¿Quién o quienes planificaron el asesinato de Serguei Kirov?
javicho II- Revolucionario/a
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Por qué asesinaron a Kirov; en el XX congreso Kruschev astutamente responsabiliza a Stalin
javicho II- Revolucionario/a
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Bueno, lamentablemente me parece que aún no existe o no se ha escrito un libro biográfico sobre S. Kirov. Pero mi opinión es que Kirov fue asesinado por la oposición dentro del Partido Bolchevique, porque sabían que este crimen iba a golpear hondamente a Stalin y es más lo dejaban sin su brazo derecho.
sorge- Colaborador estrella
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Dicen que fue un estimulo más para las purgas
javicho II- Revolucionario/a
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Con el asesinato de Kirov se inició la era del terror. Es decir creo que con la muerte de Kirov se inició una cruenta lucha de clases dentro del Partido. Fue la misma derecha quien estimuló las purgas.
Camarada López- Novato/a rojo/a
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Coincido con javicho II. Fueron los malvados trotskistas, los carnés del Partido no se retiraban cuando alguien salia del partido, un trotskista lo tenía de haber sido antes del Partido y así entró en el despacho de Kirov con el carné y lo asesinó, el número 2 del Partido. Esto hizo saltar la alerta en el gobierno revolucionario de Stalin y entonces se iniciaron las famosas purgas, que acabaron con cerca de 35.000 personas.
Este suceso sale en "otra mirada sobre Stalin" de Ludo Martens o en "Stalin y la lucha por la reforma democrática" de Grover Furr, seguramente saldrá en más libros, pero no recuerdo más.
Este suceso sale en "otra mirada sobre Stalin" de Ludo Martens o en "Stalin y la lucha por la reforma democrática" de Grover Furr, seguramente saldrá en más libros, pero no recuerdo más.
Camarada Víctor- Moderador de Reserva
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Un crimen que hizo a los bolcheviques ponerse alerta contra las conspiraciones anticomunistas dentro del propio partido. Las depuraciones salvaron al partido, aunque después se vería que se habían saltado a algunos traidores.
Recordad que hablamos de depuraciones, no purgas.
Recordad que hablamos de depuraciones, no purgas.
javicho II- Revolucionario/a
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"LA SEGUNDA REVOLUCIÓN RUSA: LA DECISIÓN Y LOS INICIOS DE LA INDUSTRIALIZACIÓN Y COLECTIVIZACIÓN FORZOSA"
A mediados de los años veinte Stalin meditó larga y cuidadosamente sobre el camino a seguir, y las medidas por las que finalmente se decidió iban a mantenerle aún más alejado de su esposa y de su familia. Tenía un sentido del deber y una inflexibilidad para perseguir sus objetivos que ellos (se refiere a su familia) no compartían. Se había ido inclinando prudentemente hacia la política de colectivización e industrialización. Ni subestimaba el alcance de estas medidas, ni sentía temor ante ellas, ya pensaba a gran escala o, como él mismo había dicho, a escala rusa. Sabía también que llevar a cabo la colectivización forzosa de más de cien millones de campesinos haría necesaria la violencia. Significaba el retorno a la destrucción cruel y a los odios acérrimos de la guerra civil. Pero esta vez tendría mayor alcance. Cuando se preparaba para este conflicto su valor, su sangre fría y su determinación se tambalearon.
Era fundamental, desde la perspectiva de Stalin, que el comunismo no se afianzara en Rusia a través de la educación y de la exhortación sino por la fuerza. El partido tenía que imponer el socialismo al pueblo porque éste sólo lo aceptaría desde la experiencia del nuevo estilo de vida. Aceptaba que inicialmente su política causaría padecimientos a gran escala. Iba a declarar la guerra a la gran masa de la población, y la guerra implicaba víctimas del mismo modo que la victoria proporciona compensaciones. Por eso despreciaba a Bujarin y a todos los que retrocedían ante los peligros y sacrificios. Cada siglo el pueblo ruso había sufrido mostruosas calamidades tanto en la guerra como cuando se produjo algún avance positivo en su historia. Al imponer el mandato de Moscú sobre Novgorod como parte de la unificación de Moscovia el zar Ivan IV había aniquilado a unos sesenta mil hombres, mujeres y niños de la ciudad. Pedro el Grande, al construir los primeros barcos en Voronez y al fundar su ciudad en el pantanoso estuario del Neva, había sacrificado innumerables vidas humanas. La historia proporcionaba numerosos precedentes y había formulado una ética que Stalin, al igual que anteriores gobernantes rusos, aceptaba.
En esos momentos, cuando se disponía a lanzar a la nación a esta espantosa revolución, Stalin era perfectamente consciente de los riesgos; no se trataba sólo de su supervivencia personal sino de la puesta en práctica de las medidas que, según creía, sólo él tenía la clarividencia a la decisión necesarias para imponer. La adulación popular, ya anivel nacional, no le proporcionaba una sensación de seguridad ni menos aún le hacía sentirse inmune a la traición y a la perfidia; veía con recelo este homenaje especialmente entre quienes le rodeaban. Durante su trayectoria como revolucionario los líderes del partido e incluso el mismo Lenin durante los últimos meses de vida, habían tratado de ignorarle y destituirle. El repentino cambio de actitud de los superviente apestaba a hipocresía; su hija observó que "era sorprendentemente sensible a la hipocresía y resultaba imposible engañarle". Tras la fachada de adulación, conspiraban contra él. No se creía un demiurgo, como ellos decían, aunque estaba convencido de ser el único que sabía cuáles eran las medidas políticas adecuadas y, por su puesto, el único que podía dirigir a la nación. (Continuará)
-GREY, Ian. "STALIN". Barcelona: Salvat, 1984, volumen II, pag.202-203. ISBN: 84-345-8215-5
A mediados de los años veinte Stalin meditó larga y cuidadosamente sobre el camino a seguir, y las medidas por las que finalmente se decidió iban a mantenerle aún más alejado de su esposa y de su familia. Tenía un sentido del deber y una inflexibilidad para perseguir sus objetivos que ellos (se refiere a su familia) no compartían. Se había ido inclinando prudentemente hacia la política de colectivización e industrialización. Ni subestimaba el alcance de estas medidas, ni sentía temor ante ellas, ya pensaba a gran escala o, como él mismo había dicho, a escala rusa. Sabía también que llevar a cabo la colectivización forzosa de más de cien millones de campesinos haría necesaria la violencia. Significaba el retorno a la destrucción cruel y a los odios acérrimos de la guerra civil. Pero esta vez tendría mayor alcance. Cuando se preparaba para este conflicto su valor, su sangre fría y su determinación se tambalearon.
Era fundamental, desde la perspectiva de Stalin, que el comunismo no se afianzara en Rusia a través de la educación y de la exhortación sino por la fuerza. El partido tenía que imponer el socialismo al pueblo porque éste sólo lo aceptaría desde la experiencia del nuevo estilo de vida. Aceptaba que inicialmente su política causaría padecimientos a gran escala. Iba a declarar la guerra a la gran masa de la población, y la guerra implicaba víctimas del mismo modo que la victoria proporciona compensaciones. Por eso despreciaba a Bujarin y a todos los que retrocedían ante los peligros y sacrificios. Cada siglo el pueblo ruso había sufrido mostruosas calamidades tanto en la guerra como cuando se produjo algún avance positivo en su historia. Al imponer el mandato de Moscú sobre Novgorod como parte de la unificación de Moscovia el zar Ivan IV había aniquilado a unos sesenta mil hombres, mujeres y niños de la ciudad. Pedro el Grande, al construir los primeros barcos en Voronez y al fundar su ciudad en el pantanoso estuario del Neva, había sacrificado innumerables vidas humanas. La historia proporcionaba numerosos precedentes y había formulado una ética que Stalin, al igual que anteriores gobernantes rusos, aceptaba.
En esos momentos, cuando se disponía a lanzar a la nación a esta espantosa revolución, Stalin era perfectamente consciente de los riesgos; no se trataba sólo de su supervivencia personal sino de la puesta en práctica de las medidas que, según creía, sólo él tenía la clarividencia a la decisión necesarias para imponer. La adulación popular, ya anivel nacional, no le proporcionaba una sensación de seguridad ni menos aún le hacía sentirse inmune a la traición y a la perfidia; veía con recelo este homenaje especialmente entre quienes le rodeaban. Durante su trayectoria como revolucionario los líderes del partido e incluso el mismo Lenin durante los últimos meses de vida, habían tratado de ignorarle y destituirle. El repentino cambio de actitud de los superviente apestaba a hipocresía; su hija observó que "era sorprendentemente sensible a la hipocresía y resultaba imposible engañarle". Tras la fachada de adulación, conspiraban contra él. No se creía un demiurgo, como ellos decían, aunque estaba convencido de ser el único que sabía cuáles eran las medidas políticas adecuadas y, por su puesto, el único que podía dirigir a la nación. (Continuará)
-GREY, Ian. "STALIN". Barcelona: Salvat, 1984, volumen II, pag.202-203. ISBN: 84-345-8215-5
Dimitri Kalashnikov- Camarada Comisario
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Kruschev responzabilizo a Stalin para desacreditarle , Kirov era un hombre clave para Stalin ,asesinandolo consiguieron dejar a Stalin sin uno de los más capaces miembros del Partido.
Gorky- Revolucionario/a
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El avispero de Leningrado
En enero de 1926 asumió la dirección del Partido en Leningrado en unas cicunstancias también muy delicadas, justo en el momento en el que Zinoviev, el anterior responsable de la mayor organización local bolchevique, la cuna de la revolución, había sido expulsado de la dirección. Pero Zinoviev había creado toda una plataforma propia dentro de la organización local, que es lo que le permitió poder presentar ante el XIV Congreso del Partido en diciembre de 1925, todo un contrainforme paralelo al de Stalin, lo cual es ciertamente insólito en la historia del movimiento comunista internacional. En una carta a su mujer Kirov reconoce que no quería ir a Leningrado a causa de la lucha encarnizada como no conocíamos desde hacía mucho tiempo que allí se había desatado dentro del Partido bolchevique. En otra carta, Kirov le comenta a su mujer que Leningrado es un nudo terrible de intrigas múltiples, califica la situación creada por ls oposición trotskista-zinovievista como espantosa y le confiesa que no tiene ganar de ir allá para arreglar todos esos asuntos: He hecho todo posible para escabullirme, pero ha sido en vano.
Como había demostrado en el Cáucaso, era de los pocos bolcheviques capacitados para superar aquella situación. Para convencerle le dicen que sólo va a ser un periodo no muy largo de tiempo. Le acompañan toda una delegación de altos responsables (Voroshilov, Molotov, Bujarin, Andreiev, entre otros) que nada más llegar tienen que ponerse a la tarea sin ninguna dilación en aquel avispero: La situación aquí es terrible -escribe Kirov a su mujer-, desesperada, jamás había visto una cosa así. La primera decisión fue la de prohibir toda discusión acerca de las resoluciones del Congreso recién finalizado. Había que acabar con las provocaciones, el debate permanente y la parálisis en que la oposición quería sumir al Partido. No hubo ninguna clase de burocracia, ni de órdenes desde arriba sino una trabajo paciente, abierto y persuasivo desde la misma base, desde las fábricas y los barrios porque el aplastamieto de la oposición no era algo que concernía sólo al Partido sino al futuro mismo de la revolución. En el coche corro de una reunión a otra, escribe Kirov a su mujer. En 15 días él y los demás miembros de la delegación intervinieron en más de 400 reuniones explicativas de dichas resoluciones, exigiendo que se cumplieran. También se organizaron asambleas en las fábricas más importantes de Leningrado a fin de explicar a los obreros directamente la áspera lucha contra los trotskistas-zinovievistas y el avance que eso suponía en la consolidación de la línea leninista del Partido.
El 16 de enero, Kirov telegrafía al centro en Moscú con buenas noticias: la situación comienza a dar un giro y en las fábricas más importantes los obreros se posicionan a la favor de la línea leninista y de la nueva dirección. También en las organizaciones de los barrios de Leningrado las votaciones demuestran un decantamiento progresivo contra los liquidacionistas. La gran fábrica Putilov fue la última en posicionarse contra el trotskismo, pero al fin, después de muchas asambleas y largas explicaciones, también se logró: el 20 de enero en una asamblea los obreros votaron favorablemente el informe del Comité Central contra la peste trotskista-zinovievista. Luego se convocan conferencias locales del Partido, reuniones de las comisiones del Partido y plenos de todas y cada una de las células. Los que a pesar de todo no aceptaron las decisiones fueron expulsados del Partido sin contemplaciones y se eligieron democráticamente nuevos cargos.
Kirov fue elegido nuevo dirigente de la organización del Partido en Leningrado pero, como escribió en una carta a Ordjonikidze: Estoy desolado, se preparan nuevas intrigas. No puede escapar de allí en poco tiempo, como había previsto. Stalin en persona tiene que acudir a Leningrado en abril de 1926 para reforzar las posiciones de Kirov y de la mayoría del Partido.
Su clamoroso triunfo en Leningrado le otorga un puesto en el Buró Político en julio de aquel año. Pero la oposición no se resigna y en el otoño Zinoviev une sus fuerzas a Trotski, su feroz enemigo de antaño, para plantear un frente único y sin principios de la oposición. Vuelven a organizar reuniones en las células de las fábricas de Leningrado. En Putilov Zinoviev habla a los obreros y Kirov interviene después pero mientras que al primero le interrumpen y le abuchean, Kirov es escuchado en un silencio respetuoso, seguido de una salva de apusos al final. Para impedir sus manejos, tuvieron que prohibir la estancia de Zinoviev y Kamenev en Leningrado.
Aunque Kirov siempre mantuvo buenas relaciones personales con Bujarin, con quien se carteaba, criticó sus posiciones derechistas. Siempre que viajaba a Leningrado, Bujarin pernoctaba en casa de Kirov. Muy localizada en Moscú, esta desviación no afectó tanto a Leningrado como la trotskista zinovievista.
Kirov era uno de los dirigentes bolcheviques más apreciados por el pueblo soviético y amigo personal de Stalin. No obstante, después de la batalla que dirigió contra la oposición trotskista-zinovievista en Leningrado, recibía frecuentes amenazas. Esas amenazas se materializaron el 1 de diciembre de 1934 con un disparo por la espalda.
En su Informe secreto al XX Congreso del PCUS celebrado en 1956, el revisionista Jruschov lanzó la falsa acusación de que Stalin -una vez más- era el responsable último del asesinato de Kirov. Luego, pretenciosas obras de historia que encubren su propaganda anticomunista bajo una falsa erudición, han seguido esa línea de ataques. Así, Stephen F.Cohen en su libro Bujarin y la revolución bolchevique afirma taxativamente lo siguiente: Ya no se duda en serio de que Stalin urdió el asesinato por medio de sus agentes de policía (1). Por más que historiadores de esa calaña digan lo contrario, lo cierto es que lo único que ya no se duda es de Stalin no sólo fue absolutamente ajeno al asesinato, sino que en su condición de Secretario General del Partido bolchevique fue víctima de la muerte de su camarada.
La leyenda de la participación de Stalin en el asesinato de Kirov se inicia con la publicación en Paris en 1936, dos años depués de su muerte, de la Carta de un viejo bolchevique que, a pesar de su título, fue escrita por un mechevique exiliado, Boris Nikolaievski (2). No obstante, esa obra apareció muy poco después de la visita a París de Bujarin, que se entrevistó varias veces con Nikolaievski, quien transcribió esas entrevistas por escrito. Parece lógico sospechar que ese y otros detalles internos del Partido bolchevique que la Carta refleja, escaparan al conocimiento de Nikolaievski y fueran filtrados por Bujarin. También en este punto Jruschov no hizo más que seguir la línea de Bujarin.
Ahora bien, la mentira tiene un recorrido muy corto. Tras el desmantelamiento de la Unión Soviética, Alla Kirilina, la directora del museo Kirov de Leningrado, nada sospechosa de simpatías hacia Stalin, recurriendo a fuentes directas del caso y no a la gastada propaganda revisionista e imperialista de la guerra fría, ha demostrado la realidad de los hechos (3).
Las cosas sucedieron en realidad de la forma siguiente: el asesino de Kirov fue Leonid V. Nikolaiev, que era un infiltrado en el PCUS. Ya había sido detenido anteriormente por un intento de atentar contra Kirov, siendo sorprendido cuando escondía un revólver en una servilleta. Pero, a pesar de ello, no sólo la policía soviética le puso en libertad, sino que le devolvió el revólver.
Kirov nunca quiso llevar escolta pero la Sección Militar del Tribunal Supremo juzgó el 23 de enero de 1935 al mismísimo jefe del NKVD, la policía soviética, de Leningrado F.O.Medvedev, a dos de sus auxiliares I.F.Zaporojets y F.I.Fomin y a otros policías, que fueron condenados como responsables por negligencia en el asesinato de Kirov, por no haber tomado las precauciones más elementales para su protección, dadas las evidencias existentes de que era perseguido.
La pena fue de dos o tres años de reclusión en el campo de concentración de Kolyma, excepto a uno de ellos, M.K.Baltsevitch, que fue condenado a 10 años porque era el policía encargado de reprimir a los contrarrevolucionarios en Leningrado.
Estos hechos evidencian, por una parte, que en la URSS existía un sistema efectivo de vigilancia revolucionaria y que los responsables pagaban sus crímenes, aunque sólo se tratara de negligencia. Demuestra también que no se escapaban los propios policías, que tan temibles nos pintan los imperialistas. Y finalmente, queda claro hasta qué punto los imperialistas intentaban penetrar en las filas del Partido Comunista para destruirlo desde dentro, como finalmente sucedió, a pesar de que fue purgado en numerosas ocasiones. La conclusión está una vez más clara: un Partido Comunista se fortalece depurándose, eliminando de su interior a los contrarrevolucionarios que se intentan camuflar dentro de sus filas.
Notas:
(1) Stephen F.Cohen: Bujarin y la revolución bolchevique, Siglo XXI, Madrid, 1976, pg.498.
(2) Junto con Otto Maenchen-Helfen, Boris Nikolaievski es el autor de La vida de Carlos Marx. El hombre y el luchador, publicada en España en 1973, por la Editorial Ayuso.
(3) Alla Kirilina: L'assasinat de Kirov. Destin d'un stalinien, 1888-1934, Seuil, Paris, 1995, pgs.221 y stes.
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Extrato sacado de la biografia de Kirov en Antorcha, web censurada.
En enero de 1926 asumió la dirección del Partido en Leningrado en unas cicunstancias también muy delicadas, justo en el momento en el que Zinoviev, el anterior responsable de la mayor organización local bolchevique, la cuna de la revolución, había sido expulsado de la dirección. Pero Zinoviev había creado toda una plataforma propia dentro de la organización local, que es lo que le permitió poder presentar ante el XIV Congreso del Partido en diciembre de 1925, todo un contrainforme paralelo al de Stalin, lo cual es ciertamente insólito en la historia del movimiento comunista internacional. En una carta a su mujer Kirov reconoce que no quería ir a Leningrado a causa de la lucha encarnizada como no conocíamos desde hacía mucho tiempo que allí se había desatado dentro del Partido bolchevique. En otra carta, Kirov le comenta a su mujer que Leningrado es un nudo terrible de intrigas múltiples, califica la situación creada por ls oposición trotskista-zinovievista como espantosa y le confiesa que no tiene ganar de ir allá para arreglar todos esos asuntos: He hecho todo posible para escabullirme, pero ha sido en vano.
Como había demostrado en el Cáucaso, era de los pocos bolcheviques capacitados para superar aquella situación. Para convencerle le dicen que sólo va a ser un periodo no muy largo de tiempo. Le acompañan toda una delegación de altos responsables (Voroshilov, Molotov, Bujarin, Andreiev, entre otros) que nada más llegar tienen que ponerse a la tarea sin ninguna dilación en aquel avispero: La situación aquí es terrible -escribe Kirov a su mujer-, desesperada, jamás había visto una cosa así. La primera decisión fue la de prohibir toda discusión acerca de las resoluciones del Congreso recién finalizado. Había que acabar con las provocaciones, el debate permanente y la parálisis en que la oposición quería sumir al Partido. No hubo ninguna clase de burocracia, ni de órdenes desde arriba sino una trabajo paciente, abierto y persuasivo desde la misma base, desde las fábricas y los barrios porque el aplastamieto de la oposición no era algo que concernía sólo al Partido sino al futuro mismo de la revolución. En el coche corro de una reunión a otra, escribe Kirov a su mujer. En 15 días él y los demás miembros de la delegación intervinieron en más de 400 reuniones explicativas de dichas resoluciones, exigiendo que se cumplieran. También se organizaron asambleas en las fábricas más importantes de Leningrado a fin de explicar a los obreros directamente la áspera lucha contra los trotskistas-zinovievistas y el avance que eso suponía en la consolidación de la línea leninista del Partido.
El 16 de enero, Kirov telegrafía al centro en Moscú con buenas noticias: la situación comienza a dar un giro y en las fábricas más importantes los obreros se posicionan a la favor de la línea leninista y de la nueva dirección. También en las organizaciones de los barrios de Leningrado las votaciones demuestran un decantamiento progresivo contra los liquidacionistas. La gran fábrica Putilov fue la última en posicionarse contra el trotskismo, pero al fin, después de muchas asambleas y largas explicaciones, también se logró: el 20 de enero en una asamblea los obreros votaron favorablemente el informe del Comité Central contra la peste trotskista-zinovievista. Luego se convocan conferencias locales del Partido, reuniones de las comisiones del Partido y plenos de todas y cada una de las células. Los que a pesar de todo no aceptaron las decisiones fueron expulsados del Partido sin contemplaciones y se eligieron democráticamente nuevos cargos.
Kirov fue elegido nuevo dirigente de la organización del Partido en Leningrado pero, como escribió en una carta a Ordjonikidze: Estoy desolado, se preparan nuevas intrigas. No puede escapar de allí en poco tiempo, como había previsto. Stalin en persona tiene que acudir a Leningrado en abril de 1926 para reforzar las posiciones de Kirov y de la mayoría del Partido.
Su clamoroso triunfo en Leningrado le otorga un puesto en el Buró Político en julio de aquel año. Pero la oposición no se resigna y en el otoño Zinoviev une sus fuerzas a Trotski, su feroz enemigo de antaño, para plantear un frente único y sin principios de la oposición. Vuelven a organizar reuniones en las células de las fábricas de Leningrado. En Putilov Zinoviev habla a los obreros y Kirov interviene después pero mientras que al primero le interrumpen y le abuchean, Kirov es escuchado en un silencio respetuoso, seguido de una salva de apusos al final. Para impedir sus manejos, tuvieron que prohibir la estancia de Zinoviev y Kamenev en Leningrado.
Aunque Kirov siempre mantuvo buenas relaciones personales con Bujarin, con quien se carteaba, criticó sus posiciones derechistas. Siempre que viajaba a Leningrado, Bujarin pernoctaba en casa de Kirov. Muy localizada en Moscú, esta desviación no afectó tanto a Leningrado como la trotskista zinovievista.
Kirov era uno de los dirigentes bolcheviques más apreciados por el pueblo soviético y amigo personal de Stalin. No obstante, después de la batalla que dirigió contra la oposición trotskista-zinovievista en Leningrado, recibía frecuentes amenazas. Esas amenazas se materializaron el 1 de diciembre de 1934 con un disparo por la espalda.
En su Informe secreto al XX Congreso del PCUS celebrado en 1956, el revisionista Jruschov lanzó la falsa acusación de que Stalin -una vez más- era el responsable último del asesinato de Kirov. Luego, pretenciosas obras de historia que encubren su propaganda anticomunista bajo una falsa erudición, han seguido esa línea de ataques. Así, Stephen F.Cohen en su libro Bujarin y la revolución bolchevique afirma taxativamente lo siguiente: Ya no se duda en serio de que Stalin urdió el asesinato por medio de sus agentes de policía (1). Por más que historiadores de esa calaña digan lo contrario, lo cierto es que lo único que ya no se duda es de Stalin no sólo fue absolutamente ajeno al asesinato, sino que en su condición de Secretario General del Partido bolchevique fue víctima de la muerte de su camarada.
La leyenda de la participación de Stalin en el asesinato de Kirov se inicia con la publicación en Paris en 1936, dos años depués de su muerte, de la Carta de un viejo bolchevique que, a pesar de su título, fue escrita por un mechevique exiliado, Boris Nikolaievski (2). No obstante, esa obra apareció muy poco después de la visita a París de Bujarin, que se entrevistó varias veces con Nikolaievski, quien transcribió esas entrevistas por escrito. Parece lógico sospechar que ese y otros detalles internos del Partido bolchevique que la Carta refleja, escaparan al conocimiento de Nikolaievski y fueran filtrados por Bujarin. También en este punto Jruschov no hizo más que seguir la línea de Bujarin.
Ahora bien, la mentira tiene un recorrido muy corto. Tras el desmantelamiento de la Unión Soviética, Alla Kirilina, la directora del museo Kirov de Leningrado, nada sospechosa de simpatías hacia Stalin, recurriendo a fuentes directas del caso y no a la gastada propaganda revisionista e imperialista de la guerra fría, ha demostrado la realidad de los hechos (3).
Las cosas sucedieron en realidad de la forma siguiente: el asesino de Kirov fue Leonid V. Nikolaiev, que era un infiltrado en el PCUS. Ya había sido detenido anteriormente por un intento de atentar contra Kirov, siendo sorprendido cuando escondía un revólver en una servilleta. Pero, a pesar de ello, no sólo la policía soviética le puso en libertad, sino que le devolvió el revólver.
Kirov nunca quiso llevar escolta pero la Sección Militar del Tribunal Supremo juzgó el 23 de enero de 1935 al mismísimo jefe del NKVD, la policía soviética, de Leningrado F.O.Medvedev, a dos de sus auxiliares I.F.Zaporojets y F.I.Fomin y a otros policías, que fueron condenados como responsables por negligencia en el asesinato de Kirov, por no haber tomado las precauciones más elementales para su protección, dadas las evidencias existentes de que era perseguido.
La pena fue de dos o tres años de reclusión en el campo de concentración de Kolyma, excepto a uno de ellos, M.K.Baltsevitch, que fue condenado a 10 años porque era el policía encargado de reprimir a los contrarrevolucionarios en Leningrado.
Estos hechos evidencian, por una parte, que en la URSS existía un sistema efectivo de vigilancia revolucionaria y que los responsables pagaban sus crímenes, aunque sólo se tratara de negligencia. Demuestra también que no se escapaban los propios policías, que tan temibles nos pintan los imperialistas. Y finalmente, queda claro hasta qué punto los imperialistas intentaban penetrar en las filas del Partido Comunista para destruirlo desde dentro, como finalmente sucedió, a pesar de que fue purgado en numerosas ocasiones. La conclusión está una vez más clara: un Partido Comunista se fortalece depurándose, eliminando de su interior a los contrarrevolucionarios que se intentan camuflar dentro de sus filas.
Notas:
(1) Stephen F.Cohen: Bujarin y la revolución bolchevique, Siglo XXI, Madrid, 1976, pg.498.
(2) Junto con Otto Maenchen-Helfen, Boris Nikolaievski es el autor de La vida de Carlos Marx. El hombre y el luchador, publicada en España en 1973, por la Editorial Ayuso.
(3) Alla Kirilina: L'assasinat de Kirov. Destin d'un stalinien, 1888-1934, Seuil, Paris, 1995, pgs.221 y stes.
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Extrato sacado de la biografia de Kirov en Antorcha, web censurada.
javicho II- Revolucionario/a
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Estimado camarada "Disidente del capitalismo", dices : "..., yo he leído que lo mandó matar el mismísimo Stalin..."
¿En qué documento lo has leído?
Dinos tu fuente, a parte de el informe del XX Congreso que como muy bien se dice por ahí, Kruschev lo copió de el libro de Orlov "Los crímenes de Stalin".
¿En qué documento lo has leído?
Dinos tu fuente, a parte de el informe del XX Congreso que como muy bien se dice por ahí, Kruschev lo copió de el libro de Orlov "Los crímenes de Stalin".
javicho II- Revolucionario/a
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Quiero recomendar, desde mi modesta opinión el libro biográfico de Ian Grey "Stalin" escrito en 1979, a pesar de haber sido escrito hace treita años el libro está vigente y es una de las biografías más objetivas sobre Stalin, escrito por un no comunista. Y si Ian Grey hubiera tenido la oportunidad de sacar una nueva edición revisada y aumentada en base a los archivos desclasificados de la ex-URSS de seguro se hubiera convertido en una de las biografías mas completas sobre el hombre de acero.
Hoy vemos como nuevas biografías sobre Stalin que se publican en base a los archivos desclasificados de la ex-URSS sólo aportan más de lo mismo: Stalin fue un asesino, fue un imbécil, un verdugo, etc, etc. Como por ejemplo el libro biográfico sobre Stalin de Robert Service, un atroz libro donde Service sólo demuestra todo su odio al comunismo.
Por último quiero agradecer al camarada Gorky su gran ilustración.
LA OPOSICIÓN DENTRO DEL PARTIDO
(Ian Grey llama oposición de izquierda a la línea de Zinoviev-Kamenev, oposición de derecha a la de Bujarin y la "linea oficial" era la del partido que dirigía Stalin)
"En el curso de la nueva revolución(recordar que la nueva revolución o la segunada revolución rusa es la industrialización y colectivización forzosa), la oposición de izquierda podía tratar de minar su liderazgo (el de Stalin), acusándole de haber usurpado su programa (el de la industrialización forzosa). Pero él (Stalin) había transformado ese programa y con su liderazgo y sus criterios respecto a la oportunidad de los pasos a dar había posibilitado su aplicación(es decir, Stalin decidió su aplicación práctica). Sin embargo, todavía tenía una idea exagerada sobre el prestigio y la influencia de Trotski en el partido, y en enero de 1929 lo expulsó del país. Miles de partidarios de la oposición de izquierda habían sido detenidos y deportados a Siberia después del XV Congreso del Partido en diciembre de 1927, y allí seguían. No temía a Zinoviev ni a Kamenev. Les había faltado coraje cuando se produjo la Revolución de Octubre; expulsados del partido, hicieron una abyecta confesión de sus errores y fueron readmitidos en 1928. La campaña contra Bujarin y la oposición de derechas les había hecho concebir esperanzas de una completa rehabilitación, y esto garantizaba su buena conducta. Pero(Stalin) no se fiaba de ellos.
Bujarin, Rykov y Tomsky habían sido derrotados, pero cuando las tensiones de la nueva revolución se intensificaran y los miembros más débiles se amedrentaran ante la tormenta, podrían dividir al partido con sus llamadas a la moderación. Sospechaba que citarían la frase de Lenin: "No hay nada más estúpido que la idea de fuerza respecto a las relaciones económicas con los campesinos comunes." Esto, quizá, obtendría cierto apoyo debilitando así al partido en momentos de crisis. Stalin sabía, sin embargo, que en tales circunstancias, cuando el partido estuviera de hecho en guerra con el pueblo, la llamada a la solidaridad mantendría unidos a los militantes, y que cualquier intento de formar una corriente contraria a la línea oficial sería condenada como traición. Pero estaba en guardia y dispuesto a actuar contra los antiguos miembros de la oposición de derechas y de izquierdas."(Continuará)
-Ian Grey. "Stalin". Barcelona: Salvat, 1984, volumen II, pag. 204. ISBN: 84-345-8215-5
Hoy vemos como nuevas biografías sobre Stalin que se publican en base a los archivos desclasificados de la ex-URSS sólo aportan más de lo mismo: Stalin fue un asesino, fue un imbécil, un verdugo, etc, etc. Como por ejemplo el libro biográfico sobre Stalin de Robert Service, un atroz libro donde Service sólo demuestra todo su odio al comunismo.
Por último quiero agradecer al camarada Gorky su gran ilustración.
LA OPOSICIÓN DENTRO DEL PARTIDO
(Ian Grey llama oposición de izquierda a la línea de Zinoviev-Kamenev, oposición de derecha a la de Bujarin y la "linea oficial" era la del partido que dirigía Stalin)
"En el curso de la nueva revolución(recordar que la nueva revolución o la segunada revolución rusa es la industrialización y colectivización forzosa), la oposición de izquierda podía tratar de minar su liderazgo (el de Stalin), acusándole de haber usurpado su programa (el de la industrialización forzosa). Pero él (Stalin) había transformado ese programa y con su liderazgo y sus criterios respecto a la oportunidad de los pasos a dar había posibilitado su aplicación(es decir, Stalin decidió su aplicación práctica). Sin embargo, todavía tenía una idea exagerada sobre el prestigio y la influencia de Trotski en el partido, y en enero de 1929 lo expulsó del país. Miles de partidarios de la oposición de izquierda habían sido detenidos y deportados a Siberia después del XV Congreso del Partido en diciembre de 1927, y allí seguían. No temía a Zinoviev ni a Kamenev. Les había faltado coraje cuando se produjo la Revolución de Octubre; expulsados del partido, hicieron una abyecta confesión de sus errores y fueron readmitidos en 1928. La campaña contra Bujarin y la oposición de derechas les había hecho concebir esperanzas de una completa rehabilitación, y esto garantizaba su buena conducta. Pero(Stalin) no se fiaba de ellos.
Bujarin, Rykov y Tomsky habían sido derrotados, pero cuando las tensiones de la nueva revolución se intensificaran y los miembros más débiles se amedrentaran ante la tormenta, podrían dividir al partido con sus llamadas a la moderación. Sospechaba que citarían la frase de Lenin: "No hay nada más estúpido que la idea de fuerza respecto a las relaciones económicas con los campesinos comunes." Esto, quizá, obtendría cierto apoyo debilitando así al partido en momentos de crisis. Stalin sabía, sin embargo, que en tales circunstancias, cuando el partido estuviera de hecho en guerra con el pueblo, la llamada a la solidaridad mantendría unidos a los militantes, y que cualquier intento de formar una corriente contraria a la línea oficial sería condenada como traición. Pero estaba en guardia y dispuesto a actuar contra los antiguos miembros de la oposición de derechas y de izquierdas."(Continuará)
-Ian Grey. "Stalin". Barcelona: Salvat, 1984, volumen II, pag. 204. ISBN: 84-345-8215-5
javicho II- Revolucionario/a
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STALIN COMO LÍDER DE LA INDUSTRIALIZACIÓN Y COLECTIVIZACIÓN FORZOSA
"Stalin se convirtió en Vozhd, o líder, no sólo debido a su personalidad, talento e inflexible determinación, sino también a su mandato enérgico y desafiante. Inspiraba en la gente la fe en la necesidad de sus sacrificios y privaciones porque con ellos(el Partido dirigido por Stalin) conseguirían la victoria, la seguridad y otra ventajas. desde luego Stalin creía que todo lo que condujera a la justicia y prosperidad del socialismo estaba justificado.
Con su concepto de "socialismo en un solo país" animaba al partido y al pueblo a ser dueños de su propio destino, y así, lejos de depender de partidos extranjeros(depender en el sentido que debíamos esperar el triunfo y tomen el poder otros partidos comunistas de Europa), mostrar el camino a Occidente y al mundo con su esfuerzo heroico. Era una llamada directa al orgullo nacional y al sentido de vocación mesiánica tan hondamente enraizada en la idiosincracia rusa. La respuesta, especialmente entre los jóvenes militantes, fue una ola de entusiasmo, trabajo y lucha apasionada por alcanzar objetivos imposibles. Todos se concentraron en la tarea de crear el socialismo en Rusia y de abrir el camino al mundo entero.
Dentro del partido las dudas y los desacuerdos no se habían centrado sobre la necesidad básica del desarrollo de la industrialización y la organización de grandes explotaciones agrícolas, sino sobre los métodos y el calendario a seguir. El propio Stalin había dudado durante un tiempo y había aceptado la tesis del ala derecha de que los campesino se convecerían de las claras ventajas del socialismo. Seguro le influía la advertencia de Lenin en el sentido de que cualquier política que se enfrentara a los campesinos destruiría el régimen comunista.
Stalin no creía, sin embargo, que los campesinos fueran atraídos jamás por el socialismo. Los conocía mejor que ninguno de los intelectuales del partido. Desde que llevó a cabo su rápida gira por Siberia para incautar a los campesinos el grano almacenado, estaba convencido que sólo obligándolos formarían colectividades. Entre tanto, no estaba dispuesto a que el partido dependiera de los campesinos en su gran tarea histórica de construir el socialismo.
Otro factor extremadamente importante era su sensación de urgencia. Exigió una acción inmediata porque estaba convencido de que la apuesta en práctica de su programa era crucial para la supervivencia del partido y de la nación. Supervivencia quería decir alcanzar y sobrepasar a las potencias occidentales industrializadas. La Rusia soviética era débil y estaba asu merced, y así seguiría hasta que hubiera trasformado su economía y consolidado su potencial industrial.
En uno de sus discursos más reveladores, Stalin explicó con términos desafiantes esta urgente necesidad de superar y alcanzar a Occidente. Esto fue con motivo del I Congreso Intersindical de Trabajadores de la industria socialista en febrero de 1931, cuando todos experimentaban el delirio y las tensiones del primer plan quinquenal, y anhelaban algún tipo de alivio. Stalin no permitía alivios.
"A veces se plantea la cuestión ¬declaró(es decir, dijo Stalin)¬ de si es posible reducir ligeramente el ritmo, aminorar la marcha. ¡No, no es posible, camaradas! No es posible disminuir el ritmo; al contrario, en tanto en cuanto las fuerzas y las circunstancias lo permitan, es necesario aumentarlo. Nuestras obligaciones para con los obreros y campesino de la Unión Soviética nos lo exigen. Nuestras obligaciones para con las clases trabajadoras del mundo nos lo exigen.
Retardar el ritmo significa quedarse atrás. Y los que se retrasan son vencidos. ¡Nosotros no queremos eso! La historia de la antigua Rusia se caracteriza, entre otras cosas, por haber sido constantemente vencida debido a su atraso. ¡Los khanes mongoles la derrotaron! ¡Los beys turcos la derrotaron! ¡Los señores feudales suecos la derrotaron! ¡Los nobles polacos lituanos la derrotaron! ¡Los capitalistas anglo
franceses la derrotaron! ¡Los varones japoneses la derrotaron! Todos la derrotaron...por su atraso. Por su atraso militar, su atraso cultural, su atraso administrativo, su atraso industrial, su atraso agrícola. La derrotaron porque era rentable, y quedaron impunes...
En el pasado ni tuvimos ni pudimos tener una patria. Pero ahora cuando hemos derrocado al capitalismo y el poder nos pertenece, ahora tenemos una patria y defenderemos su independencia. ¿Estáis dispuestos a que nuestra patria socialista sea vencida y pierda su independencia? Si no queréis eso, entonces tenéis que acabar lo antes posible con su atraso, e intensificar el ritmo actual en la construcción de su economía socialista...Estamos entre cincuenta y cien años por detras de los países avanzados. Tenemos que salvar esa separación en diez años. ¡O lo hacemos, o caban con nosotros!"
Esta claridad de objetivos, junto con aquellas cualidades personales que por una especie de alquimia dan a algunos hombres el dominio sobre los demás, le convertían en un enérgico líder. Actuaba con la convicción de que la doctrina marxista interpretada por Lenin proporcionaba la fórmula infalible para lograr una nación fuerte, y justicia social. Pero este método, enraizado en la ética bolchevique de que el fin justifica los medios, le transformaron en un cruel tirano(exacto, será un cruel tirano contra los enemigos de la "línea oficial" del Partido)."(Continuará)
-GREY, Ian. "Stalin". Barcelona: Salvat, 1984, volumen II, pag. 206-207.
"Stalin se convirtió en Vozhd, o líder, no sólo debido a su personalidad, talento e inflexible determinación, sino también a su mandato enérgico y desafiante. Inspiraba en la gente la fe en la necesidad de sus sacrificios y privaciones porque con ellos(el Partido dirigido por Stalin) conseguirían la victoria, la seguridad y otra ventajas. desde luego Stalin creía que todo lo que condujera a la justicia y prosperidad del socialismo estaba justificado.
Con su concepto de "socialismo en un solo país" animaba al partido y al pueblo a ser dueños de su propio destino, y así, lejos de depender de partidos extranjeros(depender en el sentido que debíamos esperar el triunfo y tomen el poder otros partidos comunistas de Europa), mostrar el camino a Occidente y al mundo con su esfuerzo heroico. Era una llamada directa al orgullo nacional y al sentido de vocación mesiánica tan hondamente enraizada en la idiosincracia rusa. La respuesta, especialmente entre los jóvenes militantes, fue una ola de entusiasmo, trabajo y lucha apasionada por alcanzar objetivos imposibles. Todos se concentraron en la tarea de crear el socialismo en Rusia y de abrir el camino al mundo entero.
Dentro del partido las dudas y los desacuerdos no se habían centrado sobre la necesidad básica del desarrollo de la industrialización y la organización de grandes explotaciones agrícolas, sino sobre los métodos y el calendario a seguir. El propio Stalin había dudado durante un tiempo y había aceptado la tesis del ala derecha de que los campesino se convecerían de las claras ventajas del socialismo. Seguro le influía la advertencia de Lenin en el sentido de que cualquier política que se enfrentara a los campesinos destruiría el régimen comunista.
Stalin no creía, sin embargo, que los campesinos fueran atraídos jamás por el socialismo. Los conocía mejor que ninguno de los intelectuales del partido. Desde que llevó a cabo su rápida gira por Siberia para incautar a los campesinos el grano almacenado, estaba convencido que sólo obligándolos formarían colectividades. Entre tanto, no estaba dispuesto a que el partido dependiera de los campesinos en su gran tarea histórica de construir el socialismo.
Otro factor extremadamente importante era su sensación de urgencia. Exigió una acción inmediata porque estaba convencido de que la apuesta en práctica de su programa era crucial para la supervivencia del partido y de la nación. Supervivencia quería decir alcanzar y sobrepasar a las potencias occidentales industrializadas. La Rusia soviética era débil y estaba asu merced, y así seguiría hasta que hubiera trasformado su economía y consolidado su potencial industrial.
En uno de sus discursos más reveladores, Stalin explicó con términos desafiantes esta urgente necesidad de superar y alcanzar a Occidente. Esto fue con motivo del I Congreso Intersindical de Trabajadores de la industria socialista en febrero de 1931, cuando todos experimentaban el delirio y las tensiones del primer plan quinquenal, y anhelaban algún tipo de alivio. Stalin no permitía alivios.
"A veces se plantea la cuestión ¬declaró(es decir, dijo Stalin)¬ de si es posible reducir ligeramente el ritmo, aminorar la marcha. ¡No, no es posible, camaradas! No es posible disminuir el ritmo; al contrario, en tanto en cuanto las fuerzas y las circunstancias lo permitan, es necesario aumentarlo. Nuestras obligaciones para con los obreros y campesino de la Unión Soviética nos lo exigen. Nuestras obligaciones para con las clases trabajadoras del mundo nos lo exigen.
Retardar el ritmo significa quedarse atrás. Y los que se retrasan son vencidos. ¡Nosotros no queremos eso! La historia de la antigua Rusia se caracteriza, entre otras cosas, por haber sido constantemente vencida debido a su atraso. ¡Los khanes mongoles la derrotaron! ¡Los beys turcos la derrotaron! ¡Los señores feudales suecos la derrotaron! ¡Los nobles polacos lituanos la derrotaron! ¡Los capitalistas anglo
franceses la derrotaron! ¡Los varones japoneses la derrotaron! Todos la derrotaron...por su atraso. Por su atraso militar, su atraso cultural, su atraso administrativo, su atraso industrial, su atraso agrícola. La derrotaron porque era rentable, y quedaron impunes...
En el pasado ni tuvimos ni pudimos tener una patria. Pero ahora cuando hemos derrocado al capitalismo y el poder nos pertenece, ahora tenemos una patria y defenderemos su independencia. ¿Estáis dispuestos a que nuestra patria socialista sea vencida y pierda su independencia? Si no queréis eso, entonces tenéis que acabar lo antes posible con su atraso, e intensificar el ritmo actual en la construcción de su economía socialista...Estamos entre cincuenta y cien años por detras de los países avanzados. Tenemos que salvar esa separación en diez años. ¡O lo hacemos, o caban con nosotros!"
Esta claridad de objetivos, junto con aquellas cualidades personales que por una especie de alquimia dan a algunos hombres el dominio sobre los demás, le convertían en un enérgico líder. Actuaba con la convicción de que la doctrina marxista interpretada por Lenin proporcionaba la fórmula infalible para lograr una nación fuerte, y justicia social. Pero este método, enraizado en la ética bolchevique de que el fin justifica los medios, le transformaron en un cruel tirano(exacto, será un cruel tirano contra los enemigos de la "línea oficial" del Partido)."(Continuará)
-GREY, Ian. "Stalin". Barcelona: Salvat, 1984, volumen II, pag. 206-207.
DP9M- Colaborador estrella
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Que bueno, gracias camarada.
Demofilo- Camarada Comisario
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Disidente: "Kírov ganó una importante votación días antes, a quién le ganó en ella, pues al padrecito Stalin".
Eso es mentira. Eres un manipulador descarado. No sabes ni de lo que estás hablando. Deja ya de engañar a los lectores de este foro.
Disidente: "yo he leído que lo mandó a matar el mismísimo Stalin, tal cual como Khrushchov denunció"
Dices que lo que las afirmaciones de Martens son bastante discutibles, pero tus famosas lecturas son la palabra del mismísimo Dios. Ya lo sabemos: nos quieres hacer creer que Kruschev dijo la verdad y con él los imperialistas, que han lanzado su campañita con este asunto, como con tantos. ¡Cómo no!
Disidente: "Nunca fue resuelto de verdad". "Nunca se conocerá al culpable"
El caso fue juzgado y resuelto de manera clarísima para el que quiera verla, pero no es tu caso.
Kirov no sólo era un destacado militante del Partido bolchevique sino un amigo personal de Stalin, que pernoctaba en su casa cuando tenía que viajar a Moscú desde Leningrado. Sugerir que Stalin tuvo algo que ver con su asesinato es repugnante, propio de verdaderos degenerados mentales.
Javicho: el informe de Kruschev no fue sacado del de Orlov. Éste escribió lo que le dijo la CIA. Yo creo que el informe de Kruschev se basa en un trabajo que estaba preparando una comisión dirigida por Pierre Pospielov y que no se había terminado de redactar.
Eso es mentira. Eres un manipulador descarado. No sabes ni de lo que estás hablando. Deja ya de engañar a los lectores de este foro.
Disidente: "yo he leído que lo mandó a matar el mismísimo Stalin, tal cual como Khrushchov denunció"
Dices que lo que las afirmaciones de Martens son bastante discutibles, pero tus famosas lecturas son la palabra del mismísimo Dios. Ya lo sabemos: nos quieres hacer creer que Kruschev dijo la verdad y con él los imperialistas, que han lanzado su campañita con este asunto, como con tantos. ¡Cómo no!
Disidente: "Nunca fue resuelto de verdad". "Nunca se conocerá al culpable"
El caso fue juzgado y resuelto de manera clarísima para el que quiera verla, pero no es tu caso.
Kirov no sólo era un destacado militante del Partido bolchevique sino un amigo personal de Stalin, que pernoctaba en su casa cuando tenía que viajar a Moscú desde Leningrado. Sugerir que Stalin tuvo algo que ver con su asesinato es repugnante, propio de verdaderos degenerados mentales.
Javicho: el informe de Kruschev no fue sacado del de Orlov. Éste escribió lo que le dijo la CIA. Yo creo que el informe de Kruschev se basa en un trabajo que estaba preparando una comisión dirigida por Pierre Pospielov y que no se había terminado de redactar.
Disidente_del_Capitalismo- Revolucionario/a
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Jajajjaja, Stalin mandó a los "procesos de Moscú" a Bujarin, hombre que admiraba a Stalin con todo. Sin contar a los innumerables grandes hombres bolcheviques que terminaron allí.Demofilo escribió:Disidente: "Kírov ganó una importante votación días antes, a quién le ganó en ella, pues al padrecito Stalin".
Eso es mentira. Eres un manipulador descarado. No sabes ni de lo que estás hablando. Deja ya de engañar a los lectores de este foro.
Disidente: "yo he leído que lo mandó a matar el mismísimo Stalin, tal cual como Khrushchov denunció"
Dices que lo que las afirmaciones de Martens son bastante discutibles, pero tus famosas lecturas son la palabra del mismísimo Dios. Ya lo sabemos: nos quieres hacer creer que Kruschev dijo la verdad y con él los imperialistas, que han lanzado su campañita con este asunto, como con tantos. ¡Cómo no!
Disidente: "Nunca fue resuelto de verdad". "Nunca se conocerá al culpable"
El caso fue juzgado y resuelto de manera clarísima para el que quiera verla, pero no es tu caso.
Kirov no sólo era un destacado militante del Partido bolchevique sino un amigo personal de Stalin, que pernoctaba en su casa cuando tenía que viajar a Moscú desde Leningrado. Sugerir que Stalin tuvo algo que ver con su asesinato es repugnante, propio de verdaderos degenerados mentales.
O el proceso contra David Ryazanov por negarse a llamar al Centro Marx-Engels-Lenin colocando el nombre del "cuarto clásico" Stalin ni por tener un retrato de Stalin allí.
Sin mencionar el asesinato de Sergó Orzhonikidze, amigo de Stalin desde los tiempos en Georgia, no está demás decir que ambos apoyaron el ala bolchevique cuando el partido se esciciona.
¿Quién es el degenerado mental?
Demofilo- Camarada Comisario
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Como buen farsante sigues contando mentiras al más puro estilo intoxicador imperialista.
1. Stalin no sólo no mandó abrir ningún proceso contra Bujarin sino que fue el único dentro de la dirección del partido que pidió una investigación complementaria
2. El proceso contra Riazanov no fue por el motivo que dices.
3. Cualquiera menos tú está en condiciones de saber con facilidad que a Ordzhonikidze no le mató nadie: se suicidó.
Lo tuyo es verdaderamente penoso. Tu fobia antistalinista es preocupante. Consulta al psicoanalista.
1. Stalin no sólo no mandó abrir ningún proceso contra Bujarin sino que fue el único dentro de la dirección del partido que pidió una investigación complementaria
2. El proceso contra Riazanov no fue por el motivo que dices.
3. Cualquiera menos tú está en condiciones de saber con facilidad que a Ordzhonikidze no le mató nadie: se suicidó.
Lo tuyo es verdaderamente penoso. Tu fobia antistalinista es preocupante. Consulta al psicoanalista.
Disidente_del_Capitalismo- Revolucionario/a
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Tu manía estalinista es preocupante y penosa. Consulta al psiquiatra para que te de algún buen medicamento.Demofilo escribió:
Lo tuyo es verdaderamente penoso. Tu fobia antistalinista es preocupante. Consulta al psicoanalista.
Demofilo- Camarada Comisario
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Fecha de inscripción : 23/04/2010
No te preocupes por mi salud que ya me preocupo yo solito porque soy hipocondriaco y tomo vitaminas soviéticas del Primer Plan Quinquenal a cucharadas. Las enfermedades se curan, pero ¿las mentiras? ¿cómo se cura una mentira? ¿y la afición a mentir? Yo creo que eso sí que es una patología grave. Debes cuidarte más porque a veces igual metes la pata, se te escapa una verdad y resultas irreconocible.
Disidente_del_Capitalismo- Revolucionario/a
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Yo soy tal cual soy, no es mi interés andar alabando al padrecito Stalin tapándole y justificándole todas sus gamberradas. Y escribo con la verdad, si me equivoco me corrigen, pues no soy Stalin que siempre tenía la razón. Ahora el caso del asesinato de Kírov, por mucho que haya sido "íntimo" de Stalin existen varios indicios que su repentina muerte fue mucho más que un atentado, pero nunca se sabrá a ciencia cierta quién lo asesino, a menos que creamos ciegamente en la versión de Stalin, cosa que yo no me la compro ni en oferta. Y si el asesinato de Kírov fue extraño, el asesinato (le colocaron "suicidio") de Orzhonikidze también fue en extrañas circunstancias y en el año 1937, año de "procesos".Demofilo escribió:No te preocupes por mi salud que ya me preocupo yo solito porque soy hipocondriaco y tomo vitaminas soviéticas del Primer Plan Quinquenal a cucharadas. Las enfermedades se curan, pero ¿las mentiras? ¿cómo se cura una mentira? ¿y la afición a mentir? Yo creo que eso sí que es una patología grave. Debes cuidarte más porque a veces igual metes la pata, se te escapa una verdad y resultas irreconocible.
Demofilo- Camarada Comisario
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1. "Existen varios indicios de que la muerte de Kirov fue mucho más que un atentado". ¿Por ejemplo? Me vale con un solo indicio.
2. "Nunca se sabrá a ciencia cierta quién lo asesino". Sí se sabe: Nikolaiev (le pillaron con las manos en la masa)
3. No existe ninguna versión de Stalin del asesinato de su camarada y amigo Kirov. Te sigues inventando las cosas.
4. ¿Por que las circunstancias del suicidio de Orzhonikidze son extrañas? ¿Porque no le fusilaron? ¿Es que todos los que morían en la Unión Soviética se los tienen que adjudicar al padrecito? ¿Hasta los que se morían de resfriado?
Hazme caso: tienes una seria perturbación psíquica de algún tipo. Hay consultas a especialistas que son bastante baratas.
2. "Nunca se sabrá a ciencia cierta quién lo asesino". Sí se sabe: Nikolaiev (le pillaron con las manos en la masa)
3. No existe ninguna versión de Stalin del asesinato de su camarada y amigo Kirov. Te sigues inventando las cosas.
4. ¿Por que las circunstancias del suicidio de Orzhonikidze son extrañas? ¿Porque no le fusilaron? ¿Es que todos los que morían en la Unión Soviética se los tienen que adjudicar al padrecito? ¿Hasta los que se morían de resfriado?
Hazme caso: tienes una seria perturbación psíquica de algún tipo. Hay consultas a especialistas que son bastante baratas.
verdadyreconciliacion- Revolucionario/a
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Fecha de inscripción : 31/01/2010
El asesinato de Kirov fue un misterio total durante varias semanas. Al principio los despachos oficiales se referían solamente a la ejecución -como medida represiva inmediata- de una veintena de terroristas emigrados blancos[3] llegados vía Polonia, Rumania y otros estados fronterizos. Naturalmente se derivaba la conclusión de que el asesinato de Kirov era obra de la misma organización terrorista contrarrevolucionaria.
El 17 de diciembre se publicó un cable planteando por primera vez que Nikolaev había formado parte del grupo de oposición de Leningrado dirigido por Zinoviev en 1926. El cable en sí mismo revelaba muy poco. En 1926 toda la organización partidaria de Leningrado, con muy pocas excepciones, pertenecía a la oposición de Zinoviev y en el Decimocuarto Congreso del partido la representó una delegación formada enteramente, o casi enteramente, por antiguos zinovievistas hoy encarcelados. Posteriormente todos ellos capitularon con su dirigente a la cabeza; más adelante repitieron su capitulación de manera más decisiva y humillante. Todos se reubicaron en el aparato soviético. La información de que Nikolaev - cuyo nombre no le dice nada a nadie - participó alguna vez en ese aparato es mucho más significativa que el hecho de que en 1926 haya pertenecido a la organización partidaria de Leningrado.
Sin embargo, es evidente que esa información referente al “grupo Zinoviev” no se lanzó accidentalmente; no puede significar otra cosa que la preparación de una “amalgama” jurídica, es decir un intento conscientemente falso de implicar en el asesinato de Kirov a individuos y grupos que no tienen ni pueden tener nada en común con el acto terrorista. Este método no es nuevo. Recordemos que ya en 1927 la GPU[4] envió a uno de sus agentes oficiales que anteriormente había combatido en el ejército de Wrangel[5] a que se hiciera amigo de un joven, desconocido para todo el mundo, que distribuía los documentos de la Oposición. Y luego la GPU acusó a toda la Oposición de mantener relaciones... no con uno de sus agentes sino con un “oficial de Wrangel”. Los periodistas mercenarios inmediatamente transmitieron esta amalgama a la prensa occidental. En este momento se está utilizando el mismo procedimiento, sólo que a escala mucho mayor.
El 27 de diciembre la TASS [agencia noticiosa de la Unión Soviética] abrió aun más el interrogante sobre la amalgama al transmitir hechos de carácter particularmente sensacionalista. Además de los desconocidos a los que se hizo comparecer ante la justicia en Leningrado a causa del acto del terrorista Nikolaev, en Móscú se arrestó, en relación con el mismo asunto, a quince miembros del viejo grupo "antisoviético" de Zinoviev. Es cierto que TASS afirma que respecto a siete de los arrestados no hay "hechos suficientes como para entregarlos a la justicia", por lo que se los pasó al comisariado de asuntos internos para su represión administrativa. Veamos quiénes son los quince miembros del partido, que, según TASS, fueron arrestados en Moscú en relación con el asunto Nikolaev:
1. Zinoviev: colaborador de Lenin en el exilio durante muchos años, ex miembro del Comité Central y del Buró Político, ex presidente de la Internacional Comunista y del Soviet de Leningrado.
2. Kamenev: colaborador de Lenín en el exilio durante muchos años, ex miembro del Comité Central y del Buró Político, vice presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, presidente del Consejo de
Trabajo y Defensa y del Soviet de Moscú. Estos dos hombres formaron junto con Stalin la troika [triunvirato] que gobernó entre 1923 y 1925.
3. Zalutski: uno de los más antiguos obreros bolcheviques; ex miembro del Comité Central, ex secretario del Comité de Leningrado, presidente de la primera comisión central que se formó para purgar al partido.
4. Ievdokimov: uno de los más antiguos obreros bolcheviques; miembro del Comité Central y del Buró de Organización; uno de los dirigentes del Soviet de Leningrado.
5. Feodorov: uno de los más antiguos obreros bolcheviques; ex miembro del Comité Central; presidente de la sección obrera del Soviet durante la Revolución de Octubre.
6. Safarov: uno de los mas antiguos miembros del partido, llegó con Lenín en el tren "blindado";[6] ex miembro del Comité Central, jefe de redacción de Pravda de Leningrado.
7. Kuklin: de los más antiguos obreros bolcheviques; ex miembro del Comité Central y del Comité de Leningrado.
8. Bakaev: uno de los más antiguos obreros bolcheviques; ex miembro de la Comisión de Control Central; de destacada participación en la Guerra Civil.
9-15: Sharov, Faivilovich, Vardin, Gorchenin, Boulak, Guertik y Kostina: todos ellos antiguos miembros del partido, militantes durante la ilegalidad, protagonistas de la Guerra Civil, ocuparon los cargos de más responsabilidad en el partido y en los soviets. A estos quince individuos se los implica, ni más ni menos, en el asesinato de Kirov. Según las explicaciones dadas por Pravda, su objetivo era tomar el poder; empezando por Leningrado, "con la secreta intención de restablecer el régimen capitalista" Despachos posteriores aparecidos en la prensa soviética agregan a los quince "zinovievistas" arrestados varías personas más de similar importancia en el partido.
Así se liquidó la primera versión, que presentaba al público lector a un Nikolaev ligado con la organización de los guardias blancos emigrados que envían terroristas vía Polonia y Rumania. Nikolaev pasa a ser el agente terrorista de una oposición interna del partido, cuya cabeza serían Zinoviev, el ex presidente de la Internacional Comunista, y Kamenev, ex presidente del Buró Político, ambos colegas de Stalin en la troika. Queda claro por qué consideramos el cable de TASS una sensación colosal. Ahora podemos considerarlo también una mentira colosal.
Demofilo- Camarada Comisario
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Fecha de inscripción : 23/04/2010
1. "El asesinato de Kirov fue un misterio total durante varias semanas".
Falso: el asesinato de Kirov jamás fue un misterio, con excepción de sus instigadores, la oposición unificada, que sólo fue descubierta en 1936.
2. "Al principio los despachos oficiales se referían solamente a la ejecución (...) de una veintena de terroristas emigrados blancos llegados vía Polonia, Rumania y otros estados fronterizos. Naturalmente se derivaba la conclusión de que el asesinato de Kirov era obra de la misma organización terrorista contrarrevolucionaria".
Falso: ¿se derivaba? ¿quién derivaba? Son hechos diferentes. Una cosa era la continua infiltración de saboteadores por la frontera y otra el asesinato de Kirov, que era una operación "desde el interior".
3. ¿Un joven desconocido para todo el mundo que distribuía los documentos de la oposición? Entonces, ¿quién le entregaba esos documentos para que los distribuyera? ¿entregaban documentos a gente desconocida?
4. En 1927 Wrangel estaba en París. Por lo tanto, los grupos de saboteadores que se infiltraban en la Unión Soviética por la frontera polaca no tenían dada que ver con Wrangel sino con el espionaje polaco. Esos grupos tenían relación con la oposición sin necesidad de que la GPU hiciera ningún montaje.
5. No se hizo comparecer ante la justicia de Leningrado a causa del asesinato de Kirov a ningún desconocido, sino a gente bien conocida y destacada de la época.
6. En el asesinato de Kirov sí estaban implicados los grupos de la oposición y, por lo tanto, lo que es falso es que los 15 que mencionas no tuvieran "nada en común" con el atentado porque quien había liquidado a esa oposición era Kirov. Bien lógico y fácil de entender. No sólo había 15 sino bastantes más, como el propio Kirov había dicho antes de que le mataran: Leningrado era un avispero controlado por la camarilla de Zinovev y Kamenev. Lo que sucede es que las pruebas sólo se obtuvieron después. Que algunos de ellos, como Zinoviev y Kamenev, tuvieran su pedigrí de ex-combatientes no cambia las cosas. ¿Acaso militar en un partido comunista es un título nobiliario de por vida? ¿una patente de corso, quizá, que te permite hacer lo que te de la gana?
7. A aquellos 15 individuos no se les implicó, "ni más ni menos", que en el asesinato de Kirov sino en la instigación del mismo. Es algo distinto, pero ¿eres capaz de comprender la diferencia?
8. Kamenev no fue nunca ex presidente del Buró Político.
Quienes se hacen eco de la basura trotskista corren este tipo de riesgos: no dar ni una.
Falso: el asesinato de Kirov jamás fue un misterio, con excepción de sus instigadores, la oposición unificada, que sólo fue descubierta en 1936.
2. "Al principio los despachos oficiales se referían solamente a la ejecución (...) de una veintena de terroristas emigrados blancos llegados vía Polonia, Rumania y otros estados fronterizos. Naturalmente se derivaba la conclusión de que el asesinato de Kirov era obra de la misma organización terrorista contrarrevolucionaria".
Falso: ¿se derivaba? ¿quién derivaba? Son hechos diferentes. Una cosa era la continua infiltración de saboteadores por la frontera y otra el asesinato de Kirov, que era una operación "desde el interior".
3. ¿Un joven desconocido para todo el mundo que distribuía los documentos de la oposición? Entonces, ¿quién le entregaba esos documentos para que los distribuyera? ¿entregaban documentos a gente desconocida?
4. En 1927 Wrangel estaba en París. Por lo tanto, los grupos de saboteadores que se infiltraban en la Unión Soviética por la frontera polaca no tenían dada que ver con Wrangel sino con el espionaje polaco. Esos grupos tenían relación con la oposición sin necesidad de que la GPU hiciera ningún montaje.
5. No se hizo comparecer ante la justicia de Leningrado a causa del asesinato de Kirov a ningún desconocido, sino a gente bien conocida y destacada de la época.
6. En el asesinato de Kirov sí estaban implicados los grupos de la oposición y, por lo tanto, lo que es falso es que los 15 que mencionas no tuvieran "nada en común" con el atentado porque quien había liquidado a esa oposición era Kirov. Bien lógico y fácil de entender. No sólo había 15 sino bastantes más, como el propio Kirov había dicho antes de que le mataran: Leningrado era un avispero controlado por la camarilla de Zinovev y Kamenev. Lo que sucede es que las pruebas sólo se obtuvieron después. Que algunos de ellos, como Zinoviev y Kamenev, tuvieran su pedigrí de ex-combatientes no cambia las cosas. ¿Acaso militar en un partido comunista es un título nobiliario de por vida? ¿una patente de corso, quizá, que te permite hacer lo que te de la gana?
7. A aquellos 15 individuos no se les implicó, "ni más ni menos", que en el asesinato de Kirov sino en la instigación del mismo. Es algo distinto, pero ¿eres capaz de comprender la diferencia?
8. Kamenev no fue nunca ex presidente del Buró Político.
Quienes se hacen eco de la basura trotskista corren este tipo de riesgos: no dar ni una.
verdadyreconciliacion- Revolucionario/a
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8. Kamenev no fue nunca ex presidente del Buró Político.
Si bueno, jajaja. Aunque podría ser un error de la traducción, ya que no lo menciona anteriormente. Bueno, edito , estuve buscando y encontre que Kamenev fue presidente en ausencia de Lenin, asi que no es mentira.
"Al principio los despachos oficiales se referían solamente a la ejecución (...) de una veintena de terroristas emigrados blancos llegados vía Polonia, Rumania y otros estados fronterizos. Naturalmente se derivaba la conclusión de que el asesinato de Kirov era obra de la misma organización terrorista contrarrevolucionaria".
Sabes leer?, demofilo?. Esta hablando de los "despachos oficiales".
3. ¿Un joven desconocido para todo el mundo que distribuía los documentos de la oposición? Entonces, ¿quién le entregaba esos documentos para que los distribuyera? ¿entregaban documentos a gente desconocida?
Me imagino que serán los de la "Oposicion", en contra del derechismo en la URSS, no?. En contra de Bujarin, Stalin, Rikov entre otros.
todos ellos antiguos miembros del partido, militantes durante la ilegalidad, protagonistas de la Guerra Civil, ocuparon los cargos de más responsabilidad en el partido y en los soviets. A estos quince individuos se los implica, ni más ni menos, en el asesinato de Kirov. Según las explicaciones dadas por Pravda, su objetivo era tomar el poder; empezando por Leningrado, "con la secreta intención de restablecer el régimen capitalista" Despachos posteriores aparecidos en la prensa soviética agregan a los quince "zinovievistas" arrestados varías personas más de similar importancia en el partido.
jajaja..., esto es para partirse de risa. Los acusan de querer restaurar el capitalismo, como si la politica apoyada por Stalin y Bujarin fuera "socialista", de construcción del socialismo. Sin comentarios. Hay que volver a ver el informe de Stalin de aquel congreso de la epoca.
Los "instigadores del asesinato", jaja..., o sea que según tu, eran instigadores, pero eso no los implicaba en el asesinato, ni siquiera como instigadores, eran libres de culpa, pero culpables a la vez.
Se suponía que no tenian las "pruebas", por cierto. Claro, aparecerían luego, el arte de la magia. Como desapareció Trotsky de las fotos, de ese tipo.
Un saludo.
Última edición por verdadyreconciliacion el Vie Sep 24, 2010 5:45 pm, editado 1 vez
DP9M- Colaborador estrella
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y Dale con el photoshopeado de fotitos como si fuese algo concluyente en algo.
Demofilo- Camarada Comisario
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Cuando le preguntaron a Trotski por su papel en el asesinato de Kirov, no rechazó la acusacion según la cual él y sus compinches eran partidarios del asesinato como método de acción: "Yo no me he presentado jamás como pacifista, tolstoiano ni discípulo de Gandhi. Los verdaderos revolucionarios no juegan con la violencia, pero no rehúsan recurrir a ella si la Historia les cierra otros caminos. De 1923 a 1933, he preconizado la reforma del Estado sovietico. Tal es precisamente la razón de que, en marzo de 1932, recomendase al Ejecutivo central eliminar a Stalin".
Uno de los acusados en el complot contra Kirov fue Dreitzer, enlace de Trotski cuando estuvo desterrado en Alma Ata. Dreitzer organizó dos grupos de acción, el de Gaivski, encargado de asesinar a Stalin, y el de Esterman, que debía preparar el de Kirov. Durante el juicio atacó a los que, como Smirnov, pretendían desligarse de una parte de su responsabilidad: "Entre nosotros no había ninguna posibilidad de obrar por propia iniciativa. Me sorprende lo que dice Smirnov. Según él, sabía y no sabía, había hablado y no hablado, hecho y no hecho. Esto no es veraz".
Queda, pues, probado que los contrarrevolucionarios recibieron sus consignas de Trotski por conducto de Smirnov. Éste recordó cómo llegó a sus manos la carta de Trotski preconizando el terrorismo: "En octubre de 1934, mi hermana me trajo de Varsovia una revista de cine alemana que un agente de Sedov [el hijo de Trotski] le había transmitido para que me fuese entregada. Entre Sedov y yo, en nuestra última entrevista en Berlín, había quedado convenido que yo hallaría en esta revista una carta de Trotski. La encontré, en efecto, escrita con tinta simpática, y así tuve conocimiento de su consigna según la cual era preciso preparar sin tardanza y realizar luego actos terroristas contra Stalin y Vorochilov. Una vez informado de este mensaje, se lo transmití a Mratchkovski, que lo quemó inmediatamente después".
El interrogatorio de Zinoviev en el segundo proceso, se desarrolló así, según las actas:
Zinoviev: Las cosas, que yo recuerdo ahora, ocurrían de este modo: los trotskistas habían concebido planes perfectamente detallados, de acuerdo con las consignas recibidas de su jefe e incluso ya habían iniciado su puesta en práctica.
Vichinski: ¿Cuál era la actitud del sector trotskista de vuestro bloque con respecto al terror?Zinoviev: Esa cuestion desempeñaba el papel decisivo en nuestras negociaciones sobre la formación del centro unificado. La parte del bloque denominada zinovievista estaba ya entonces madura para tales soluciones.
Vichinski: ¿Y Smirnov manifestó o no con relacion a esto una actividad determinada?
Zinoviev: Smirnov, en mi opinion, manifestaba más actividad que ningun otro y le considerábamos el jefe indiscutible de la sección trotskista del bloque, el hombre mejor informado sobre el estado de animo de Trotski, el cual compartía por entero.
Vichinski: Y usted, personalmente, ¿ha oído de Smirnov alguna serie de proposiciones?
Zinoviev: Por dos o tres veces tuve que negociar personalmente con él.
Vichinski: Y durante esas negociaciones, ¿Smirnov se mostró apremiante? ¿insistió sobre los actos terroristas?
Zinoviev: Como ya he dicho, insistió con calor y persuasión para que se llevasen a cabo actos terroristas, aunque a nosotros no era preciso convencernos: estabamos ya convencidos.
Uno de los acusados en el complot contra Kirov fue Dreitzer, enlace de Trotski cuando estuvo desterrado en Alma Ata. Dreitzer organizó dos grupos de acción, el de Gaivski, encargado de asesinar a Stalin, y el de Esterman, que debía preparar el de Kirov. Durante el juicio atacó a los que, como Smirnov, pretendían desligarse de una parte de su responsabilidad: "Entre nosotros no había ninguna posibilidad de obrar por propia iniciativa. Me sorprende lo que dice Smirnov. Según él, sabía y no sabía, había hablado y no hablado, hecho y no hecho. Esto no es veraz".
Queda, pues, probado que los contrarrevolucionarios recibieron sus consignas de Trotski por conducto de Smirnov. Éste recordó cómo llegó a sus manos la carta de Trotski preconizando el terrorismo: "En octubre de 1934, mi hermana me trajo de Varsovia una revista de cine alemana que un agente de Sedov [el hijo de Trotski] le había transmitido para que me fuese entregada. Entre Sedov y yo, en nuestra última entrevista en Berlín, había quedado convenido que yo hallaría en esta revista una carta de Trotski. La encontré, en efecto, escrita con tinta simpática, y así tuve conocimiento de su consigna según la cual era preciso preparar sin tardanza y realizar luego actos terroristas contra Stalin y Vorochilov. Una vez informado de este mensaje, se lo transmití a Mratchkovski, que lo quemó inmediatamente después".
El interrogatorio de Zinoviev en el segundo proceso, se desarrolló así, según las actas:
Zinoviev: Las cosas, que yo recuerdo ahora, ocurrían de este modo: los trotskistas habían concebido planes perfectamente detallados, de acuerdo con las consignas recibidas de su jefe e incluso ya habían iniciado su puesta en práctica.
Vichinski: ¿Cuál era la actitud del sector trotskista de vuestro bloque con respecto al terror?Zinoviev: Esa cuestion desempeñaba el papel decisivo en nuestras negociaciones sobre la formación del centro unificado. La parte del bloque denominada zinovievista estaba ya entonces madura para tales soluciones.
Vichinski: ¿Y Smirnov manifestó o no con relacion a esto una actividad determinada?
Zinoviev: Smirnov, en mi opinion, manifestaba más actividad que ningun otro y le considerábamos el jefe indiscutible de la sección trotskista del bloque, el hombre mejor informado sobre el estado de animo de Trotski, el cual compartía por entero.
Vichinski: Y usted, personalmente, ¿ha oído de Smirnov alguna serie de proposiciones?
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