue el FC Start, que humilló a los invasores y provocó la cruel reacción de la cúpula del Tercer Reich, causando la muerte de al menos cuatro futbolistas locales -algunas fuentes hablan de cinco-.
El FC Start fue creado por futbolistas del Dinamo de Kiev -en su mayoría- y del Lokomotiv, su rival ciudadano. El nuevo club nació en una panadería, propiedad de un hincha del Dinamo de origen alemán que dio trabajo a Trusevich, el portero de su equipo, condenado a la indigencia tras la ocupación de la capital de Ucrania. Poco se sabe de las motivaciones del dueño del local situado en Kiev 3. Para unos, fue un gesto altruista el que llevó a Josef Kordik a contratar a Trusevich como limpiador y encargarle la búsqueda del resto de sus compañeros para resucitar al Dinamo; otros creen que lo hizo sólo para lucrarse a su costa, subastándolos como si fueran ganado para jugar partidos gracias a su buena sintonía con las fuerzas de ocupación.
El Start jugó su primer partido en junio de 1942. Fue ante el Rukh, un equipo local, al que goleó 7-2. Poco después, pasó a medirse a equipos formados por soldados de las fuerzas invasoras, alemanes, húngaros o rumanos. Hasta que topó con la Luftwaffe y las SS. Tras una serie inmaculada de victorias, el 6 de agosto, el Start se ensañó también con el Flakelf, conjunto formado por militares de élite de la aviación alemana, al que derrotó por 5-1. Los germanos pidieron revancha. El partido quedó fijado para el 9 de agosto.
A día de hoy, lo único que se sabe a ciencia cierta de aquel encuentro es que los ucranianos volvieron a ganar, esta vez 5-3. Según la leyenda, antes del partido, el árbitro, un oficial de las SS, pidió a los soviéticos que se que hicieran el saludo nazi ante las autoridades germanas presentesy se negaron en el Zenit Stadium -llamado hoy Start Stadium en homenaje a aquel legendario equipo-. En el descanso, otro oficial alemán visitó a los locales (que ganaban ya 2-1) para advertirles de las fatales consecuencias de una posible victoria.
Pero el Start ganó. Se sobrepuso a la violencia del Flakelf -que marcó un gol con Trusevich fuera de combate tras recibir una patada en la cabeza- e impuso su calidad a la evidente superioridad física rival. Según la biografía soviética, un jugador del Dinamo, Goncharenko, hizo un gol tras bailar a toda la zaga alemana. Y otro, el defensa Oleksey Klimenko, hizo lo propio en la recta final del partido. Sin embargo, no marcó; regateó hasta al portero rival, pero optó por el humillante indulto. El Start era ya el orgullo de Kiev, su última esperanza de resistencia y libertad.
Esa segunda derrota fue demasiado para los alemanes, que prepararon la venganza en frío. Una semana después, el 16 de agosto, el Start volvió a ser obligado a jugar, de nuevo ante el Rukh (8-0). Tras el partido, la Gestapo arrestó a varios jugadores, oficialmente por pertenecer a la NKVD (Comisariado del pueblo para asuntos internos). En realidad, uno de ellos, Mikola Korotkykh, ya había sido detenido antes del partido del 6 de agosto y murió unas semanas después, tras ser torturado. El resto fueron enviados al campo de trabajo de Sirets, donde Klymenko, el portero Trusevich e Ivan Kuzmenko fueron ejecutados en febrero de 1943.
Hace años, en Kiev , me contaron por qué los jugadores del Dinamo habían merecido una estatua. Me contaron una historia de los años de la guerra , Ucrania ocupada por los nazis.
Los alemanes organizan un partido de fútbol, la selección nacional de sus fuerzas armadas contra el Dinamo de Kiev, formado por obreros de la fábrica de paños, los superhombres contra los muertos de hambre.
KIEV, VERANO DE 1942
El estadio está repleto, las tribunas se encogen silenciosas cuando el ejército vencedor mete el primer gol de la tarde. Se encienden cuando el Dinamo empata, estallan cuando el primer tiempo termina con los alemanes perdiendo 2 a 1
El comandante de las fuerzas de ocupación envía a su asistente a los vestuarios, los jugadores del Dinamo escuchan la advertencia:
“Nuestro equipo nunca fue vencido en territorios ocupados”
y la amenaza: “si ganan , los fusilaremos!!!”
KIEV , VERANO DE 1942
Los jugadores vuelven al campo, a los pocos minutos, ¡¡¡¡tercer gol del Dinamo!!!!, el público sigue el juego en pie y en un solo y largo grito¡¡¡¡¡cuarto gol!!!!! El estadio se viene abajo!!!!!
Súbitamente antes de la hora, el juez da por terminado el partido , los fusilaron con los equipos puestos en lo alto de un barranco!
KIEV, VERANO DE 1942 .
Pelicula Ukraniana en honor al FC Start y sus Heroicos componentes trailer .
Pero la historia real fue muy diferente a la que contó el cine. Su escenario fue la Ucrania ocupada por el Ejército Nazi. Allí, un equipo de fútbol inspiró la resistencia a la ocupación alemana. Fue el FC Start, que humilló a los invasores y provocó la cruel reacción de la cúpula del Tercer Reich, causando la muerte de al menos cuatro futbolistas locales -algunas fuentes hablan de cinco-.
El FC Start fue creado por futbolistas del Dinamo de Kiev -en su mayoría- y del Lokomotiv, su rival ciudadano. El nuevo club nació en una panadería, propiedad de un hincha del Dinamo de origen alemán que dio trabajo a Trusevich, el portero de su equipo, condenado a la indigencia tras la ocupación de la capital de Ucrania. Poco se sabe de las motivaciones del dueño del local situado en Kiev 3. Para unos, fue un gesto altruista el que llevó a Josef Kordik a contratar a Trusevich como limpiador y encargarle la búsqueda del resto de sus compañeros para resucitar al Dinamo; otros creen que lo hizo sólo para lucrarse a su costa, subastándolos como si fueran ganado para jugar partidos gracias a su buena sintonía con las fuerzas de ocupación.
El Start jugó su primer partido en junio de 1942. Fue ante el Rukh, un equipo local, al que goleó 7-2. Poco después, pasó a medirse a equipos formados por soldados de las fuerzas invasoras, alemanes, húngaros o rumanos. Hasta que topó con la Luftwaffe y las SS. Tras una serie inmaculada de victorias, el 6 de agosto, el Start se ensañó también con el Flakelf, conjunto formado por militares de élite de la aviación alemana, al que derrotó por 5-1. Los germanos pidieron revancha. El partido quedó fijado para el 9 de agosto.
A día de hoy, lo único que se sabe a ciencia cierta de aquel encuentro es que los ucranianos volvieron a ganar, esta vez 5-3. Según la leyenda, antes del partido, el árbitro, un oficial de las SS, pidió a los soviéticos que se que hicieran el saludo nazi ante las autoridades germanas presentesy se negaron en el Zenit Stadium -llamado hoy Start Stadium en homenaje a aquel legendario equipo-. En el descanso, otro oficial alemán visitó a los locales (que ganaban ya 2-1) para advertirles de las fatales consecuencias de una posible victoria.
Pero el Start ganó. Se sobrepuso a la violencia del Flakelf -que marcó un gol con Trusevich fuera de combate tras recibir una patada en la cabeza- e impuso su calidad a la evidente superioridad física rival. Según la biografía soviética, un jugador del Dinamo, Goncharenko, hizo un gol tras bailar a toda la zaga alemana. Y otro, el defensa Oleksey Klimenko, hizo lo propio en la recta final del partido. Sin embargo, no marcó; regateó hasta al portero rival, pero optó por el humillante indulto. El Start era ya el orgullo de Kiev, su última esperanza de resistencia y libertad.
Esa segunda derrota fue demasiado para los alemanes, que prepararon la venganza en frío. Una semana después, el 16 de agosto, el Start volvió a ser obligado a jugar, de nuevo ante el Rukh (8-0). Tras el partido, la Gestapo arrestó a varios jugadores, oficialmente por pertenecer a la NKVD (Comisariado del pueblo para asuntos internos). En realidad, uno de ellos, Mikola Korotkykh, ya había sido detenido antes del partido del 6 de agosto y murió unas semanas después, tras ser torturado. El resto fueron enviados al campo de trabajo de Sirets, donde Klymenko, el portero Trusevich e Ivan Kuzmenko fueron ejecutados en febrero de 1943.
Hace años, en Kiev , me contaron por qué los jugadores del Dinamo habían merecido una estatua. Me contaron una historia de los años de la guerra , Ucrania ocupada por los nazis.
Los alemanes organizan un partido de fútbol, la selección nacional de sus fuerzas armadas contra el Dinamo de Kiev, formado por obreros de la fábrica de paños, los superhombres contra los muertos de hambre.
KIEV, VERANO DE 1942
El estadio está repleto, las tribunas se encogen silenciosas cuando el ejército vencedor mete el primer gol de la tarde. Se encienden cuando el Dinamo empata, estallan cuando el primer tiempo termina con los alemanes perdiendo 2 a 1
El comandante de las fuerzas de ocupación envía a su asistente a los vestuarios, los jugadores del Dinamo escuchan la advertencia:
“Nuestro equipo nunca fue vencido en territorios ocupados”
y la amenaza: “si ganan , los fusilaremos!!!”
KIEV , VERANO DE 1942
Los jugadores vuelven al campo, a los pocos minutos, ¡¡¡¡tercer gol del Dinamo!!!!, el público sigue el juego en pie y en un solo y largo grito¡¡¡¡¡cuarto gol!!!!! El estadio se viene abajo!!!!!
Súbitamente antes de la hora, el juez da por terminado el partido , los fusilaron con los equipos puestos en lo alto de un barranco!
KIEV, VERANO DE 1942 .
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