El mito de la "desmoralización" de Stalin en 1941
(Traducido de oneparty.co.uk)
(Traducido de oneparty.co.uk)
INTRODUCCIÓN
En su discurso secreto para el XX Congreso del PCUS en febrero de 1956, Nikita Jruschov denunció que, tras la invasión alemana a la Unión Soviética en junio de 1941, Stalin “no quería ni siquiera reunirse y conversar con los miembros del C.C”, demostrando lo "desmoralizado que se encontraba Stalin en los primeros meses de la guerra":
“…después de los primeros severos desastres en el frente, Stalin pensó que se estaba ante el fin. En uno de sus discursos de esos días dijo: «Todo aquello que Lenin creó, se ha perdido para siempre».” 1
LA AGENDA DE STALIN
Sin embargo, el nuevo material que proviene recientemente de la antigua Unión Soviética demuestra que
“Lejos de desaparecer y esconderse, ya sea en sus apartamentos privados en el Kremlin o en su dacha en Kuntsevo, ciertamente durante la primera semana de la guerra soviético-alemana, Stalin parece estar sometido a una rutina de trabajo muy ardua, mostrando poco pánico y miedo, que generosamente le atribuyen los antiguos historiadores occidentales y rusos". 2
Steven Main, de la Universidad de Edimburgo, que recientemente ha investigado las agendas de Stalin para el período que nos interesa, da testimonio de que estos documentos muestran que
"... En el primer día de la guerra (22 de junio). La jornada de trabajo oficial de Stalin comenzó a las 05.45 y finalizó a las 16.45 horas...
Stalin mantuvo reuniones con diversos dirigentes de alto rango y figuras militares soviéticas, incluyendo Molotov (Comisario del Pueblo para Asuntos Exteriores), Timoshenko (Comisario del Pueblo para la Defensa), Zhukov (Jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo), Kuznetsov (Comandante del Cáucaso Norte y distritos militares del Báltico), y Shaposhnikov (Comisario del Pueblo Adjunto para la Defensa). En total, en el primer día del ataque, Stalin se reunió con más de 15 miembros individuales del gobierno soviético y del aparato militar”. 3
Sin embargo, de acuerdo con el mariscal Georgi Zhukov, la jornada de trabajo de Stalin el primer día de la guerra duró aún más tiempo de lo que se muestra en su agenda. Zhukov en sus 'Memorias' cuenta que él habló con Stalin por teléfono treinta minutos después de la medianoche:
“Todo evidenciaba que las tropas alemanas se iban aproximando a la frontera. De ello dimos cuenta (yo y Stalin) a las 00.30 minutos de la noche. Este me preguntó si había sido transmitida la directriz a las regiones militares.
Respondí afirmativamente.” 4
Y luego, a las 3.30 am, Zhukov fue ordenado a que despierte a Stalin:
“A las 3 horas 30 minutos... El comisario del pueblo me ordenó telefonear a Stalin. Llamé por teléfono... Oí la voz adormilada del general jefe de la dirección de vigilancia... Le rogué que me ponga urgentemente en comunicación con el camarada Stalin... A los tres minutos se acercó al aparato Stalin.” 5
La agenda también revela que durante la primera semana de la guerra
"La jornada de trabajo de Stalin más corta oficialmente registrada fue la del 24 de junio, durando un poco más de cinco horas, pero ésta siguió a una jornada (la del 23 de junio) que al parecer terminó justo antes de alcanzar las 24 horas, ¡22 horas y 35 minutos de duración!" 6
Del mismo modo, el 25/26 de junio,
"Está registrado que Stalin tuvo 24 horas de reuniones". 7
El 26 y 27 de junio
"sus jornadas de trabajo registradas duraron un poco más de diez horas cada una y, posiblemente como consecuencia de esta extenuación física y mental, su jornada de trabajo del 28 de junio duró un poco más de 5 horas”. 8
Así pues, en total son 168 horas (incluyendo la semana del 22 a 28 de junio).
"Está oficialmente registrado que las reuniones celebradas por Stalin suman un total de 88 horas y 40 minutos de duración". 9
En términos generales,
"...Stalin celebró 158 reuniones, con la participación de 45 funcionarios gubernamentales y figuras militares de alto rango durante todo este período". 10
Por lo tanto, como lo demuestra, entre otros, Molotov:
"Es un error decir que él [Stalin] estaba confundido, estaba preocupado, pues él no lo demostró. Aunque sería absurdo decir que él no estaba preocupado. Pero los escritores lo retratan de una manera equivocada, vale decir, ¡como un pecador arrepentido! Esto es, por supuesto, absurdo. Durante todo ese tiempo, como siempre, él trabajó, no perdió el control de sí mismo y, ciertamente, no perdió la capacidad de hablar”. 11
"Por lo tanto, a juzgar por su agenda, así como por las declaraciones de sus contemporáneos, por las medidas importantes adoptadas tanto por el Partido como por el Estado, etc., la idea de que Stalin se encerró durante el período crítico del comienzo de la guerra soviético-alemana es insostenible". 12
CONCLUSIÓN
El relato de Jruschov, en el sentido de que Stalin se encontraba "desmoralizado" e "inactivo" durante el primer período de la guerra soviético-alemana, no puede conciliarse con los hechos conocidos y debe declararse como falsa propaganda política de los revisionistas soviéticos, que forma parte de la campaña diseñada para desacreditar a Stalin y preparar el terreno para salir de la vía marxista-leninista marcada por Stalin.
Notas:
1. Nikita Jruschov: ”Informe Secreto al XX Congreso del PCUS”. 25 de febrero de 1956.
2. Steven J. Main: “Stalin in June 1941: A Comment on Cynthia Roberts”, in: “Europe-Asia Studies”, Volume 48, No.5 (July 1996); p.837.
3. Steven J. Main: ibid.; 1. 837, citing '1zvestiya 'TsK KPSS', Volume 6, 1990; p. 216-22.
4. Georgi Zhukov: “Memorias y reflexiones” Vol. 1.
5. Ibíd.
6. Steven J. Main: op. Cit.; p. 837, citing 'Izvestia TsK KPSS', Volume 6, 1990, p. 217
7. Steven I. Main: ibid.; p.837 citing 'Izvestia lsK KPSS', Volume 6, 1990, p. 218-19
8. Steven J. Main: ibid.; p. 837, citing 'Izvestiya TsK KPSS'. Volume 6, 1990, p.218-19
9. Steven J. Main: ibid.; p. 837. citing: Colonel-General Yu. Gorkov: Verkhovnyi I Stavka', in: 'Krasnaya zvezda', 21 October 1995
10. Steven I. Main: ibid.; p. 837, citing: Colonel-General Yu. Gorkov ibid.
11. Steven J. Main: ibid.; p. 838, citing Feliks Chuev: Sto sorok besed s Molotovym'; in: Kommunist vooruzhenuykh sil', Volume 9. 1991: pp. 62-63
12. Steven J. Main: ibid.; p. 838