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    Evaluación de los Resultados Económicos del Gobierno de Salvador Allende

    plasmauricio
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    Gran camarada
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     Evaluación de los Resultados Económicos del Gobierno de Salvador Allende Empty Evaluación de los Resultados Económicos del Gobierno de Salvador Allende

    Mensaje por plasmauricio Jue Sep 13, 2012 4:19 pm

    Evaluación de los Resultados Económicos del Gobierno de Salvador Allende

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    Por años, aprovechando su propiedad monopólica de los medios de comunicación, los instigadores del golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Allende, han repetido patrañas, tales como que dicho Gobierno destruyó el aparato productivo, generó el caos económico y poco menos, que condenó al hambre a la población. Se trata, por cierto, de la continuidad de la campaña de mentiras con las que prepararon la intervención militar. Sin embargo, ese burdo montaje no resiste un análisis serio. Eso es lo que hizo Gonzalo Martner García, Director de la Oficina de Planificación Nacional del Gobierno de la Unidad Popular, en su libro El Gobierno del Presidente Salvador Allende 1970-1973: Una Evaluación. Acudiendo exclusivamente a cifras oficiales, demuestra que en casi todos los aspectos de la economía, el Gobierno de Allende fue superoor a los dos gobiernos que le precedieron, y por supuesto, a la dictadura militar que lo sucedió.


    Se ha señalado por muchos críticos del Gobierno de Allende que su gestión fue un "fracaso económico", que "condujo al caos", que "destruyó la economía nacional", que "no había para comer" e incluso se comparó a los niños chilenos con los de Biafra, y se hicieron muchas aseveraciones más. Elegantes damas desfila¬ron por las calles, con sus cacerolas gritando "queremos pan...".

    Ha pasado el tiempo y es bueno volver la vista eras para examinar comparativamente esos tres años de la vida económica, y relacionarlos con los días anteriores y con los posteriores.

    Conviene hacer algunas presiones; el sexenio anterior a Allende contó con la mayor ayuda externa, por persona, de la América Latina de ese entonces, gracias a su adhesión a la Alianza para el Progreso. Los catorce años posteriores recibieron préstamos por unos 16 mil millones de dólares, los que llevaron la deuda externa a mas de 20 mil millones de dólares, se beneficiaron de los planes de inversiones en el cobre y de la nacionalización total de las minas, que rindieron más de 10 mil millones de dólares más, a la par que el país logra expandir significativamente las exportaciones no tradicionales.

    El Gobierno de Allende no recibió crédito externo suficiente, vio disminuir el precio del cobre y no dispuso de moneda externa para hacer funcionar la industria ocupada así plenamente y altamente dependiente de insumos importados.

    Se produjo la crisis de 1973 y bien vale la pena compararla con las que le siguieron.
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    El lector puede preguntarse legítimamente en qué año hubo mas paralización y retroceso. Si al año 1973 (de profunda crisis políti¬ca además) se le llamó el caos económico, ¿no podría colocarse los años 1975 y 1982 como la cúspide del caos y del mal manejo eco¬nómico de la historia contemporánea de Chile?

    ¿Qué pueden pen¬sar los industriales, los comerciantes y los transportistas, que fue¬ron agentes activos en el derrumbe de la democracia y la caída de Allende en 1973, acerca de la gestión económica en 1975 y 1982?

    ¿Que piensan los trabajadores, que luego de tener un nivel de pleno empleo en 1973 vieron aumentar el desempleo a cifras de 10 a 50°/o de la fuerza laboral en ciertos sectores (si se incluye, como debe ser, el "empleo mínimo" como parte de la cesantía)?

    Digamos, en breve, que la caída de la producción y del empleo del año 1973 fue mucho menos y menos amplia, en parte ocasionada por la caída leve de la producción industrial y agrícola.

    Las cifras de "éxito económico" que suelen divulgarse acerca de la política neoliberal se toman a partir de las bajas cifras de las crisis de 1975 y 1982. A partir de esos bajos niveles se crece, se expande.

    Junto con ser poco éticas estas comparaciones, carecen de valor técnico. Las tasas de crecimiento deben considerarse en relación a años bases normales, no desde el punto más bajo.

    Es aceptado universalmente que uno de los objetivos principales de una sociedad es el de aumentar su nivel de desarrollo. El indica¬dor esencia que se utiliza, entre otros, es la medición del producto por persona, se dice que un país que crece y se desarrolla cuando el producto por persona crece. Pues bien, en los dos años normales en que gobernó la Unidad Popular el producto por persona de 30.1 miles de pesos (de 1977) promedio en el bienio 1969-70 subió a 31.9 miles de pesos en 1971-72, o sea en un 6%. . Es decir, el gobierno de Allende hizo avanzar el crecimiento en Chile, este fue un 6% más alto que el bienio anterior.

    Ahora ¿qué ha sucedido después del gobierno de Allende?

    El producto por persona bajo a 28.9 miles de pesos (de 1977) en 1974, luego bajo en 1975 y siguió en 25.2 miles de pesos en 1976, en 27.2 miles de pesos en 1977, en 29.0 miles de pesos en 1978; en 30.8 miles de pesos en 1979; y recién en 1980 (seis anos des¬pués) llegó a 32.7 miles de pesos, superando apenas la marca de 1971; en 1981 luego a 33.9 miles de pesos para caer en 15.5°/o en 1982 y quedan en 28.6 miles de pesos (es decir al nivel que tenía en 1966).

    Siguió bajando a 28.0 miles de pesos en 1983, para lue¬go quedar en 29.1 miles de pesos, 29.5 miles en 1985.
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    El consumo privado fue en 1972 el más elevado que se co¬nozca. Para 1987 la CEPAL calcula que el producto per cápita es de 2.5°/o inferior al de 1980.

    Es decir, solo recién en 1987 llega al nivel de producto por persona de 1971.

    Las propias cifras del gobierno (Banco Central) muestran que Chile ha perdido, desde el punto de vista de su ingreso por persona más de 14 años de historia.

    Toda la acumulación de poder, las violaciones de los derechos humanos, la multiplicación de la deuda externa por 5 veces, el aumento de las exportaciones, etc. no han permitido a un gobierno que se dice propulsor del desarrollo nacional, ni siquiera sostener el nivel de producto por persona y el consumo por persona que alcanzó el Gobierno de Allende y mejorarlo.

    Tampoco ha logrado el régimen actual, orientado a la exportación, cambiar la composición del producto geográfico bruto según sectores transables y no transables.

    Los sectores transables de la producción (es decir los que se pueden vender en el exterior, como los productos agrícolas, pesqueros, mineros e industriales) representaban alrededor del 40% del producto geográfico en 1971-1972. Esta participación fue bajando y se mantuvo entre un 36% y 38% entre 1978 y 1983. Según los cálculos oficiales (según El Mercurio de fecha 10 de enero de 1988) se estimó esta participación en 38% para 1987. Es decir, aún está a un nivel inferior al de 1971-72.

    La distribución funcional del ingreso geográfico, muestra según fuentes oficiales (Banco Central 1) que la participación porcentual de las remuneraciones del trabajo en el ingreso total fue en promedio de 62.2% en 1971-72.

    Esta participación bajo, según fuentes oficiales a menos del 50% en 1979 y 1980 y no se ha logrado, por cierto, una distribución más favorable a los trabajadores en todo el periodo del gobierno militar.

    En lo que respecta a la tasa de acumulación caben también com¬paraciones interesantes. Según cifras del Banco Central, la tasa de formación bruta de capital fijo fue en promedio de 16.5% en 1971-72.

    En el período de la mayor disponibilidad de recursos ex¬ternos de la historia de Chile, el gobierno de Pinochet en 14 años solo en dos -1980 y 1981- tuvo una tasa levemente superior de 18.5%.

    En los doce años restantes, la tasa de inversión fue de 14%, 12%, 13% y 15%.

    En que se puede sostener, frente a esta realidad, la afirmación de que el Gobierno de la Unidad Popu¬lar no hizo inversiones. Pues bien, el gobierno neoliberal no ha sido capaz de recuperar los niveles de inversión de los Gobiernos de Allende, Frei y Alessandri.

    El Gobierno de Allende estimuló la construcción, la que llegó a 35.2 millones de pesos de 1977 en 1971-72. Ese nivel solo fue alcanzado en dos años -1974 y 1981- y en los doce años restantes la construcción fue inferior al nivel de 1970-72. Se ha dicho que la inversión había sido nula durante el gobierno de Allende; pero las cifras del Banco Central dicen otras cosas, pues no solo la construcción fue elevada sino también la compra de máquinas y equipos importados y nacionales. En 1970-72 se llegó a 15.6 millones de pesos promedio (de 1977) en compra de maquinarias, cifra superior a la de los años 1974, 1975, 1976, 1983 y 1984. Por su parte, la compra de maquinas producidas en Chile fue de 3.6 millo¬nes promedio de pesos en 1977 en el bienio.

    Pues bien, esta cifra es superior a los 14 años posteriores, salvo el año 1974. En 1983¬-85 la compra de maquinarias nacionales ha bajado a la mitad del bienio 1971-72, como fruto de una política de desnacionalización generalizada.

    La tasa de ahorro fue de 12.5% en 1971 y 8.3% en 1972, fue superior a la de los años 1975, 1977, 1978, 1979, 1981, 1982, 1983. Al parecer solo en 1986 se habría mejorado algo la tasa de ahorro.

    Se dijo que el Gobierno de Allende había estimulado sólo el consumo; efectivamente aumento el ingreso de los trabajadores, pero estos ahorraron para comprar sus viviendas; en cambio, durante el gobierno autoritario, los sectores beneficiados han ahorrado menos que en 1971; ha preferido el gasto de consumo importado, financiado con préstamos externos.

    La política econórnica de Allende logró dar empleo en los sectores productivos y así la tasa de desocupación fue según el Banco Central, de 3.3% de la fuerza laboral. Las cifras oficiales muestran,pese a su manipulación, que el desempleo ha sido masivo y permanente, mostrando tasas oficiales que van de un 10% a 20%; si se agregan los desempleados de los programas de "empleo minimo" se llega a un 30% en ciertos años; sólo en 1987 se habría reducido algo el desempleo, según fuentes oficiales.

    La estrategia del Gobierno de Allende fue acelerar el desarrollo a través de cambios estructurales, pleno empleo de los recursos humanos y utilización plena de la capacidad instalada, dando gran enfasis a la industrialización.

    El producto industrial creció de 69.9 miles de millones de pesos en 1977 en 1970 a 79.4 millones en 1971 y luego a 81.8 millones en 1972.

    Este enorme aumento fue logrado en el álgido período de la formación del área de propiedad social, con huelgas, paros, faltas de insumos, allanamientos, etc., y cuando los trabajadores participaron en la gestión de las empresas. Pues bien, este nivel no fue jamás alcanzado en términos absolutos y relativos durante el gobierno autoritario desde 1974 hasta 1987.

    La tasa de aumento de la actividad fabril de 1971, de 14.7% no tiene comparación con ninguna otra desde 1960 hasta 1987. Tampoco tiene comparación la tasa de aumento de las ventas industriales (14.4%) de 1971, desde 1962 a 1987. El grado de industrialización, es decir la participación de la industria en el producto geográfico llegó al 26.6% en 1972; en 1985 fue sólo de 20.4%.

    La construcción de viviendas iniciadas en todo el país llegó a 89.203 unidades en 1971, cifra sin comparación ni antes ni después de la Unidad Popular. Según cifras del Banco Central, entre 1971 y 1973 se iniciaron 163.293 viviendas, o sea un promedio anual de 54.531 viviendas. Si se compara este promedio de construcción de viviendas con los afros posteriores sólo tendría un equivalente en el año 1985; en todos los otros años es inferior.

    La deuda externa contraída por el Gobierno de Allende fue exigua. Así de un nivel de 2.767 millones de dólares en 1970 se pasó a 3.261 millones en 1973. El gobierno autoritario incrementó la deuda a 9.413 millones en 1980 y a 17.650 millones en 1987. La sangría del servicio de la deuda era de 18.4 millones de dólares en 1972 y subió hasta 1.481 miles de millones de dólares en 1985.

    El coeficiente de servicios de la deuda sobre exportaciones era de 36.8% en 1971, pero se redujo en 1972 y 1973 y en promedio llegó al 21% para 1971-1973. El coeficiente incluyendo pagos anticipados fue de 39.6% en 1980, de 64.2% en 1981 y en 1982, para quedar en casi 50% en los años posteriores.

    Se ha escrito mucho acerca de las políticas de importaciones de la Unidad Popular y la reducción consiguiente de las reservas internacionales en 1971 a 1973. El monto de las reservas internacionales del Banco Central fue de 394 millones de dólares en 1970, y bajaron a 163 millones en 1971 y a 76 millones en 1972, para subir a 167 millones en 1973 (cuando subió el precio del cobre a fines de ese año).

    Puede verse por las cifras oficiales (Banco Central) que no hubo ningún año durante el gobierno de Allende con reservas negativas. Esto contrasta con el año 1961 cuando el "experimentado" Presidente Alessandri tuvo reservas equivalentes a -5 millones de dólares y las bóvedas del Banco Central vacías; más tarde, en 1964, el saldo fue de -24 millones de dólares. Bajo la presidencia de Eduardo Frei hubo reservas negativas en 1964 por -17 millones de dólares y más tarde, bajo Pinochet en 1975 por -129 millones de dólares.

    Las cifras muestran en términos comparativos que el Gobierno de Allende con una situación de bloqueo financiero y la caída del precio del cobre pudo dignamente, no sumarse a la situación de reservas negativas de esos otros presidentes, en ciertos años.

    La educación tuvo una expansión importante durante 1971-72. El gasto fiscal en educación, según el Banco Central 1, fue de 589 millones de dólares de 1976 promedio. Esta cifra bajó hasta 341 millones en 1975 y solo en 1980 recupera el nivel de 1971; luego vuelve a caer para quedar en alrededor de 500 millones después de 1983, siempre por debajo de la cifra record de 1972 de 617 millones de dólares.

    Estas cifras de gasto se traducen también en disminución de los servicios de educación, tanto pública como privada, en efecto, en 1971-73 la matrícula en la educación básica llegó a 2.311.166 millones de alumnos, nivel que comenzó a disminuir hasta llegar a 2.073.277 en 1984. Así, pues, en ningú año posterior se llegó al nivel de matrícula de 2.383.661 que alcanzó el gobierno de Allende al comenzar el año 1973. 0 sea, en 1984 habrían 310.384 niños menos que no pudieron matricularse en la escuela básica; a esta cifra debe sumarse el crecimiento demográfico, con lo que se amplia aún más el "deficit educational".

    La Unidad Popular dio enfasis a la industrialización y expandió la enseñanza técnica profesional de nivel medio. El gobierno autoritario dio énfasis a la enseñanza científico humanista. Sin embargo, por otro lado restringió la matrícula universitaria, creando así grandes cantidades de personas frustradas e inadaptadas a los requerimientos de la industrialización.

    La educación superior aumentó su matrícula desde 76.979 estudiante en 1970 a 139.995 en 1973. Esta cifra ha disminuido constantemente hasta llegar el año 1981 —año de "boom"— a 118.669 estudiantes, para luego recuperarse algo ; es decir, entre esos altos 21.326 jóvenes no asistieron a la universidad, a los que debe sumarse el crecimiento vegetativo. El total de alumnos matriculados representó en 1971-73 el 63.8% de la población en edad escolar; nivel que desciende hasta llegar al 54.8% en 1984.

    El gasto fiscal en salud fue de 275 millones de dólares promedio anual entre 1971 y 1973. Este nivel de gasto disminuye constantemente en los años posteriores para llegar a 160 millones en 1984.

    El gasto fiscal en viviendas baja de 198 millones de dólares promedio anual en 1971-73 a 75 millones en 1984. El gasto fiscal en desarrollo regional que fue de 21 millones de dólares y luego de subir algunos años bajó a un promedio anual de 16 millones en 1983-84.

    La disminución del gasto fiscal social, y las consecuencias del desempleo masivo, de las desnacionalizaciones, de la desindustrialización y de la redistribución regresiva del empleo han conducido al resultado de bajar el nivel de alimentación del pueblo chileno. Según cifras oficiales (Banco Central 1) la disponibilidad total de calorías diarias por persona bajó de un promedio anual de 2.072 en 1971-72 a cifras menores en el periodo autoritario.

    El nivel de 2.819 alcanzado en 1972, jamás fue logrado. La disponibilidad de proteínas que fue en promedio anual de 74 gramos por persona, bajó a un promedio de 68 gramos después de 1980, luego de haber estado al nivel de 62 en algunos años. Al comprobar estas cifras publicadas por el Banco Central en 1986, el autor de este libro no puede sino sorprenderse de que existan partidarios del régimen actual que afirmen que la "gente se moría de hambre durante la Unidad Popular; eso dijo la propaganda y eso creyeron los sufridos partidarios de la experiencia neoliberal.

    Al examinar este conjunto de cifras, y las comparaciones realizadas, el lector puede decir que ello se logró al precio de una gran inflación, y desabastecimiento en 1971-73. Estimo que, como se ha explicado ampliamente en los capítulos anteriores, la inflación pudo ser controlada con éxito en 1971 y que en 1972 llegó a 164%; y desde enero a agosto de 1973 llegó a 150%.

    Un factor en la inflación fue el déficit fiscal, provocado deliberamente por el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Nacional con su mayoría en el Congreso Nacional. El Gobierno de Allende programó un déficit fiscal de 4 a 5% del producto geográfico bruto para 1971, para movilizar la capacidad ociosa existente; era la política solo para un año, como se dijo; como se sabe en Chile habían existido déficit altos en años anteriores; durante la administración Alessandri el déficit fue de 5.8% con respecto al producto en 1964.

    En 1971 la baja del cobre y reajuste no previsto de remuneraciones, y desfinanciados, hicieron subir el déficit al 10.7% del producto y más tarde al 13% en 1972 y 24% en 1973. Durante la administración Pinochet el déficit equivalió al 10.5% en 1974 para bajar hasta 1981 y luego crecer al 2.3% en 1982, al 3.8% en 1983, al 4% en 1984 y al 6.3% en 1985; crecimientos que se explican como un medio de ayudar a la recuperación económica, luego de la crisis de 1982.

    El déficit fiscal fue la herramienta usada por la oposición como se explicó, destinada a frenar el cumplimiento del programa de la Unidad Popular y crear las condiciones para un pronunciamiento militar. La inflación, el desabastecimiento y las huelgas insurreccionales fueron provocados por la oposición.

    El Gobierno de Allende fue acorralado y no pudo controlar este proceso, debido a su respeto por la legalidad existente.

    El gobierno de Pinochet ha reducido la inflación del periodo 1972-73 y la ha mantenido a sus niveles históricos, de 20 a 30% anual. El costo ha sido la liquidación de la democracia, abolición del Congreso Nacional, de los partidos politicos, de las centrales sindicales; el sacrificio de la equidad al crear un grupo social privilegiado y una mayoría empobrecida; y el retroceso en el desarrollo econórnico. En 1987 Chile, según los indicadores económicos oficiales, es tan subdesarrollado como hace 14 o 16 años atrás, más injusto socialmente, y esta internacionalmente aislado.

    Según cifras oficiales, el producto geográfico bruto creció en 22.7% entre 1974 y 1985. La población aumentó, a su vez, en 20.4%; es decir en 11 años, el producto por persona creció en 2.3%, o sea a un ritmo promedio anual de 0.2°/o. Esta última cifra puede compararse con el 2.6% del periodo 1960-1970.

    Desde el punto de vista de los resultados en el desarrollo ellos son pues nulos; el país está peor que antes. Esto es un fracaso histórico, sin precedentes. Ahora tiene el más alto desempleo de trabajadores. Pero a ello ha de agregarse que parte de las empresas nacionales han sido vendidas a capitales exteriores y que aumentan las remesas al exterior. Asimismo el país tiene una deuda que es superior al producto de un año (equivale al 120%) y que debe enviar cada año unos 1.300 millones de dólares por concepto de servicios al exterior; es decir, el 10% del producto anual y un porcentaje elevado del ahorro nacional.

    ¿Pueden estar orgullosos de esta "obra de gobierno", los economistas neoliberales, los empresarios privados, los altos mandos militares y todo el conjunto de chilenos y chilenas que se jugaron por derribar al gobierno democrático de Salvador Allende?

    ¿Que piensan ahora los dirigentes políticos opositores y ex-parlamentarios que, sabiéndolo, desfinanciaron las leyes de presupuesto con la declarada finalidad de provocar inflación?

    En realidad, la administración Pinochet contó con todos los medios para haber desarrollado la economía chilena. La nacionalización del cobre y el programa de inversiones para duplicar la producción de cobre, realizados antes, rindieron después de 1974 más de 10 mil millones de dólares; desde ese año se obtuvieron préstamos por unos 18 mil millones de dólares más; dieron un volumen impresionante. de divisas para haber desarrollado el país.

    Las exportaciones que en el bienio 1971-72 fueron de 923 millones de dólares en promedio, llegaron a 4.705 millones de dólares en 1980, o sea, 5 veces más; y quedaron en 3.741 millones promedio entre 1983-85; para alcanzar a mas de 5 mil millones en 1987, o sea 5,4 veces más que en 1971-72.

    Es sabido que todos estos recursos se desaprovecharon y se ha avanzado muy poco en la modernización y eficiencia global de la economía chilena; el país continua exportando materias primas, sin elaboración, con un bajo impacto en empleo, la especialización y el avance tecnológico.

    (*) (1928-2002) Ex Director de la Oficina de Planificación Nacional del Gobierno de la Unidad Popular, actual Ministerio de Desarrollo Social.

    Este texto corresponde al acápite del Capítulo IX, páginas 526 a 535. Las cifras están actualizadas hasta 1987.

    En Chile, el libro fue publicado en 1988, por ediciones LAR.

    (Fuente: diarioreddigital)

      Fecha y hora actual: Vie Abr 26, 2024 4:10 pm