Bien traslado el comentario del camarada
Raizon de este hilo:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Aquí, porque corresponde más el tema aunque realmente poco voy a hablar del Ché Guevara.
Razion escribió:Respecto a lo que decís NG de Cuba, referido a su industrialización (tema que justamente abordamos en el subforo de Cuba, en un hilo que se refiere al debate económico cubano), los primeros años de la revolución evidencian una industrialización acelerada, apoyada sobre la URSS frente al bloqueo económico yanquí (hay que fijarse los proyectos industriales elaborados, y las industrias que efectivamente se instalaron). Guevara era precisamente un defensor de la industrialización acelerada (admiraba al proceso Soviético, algunos encuentran similitudes entre su pensamiento y el de Preobrazhensky), por lo tanto en su gestión como Ministro de Industria (y el resto de los cargos que desempeñó) incentivó este desarrollo.
LLevaba tiempo queriendo abordar este tema que no es la primera vez que te he oído comentar, debido a que me es de mucho interés.
Mi intención más que corregirte es mostrate con las pocas fuentes disponibles que existen en español las ideas económicas desarrolladas por E. Preobrazhensky, para que luego tú y todos las podaís comparar con las de Ernersto Guevara.
Así que esa comparación que hablas de Guevara-Preobrazhensky depende del concepto que tengas sobre E. Preobrazhensky, porque tu has hablado de su similitud en su concepto de que "lo primero a desarrollar es la industria pesada", y creo no hay defensor más férreo en este sentido sobre ese tema que I. Stalin, de hecho a posteriori surgió una reclamación de Mao hacía Stalin por este tema aludiendo que no se fijaba en la industria ligera, algo por otro lado totalmente injustificado para la construcción del socialismo, pero me sirve de ejemplo para que veas que eso no es un problema entre Stalin y Preobrazhensky, el problema gira más bien sobre el modo que se debía llevar a cabo la industrialización si de un modo socialista mediante el apoyo del campesino medio y pobre iniciandolo en la colectivización por persuasión, o mediante el método capitalista trasladado a la URSS, osease utilizando el campo como "colonia a explotar" en una en compensación por la falta de propias colonias como método de explotación y beneficio a mansalva para financiar la industrialización, en esto se incluiría además una supuesta colectivización forzosa (pero esto último no tengo pruebas más que una lectura que no localizo).
Ahora, si indagamos en el pensamiento de Preobrazhensky veremos que para empezar fue un hombre sin confianza en la edificación del socialismo en Rusia, un ejemplo de esto, lo tenemos en el VI congreso del PC (b) de 1917 junto a N. Bujarin (ambos en ese entonces miembros de la fracción "comunistas de izquierda") planteaban corregir el informe inicial:
Replica a Preobrazhensky en la cláusula 9 de la Resolución "sobre la situación política", 03 de agostoStalin dice en la cláusula 9 de la resolución: "La tarea de estas clases revolucionarias será entonces para doblar todo lo posible para tomar el poder del Estado en sus manos y, en alianza con el proletariado revolucionario de los países avanzados, se dirigen hacia la paz y hacia la transformación socialista de la sociedad."
Preobrazhensky: Propongo una formulación diferente de la final de la resolución:
"para dirigirlo hacia la paz y, en el caso de una revolución proletaria en Occidente, hacia el socialismo." Si adoptamos la formulación propuesta por la comisión que estará en contradicción con resolución de Bujarin, que ya hemos adoptado.
Stalin: Estoy en contra de esa enmienda. En efecto, no se descarta que Rusia será el país que sentará el camino hacia el socialismo. Ningún país hasta ahora ha gozado de tanta libertad en tiempos de guerra como Rusia lo hace, o ha tratado de introducir el control obrero de la producción. Además, la base de nuestra revolución es más amplio que en Europa occidental, donde el proletariado se encuentra completamente solo frente a frente con la burguesía. En nuestro país los trabajadores tienen el apoyo de los sectores más pobres del campesinado. Por último, en Alemania, el aparato del Estado es incomparablemente más eficiente que el aparato imperfecto de nuestra burguesía, que a su vez es afluente del capital europeo. Debemos desechar la idea anticuada de que sólo Europa puede mostrarnos el camino. No es dogmático marxismo y el marxismo creativo. Me atengo a la segunda.
Presidente: Voy a poner la enmienda de Preobrazhensky para votación. -Rechazado-.
Anotación: El VI Congreso del POSDR (Bolchevique) se celebró en Petrogrado desde 26 jul-3 ag 1917. Se escucharon y discutieron los informes del Comité Central sobre la política y la organización, los informes de los distritos, sobre la guerra y la situación internacional, sobre la situación política y económica, en el movimiento sindical, y en la campaña de las elecciones de la Asamblea Constituyente. El Congreso aprobó el nuevo Reglamento del partido y decidieron formar una Liga de la Juventud. El informe del Comité Central y del informe sobre la situación política fueron realizadas por JV Stalin. El congreso rechazó las resoluciones trotskistas de Bujarin y Preobrazhensky, que fueron diseñados para desviar el Partido del curso de la revolución socialista, y aprobó la resolución sobre la situación política presentado por JV Stalin. El congreso del Partido encabezado la insurrección armada, para la revolución socialista.
A partir de ahí debemos entender que el pensamiento de Preobrazhensky no esta creado por casualidad para parecer más izquierdista que nadie, sino porque en la mente de ese hombre no cabía la posibilidad de la construcción del socialismo sin el auxilio externo del proletariado de los países desarrollados, por ello al igual que Trotsky pensaba que la única forma de mantener a flote la revolución sería un triunfo en los países revolucionarios para compensar el retraso de las fuerzas productivas rusas, sino la revolución sería comida por el cerco imperialista en una próxima agresión ademas de que los dos pronosticaban la propia parálisis del partido por la burocratización del aparato soviético sino llegaba ansiada revolución en los países más desarrollados, algo que expresaron los dos durante sus andanzas con énfasis desde el 1923. Por lo tanto las ideas de este hombre están impregnadas de un voluntarismo juntado con unas grandes prisas de quemar etapas a causa de su pánico a la degeneración del partido o a la propia desaparición del sistema de soviet por una agresión imperialista, ambas según él hubieran sido subsanadas con la extensión de la revolución. De ahí sale su teoría de la "acumulación socialista".
Le vamos a observar a Preobrazhensky en el campo económico con el tema de la industrialización, dejare inicialmente la visión de sus tesis económicas por medio del famoso: Biografía de Stalin escrito por el PCE (r) y la refutación de su visión en el mismo texto:
La XIV Conferencia del Partido (abril de 1925) incorpora oficialmente esta tesis a una de sus resoluciones.
En su informe a la Conferencia, Stalin subraya que esta resolución implica que la comunidad de intereses de los obreros y los campesinos es suficientemente fuerte como para prevalecer -bajo la dictadura del proletariado- sobre las contradicciones entre esos intereses: de ahí posibilidad del triunfo del socialismo en la URSS.
Trotski niega esta posibilidad al sostener que en un país atrasado no pueden ser resueltas las contradicciones entre la clase obrera y el campesinado: sólo pueden serlo a escala internacional. Como en Brest-Litovsk, Trotski sostenía también en este punto que sólo la victoria de la revolución a escala mundial podía salvar de la degeneración y la decadencia a la Unión Soviética. Stalin, por su parte, demuestra que este planteamiento no tiene nada que ver con el leninismo.
Se ve claramente así que la cuestión en litigio en la oposición entre la concepción de la revolución permanente de Trotski y el reconocimiento de la posibilidad de construir el socialismo en un solo país, incluido un país de mayoría campesina, es la solidez de la alianza obrera y campesina y, por tanto, ahí radica la extraordinaria importancia de la NEP. La tesis de Trotski reduce la NEP a una retirada, una concesión que conduce ineluctablemente a reforzar cada vez más el capitalismo. Según esta tesis, la materialización de tal amenaza sólo puede ser aplazada, en las condiciones de Rusia, por medio de una industrialización a costa del campesinado, porque la industria es demasiado débil para disponer de su propia base de acumulación. Este erróneo punto de vista fue desarrollado sistemáticamente por Preobrajenski en su concepción de la acumulación socialista primitiva.
Las tesis económicas de Preobrajenski, principal expositor de la oposición izquierdista, son absolutamnte descabelladas y por competo ajenas al marxismo. La tesis de la acumulación socialista primitiva establece un paralelismo entre el capitalismo y el socialismo, muy frecuente por lo demás entre los diversos oposicionistas en aquella época, que resulta insostenible. La acumulación originaria fue una larga etapa de formación y expansión del capitalismo en la que la burguesía expropia la tierra a los campesinos a fin de transformarlos en obreros, obligados a vender su fuerza de trabajo en las fábricas. El socialismo, por el contrario, había repartido las tierras entre los campesinos. El paralelismo era absurdo pero no era más que uno de tantos otros, como el de la supuesta conversión de la clase obrera soviética en clase explotadora de los campesinos (como decía Bujarin) y del Estado soviético en un Estado militar feudal o el supuesto colonialismo practicado por un proletariado metropolitano frente a la pequeña burguesía rural que denotan bien a las claras el extraordinario nivel analítico de aquellos brillantes teóricos del bolchevismo.
Aunque la analogía es absurda, pone de manifiesto las verdaderas concepciones de los izquierdistas, partidarios de un socialismo a punta de bayoneta, de exportar la revolución al exterior, de saquear a la fuerza a los pequeños campesinos e incluso de imponer una disciplina militar también a los obreros sin partido, como vimos en el debate sobre los sindicatos.
Las tesis economicas de la izquierda no conducían a construir una sociedad distinta sino a convertir al proletariado en rentistas dedicados a saquear al campesinado y arruinar la alianza entre ambas clases sociales, lo que equivalía a liquidar el fundamento mismo del Estado soviético. Para los izquierdistas el modelo era el comunismo de guerra. Preobrajenski preconizaba el parasitismo: la tarea de la burguesía debia consistir en producir para que luego el proletariado le expropiara la producción. Cualquier semejanza de eso con el socialismo es una pesadilla.
Para quién piense que peco de oportunista exagerando las tesis de la oposición de izquierdas en cuanto a su visión industrial con un texto del PCE (r) y que carece de validez mi análisis, que vea lo que ponen en una página de conocido carácter trotskista:
Para elaborar este concepto Preobrajensky tomaba el concepto de acumulación capitalista primitiva, donde Marx mostraba que la burguesía debió atravesar un período de acumulación forzada, para que el capital se concentrara en un pequeño número de manos, y esto sólo logro realizarlo a través de la violencia y la explotación, logrando separar a los trabajadores de los medios de producción y a través del pillaje y expoliación de las colonias. Ahora era el Estado obrero, impuesto en un país atrasado, el que debía atravesar un proceso de acumulación originaria:
“‘para que el complejo de la economía estatal pueda desarrollar todas sus ventajas económicas y hacerse con una nueva base técnica’ el socialismo debe pasar por una etapa preliminar de ‘acumulación primitiva’: esta acumulación significaba ‘la acumulación en manos del Estado de recursos materiales… que vengan de fuentes ajenas al complejo de la economía estatal’ o, en otras palabras, ‘la expropiación de los excedentes del campo para desarrollar la producción socialista’”[35].
Este concepto fue expresado por primera vez en el partido en 1923, en su XII Congreso, pero fue Preobrajensky quien elaboró acabadamente este fenómeno como una ley del desarrollo de la transición del capitalismo al socialismo.
Dejare la explicación oficial soviética en cuanto a la tesis de acumulación originaria socialista vista por Preobrazhensky:
Extracto del capítulo X llamado -EL PARTIDO BOLSHEVIQUE EN LA LUCHA POR LA INDUSTRIALIZACIÓN SOCIALISTA DEL PAÍS (1926-1929)- del libro: Historia del Partido Comunista (Bolchevique) de la U.R.S.S. (1939)
Después del XIV Congreso, el Partido desplegó la lucha por llevar a la práctica la línea general del Poder Soviético respecto a la industrialización socialista del país.
En el periodo de restauración de la Economía, el problema consistía en sacar de su postración, ante todo, a la agricultura, en obtener de ésta materias primas y artículos alimenticios y en poner en movimiento, en restaurar la industria, en restaurar las fábricas y empresas industriales existentes.
El Poder Soviético resolvió con relativa facilidad estos problemas.
Pero el periodo de restauración de la Economía presentaba tres grandes fallas.
En primer lugar, sólo existían las viejas fábricas y empresas industriales, con su técnica vieja y atrasada, que podían quedar inservibles en seguida. Planteábase el problema de equipar de nuevo estas fábricas y empresas industriales con arreglo a la nueva técnica.
En segundo lugar, el periodo de restauración de la Economía se encontró con una industria cuya base era demasiado reducida, pues entre las fábricas y empresas industriales existentes se echaban de menos decenas y centenares de fábricas de construcción de maquinaria, absolutamente necesarias para el país, fábricas que no existían entonces y que era indispensable construir, ya que sin ellas no puede existir una verdadera industria. Planteábase, por tanto, el problema de crear esas fábricas y de equiparlas con una técnica moderna.
En tercer lugar, el periodo de restauración de la Economía se preocupaba, primordialmente, de la industria ligera, a la que desarrolló y puso a flote. Pero este desarrollo de la industria ligera seguía apoyándose en una industria pesada pobre, aparte de que otras exigencias del país reclamaban también, para su satisfacción, una industria pesada progresiva. Planteábase, pues, el problema de hacer pasar a primer plano, en adelante, la industria pesada.
Todos estos nuevos problemas eran los que la política de la industrialización socialista tenía que resolver.
Era necesario construir de nuevo toda una serie de ramas industriales, desconocidas en la Rusia zarista: construir nuevas fábricas de máquinas y herramientas, de automóviles, de productos químicos, metalúrgicas; organizar una producción propia de motores y de material para la instalación de centrales eléctricas; incrementar la extracción de metales y de carbón, pues así lo exigía la causa del triunfo del socialismo en la U.R.S.S.
Era necesario crear una nueva industria de guerra, construir nuevas fábricas de artillería, de municiones, de aviación, de tanques y de ametralladoras, pues así lo exigían los intereses de la defensa de la U.R.S.S., bajo las condiciones del cerco capitalista.
Era necesario construir fábricas de tractores, fábricas de maquinaria agrícola moderna, abasteciendo de ella a la agricultura, para dar a los millones de pequeños campesinos individuales la posibilidad de pasar a la gran producción coljosiana, pues así los exigían los intereses del triunfo del socialismo en el campo.
Todo esto era lo que tenía que resolver la política de la industrialización, pues en ello consistía, precisamente, la industrialización socialista del país.
Es indudable que la construcción de obras básicas tan gigantescas no podía realizarse sin una inversión de miles de millones. Para ello, no había que contar con empréstitos extranjeros, pues los países capitalistas se negaban a concederlos. Había que acometer esta empresa con los propios recursos del país, sin la ayuda de fuera. Y el País Soviético no era todavía, por aquel entonces un país rico.
En esto estribaba una de las principales dificultades de este periodo.
Los países capitalistas solían crear su industria pesada a expensas de los recursos de afluían a ellos desde fuera: a costa del saqueo de las colonias, de las contribuciones impuestas a los pueblos vencidos y de los empréstitos extranjeros. El país de los Soviets no podía recurrir, por principio, para financiar la industrialización, a esas sucias fuentes de ingreso que brinda el saqueo de los pueblos coloniales o de los pueblos vencidos. En cuanto a los empréstitos extranjeros, la negativa de los países capitalistas a concedérselos cerraba a la U.R.S.S. este camino. Había que encontrar los recursos necesarios dentro del país.
Y en la U.R.S.S. se encontraros estos recursos. La U.R.S.S. descubrió fuentes de acumulación desconocidas en todos los Estados capitalistas. El Estado Soviético disponía de todas las fábricas y empresas industriales, de todas las tierras, confiscadas por la Revolución Socialista de Octubre a los capitalistas y terratenientes, del transporte, de los bancos, del comercio exterior e interior. Las ganancias obtenidas por las fábricas y empresas industriales del Estado, por el transporte, por el comercio, por los bancos ya no las consumía la clase parasitaria de los capitalistas, sino que se invertían en seguir desarrollando la industria.
El Poder Soviético había anulado las deudas zaristas, por las que el pueblo tenía que pagar todos los años cientos de millones de rublos oro, solamente en concepto de intereses. Al abolir la propiedad de los terratenientes sobre la tierra, el Poder Soviético liberó a los campesinos de la obligación de abonar todos los años a los terratenientes cerca de 500 millones de rublos oro, a que ascendían las rentas de la tierra. Los campesinos, libres de esta carga, podían ayudar al Estado a construir una nueva y poderosa industria. Para ello, estaban vitalmente interesados en disponer de tractores y de maquinaria agrícola.
El Estado Soviético disponía de todas estas fuentes de ingresos. De ellas podían salir cientos y miles de millones de rublos para construir la industria pesada. Lo único que hacía falta era abordar el problema de un modo rentable e implantar un severísimo régimen de economía en materia de gastos, racionalizar la producción, reducir los precios de costo de ésta, acabar con los gastos improductivos, etc.
Y así fue, en efecto, como procedió el Poder Soviético.
Gracias al régimen de economía que se siguió, cada año eran más considerables los recursos que se acumulaban para invertirlos en obras básicas. Y así, fue posible acometer la construcción de empresas tan gigantescas como la Central eléctrica del Dnieper, el ferrocarril del Turquestán a Siberia, la fábricas de tractores de Stalingrado, las fábricas de herramientas, la fábrica de automóviles "AMO" (hoy, fábrica "Stalin"), etc.
En 1926-1927, se invirtieron en la industria cerca de mil millones de rublos; tres años después, se pudieron invertir ya en ella unos 5.000 millones.
La obra de la industrialización seguía avanzando.
[...]
En relación con esta conducta de los trotskistas y zinovievistas, la XV Conferencia del Partido (noviembre de 1926) y el Pleno ampliado del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (diciembre de 1926) pusieron a discusión la cuestión del bloque trotskista-zinovievista y en sus acuerdos estigmatizaron a los componentes de este bloque, como elementos escisionistas que en su plataforma habían descendido hasta las posiciones mensheviques.
Pero tampoco esta lección aprovechó a los componentes del bloque. En 1927, en el momento en que los conservadores ingleses rompían las relaciones diplomáticas y comerciales con la U.R.S.S., aquellos elementos volvieron a intensificar sus ataques contra el Partido. Amañaron una nueva plataforma antileninista, la llamada "plataforma de los 83", y comenzaron a difundirla entre los afiliados al Partido, exigiendo que el Comité Central se prestase a abrir una nueva discusión con carácter general.
Esta plataforma era, tal vez, la más hipócrita y farisaica de todas las plataformas presentadas por la oposición.
De palabra, es decir, en su plataforma, los trotskistas y zinovievistas no oponían ningún reparo a la observancia de los acuerdos del Partido y se pronunciaban en favor de la lealtad hacia éste, pero de hecho infringían del modo más grave los acuerdos del Partido, burlándose de todo lo que significase lealtad para con él y para con su Comité Central.
De palabra, es decir, en su plataforma, no oponían el menor reparo a la unidad del Partido y se pronunciaban en contra de la escisión, pero de hecho infringían del modo más grave la unidad del Partido, seguían una línea escisionista y contaban ya con su propio partido clandestino, antileninista, maduro para convertirse en un partido antisoviético, contrarrevolucionario.
De palabra, es decir, en su plataforma, se pronunciaban a favor de la política de la industrialización y llegaban incluso a acusar al Comité Central de dirigirla con un ritmo que no era lo suficientemente rápido, pero de hecho denigraban el acuerdo del Partido sobre el triunfo del socialismo en la U.R.S.S., se burlaban de la política de la industrialización socialista, exigían que se entregase a los extranjeros, a título de concesiones, toda una serie de fábricas y empresas industriales y cifraban sus principales esperanzas en las concesiones capitalistas extranjeras en la U.R.S.S.
De palabra, es decir, en su plataforma, se manifestaban a favor del movimiento coljosiano, y llegaban incluso a acusar al Comité Central de dirigir la colectivización con un ritmo que no era lo suficientemente rápido, pero de hecho se burlaban de la política de incorporación de los campesinos a la edificación socialista, predicaban que surgirían inevitablemente "conflictos insolubles" entre la clase obrera y los campesinos y cifraban sus esperanzas en los "arrendatarios civilizados" en el campo, es decir, en las explotaciones de los kulaks.
Era ésta la plataforma más hipócrita de todas las plataformas hipócritas de la oposición.
[...]
A fines de 1927 comenzaron a destacarse ya éxitos decisivos en la política de la industrialización socialista. La industrialización, dentro de las condiciones de la NEP, supo lograr importantes avances en poco tiempo. La industria y la agricultura en conjunto (incluyendo la explotación forestal y la pesca), no sólo alcanzaron el nivel de producción global de antes de la guerra, sino que lo rebasaron. El peso específico de la industria dentro de la Economía nacional aumentó hasta el 42 por ciento, alcanzando el nivel proporcional de antes de la guerra.
El sector socialista de la industria crecía rápidamente a expensas del sector privado, aumentando desde el 81 por ciento, en 1924-1925, hasta el 86 por ciento en 1926-1927, a la par que el peso específico del sector privado descendía, durante este periodo, del 19 al 14 por ciento.
Esto significaba que la industrialización en la U.R.S.S. tenía un carácter socialista que se iba acusando bruscamente, que la industria de la U.R.S.S. se desarrollaba por la senda del triunfo del sistema socialista de producción, que en el terreno de la industria el problema de "quién vencerá a quién" se pronunciaba ya a favor del socialismo.
Con la misma rapidez se iba desalojando del comercio a los comerciantes privados; la participación de éstos en el comercio al por menor descendió del 42 por ciento, en 1924-1925, al 32 por ciento en 1926-1927, y no digamos en el comercio al por mayor, donde la participación de los particulares descendió, en este mismo periodo, del 9 al 5 por ciento.
Pero aun era más rápido el ritmo con que se desarrollaba la gran industria socialista, que en 1927, es decir, en el primer año después del periodo de restauración de la Economía, vio aumentar su producción en un 18 por ciento, en comparación con la del año precedente. Era éste un record de desarrollo de la producción inasequible hasta para la gran industria de los países capitalistas más adelantados.
Por otro lado veamos como explicaba I. Stalin los errores de las oposición sobre la industrialización, me saltare muchas cosas para centrarme (otra vez con un texto un poquitin largo eso si) en el concepto erróneo de Preobrazhensky:
Extracto del libro: "La desviación socialdemócrata en nuestro partido", de Iosif Stalin, informe la XV Conferencia del P.C.(b) de la U.R.S.S. escrito el 1 de noviembre del 1926
El Partido arranca del criterio de que en su política en general, y en su política económica en particular, no se puede desligar la industria de la agricultura; de que el desarrollo de estas dos ramas fundamentales de la economía debe transcurrir por el cauce de su combinación, por el cauce de su unión en la economía socialista.
De ahí nuestro método, el método socialista de industrialización del país a través del mejoramiento continuo de la situación material de las masas trabajadoras, entre ellas la masa fundamental del campesinado, como base primordial del despliegue de la industrialización. Hablo del método socialista de industrialización a diferencia del método capitalista, que se lleva a cabo a través de la depauperación de millones y millones de trabajadores.
¿En qué consiste la desventaja fundamental del método capitalista de industrialización? En que conduce a un divorcio entre los intereses de la industrialización y los intereses pe las masas trabajadoras, a la agudización de las contradicciones internas del país, a la depauperación de millones y millones de obreros y campesinos, a la inversión de los beneficios, no en el mejoramiento de la situación material y cultural de las amplias masas del país, sino en la exportación de capitales y en la ampliación de la base de la explotación capitalista dentro y fuera del país.
¿En qué consiste la ventaja fundamental del método socialista de industrialización? En que conduce a la unidad de los intereses de la industrialización y de los intereses de las masas fundamentales de los sectores trabajadores de la población; en que no conduce a la depauperación de las grandes masas, sino al mejoramiento de la situación material de estas masas; en que no conduce a la agudización de las contradicciones internas, sino a su amortiguamiento y superación; en que amplía de continuo el mercado interior y aumenta su capacidad, creando así una sólida base interior para el despliegue de la industrialización.
De ahí que las masas fundamentales del campesinado estén interesadas directamente en que la industrialización se efectúe por vías socialistas.
De ahí la posibilidad y la necesidad de que el proletariado ejerza la hegemonía respecto al campesinado en la edificación socialista en general, y en la industrialización del país en particular.
De ahí la idea de la ligazón entre la industria socialista y la economía campesina -en primer término, mediante la incorporación en masa de los campesinos al régimen cooperativo-, la idea del papel dirigente de la industria respecto a la agricultura.
De allí nuestra política fiscal, nuestra política de rebaja de los precios de las mercancías industriales, etc., política que tiene en cuenta la necesidad de mantener la colaboración económica entre el proletariado y el campesinado, de fortalecer la alianza entre los obreros y los campesinos.
El bloque de oposición, por el contrario, parte del enfrentamiento de la industria a la agricultura y marcha por el camino del divorcio entre una y otra. No comprende y no admite que es imposible hacer avanzar a la industria soslayando los interese de la agricultura, perjudicándolos. No comprende que si la industria es el principio rector de la economía nacional, la agricultura es, a su vez, la base sobre la que puede desplegarse en nuestro país la industria.
De ahí que vea en la economía campesina una “colonia”, que debe ser “explotada” por el Estado proletario (Preobrazhenski).
De ahí el temor a una buena cosecha (Trotski), considerada como una fuerza capaz de desorganizar nuestra economía.
De ahí la peculiar política del bloque de oposición, política que marcha hacia la agudización de las contradicciones internas entre la industria y la agricultura, hacia los métodos capitalistas de industrialización del país.
¿No queréis oír, por ejemplo, a Preobrazhenski, uno de los líderes del bloque de oposición? He aquí lo que dice en uno de sus artículos:
“Cuanto más atrasado económicamente, más pequeñoburgués y más campesino sea un país que esté pasando a la organización socialista de la producción..., tanto más habrá de apoyarse la acumulación socialista en la explotación de las formas económicas presocialistas... Por el contrario, cuanto más desarrollado económica e industrialmente sea un país en el que triunfe la revolución social..., cuanto más necesario sea para el proletariado de ese país disminuir la falta de equivalencia del cambio de sus productos por los productos de las colonias, es decir, disminuir la explotación de estas últimas, tanto más se trasladará el centro de gravedad de la acumulación socialista a la base productora de las formas socialistas, es decir, se apoyará en el plusproducto de la industria propia y de la agricultura propia” (E. Preobrazhenski, artículo “La ley fundamental de la acumulación socialista”, “Véstnik Komakademii”, 1924, núm. 8,).
No creo que sea necesario demostrar que Preobrazhenski marcha por el camino de las contradicciones insolubles entre los intereses de nuestra industria y los intereses de la economía campesina de nuestro país, es decir, por el camino de los métodos capitalistas de industrialización.
Yo creo que Preobrazhenski, al equiparar la economía campesina con una “colonia” y al pretender estructurar las relaciones entre el proletariado y el campesinado como relaciones de explotación, socava, intenta socavar, sin darse cuenta él mismo, la base de toda industrialización socialista posible.
Yo afirmo que esa política no tiene nada que ver con la política del Partido, que basa la industrialización en la colaboración económica entre el proletariado y el campesinado.
Por lo tanto creo que con estos textos queda aclarado varias cosas, para empezar, como se explica arriba, el procedimiento en la restauración económica durante inicios de la NEP fue reparar la industria ligera y la agricultura, básicamente no porque fuera un plan más o menos socialista sino porque directamente la gente se moría de hambre por los estragos económicos de la guerra. Además que sin una agricultura que reindiciera como mínimo como antes de la guerra más o menos, no se podría financiar a la industria
A partir de ahí, cuando eso se soluciono como dice arriba con franca rapidez, la base del partido fue desde mediados de los años veinte el énfasis en la industria pesada, rebajar los costes industriales, y poner en base toda la técnica y máquinas posibles al campo, cuando después surgen los planes quinquenales se había recuperado notablemente en el campo industrial, sobretodo la industria ligera, de ahí como también se ha expuesto en los textos la URSS pese a no contar por el expolio de las colonias ni de beneficios por la exportación de capitales que le rentaran tenía otras ventajas, como que casi todas las empresas fueron renacionalizadas, y no existiendo una clase parásita se podía destinar todo a la industria si se deseaba, tampoco tenían contraída una deuda exterior ya que se negaban a pagarla directamente. El campo que arrastraba una propiedad privada evidente y no se había recuperado tan bien como la industria se propuso la colectivización en 1927, y se iniciaría poco después en 1929 cuando se vio factible por la influencia del partido en el campo entre otros factores, gracias al recuperamiento de la industria durante la NEP y a la expansión de forma exacerbada de esta durante los planes quinquenales se pudo abstecer al campo con una maquinaria moderna y recuperar los datos de producción de antes de la guerra, e incluso superarlos. La cooperación entre el proletariado y el campesino y su colaboración así como todo el entramado de la política agraria a seguir se explicó muy bien en el libro
Sobre la cooperación (1923) escrito por V. I. Lenin antes de morir al año siguiente:
Es esta misma circunstancia de que es subestimada por muchos de nuestros militantes prácticos. Ellos desprecian a las sociedades cooperativas, al no apreciar su excepcional importancia, en primer lugar, desde el punto de vista del capital (los medios de producción son propiedad del Estado), y, en segundo lugar, desde el punto de vista de la transición al nuevo sistema, por medios que sean el más simple, más fácil y más aceptable para el campesino.
[...]
Pero hará falta toda una época histórica para llegar a toda la población en la labor de las cooperativas a través de la NEP. mejor de los casos podemos lograr esta en una o dos décadas.
[...]
Bajo el capitalismo privado, las empresas cooperativas se diferencian de las empresas capitalistas como empresas colectivas diferencian de las empresas privadas. Bajo el capitalismo de Estado, las empresas cooperativas se diferencian de las empresas capitalistas de estado, en primer lugar, porque son empresas privadas, y, en segundo lugar, porque son empresas colectivas. En nuestro sistema actual, las empresas cooperativas se diferencian de las empresas capitalistas privadas por ser empresas colectivas, pero no se diferencian de las empresas socialistas si el terreno en el que se encuentren y de los medios de producción pertenecen al Estado, es decir, la clase trabajadora.
Lenin, Sobre la cooperación (1923)
Estas indicaciones coinciden plenamente con el planteamiento que hizo el partido a su muerte, e incluso la previsión de Lenin sobre el tiempo a conseguir este propósito se superó. Por lo tanto me parece que el PC (b) supo lidiar muy bien con las contradicciones que se fueron encontrando.
Otra cosa fueron las propuestas izquierdistas y derechistas que se encontraron por el camino, un ejemplo de estas ideas ajenas a la realidad de la Rusia Soviética o de la URSS a posteriori sería la idea de Trotsky de colectivizar el campo ruso en 1905, y no solo eso, sino que el proletariado se sostendría en base a ello, sino perecería, parece que años después ya expulsado del partido siguió manteniendo esas ideas:
“Tan pronto como el proletariado haya tomado el Poder, luchará por él hasta las últimas consecuencias. Y si es cierto que uno de los medios de esta lucha por la conservación y la consolidación del Poder será la agitación y la organización, sobre todo en el campo, no lo es menos que otro será el programa colectivista. El colectivismo se convertirá, no sólo en una consecuencia inevitable del hecho de la permanencia del partido en el Poder, sino en el medio de asegurar esta permanencia apoyándose en el proletariado.”
¡Colectivizar el campo en 1905! Esta es la interpretación trotskiana del contenido leninista de la “dictadura democrática del proletariado y el campesinado”. ¡Más bien dictadura del proletariado contra el campesinado! Y no digamos la pervertida idea de que el proletariado se mantendrá en el poder gracias a la colectivización, “apoyándose en el proletariado”; es decir, zurrando al campesino, convirtiendo a la fuerza al mujik ruso en asalariado de la granja colectiva. ¡Y esto lo dice Trotsky en 1928, después de toda la experiencia del poder soviético en este terreno entre 1917 y 1927!
¡En 1928 se ratifica Trotsky en que todavía en 1905 el “gobierno obrero” hubiera podido aplicar el plan socialista de colectivización del campo! ¿Dónde quedaron Kronstadt y las revueltas campesinas de principios de 1921 contra el Comunismo de guerra , y, sobre todo, dónde quedó la Nep ? Ya no se trata de que en 1905 faltan 12 años de desarrollo de las relaciones capitalistas en la ciudad y en el campo, que experimentaron gran impulso entre las dos primeras revoluciones rusas; ni siquiera de los efectos que en el campo tuvo la reforma agraria de Stolipin, que permitió una mayor profundización de las relaciones burguesas en la agricultura de Rusia; se trata de que, con todo y con esto, a partir de Octubre de 1917, con un campo mucho más desarrollado en el sentido capitalista y con el proletariado en el poder, el partido bolchevique no sólo no aplicó, sino que ni siquiera se planteó un plan inmediato de colectivización de la agricultura soviética. Muy al contrario, toda la política del partido se basaba en conseguir, por todos los medios, el mantenimiento del bloque obrero-campesino como pilar fundamental del Poder Soviético. Y durante bastantes años esto significó concesiones al campesino medio y al capitalismo en el campo ( Nep ). ¡Nada que ver con la colectivización inmediata y forzosa prevista por Trotsky para 1905!
Al contrario, la experiencia soviética, sobre todo en el periodo de 1921-1927, demostró que, en las condiciones de un país atrasado como Rusia, en un primer momento el poder proletario no sólo no se “asegura” con la colectivización, ni por el “medio” de “penetrar profundamente en los dominios prohibidos de la propiedad”, como asegura Trotsky, sino que una política poco sensible a los intereses del campesinado como clase propietaria pone en peligro –en determinada fase de la revolución– todo el sistema de la dictadura del proletariado.
Tal vez, Trotsky se deje llevar por los acontecimientos del momento. A principios de 1928, Stalin inicia el giro de la política soviética hacia la industrialización y la colectivización. Al identificarse con la colectivización en 1928 y al hablar de este plan como idóneo también para 1905, sin preocuparse en salvar las distancias de tiempo y, sobre todo, de circunstancias en el terreno socioeconómico, parece insinuar que –una vez más y como siempre– él tenía razón y que todo consiste en que la historia ha tardado 23 años en aplicar su receta de jarabe de palo para el campo ruso. Evidentemente, esta tesis –no explícita, pero sí tácita en el texto de Trotsky– es propia del intelectual pequeñoburgués que sustituye los procesos reales de la sociedad por los procesos mentales de su cerebro. Si en 1928 el giro hacia la colectivización fue correcto, ¡23 años –excepto el periodo entre 1918 y 1921, de Comunismo de guerra – de desarrollo capitalista en el campo lo contemplan! En realidad, desde 1917 era más realista y mantenía mayor vigencia para el campo ruso (incluso con bastantes años más de capitalismo) la consigna de Lenin de 1905 de “dictadura democrática del proletariado y el campesinado” que el salto colectivista que proponía Trotsky.
E incluso si miraís en las páginas trotskistas actuales o también en los libros burgueses argumentaran que el binomio Bujarin-Stalin fueron los escuderos del kulak, nada más lejos de la realidad, la propaganda trotskista ha intentado dar esa sensación como último recurso debido a su derrota ideológica dentro del PC (b):
Aunque la analogía es absurda, pone de manifiesto las verdaderas concepciones de los izquierdistas, partidarios de un socialismo a punta de bayoneta, de exportar la revolución al exterior, de saquear a la fuerza a los pequeños campesinos e incluso de imponer una disciplina militar también a los obreros sin partido, como vimos en el debate sobre los sindicatos. Las tesis economicas de la izquierda no conducían a construir una sociedad distinta sino a convertir al proletariado en rentistas dedicados a saquear al campesinado y arruinar la alianza entre ambas clases sociales, lo que equivalía a liquidar el fundamento mismo del Estado soviético. Para los izquierdistas el modelo era el comunismo de guerra.
Preobrajenski preconizaba el parasitismo: la tarea de la burguesía debia consistir en producir para que luego el proletariado le expropiara la producción. Cualquier semejanza de eso con el socialismo es una pesadilla.
En vísperas de esta Conferencia, diversas intervenciones indicaban que la mayoría de la dirección del Partido se orienta hacia una postura más flexible frente a los campesinos ricos (kulaks), cuyas posibilidades de acumulación y de incremento de la producción agrícola se juzgan indispensables para el desarrollo de la economía. A comienzos de abril Kamenev lo anuncia ante el Congreso de los soviets de la provincia de Moscú y el 17 de abril de 1925, Bujarin insiste en el mismo tema en un mitin de masas también en Moscú, en el que lanza su famosa consigna ¡enriqueceos!
Las decisiones adoptadas por aquella Conferencia versaron sobre los problemas económicos, y en especial a la política que debe seguirse con los campesinos acomodados. En aquel informe
Stalin rechazó tales concepciones y admitió la posibilidad, en el marco de la NEP, de tratar correctamente las contradicciones que de modo inevitable enfrentan al proletariado con la clase de los propietarios privados, es decir, de los campesinos. Además, demostró que en esas condiciones la vía socialista podía prevalecer sobre la vía capitalista: La vía socialista [...] es el desarrollo a través del ascenso constante del bienestar de la mayoría del campesinado. Tanto el proletariado como, en particular, el campesinado están interesados en que el desarrollo siga la segunda vía, la vía socialista, pues es la única que puede salvar a los campesinos de la pauperización y del hambre.
Artículo de Stalin que cita el texto:
Cuando se hace la pregunta: ¿se puede construir el socialismo con nuestras propias fuerzas? lo que quiere decir es: ¿las contradicciones que existen entre el proletariado y el campesinado en nuestro país debe superar o no?
Leninismo respuestas a esta pregunta de manera afirmativa: sí, podemos construir el socialismo, y lo vamos a construir juntos con los campesinos bajo la dirección de la clase obrera.
¿Cuál es la base, la base, por ejemplo una respuesta?
Los motivos son que, además de las contradicciones entre el proletariado y el campesinado, también hay intereses comunes entre ellos sobre los problemas fundamentales del desarrollo, los intereses que superan o, en todo caso, pueden superar esas contradicciones, y son la base, el fundamento, de la alianza de los obreros y los campesinos.
¿Cuáles son los intereses comunes?
El punto es que hay dos caminos por los que puede desarrollar la agricultura: el camino capitalista y el camino socialista. El camino capitalista significa desarrollo mediante el empobrecimiento de la mayoría de los campesinos en aras de enriquecer las capas superiores de la burguesía urbana y rural. El camino socialista, por el contrario, significa el desarrollo de una mejora continua en el bienestar de la mayoría de los campesinos. Es en el interés tanto del proletariado y de los campesinos, sobre todo de este último, que el desarrollo debe seguir por el segundo camino, el camino socialista, porque esa es la única salvación de los campesinos de empobrecimiento y una existencia semi-inanición. No hace falta decir, la dictadura del proletariado, que tiene en sus manos los hilos principales de la vida económica, tomará todas las medidas para asegurar la victoria de la segunda vía, el camino socialista. Ni que decir tiene, por otra parte, que el campesinado es vitalmente interesados en continuar el desarrollo a lo largo de este segundo camino.
Stalin, Los resultados de los trabajos de la XIV Conferencia del PC (b) (1925)
Unido con esta pregunta es el error de Bukharin. ¿Cuál era su error? ¿Sobre lo que preguntas discutió Lenin con Bukharin? Lenin mantuvo que la categoría de capitalismo estatal es compatible con el sistema de la dictadura de proletario. Bukharin negó esto. Él era de la opinión, y con él a los Comunistas "Izquierdos", también, incluyendo Safarov, eran de la opinión que la categoría de capitalismo estatal es incompatible con el sistema de la dictadura de proletario.
Lenin tuvo razón, desde luego. Bukharin se equivocó. Él admitió este error de su. Tal era el error de Bukharin. Pero estaba en el pasado. Si ahora, en 1925, en mayo, él repite esto él discrepa con Lenin sobre la pregunta de capitalismo estatal, lo supongo es simplemente un malentendido. Él francamente debería retirar aquella declaración, o esto es un malentendido; para la línea él ahora defiende sobre la pregunta de la naturaleza de industria estatal es la línea de Lenin. Lenin no vino a Bukharin; al contrario, Bukharin vino a Lenin. Y con precisión por eso nosotros atrás Bukharin. (Aplausos).
[...]
El error principal de Kamenev y Zinoviev consiste en que ellos consideran la pregunta de capitalismo estatal scholastically, indialécticamente, divorciado de la situación histórica. Tal acercamiento a la pregunta es detestable al espíritu entero de Leninismo. ¿Cómo presentó Lenin la pregunta?
En 1921, Lenin, sabiendo que nuestra industria era subdesarrollada y que el campesinado necesitado bienes, sabiendo que ello (la industria) no podía ser levantado en un golpe, que los trabajadores, debido a ciertas circunstancias, fueron contratados no tanto en la industria como en la fabricación de mecheros - en aquella situación Lenin era de la opinión que lo mejor de todas las posibilidades debía invitar la capital extranjera, poner la industria a sus pies con su ayuda, introducir el capitalismo estatal de este modo y por ello para establecer una obligación entre el poder soviético y el campo
Aquella línea era absolutamente correcta en aquel tiempo, porque nosotros no teníamos ningún otro medio entonces de satisfacer el campesinado; ya que nuestra industria era de un modo malo, el transporte era en un punto muerto, o casi en un punto muerto, había una falta, una escasez, de combustible. ¿Consideró Lenin en aquel tiempo el capitalismo estatal permitido y deseable como la forma predominante en nuestra economía? Sí, él hizo. Pero era entonces, en 1921. ¿En cuanto a ahora? ¿Ahora podemos decir que no tenemos ninguna industria, que el transporte es en un punto muerto, que no hay ningún combustible, etc.?
No, no podemos. ¿Puede ser negado que nuestra industria y comercio ya establecen una obligación entre la industria (nuestra industria) y la economía de campesino directamente, por sus propios esfuerzos? No, esto no puede. ¿Puede ser negado que en la esfera de industria " el capitalismo estatal " "y el socialismo" ya han cambiado papeles, ya que la industria socialista se ha hecho predominante y la importancia relativa de concesiones y los arriendos (el antiguo tienen 50,000 trabajadores y el éste 35,000) es el minuto? No, esto no puede. Ya en 1922 Lenin dijo que nada había salido de concesiones y arriendos en nuestro país.
¿Qué sigue de esto? De esto se sigue que desde 1921, la situación en nuestro país ha sufrido un cambio sustancial, que en este período nuestra industria socialista y el comercio soviético y cooperativo ya han logrado en la acción de hacerse la fuerza predominante, que ya hemos aprendido a establecer una obligación entre la ciudad y el país por nuestros propios esfuerzos, que las formas más asombrosas de capitalismo estatal - concesiones y arriendos-
[...]
Ahora, la cuestión de Bujarin. Me refiero a la consigna de “enriqueceos”. Me refie ro al discurso pronunciado por Bujarin en abril, cuando se le escapo la palabra “enriqueceos”. Dos días después, inauguraba sus labores la Conferenci a de abril de nuestro, Partido. Fui yo, precisamente, quien en la presidencia de la Conferencia, estan do pr esentes Sokólnikov, Zinóviev , Kám enev y Kalinin, dije que la consigna d e “enriqueceos” no era nuestra consigna. No recuerdo que Bujarin objetase nada a mi protesta. Cuando el camarada Larin pidió la palabra en la Conferencia, si mal no recuerdo, para atacar a Bujarin, fue precisamente Zinóviev quien exigió en onces que no se dejase hablar contra Bujarin.
Sin embargo, después de esto, la camarada Krúpskaia envió un artículo contra Bujarin, exigiendo su publicación. Bujarin, naturalmente, no quiso quedar en deuda y, a su vez, escribió un artículo contra la camarada Krúpskaia. La may oría del C.C. acordó no publicar ningún artículo de discusión, no abrir la discusión y proponer a Bujarin que reconociera en la prensa que la consigna de “enriqueceos” era errónea. Bujarin estuvo de acuerdoen rectificar y más tarde así hizo.
[...]
Que señalen los camaradas un solo artículo publica do en el Órgano Central del Partido, en “Pravda”, justificando directa o indirectamente la consigna de “enriqueceos”. No podrán señalarlo, porque no existe ningún artículo de ésos. Hubo un caso, un caso único. Fue cuando Stetski escribió en “Komsomólskaia Pravda” un artículo en el que trataba de justificar, de manera muy suave, apenas perceptible, la consigna de “enriqueceos”. ¿y que pasó? Al día siguiente, sin más tardar, el secretariado del C.C. llamó al orden a la redacción de ese periódico con una carta especial firmada por Mólotov, Andréiev y Stalin. Eso ocurrió el 2 de junio de 1925. Unos días después, el Buró de Organización del C.C. dispuso, con plena aquiescencia de Bujarin, que se destituyese al director del periódico. He aquí un pasaje de esa carta:
“Moscú, 2 de junio de 1925. A toda la redacción de “Komsomólskaia Pravda”.
"Consideramos que ciertos pasajes de los artículos de Stetski “Nueva etapa de la nueva política económica” despiertan dudas. En esos artículos, bien es verdad que en forma suavizada, se proclama la consigna de “enriqueceos”. Esta consigna es extraña a nosotros, es equivocada, despierta muchas dudas y malentendidos y no debería encontrar sitio en un artículo de orientación de “Komsomólskaia Pravda”. Nuestra consigna es la acumulación socialista. Nosotros suprimimos las barreras administrativas, que dificultan el ascenso del bienestar del campo. Esta operación favorece, sin duda, toda clase de acumulaciones, la de tipo capitalista privado y la socialista. Pero el Partido jamás ha dicho que su consigna sea la acumulación privada”"
Stalin, El XIV Congreso del PCUS (b) (1925)
Lo que demuestra claramente que Stalin no estaba de acuerdo con ningún punto de vista ni con el de Zinoviev ni con el de Bujarin, sobretodo en el tema del campo, en cuanto a Bujarin, Stalin estuvo en contra casi siempre de sus ideas: La paz de Brest-Listok, debate de los sindicatos, polémica de 1923 sobre la cuestión nacional, integración del kulak en la construcción del socialismo, sobre el debate de las crisis cíclicas y la estabilización del capitalismo, sobre el debate de la financiación de las industrias con créditos del extranjero, y demás, es un invento anti-stalinista la dupla Bujarin-Stalin, exceptuando que los dos tenían una visión igual sobre el socialismo en un solo país y la prohibición de las fracciones, y después de que Bujarin rectificara y se adhiriera a las tesis leninistas habiendo estado en contra antes.
En el tema político haré un breve resumen del señor Preobrazhensky porque me podría extender bastante sobre sus perniciosas jugadas para el partido, más o menos se puede decir que fue un conocido líder de la fracción de los comunistas de izquierda estando en contra de la línea de la firma de la paz y apostando por la revolución mundial como salvación de la revolución de octubre, en el tema de los sindicatos estuvo contra de Lenin y a favor de Bujarin/Trotsky, luego estuvo en la oposición de izquierdas afirmando que las purgas en el partido eran un error aludiendo sino estoy errado a la del 1921, y también como muchos oposicionistas pediría la reanudación de la libertad de fracciones pese a que sino estoy errado como Trotsky el mismo firmo la prohibición, firmo la famosa "declaración de los 46" y finalmente en la oposición unida donde recibió la expulsión del partido, más adelante creía que el viraje del partido era suficientemente coherente con su pensamiento y volvió al partido constandole la crítica de Trotsky afirmando que su deserción era la profecía que los dos anticiparon años antes sobre la progresiva degeneración de la vieja guardia bolchevique, finalmente estuvo involucrado en los procesos de Moscú, fue juzgado en y fusilado.
A Stalin le toco responder las preguntas absurdas de la oposición unida sobre porque no se paso antes de la restricción del enriquecimiento del kualk a la eliminación directa de este y el paso a la colectivización:
Extracto del capítulo VI llamado -Los cambios en las relaciones de clase, y el viraje en la política del partido- del libro: En cuanto a las cuestiones de política agraria en la Unión Soviética (1929)
Por último, la cuestión de los cambios de clase en nuestro país y la ofensiva del socialismo contra los elementos capitalistas en el campo.
El rasgo característico en la obra de nuestro Partido durante el año pasado es que nosotros, como partido, ya que el poder soviético:
a) han desarrollado una ofensiva en todo el frente contra los elementos capitalistas del campo;
b) que esta ofensiva, como ustedes saben, ha dado y sigue dando muy apreciables, positivos resultados.
¿Qué quiere decir esto? Esto significa que hemos pasado de la política de restringir las tendencias explotadoras de los kulaks a la política de eliminación de los kulaks como clase. Significa que hemos llevado a cabo, y se sigue llevando a cabo, uno de los giros decisivos en toda nuestra política.
Hasta hace poco, el Partido propugnaba restringir las tendencias explotadoras de los kulaks. Como es sabido, esta política fue proclamada ya en el VIII Congreso del Partido.
Esta misma política fue proclamada otra vez al implantarse la Nep y en el XI Congreso de nuestro Partido. Todos recordaréis la célebre carta de Lenin sobre las tesis de Preobrazhenski (de 1922), en la que de nuevo insistía en la necesidad de aplicar precisamente esta política. Finalmente, la ratificó el XV Congreso de nuestro Partido.
Es la política que hemos venido aplicando hasta últimamente. ¿Era acertada esta política? Sí, entonces lo era indudablemente. ¿Podíamos hace cinco años o incluso hace tres emprender semejante ofensiva contra los kulaks? ¿Podíamos en aquel tiempo confiar en que la ofensiva tuviese éxito? No, no podíamos. Esto hubiera sido un aventurerismo muy arriesgado.
Esto hubiera sido jugar de un modo peligrosísimo a la ofensiva, pues hubiéramos fracasado de seguro, afianzando con ello las posiciones de los kulaks. ¿Por qué?
Porque no disponíamos aún de esos puntos de apoyo en el campo que constituyen hoy la extensa red de sovjoses y koljoses y en los cuales pudiéramos basar una ofensiva resuelta contra los kulaks. Porque por aquel entonces no estábamos aún en condiciones de sustituir la producción capitalista del kulak por la producción socialista de los koljoses y sovjoses.
En 1926-1927, la oposición zinovievista-trotskista se esforzó por imponer al Partido la política de ofensiva inmediata contra los kulaks. El Partido no se lanzó a esta peligrosa aventura, pues sabía que no es de gentes serias jugar a la ofensiva. La ofensiva contra los kulaks es una cosa seria, que no hay que confundir con las frases declamatorias contra los kulaks. Ni hay que confundirla tampoco con la política de escaramuzas con los kulaks, que la oposición zinovievista-trotskista se empeñaba en imponer al Partido.
Lanzarse a la ofensiva contra los kulaks significa aplastarlos y liquidarlos como clase. Si no se persigue este objetivo, la ofensiva no es más que un tema discursivo, una escaramuza, vacua charlatanería, cualquier cosa menos una verdadera ofensiva bolchevique.
Lanzarse a la ofensiva contra los kulaks significa prepararse para ello y asestarles un golpe serio, tan serio, que no puedan volver a levantar cabeza. Esto es lo que nosotros, los bolcheviques, llamamos una verdadera ofensiva.
¿Podíamos emprender esta ofensiva, con perspectivas de éxito, hace cinco o incluso hace tres años? No, no podíamos. En efecto, el kulak producía, en 1927, más de 600 millones de puds de cereales, de los cuales vendía fuera del campo, por vía de intercambio, unos 130 millones de puds. Era una fuerza bastante seria, que forzosamente debía tomarse en consideración.
¿Cuánto producían por aquel entonces nuestros koljoses y sovjoses? Unos 80 millones de puds, de los que lanzaban al mercado (grano mercantil) unos 35 millones. Juzgad vosotros mismos si, en estas condiciones, podíamos entonces sustituir la producción y el grano mercantil de los kulaks por la producción y el grano mercantil de nuestros koljoses y sovjoses.
Es evidente que no podíamos. ¿Qué hubiera significado, en estas condiciones, emprender una ofensiva resuelta contra los kulaks? Hubiera significado un fracaso seguro, afianzar las posiciones de los kulaks y quedarse sin pan. Por eso no podíamos ni debíamos acometen entonces una ofensiva decisiva contra los kulaks, a despecho de las aventureras tiradas declamatorias de la oposición zinovievista-trotskista. ¿Y ahora? ¿Cuál es ahora la situación?
Ahora contamos ya con una base material suficientemente fuerte para asestar golpes a los kulaks, para vencer su resistencia, para liquidarlos como clase y sustituir su producción por la producción de los koljoses y sovjoses. Como es sabido, en 1929, la producción de cereales de los koljoses y sovjoses no ha bajado de 400 millones de puds (200 millones de puds menos que la producción global de los kulaks en 1927). Sabido es asimismo que, en 1929, los koljoses y sovjoses han lanzado al mercado más de 130 millones de puds (es decir, más que los kulaks en 1927).
Y es sabido, finalmente, que, en 1930, la producción global de cereales de los koljoses y sovjoses no bajará de 900 millones de puds (es decir, que excederá a la producción global de los kulaks en 1927), de los cuales irán al mercado 400 millones de puds, por lo menos (o sea, una cantidad incomparablemente superior a la de los kulaks en 1927).