La revolución bolchevique y la construcción del socialismo en la Unión Soviética constituyen ambos el hecho más relevante de la humanidad en el siglo XX. De tal magnitud es su importancia e incidencia en el mundo de nuestros días que, después de 21 años de su desaparición, continúa siendo objeto de inspiración y a la vez fuente de investigación, no sólo para los marxistas honestos que buscan razones para superar cuanto tuvieron de negativo; también para sus enemigos de clase, que en vano pretenden hurgar en las heridas con la intención de sofocar el fervor revolucionario que infieren sus enseñanzas.
La experiencia soviética proporciona suficientes argumentos que nos llevan a afirmar, en honor a la verdad, que la conquista del poder político por parte de la clase obrera no es ninguna utopía y que el capitalismo es del todo vencible cuando se emplea la ciencia marxista-leninista.
El oportunismo, concretando una interpretación tendenciosa del derrumbe de la sociedad soviética, se afana en demostrar que no existen leyes generales en la revolución socialista, para concluir que el “fenómeno” soviético estuvo condicionado por su época y por las circunstancias que rodearon a la Rusia de 1917, negando desde esta tesis que la Dictadura del proletariado, la existencia del Partido de nuevo tipo, el Internacionalismo Proletario y la Revolución violenta son necesarias para acceder al socialismo.
A nosotros no nos cabe la menor duda -y por eso afirmamos- que si hoy existiese un Movimiento Comunista Internacional fuerte en volumen, en ideología y aguerrido, Europa se habría convertido en el escenario de presentes revoluciones socialistas. Sin embargo, los efectos de la crisis de dicho movimiento anula por ahora casi todas las posibilidades de que ello ocurra. Pero este hecho de capital importancia viene a corroborar, y no a negar, que serán los marxistas-leninistas los que guíen a los pueblos hacia el socialismo o éste no devendrá por los caminos retorcidos y falsos, de los que al calor de la propaganda imperialista han creado sobre el papel proyectos acientíficos, que únicamente persiguen desviar a los trabajadores del camino revolucionario.
El PCOE celebra el 95 Aniversario de la Revolución Soviética -inmerso en la reflexión sobre los pros y los contras de tan magno acontecimiento- cuyas experiencias nos aportan datos y argumentos irrefutables que nos permiten alzar la frente y fijar todos nuestros sentidos en la esperanza de alcanzar los anhelos de los trabajadores y de todos los anticapitalistas, de desbrozar el camino que nos guie hasta un mundo en el que la explotación del hombre por el hombre no tenga nunca más cabida.
Sin la existencia de la URSS y demás países del campo del socialismo no tendríamos actualmente la certeza de que el nuevo mundo es posible. La existencia del marxismo-leninismo y su práctica revolucionaria -única en el mundo-, es lo que precisamente nos ha dado fuerzas para vencer todos los obstáculos puestos por los burgueses y los traidores durante estas dos décadas de barbarie imperialista.
¡GLORIA ETERNA AL PUEBLO SOVIÉTICO!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO!
¡VIVA LA UNIÓN SOVIÉTICA!
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)