La Organización No Gubernamental (ONG), Médicos por los Derechos Humanos (PHR, por su sigla en inglés) denunció que médicos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos (EE.UU.) practicaron experimentos ilegales sobre retenidos durante el Gobierno de George W. Bush (2001-2009).
PHR elaboró un informe titulado “Experimentos en la tortura: investigación en humanos y evidencia de la experimentación en el programa de interrogatorios ‘mejorados’ “, en el que se aseguró que personal de la CIA realizó experimentos en prisioneros para mejorar procedimientos de tortura en interrogatorios.
“La CIA parece haber roto todos los estándares legales y éticos aplicados desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para proteger a los prisioneros de ser sometidos a experimentos”, dijo el director ejecutivo de la PHR, Frank Donaghue.
El organismo de inteligencia de EE.UU. ha sido denunciado por practicar torturas a sus prisioneros durante la realización de interrogatorios, entre éstas, una conocida como “waterboarding” (simulación de ahogamiento por inmersión).
“En su intento de justificar la tortura, la CIA parece haber cometido otro crimen de guerra: la experimentación ilegal con prisioneros”, dijo por su parte el director de la Campaña Contra la Tortura de PHR y principal autor del informe, Nathaniel A. Raymond.
“Aparentemente, los abogados del Departamento de Justicia nunca evaluaron la legalidad de la presunta investigación con detenidos bajo custodia de la CIA, a pesar de lo esencial que parece haber sido para su cobertura legal de las torturas”, añadió.
PHR indicó que documentos desclasificados del Gobierno muestran que la CIA realizó investigaciones y experimentos con detenidos para medir los efectos del “waterboarding” y ajustar los procedimientos de acuerdo con los resultados.
Detalló que en los experimentos, se usó suero en la citada tortura para impedir que los detenidos entraran en coma o murieran por ingestión de grandes cantidades de agua.
“La tortura conocida como “Waterboarding 2.0″ es producto del desarrollo y prueba práctica de una forma intencional de infringir daño, usando en forma sistemática la supervisión médica y la aplicación de conocimiento”, señala el informe.
Otro de los experimentos que realizaron los médicos de la CIA estuvo relacionado con la privación del sueño a más de una decena de detenidos.
Uno de los objetivos de la prácticas ilegales sobre prisioneros de la CIA era determinar qué tipo de tortura incrementaba la “susceptibilidad al dolor severo” del detenido, destaca el texto de PHR.
Los médicos analizaron información, basados en sus observaciones a 25 detenidos que fueron sometidos a aplicaciones individuales y combinadas de técnicas de interrogatorio o torturas “mejoradas”, especifó PHR.
La ONG precisó que la CIA comenzó a realizar las pruebas ilegales con personas retenidas después de los atentados que recibió Washington a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
El informe de PHR aseveró que los médicos que efectuaron los experimentos ilegales sobre prisioneros violaron las Convenciones de Ginebra, el Código de Nuremberg y otras prohibiciones internacionales y nacionales a la investigación ilegal con seres humanos.
“Estos actos denunciados no son sólo severas violaciones a los derechos humanos, sino también una grave afrenta a los valores centrales de Estados Unidos”, dijo el director ejecutivo de la PHR, Frank Donaghue.
http://www.librered.net/wordpress/?p=296
PHR elaboró un informe titulado “Experimentos en la tortura: investigación en humanos y evidencia de la experimentación en el programa de interrogatorios ‘mejorados’ “, en el que se aseguró que personal de la CIA realizó experimentos en prisioneros para mejorar procedimientos de tortura en interrogatorios.
“La CIA parece haber roto todos los estándares legales y éticos aplicados desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para proteger a los prisioneros de ser sometidos a experimentos”, dijo el director ejecutivo de la PHR, Frank Donaghue.
El organismo de inteligencia de EE.UU. ha sido denunciado por practicar torturas a sus prisioneros durante la realización de interrogatorios, entre éstas, una conocida como “waterboarding” (simulación de ahogamiento por inmersión).
“En su intento de justificar la tortura, la CIA parece haber cometido otro crimen de guerra: la experimentación ilegal con prisioneros”, dijo por su parte el director de la Campaña Contra la Tortura de PHR y principal autor del informe, Nathaniel A. Raymond.
“Aparentemente, los abogados del Departamento de Justicia nunca evaluaron la legalidad de la presunta investigación con detenidos bajo custodia de la CIA, a pesar de lo esencial que parece haber sido para su cobertura legal de las torturas”, añadió.
PHR indicó que documentos desclasificados del Gobierno muestran que la CIA realizó investigaciones y experimentos con detenidos para medir los efectos del “waterboarding” y ajustar los procedimientos de acuerdo con los resultados.
Detalló que en los experimentos, se usó suero en la citada tortura para impedir que los detenidos entraran en coma o murieran por ingestión de grandes cantidades de agua.
“La tortura conocida como “Waterboarding 2.0″ es producto del desarrollo y prueba práctica de una forma intencional de infringir daño, usando en forma sistemática la supervisión médica y la aplicación de conocimiento”, señala el informe.
Otro de los experimentos que realizaron los médicos de la CIA estuvo relacionado con la privación del sueño a más de una decena de detenidos.
Uno de los objetivos de la prácticas ilegales sobre prisioneros de la CIA era determinar qué tipo de tortura incrementaba la “susceptibilidad al dolor severo” del detenido, destaca el texto de PHR.
Los médicos analizaron información, basados en sus observaciones a 25 detenidos que fueron sometidos a aplicaciones individuales y combinadas de técnicas de interrogatorio o torturas “mejoradas”, especifó PHR.
La ONG precisó que la CIA comenzó a realizar las pruebas ilegales con personas retenidas después de los atentados que recibió Washington a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
El informe de PHR aseveró que los médicos que efectuaron los experimentos ilegales sobre prisioneros violaron las Convenciones de Ginebra, el Código de Nuremberg y otras prohibiciones internacionales y nacionales a la investigación ilegal con seres humanos.
“Estos actos denunciados no son sólo severas violaciones a los derechos humanos, sino también una grave afrenta a los valores centrales de Estados Unidos”, dijo el director ejecutivo de la PHR, Frank Donaghue.
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