Partido obrero socialista internacionalista.

Hoy estoy cachondón y voy a contar una anécdota:

Cuando yo estudiaba (en una Facultad de Ciencias de Madrid) las asambleas no se podían hacer prácticamente nunca a las claras, por ejemplo en un salón de actos, sino que se disimulaban en clases o salas grandes como si se estuviera dando clase o una conferencia o algo así. Quien llevaba la asamblea incluso se ponía un bata como si fuera un profesor y las intervenciones se hacían sentados en las sillas, apenas levantándose un poco, se votaba levantando levemente la mano y cosas así para que no se viera desde fuera o no se enteraran los chivatos policiales (algunos de los bedeles y conserjes eran guardias civiles jubilados) o los propios policías que en ocasiones patrullaban por los pasillos. En esa Facultad había una pareja de novios (me parece que ambos estudiaban Biológicas) que eran los únicos militantes del POSI-PORE (así se llamaba entonces ese partido) y eran conocidos por ser insoportablemente coñazos. Cuando la gente veía que alguno de los dos iba a intervenir en la asamblea, esta se terminaba porque la mayoría se levantaba y como si una clase se acabara, se marchaban. Eran insufribles. Entonces los militantes de los partidos de izquierda éramos verdaderos culos de hierro, aguantábamos lo que fuera y el tiempo que fuese necesario, pero con esta pareja era imposible. Ambos tenían por costumbre entrar a los aseos antes de ir a la asamblea correspondiente y en más de una ocasión los encerraron en los WC para que no pudieran ir. Aún recuerdo el tono de voz pausado, suave, aleccionador y, casi siempre, echándole unas regañinas del carajo a la gente por no seguir sus consignas. Tremendo.