Del blog "Revolución o Barbarie": http://revolucionobarbarie.wordpress.com/2012/11/28/huelga-de-hambre-en-telefonica-todo-o-nada-para-los-explotados/
Huelga de hambre en Telefónica: todo o nada para los explotadosMarcos, ex trabajador de Telefónica-Movistar en Barcelona, se ha convertido en todo un símbolo de dignidad, orgullo y lucha para el conjunto de la clase obrera del Estado español. Su huelga de hambre (que hoy, día 28 de noviembre, va ya camino de alcanzar los 24 días) apenas ha tenido eco en los medios del capital, como no podía ser de otra manera. Pero el ejemplo de Marcos -y el de los cuatro compañeros que se han sumado por solidaridad- ya inunda las “redes sociales” y su referente está siendo conocido por cada vez más proletarios.
El motivo de su particular gesta es la de haber plantado cara ante una de las miles de tropelías que el capital comete a diario contra el conjunto del proletariado. En este caso, Marcos fue despedido por estar de baja médica, gracias a una Reforma Laboral aprobada por el PSOE y perfeccionada por el PP (los dos grandes partidos del capital monopolista español). Tras ser despedido, el compañero demandó a la empresa y, después de ser readmitido por haber sido declarado nulo el despido, el Tribunal Supremo (el máximo órgano y garante judicial del orden capitalista en España) sentenció que el despido era improcedente. Teniendo en cuenta que, en la legislación laboral española, es la empresa quien decide la readmisión o la indemnización en el caso de los despidos improcedentes, Telefónica-Movistar, uno de los grandes puntales de la burguesía española, optó por despedir a Marcos. De nuevo, la judicatura sentenciaba, en base a una legalidad cocinada al gusto de la burguesía, contra un explotado cuyo delito imperdonable para el capital había sido su estado de baja por enfermedad.
Fue entonces cuando este proletario, junto con cuatro compañeros unidos en esa hermandad de intereses que todo trabajador forja con sus iguales cuando resiste las embestidas de la patronal, decidió ir a por todas y lanzarse a una batalla valiente y tenaz por su readmisión y por la derogación de una legislación que permite despedir a un trabajador que esté de baja médica justificada.
Como comunistas, en primer lugar debemos dar a conocer y apoyar con todos los medios a nuestro alcance luchas como las de estos trabajadores de Telefónica. Sin embargo, este tipo de luchas obreras deben servirnos para que quienes integramos el conjunto del Movimiento Comunista del Estado español apostemos por un cambio claro de rumbo, tratando de superar la estrechez de la línea sindicalista que hoy impera en gran parte de nuestro movimiento.
Las luchas como las de Marcos son muy positivas por dos motivos que, a largo plazo, deben estar interrelacionados. En primer lugar, estas luchas sirven de revulsivo para un proletariado que, lo quiera o no, al final está llamado a luchar por sus intereses de clase más inmediatos. En segundo lugar, a los comunistas estas luchas nos ayudan a ir identificando a los sectores más combativos de nuestra clase, que son los que deben ejercer de intermediarios ante las grandes masas para que el mensaje comunista pueda llegar.
Conscientes de que no se puede comenzar la casa por el tejado, los diferentes grupos que hoy apostamos por la reconstitución del Partido Comunista sobre nuevas bases ideológicas y políticas marxistas-leninistas, entendemos -y creemos que la realidad cada día nos otorga más razón- que, para engarzar esa vanguardia práctica (es decir, aquel sector de la clase explotada que destaca en las luchas de resistencia frente al orden capitalista) con la línea revolucionaria del comunismo, es imprescindible que la vanguardia comunista camine a paso firme y audaz por su propia constitución como sujeto político revolucionario unificado, purgado de toda forma de oportunismo y en estrecho contacto con los estratos más avanzados del proletariado a nivel de luchas económicas.
Cuando ese nuevo sujeto (el movimiento comunista en lucha contra la línea revisionista) esté formado, tenga sus propios medios de propaganda y disponga de las células necesarias para atraerse a los proletarios más combativos y mejor organizados, el Partido de nuevo tipo será un hecho y los comunistas podremos comenzar a utilizar las luchas sindicales en un sentido revolucionario. Mientras estas premisas no se den, los ejemplos como el de Marcos seguirán alimentando unas esperanzas vanas que, al final, terminarán chocándose de bruces contra la lúgubre realidad que la clase dominante nos dibuja diariamente.
A pesar de la práctica diaria de aquellos comunistas que, rompiendo con los principios más elementales del marxismo-leninismo, consideran que es a través de las luchas económicas como se genera la conciencia revolucionaria, la historia de nuestra clase ha refutado totalmente esta tesis que ya Lenin denunció hace más de 100 años. Las dos grandes revoluciones del proletariado internacional en el siglo XX (la soviética y la china) demostraron que, para que de las luchas económicas pudiera surgir el fermento revolucionario, era imprescindible que antes la vanguardia comunista se hubiera ganado para el comunismo a los mejores exponentes de la clase obrera y el campesinado pobre. Solo de esa forma las grandes masas explotadas podían constituir, extender y fortalecer sus propios órganos de poder. Solo gracias a la experiencia política de su propia capacidad para producir un nuevo orden social el conjunto de las masas proletarias podía entender la necesidad de la Revolución.
Desde Revolución o barbarie entendemos que ya va siendo hora de romper con la eterna “acumulación de fuerzas” de un comunismo convertido en sindicalismo, incapaz de constituirse en referente ante las masas obreras. Apostamos por una reconstitución del Movimiento Comunista en el Estado español que, fusionando a los comunistas con referentes como Marcos y sus compañeros, pueda emprender la guerra exitosa de liberación contra el sistema de explotación capitalista. Por tanto, nuestro objetivo no puede ser otro que luchar sin tregua hasta convertir las luchas de resistencia de nuestra clase en lucha por la construcción del nuevo poder.
¡Solidaridad absoluta con todos los proletarios en lucha!
¡Hagamos que el comunismo se convierta en necesidad y posibilidad para las grandes masas de explotados!