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La industrialización soviética derrotó al imperialismo en la conquista del espacio (105 años de Serguei Korolev)
texto de Mikel Koba (analista internacional)
publicado en diciembre de 2011 en Tribuna Popular del Partido Comunista de Venezuela
El extraordinariamente capaz ingeniero Serguei Korolev (1907-1966) está unido a la historia victoriosa de la Revolución de Octubre por convertir a la Unión Soviética en el país industrializado más avanzado del Planeta. Toda su pasión creadora, su amor por la ciencia y su lealtad al Socialismo se pusieron al servicio del desarrollo balístico y de la conquista espacial derrotando ampliamente al imperialismo norteamericano que nunca esperó el espectacular avance de la ciencia soviética.
Korolev se benefició de la decisión tomada por el Partido Bolchevique en 1929 de acelerar la formación de ingenieros para atender todos los frentes abiertos por la industrialización acelerada del país. Stalin había dicho con claridad que o el Socialismo superaba su atraso con respecto al capitalismo occidental más desarrollado o sería aplastado por su maquinaria militar. El país, y con él Korolev entre los miles de nuevos técnicos proletarios, asumió el desafío y triunfó. Fue siempre un investigador audaz que llevó la ciencia a nuevos paradigmas superando las barreras de la física. Fue un trabajador en equipo desde que participó en la creación del Grupo de Investigación de Propulsión a Reacción en 1931.
Los planes de industrialización se basaban en los medios de producción y en un desarrollo de la ciencia y la técnica. La mejora del consumo inmediato del pueblo fue postergado hasta después de construir una industria pesada. La URSS no recurrió ni a financiamiento exterior ni a fondos acumulados por el saqueo imperialista, lo que es propio de EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña y otros países imperialistas. El mérito fue del pueblo trabajador en su conjunto bajo la dirección del Partido Comunista: los campesinos proveían de los alimentos y materias primas; los mineros del mineral; los obreros de las nuevas fábricas, carreteras y tendidos eléctricos; los técnicos de las máquinas, herramientas y medios de transporte; los científicos de vanguardia, como Korolev, de prototipos novedosos.
Pero el proceso no se realizó en plena armonía sino bajo el fuego de la amenaza imperialista. Las operaciones defensivas del poder soviético preparando la inminente guerra contra el fascismo hicieron que Korolev sufriera una injusticia: fue detenido en 1938 por la seguridad del Estado y privado de libertad hasta 1944. Fue uno de los muchos abusos que fueron cometidos en ese año y que llevaron a Stalin el 11 de noviembre de 1938 a ordenar el cese de la depuración y a denunciar los arrestos masivos injustificados. Korolev siguió trabajando para la ciencia soviética incluso antes de su liberación en 1944 y fue oficialmente rehabilitado en 1957. A pesar del golpe nunca perdió confianza ni en la ciencia ni en la Patria soviética.
Tras la Gran Guerra Patria (1941-1945), cuando sobre el país se cernía la nueva amenaza del reforzado imperialismo norteamericano, Korolev diseñó los misiles de largo alcance necesarios para contener dicha amenaza. En 1953 diseñó el cohete R-5 con cabeza nuclear. Ya en 1953 acomete las investigaciones para lanzar un satélite a la órbita espacial. Fue jefe del proyecto Sputnik que en 1957 lanzó un cohete con un satélite en órbita. El 3 de noviembre de 1957 lanzó el cohete Sputnik 2 con la perrita Laika en su interior. El Sputnik 3 en 1958 afirmó la superioridad balística soviética. Hay que afirmar que dicha superioridad contuvo a los imperialistas de lanzar agresiones salvajes contra los pueblos del mundo como lamentablemente ocurre en 2011 cuando Libia, Iraq, Somalia, Yemen, Afganistán, Paquistán y otros países las están sufriendo. En este sentido Korolev al consolidar la superioridad militar y espacial soviética fue no sólo un constructor del comunismo sino de los medios para contener al imperialismo, y por lo tanto un defensor de la Paz. Los trabajos incesantes de Korolev bajo la dirección del PCUS permitieron que en 1961 la especie humana enviase por primera vez un hombre al espacio exterior: Yuri Gagarin. Los imperialistas norteamericanos se quedaron estupefactos de que el viejo país de campesinos pobres, siervos y cosacos ignorantes se había convertido en 40 años en una potencia industrial de vanguardia que hizo dos milagros: uno, derrotar a la máquina militar alemana hija de la industrialización capitalista y, dos, superar tecnológicamente al imperialismo norteamericano.
El socialismo soviético hubiese superado su crisis relativa de los años 80 de no haber sido porque un grupo de traidores entregó el país al enemigo en 1991.
Ejemplos de científicos como Korolev deben alentar a Venezuela bolivariana a superar el capitalismo atrasado y dependiente y construir una sólida independencia tecno-industrial como base firme de la construcción socialista.
texto de Mikel Koba (analista internacional)
publicado en diciembre de 2011 en Tribuna Popular del Partido Comunista de Venezuela
El extraordinariamente capaz ingeniero Serguei Korolev (1907-1966) está unido a la historia victoriosa de la Revolución de Octubre por convertir a la Unión Soviética en el país industrializado más avanzado del Planeta. Toda su pasión creadora, su amor por la ciencia y su lealtad al Socialismo se pusieron al servicio del desarrollo balístico y de la conquista espacial derrotando ampliamente al imperialismo norteamericano que nunca esperó el espectacular avance de la ciencia soviética.
Korolev se benefició de la decisión tomada por el Partido Bolchevique en 1929 de acelerar la formación de ingenieros para atender todos los frentes abiertos por la industrialización acelerada del país. Stalin había dicho con claridad que o el Socialismo superaba su atraso con respecto al capitalismo occidental más desarrollado o sería aplastado por su maquinaria militar. El país, y con él Korolev entre los miles de nuevos técnicos proletarios, asumió el desafío y triunfó. Fue siempre un investigador audaz que llevó la ciencia a nuevos paradigmas superando las barreras de la física. Fue un trabajador en equipo desde que participó en la creación del Grupo de Investigación de Propulsión a Reacción en 1931.
Los planes de industrialización se basaban en los medios de producción y en un desarrollo de la ciencia y la técnica. La mejora del consumo inmediato del pueblo fue postergado hasta después de construir una industria pesada. La URSS no recurrió ni a financiamiento exterior ni a fondos acumulados por el saqueo imperialista, lo que es propio de EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña y otros países imperialistas. El mérito fue del pueblo trabajador en su conjunto bajo la dirección del Partido Comunista: los campesinos proveían de los alimentos y materias primas; los mineros del mineral; los obreros de las nuevas fábricas, carreteras y tendidos eléctricos; los técnicos de las máquinas, herramientas y medios de transporte; los científicos de vanguardia, como Korolev, de prototipos novedosos.
Pero el proceso no se realizó en plena armonía sino bajo el fuego de la amenaza imperialista. Las operaciones defensivas del poder soviético preparando la inminente guerra contra el fascismo hicieron que Korolev sufriera una injusticia: fue detenido en 1938 por la seguridad del Estado y privado de libertad hasta 1944. Fue uno de los muchos abusos que fueron cometidos en ese año y que llevaron a Stalin el 11 de noviembre de 1938 a ordenar el cese de la depuración y a denunciar los arrestos masivos injustificados. Korolev siguió trabajando para la ciencia soviética incluso antes de su liberación en 1944 y fue oficialmente rehabilitado en 1957. A pesar del golpe nunca perdió confianza ni en la ciencia ni en la Patria soviética.
Tras la Gran Guerra Patria (1941-1945), cuando sobre el país se cernía la nueva amenaza del reforzado imperialismo norteamericano, Korolev diseñó los misiles de largo alcance necesarios para contener dicha amenaza. En 1953 diseñó el cohete R-5 con cabeza nuclear. Ya en 1953 acomete las investigaciones para lanzar un satélite a la órbita espacial. Fue jefe del proyecto Sputnik que en 1957 lanzó un cohete con un satélite en órbita. El 3 de noviembre de 1957 lanzó el cohete Sputnik 2 con la perrita Laika en su interior. El Sputnik 3 en 1958 afirmó la superioridad balística soviética. Hay que afirmar que dicha superioridad contuvo a los imperialistas de lanzar agresiones salvajes contra los pueblos del mundo como lamentablemente ocurre en 2011 cuando Libia, Iraq, Somalia, Yemen, Afganistán, Paquistán y otros países las están sufriendo. En este sentido Korolev al consolidar la superioridad militar y espacial soviética fue no sólo un constructor del comunismo sino de los medios para contener al imperialismo, y por lo tanto un defensor de la Paz. Los trabajos incesantes de Korolev bajo la dirección del PCUS permitieron que en 1961 la especie humana enviase por primera vez un hombre al espacio exterior: Yuri Gagarin. Los imperialistas norteamericanos se quedaron estupefactos de que el viejo país de campesinos pobres, siervos y cosacos ignorantes se había convertido en 40 años en una potencia industrial de vanguardia que hizo dos milagros: uno, derrotar a la máquina militar alemana hija de la industrialización capitalista y, dos, superar tecnológicamente al imperialismo norteamericano.
El socialismo soviético hubiese superado su crisis relativa de los años 80 de no haber sido porque un grupo de traidores entregó el país al enemigo en 1991.
Ejemplos de científicos como Korolev deben alentar a Venezuela bolivariana a superar el capitalismo atrasado y dependiente y construir una sólida independencia tecno-industrial como base firme de la construcción socialista.
