Sin embargo lo que fue derrotado económica y políticamente, fue el comunismo. Si alguien quiere cerrar los ojos ante esta realidad...........
Políticamente sí, al igual que el capitalismo en su día cuando aun estaba en sus inicios en Europa. Es lógico, un proyecto es más sólido políticamente cuanta más experiencia política tiene. El comunismo tenía en 1991 apenas siglo y medio de experiencia en general y 70 años de experiencia de gobierno en particular. El capitalismo tenía ya más de cuatro siglos, pues desde el siglo XV ya se implantó en ciudades enteras.
No obstante, si cree que los comunistas no hemos realizado el balance pertinente, está muy equivocado. Y, si observa la trayectoria histórica del comunismo, verá que no hacemos más que movernos en base a la autocrítica de nuestra experiencia práctica. En 1848 apareció el movimiento comunista moderno en la escena política. Ni siquiera se pasó de la fase insurreccional en las revoluciones que tuvieron lugar en la Europa de entonces. Luego de un periodo de contrarrevolución y de reflexión y balance en el movimiento comunista se llegó a la Comuna de París en 1871, donde se logró establecer un proyecto socialista en la ciudad de París durante unos meses. Después del subsiguiente periodo de contrarrevolución y reflexión vinieron la Revolución Rusa y los países socialistas que surgieron en el ciclo iniciado por ella (China, Cuba, etc...). Ese ciclo se cierra en 1991, con la consecuente fase de contrarrevolución y reflexión en el movimiento comunista. Y es aquí donde nos encontramos ahora. Como verá, cada nueva fase de ascenso nos ha ido llevando a un nivel superior de conquistas y logros que las anteriores fases de ascenso.
Y esto Marx ya lo advirtió perspicazmente hace siglo y medio:
Las revoluciones burguesas, como la del siglo XVIII, avanzan arrolladoramente de éxito en éxito, sus efectos dramáticos se atropellan, los hombres y las cosas parecen iluminados por fuegos de artificio, el éxtasis es el espíritu de cada día; pero estas revoluciones son de corta vida, llegan en seguida a su apogeo y una larga depresión se apodera de la sociedad, antes de haber aprendido a asimilarse serenamente los resultados de su período impetuoso y agresivo. En cambio, las revoluciones proletarias como las del siglo XIX, se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas, retroceden constantemente aterradas ante la vaga enormidad de sus propios fines, hasta que se crea una situación que no permite volverse atrás y las circunstancias mismas gritan:
Hic Rhodus, hic salta!
¡Aquí está la rosa, baila aquí!
Karl Marx, El 18 Brumario de Luís BonaparteSobre la derrota económica solo puedo manifestar su enorme falsedad, pues la economía soviética y la de los países del COMECON no colapsó, sino que fue demolida como consecuencia de la mencionada derrota política. Tanto las inversiones, como el nivel de consumo, como la producción en general crecían a ritmos estables (incluso más estables que en varios países capitalistas) durante los 80. La decisión de demoler las cooperativas agrícolas, las industrias estatales y el sistema de planificación no fue económica, sino política, además de catastrófica. Hay casos de estancamiento en Polonia y Rumania. Pero se debieron fundamentalmente a la deuda externa que contrajeron con el FMI en su afán de "apertura" durante los 60-70. Pero los casos de la URSS, de Checoslovaquia, de la RDA, e incluso de Corea del Norte muestran una clara estabilidad en su crecimiento económico hasta el desastre de 1989-1991. A un ritmo menor que el de los países capitalistas occidentales, sí, pero a cambio de no sufrir crisis cíclicas de sobreproducción y de no saquear los recursos naturales del llamado "tercer mundo".
El hecho de que me tilden de TROLL y me amenacen con el baneo, no hace más que darme la razón.
La razón se la dará la validez de sus argumentos (la cual tiene que ser probada) y no las molestias que estos generen. El victimismo no da la razón nadie, en todo caso da adhesiones o simpatías.