SOBRE LA SITUACIÓN DE ARCELOR-MITTAL
Los rumores sobre el recorte de empleos en Arcelor ya se han confimado. La cifra ronda los 400 empleos entre las instalaciones de Avilés y Gijón. Así, Arcelor, en medio de la crisis capitalista, se suma a la espiral de recortes e incide en la situación crítica que vive Asturies.
Esta decisión no deja de ser, además de un duro golpe para la clase obrera asturiana, algo completamente evitable. Hace poco, la empresa de Lakshmi Mittal, anunciaba que había reducido su deuda un 30%, asegurando la viabilidad a largo plazo de la compañía, pero es que, además, la empresa obtuvo 85,6 millones de euros de beneficio durante el año 2009 y, de un modo más sintomático, debemos observar que los beneficios obtenidos en los dos últimos trimestres del año reflejan la mejoría de los resultados de la empresa, ganando en el cuarto trimestre 777,52 millones de euros frente a las pérdidas de 1.912,38 millones de euros en el mismo período de 2008. Lo cierto, pues, es que la empresa no necesita expulsar a trabajadores para mantener los beneficios. Pero la empresa tampoco puede aducir que Arcelor en sus instalaciones asturianas no tenga trabajo, sobre todo cuando ha obtenido la adjudicación de dos contratos del Ministerio de Fomento para las líneas del AVE, que suponen casi 51 millones de euros.
En la negociación del convenio de Arcelor aparecen medidas que son significativas del rumbo que los empresarios están dando a la negociación colectiva y la necesaria respuesta rotunda de los trabajadores. En primer lugar, los recortes de empleos. En segundo lugar, ligar los salarios a los resultados de la empresa, de manera que puedan ser, a completa voluntad de los empresarios, reducidos en coyunturas como la actual, añadiendo a la explotación, que ya de por sí sufre la clase obrera, la incertidumbre de cuánto se ganará de año en año. En tercer lugar, la merma de la calidad de la producción y de la seguridad de los trabajadores al suprimir la división de mantenimiento, y mucho más en una empresa, como Arcelor, donde las averías y las dificultades técnicas son el pan de cada día debido al mal estado de las instalaciones. En cuarto lugar, los recortes de empleos suponen menos fijos y más eventuales con los conocidos efectos negativos que conlleva para los trabajadores.
Arcelor-Mittal demuestra, una vez más, que los capitalistas solamente se preocupan de sostener sus gigantescos beneficios y poco les importa la suerte de los trabajadores que son expulsados de sus empresas. Por todo ello apoyamos las movilizaciones de los obreros de Arcelor y su plataforma reivindicativa.
Es necesario que los trabajadores de Arcelor, y el resto de la clase obrera asturiana que también tiene motivos sobrados para pensar que esta crisis la están pagando los mismos de siempre, detengan las agresiones de los capitalistas, y vayan, a través de su organización y lucha, construyendo un muro potente contra el que se estrellen con sus medidas antiobreras.
Lo estamos viendo diariamente, las luchas obreras se suceden unas a otras, ayer fue Arias, después movilizaciones en Capgemini, las negociaciones de AZSA, Sant-Gobain, ahora la lucha de los obreros de Arcelor y el drama del paro para un número creciente de trabajadores…, es necesario que seamos capaces de ver que todas estas agresiones tienen un único denominador común: que los obreros y obreras paguen la factura generada por los especuladores, los bancos y los capitalistas, aun cuando durante todos los años anteriores obtuvieron beneficios fabulosos. Detrás de estas medidas está, permanentemente, las amenazas que penden sobre la jubilación, el subsidio de desempleo, la misma negociación colectiva, el derecho de huelga, el contrato único para precarizar a todos y todas, y la subida salarial por debajo del 1% que supondrá la merma del poder adquisitivo de los trabajadores. Todo esto conforma una enorme política agresiva y a la ofensiva que los empresarios le lanzan a la clase obrera, y ya va siendo necesaria una respuesta contundente y proporcional a esa gigantesca operación contra los derechos e intereses de los y las obreras.
¡HUELGA GENERAL YA!
¡LA CRISIS CAPITALISTA QUE LA PAGUEN LOS RICOS!
Los rumores sobre el recorte de empleos en Arcelor ya se han confimado. La cifra ronda los 400 empleos entre las instalaciones de Avilés y Gijón. Así, Arcelor, en medio de la crisis capitalista, se suma a la espiral de recortes e incide en la situación crítica que vive Asturies.
Esta decisión no deja de ser, además de un duro golpe para la clase obrera asturiana, algo completamente evitable. Hace poco, la empresa de Lakshmi Mittal, anunciaba que había reducido su deuda un 30%, asegurando la viabilidad a largo plazo de la compañía, pero es que, además, la empresa obtuvo 85,6 millones de euros de beneficio durante el año 2009 y, de un modo más sintomático, debemos observar que los beneficios obtenidos en los dos últimos trimestres del año reflejan la mejoría de los resultados de la empresa, ganando en el cuarto trimestre 777,52 millones de euros frente a las pérdidas de 1.912,38 millones de euros en el mismo período de 2008. Lo cierto, pues, es que la empresa no necesita expulsar a trabajadores para mantener los beneficios. Pero la empresa tampoco puede aducir que Arcelor en sus instalaciones asturianas no tenga trabajo, sobre todo cuando ha obtenido la adjudicación de dos contratos del Ministerio de Fomento para las líneas del AVE, que suponen casi 51 millones de euros.
En la negociación del convenio de Arcelor aparecen medidas que son significativas del rumbo que los empresarios están dando a la negociación colectiva y la necesaria respuesta rotunda de los trabajadores. En primer lugar, los recortes de empleos. En segundo lugar, ligar los salarios a los resultados de la empresa, de manera que puedan ser, a completa voluntad de los empresarios, reducidos en coyunturas como la actual, añadiendo a la explotación, que ya de por sí sufre la clase obrera, la incertidumbre de cuánto se ganará de año en año. En tercer lugar, la merma de la calidad de la producción y de la seguridad de los trabajadores al suprimir la división de mantenimiento, y mucho más en una empresa, como Arcelor, donde las averías y las dificultades técnicas son el pan de cada día debido al mal estado de las instalaciones. En cuarto lugar, los recortes de empleos suponen menos fijos y más eventuales con los conocidos efectos negativos que conlleva para los trabajadores.
Arcelor-Mittal demuestra, una vez más, que los capitalistas solamente se preocupan de sostener sus gigantescos beneficios y poco les importa la suerte de los trabajadores que son expulsados de sus empresas. Por todo ello apoyamos las movilizaciones de los obreros de Arcelor y su plataforma reivindicativa.
Es necesario que los trabajadores de Arcelor, y el resto de la clase obrera asturiana que también tiene motivos sobrados para pensar que esta crisis la están pagando los mismos de siempre, detengan las agresiones de los capitalistas, y vayan, a través de su organización y lucha, construyendo un muro potente contra el que se estrellen con sus medidas antiobreras.
Lo estamos viendo diariamente, las luchas obreras se suceden unas a otras, ayer fue Arias, después movilizaciones en Capgemini, las negociaciones de AZSA, Sant-Gobain, ahora la lucha de los obreros de Arcelor y el drama del paro para un número creciente de trabajadores…, es necesario que seamos capaces de ver que todas estas agresiones tienen un único denominador común: que los obreros y obreras paguen la factura generada por los especuladores, los bancos y los capitalistas, aun cuando durante todos los años anteriores obtuvieron beneficios fabulosos. Detrás de estas medidas está, permanentemente, las amenazas que penden sobre la jubilación, el subsidio de desempleo, la misma negociación colectiva, el derecho de huelga, el contrato único para precarizar a todos y todas, y la subida salarial por debajo del 1% que supondrá la merma del poder adquisitivo de los trabajadores. Todo esto conforma una enorme política agresiva y a la ofensiva que los empresarios le lanzan a la clase obrera, y ya va siendo necesaria una respuesta contundente y proporcional a esa gigantesca operación contra los derechos e intereses de los y las obreras.
¡HUELGA GENERAL YA!
¡LA CRISIS CAPITALISTA QUE LA PAGUEN LOS RICOS!