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    "Lecciones de las huelgas económicas y la lucha de los desempleados (Extractos)" - Tesis del XII Pleno del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista - septiembre de 1932

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    pedrocasca
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    Mensaje por pedrocasca Dom Ene 13, 2013 7:25 pm

    Lecciones de las huelgas económicas y la lucha de los desempleados (Extractos)

    Tesis del XII Pleno del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista - septiembre de 1932


    Fuente: “Extracts from the Resolution of the Twelfth ECCI Plenum on the Lessons of Economic Strikes and the Struggle of the Unemployed” publicado en Jane Degras, “The Communist International, 1919-1943. Documents”, septiembre de 1932, Volumen III 1929-1943. - traducido por Crítica Marxista-Leninista

    I. EL CRECIMIENTO DEL AUGE REVOLUCIONARIO Y EL CARÁCTER DE LUCHAS HUELGUÍSTICAS Y LAS LUCHAS DE LOS DESEMPLEADOS

    El creciente auge revolucionario en el ámbito de la lucha económica del proletariado se expresa en: el desarrollo del movimiento huelguístico de masas…, la incorporación de [nuevos grupos] del proletariado en la lucha económica en los países donde la crisis se ha manifestado tarde…, la rápida conversión de los pequeños movimientos económicos en huelgas económicas y políticas de masas…, el mayor rol de los Partidos Comunistas y el movimiento sindical revolucionario en las luchas huelguísticas y en la lucha de los desempleados, el surgimiento de un nuevo grupo de activistas obreros sin partido que luchan heroicamente contra los ataques del capital, a pesar de y en contra de los burócratas sindicales reformistas.

    La vanguardia comunista y el movimiento sindical revolucionario, sin embargo, no han tenido éxito, desde el XI Pleno del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista [CEIC], en poner en pie de lucha a la mayoría de la clase obrera contra los incesantes ataques del capital. La principal causa del insuficiente desarrollo de las luchas económicas consiste –todavía– en la aplicación incorrecta de la línea de dirección independiente de la lucha económica basada en la táctica del frente único desde abajo, en la subestimación de las luchas parciales, en los débiles vínculos con las masas en las fábricas y los desempleados, en el debilitamiento de las posiciones revolucionarias dentro de los sindicatos reformistas, en la incapacidad para desenmascarar las maniobras de los burócratas sindicales reformistas, en la capitulación (abierta o encubierta mediante frases de “izquierda”) ante burócratas sindicales reformistas …

    La lucha económica del proletariado está asumiendo cada vez más un carácter revolucionario, y su combinación, en un número creciente de casos, con diferentes elementos y formas de actividad política, es en la presente etapa el eslabón principal para dirigir a las masas a las próximas grandes batallas revolucionarias, en la inmensa mayoría de los países capitalistas. El máximo desarrollo y fortalecimiento posible de la lucha del proletariado contra los recortes salariales y contra el deterioro de las condiciones de trabajo; el despliegue de todos los esfuerzos de los Partidos Comunistas y las organizaciones sindicales revolucionarias para asegurar la dirección independiente de las luchas huelguísticas y del movimiento de desempleados; y la elevación de la capacidad de lucha de las masas, para que sobre la base de sus propias experiencias pasen de la lucha cotidiana por las reivindicaciones parciales a la lucha por las tareas de clase del proletariado: son las principales tareas de todas las secciones de la Internacional Comunista, especialmente bajo las condiciones de la finalización de la estabilización capitalista.

    2. LA LUCHA CONTRA LA OFENSIVA CAPITALISTA Y LA TÁCTICA DEL FRENTE ÚNICO

    La experiencia de una serie de movimientos huelguísticos desde el XI Pleno… demuestra que los Partidos Comunistas y las organizaciones sindicales revolucionarias han tenido éxito en la dirección de la lucha económica del proletariado cuando han aplicado consecuentemente la táctica del frente único desde abajo en todas las etapas de la lucha; cuando han proclamado puntualmente las demandas y las consignas de la huelga de forma inteligible para las masas; cuando han organizado a las masas sobre la base de una amplia democracia proletaria, incorporando a todos los obreros combatientes en la dirección de la huelga; y cuando han desenmascarado de manera decidida las maniobras de los burócratas sindicales reformistas y la “confiada” actitud conciliadora hacia ellos.

    Además, este XII Pleno del CEIC declara que, en la gran mayoría de las secciones de la Internacional Comunista, se han descubierto graves deficiencias y una serie de errores oportunistas en la ejecución de la táctica de frente único desde abajo, que han sido aprovechados por los burócratas sindicales socialdemócratas y reformistas en sus maniobras tramposas. Estas deficiencias se derivan de la subestimación e insuficiente aplicación de la táctica de frente único (sobre todo en lo que respecta a los obreros socialdemócratas) y también de la capitulación oportunista ante los burócratas sindicales reformistas (“unidad a cualquier precio”). De hecho, éstas han sido las principales causas de los insuficientes avances de los Partidos Comunistas y el movimiento sindical revolucionario en el desarrollo de la dirección independiente de la lucha económica del proletariado…

    3. MÉTODOS DE DIRECCIÓN DE LAS LUCHAS DE LOS DESEMPLEADOS

    El XII Pleno del CEIC llama la atención especial de todas las secciones de la Internacional Comunista a la creciente importancia política del movimiento de los desempleados, que cada vez más se dirige frontalmente contra el Estado capitalista (la lucha por la comida, por la ayuda, por el seguro social, contra el trabajo forzoso, etc.). La lucha de los desempleados, hasta el momento actual, ha sido preparada y organizada por la vanguardia comunista en un grado sumamente inferior a preparación y organización de la lucha huelguística del proletariado. Los Partidos Comunistas y las organizaciones sindicales revolucionarias no han tenido éxito en organizar una actividad de masas seria de los obreros empleados en defensa de los intereses de los desempleados, a pesar de que se comprueba frecuentemente que es posible lograr que los desempleados apoyen activamente a los trabajadores en huelga.

    La deficiencia más grave en el trabajo de masas de los Partidos Comunistas entre los desempleados consiste en que se ha prestado poca atención a la organización de la lucha por las reivindicaciones parciales de los desempleados… El movimiento de los desempleados se ha quedado sin un adecuado liderazgo revolucionario, lo que hasta cierto punto ha sido aprovechado por los socialdemócratas y los fascistas. Cuando los comunistas y los partidarios del movimiento sindical revolucionario han estimado correctamente la importancia política del trabajo entre los desempleados y han divulgado ampliamente el programa de reivindicaciones de los desempleados, combinados hábilmente con la defensa concreta de los intereses cotidianos de los desempleado, en la mayoría de los casos, los comunistas y los partidarios del movimiento sindical revolucionario han logrado éxitos materiales y han ampliado su influencia política.

    Los Partidos Comunistas –a la vez que explican sistemáticamente a las masas trabajadoras que el desempleo es un condición inevitable del sistema capitalista y que sólo puede ser abolido por la dictadura del proletariado– deben dedicar especial atención a la amplia movilización y organización de las grandes masas de desempleados en la lucha por sus demandas cotidianas y la seguridad social, pero no debemos permitir que los sindicatos rojos y la Oposición Sindical Roja [OSR] se conviertan en sustitutos de la organización general de los desempleados…

    4. EL TRABAJO EN LOS SINDICATOS REFORMISTAS

    Una de las principales causas de la insuficiente movilización de las masas por los Partidos Comunistas y las organizaciones sindicales revolucionarias en la lucha contra la ofensiva capitalista es la debilidad imperdonable del trabajo revolucionario en el interior de los sindicatos reformistas.

    La lucha constante y diaria de los comunistas y simpatizantes del movimiento sindical revolucionario por la creación del frente único de los trabajadores, plantea con urgencia ante todas las secciones de la Internacional Comunista y de la Internacional Sindical Roja [ISR] la cuestión del trabajo dentro de los sindicatos reformistas y los métodos de este trabajo. La influencia de la burocracia sindical reformista, especialmente en los países con sindicatos reformistas fuertes y largamente establecidos, es uno de los principales obstáculos para el desarrollo de la lucha de clases, y no puede ser vencida mediante gritos acerca de la destrucción de los sindicatos por los cuales los comunistas no están luchando, ni mediante el abandono de los sindicatos, sino mediante el trabajo persistente en el interior de los sindicatos reformistas, luchando duro por ganarse a cada miembro de los sindicatos reformistas, luchando por cada puesto electivo en los sindicatos, luchando por la expulsión de la burocracia sindical reformista y por la conquista de las organizaciones locales de los sindicatos individuales y los comités sindicales locales de los sindicatos reformistas.

    El XII Pleno del CEIC llama a todas las secciones de la Internacional Comunista a continuar la lucha, con toda consecuencia bolchevique y determinación, en contra de la capitulación ante los burócratas sindicales reformistas, como el peligro principal, y contra los elementos oportunistas en los Partidos Comunistas y el movimiento sindical revolucionario que en la práctica aún se oponen a la existencia de los sindicatos rojos y la Oposición Sindical Roja y a la organización y realización de huelgas económicas independientes, apoyando, en cambio, la consigna: “Obligar a que los dirigentes luchen”. El CEIC instruye a todas las secciones de la Internacional Comunista a explicar a los miembros del Partido y a los obreros revolucionarios sin partido que los burócratas sindicales sólo pueden ser desenmascarados con éxito y que la masa de miembros de los sindicatos reformistas, católicos, nacionalistas, kuomintangistas, amarillos y similares, pueden ser liberados de su influencia sólo si, además del trabajo diario minucioso, explicando y exponiendo sus propias propuestas, los partidarios de la ISR hablan en todas las asambleas, conferencias y congresos sobre todas las cuestiones relativas a la organización y la táctica de la lucha económica y critican y desenmascaran a los dirigentes de estos sindicatos porque están llevando a cabo negociaciones con los patrones detrás de bastidores, porque están a favor de empeorar voluntariamente las condiciones de trabajo, porque sabotean la lucha de las masas, estrangulan la iniciativa de masas de miembros y miembros individuales, y cuando no pueden impedir más que se realice una la lucha, la inician con bastante retraso y luego capitulan ante los empleadores a espaldas de los obreros.

    Las secciones de la Internacional Comunista deben librar una lucha implacable contra los elementos sectarios, “izquierdistas”, en los Partidos Comunistas y el movimiento sindical revolucionario, que se aprovechan de la lucha de la Internacional Comunista contra la consigna oportunista de “Obligar a que los dirigentes luchen” con el fin de abandonar el trabajo revolucionario en los sindicatos reformistas. El XII Pleno del CEIC llama a todas las secciones de la Internacional Comunista a librar una lucha decidida contra la negativa sectaria de “izquierda” a luchar por puestos electivos en los sindicatos reformistas, que es el deber de todo comunista de conformidad con las decisiones del X Pleno del CEIC.

    En los países donde existen sindicatos de masas fascistas u organizaciones de masas reaccionarias similares (Italia, China), y especialmente en los lugares donde los sindicatos fascistas tienen el monopolio, los comunistas deben trabajar activamente en su interior de una manera organizada, utilizando todas las oportunidades legales y semilegales, para atraer a la lucha de clases a las masas de miembros de esas organizaciones, para desacreditar estas organizaciones ante los ojos de las masas, para fortalecer las posiciones del movimiento sindical revolucionario entre las masas.

    5. LOGROS Y DEFECTOS EN EL TRABAJO DE LOS SINDICATOS ROJOS

    … El XII Pleno del CEIC declara que a pesar de una serie de éxitos importantes (Checoslovaquia, Polonia, España, Japón), la mayoría de los sindicatos rojos no han tenido éxito en aprovechar el crecimiento del descontento entre las masas contra la ofensiva capitalista y la agudización de la lucha de clases, con el objetivo de asumir la dirección de las luchas huelguísticas y el movimiento de desempleados…

    Las principales deficiencias y debilidades en la dirección de las luchas económicas del proletariado por parte de los sindicatos rojos, se derivan en su mayor parte de la ausencia de una línea firme y práctica para la dirección independiente de las luchas económicas, de los pobres vínculos con las masas, y de la existencia de importantes rezagos de los métodos socialdemócratas de trabajo (en algunos países, anarcosindicalista), esas deficiencias y debilidades han encontrado su expresión en la incapacidad para plantear las exigencias económicas concretas y las consignas políticas que estimulen a las masas; en la incapacidad en la mayoría de los casos para decidir sobre el momento concreto para comenzar una lucha; en la estrechez de la base organizativa de los sindicatos rojos; en la ausencia, hasta ahora, de una base organizativa seria en las fábricas; en el pobre desarrollo de la democracia en los sindicatos. Y la debilidad y pequeñez política de los cuadros se debe a esto.

    6. ÉXITOS Y DEFECTOS EN EL TRABAJO DE LA OPOSICIÓN SINDICAL ROJA (OSR)

    La Oposición Sindical Roja, como una organización que abarca a los trabajadores organizados y no organizados, ha logrado una serie de éxitos en varios países, desde el XI Pleno del CEIC. No obstante, política y organizativamente, todavía está por detrás del creciente auge revolucionario de las masas de trabajadores.

    La tarea principal de todas las Oposiciones Sindicales Rojas es unir a los trabajadores organizados y no organizados sobre la base de la lucha de clases, para dirigir de forma independiente las luchas económicas, para trabajar en los sindicatos reformistas, católicos y similares, para aislar a la traidora burocracia sindical de las masas y construir una organización de masas que vincule a los Partidos Comunistas con las masas.

    La principal debilidad de la OSR estriba en el hecho de que, con pocas excepciones, no ha formado grupos en las fábricas, no ha trabajado mucho en los sindicatos, no ha establecido sus organizaciones en todos los eslabones de los sindicatos reformistas, católicos, etc., y, en la mayoría de los casos, no ha logrado tomar la dirección de la lucha de los trabajadores organizados y no organizados contra la ofensiva capitalista…

    … En la ola del creciente auge revolucionario y del movimiento de masas contra la burocracia sindical reformista, la OSR debe convertirse en la palanca y la base organizativa para la creación de sindicatos rojos independientes.

    7. EL CRECIMIENTO DEL AUGE REVOLUCIONARIO Y LA LUCHA CONTRA LAS DESVIACIONES

    El desarrollo de la lucha económica del proletariado bajo las condiciones de la finalización de la estabilización capitalista requiere con urgencia que la vanguardia comunista desarrolle una lucha clara e inequívoca contra el oportunismo, que se hace más peligroso a medida que la lucha revolucionaria del proletariado se eleva aún más.

    La adecuación a la ideología y la política de la socialdemocracia, la capitulación ante los burócratas sindicales reformistas en lo concerniente a la dirección independiente de la lucha económica del proletariado, la actitud confiada hacia las maniobras “izquierdistas” de los burócratas sindicales reformistas (en particular ante la consigna de huelga general “demostrativa”), la negativa a vincular las reivindicaciones económicas parciales con las consignas generales de clase, la táctica de “bloque” con los burócratas sindicales reformistas en lugar de la política de frente único desde abajo, la negativa a formar la OSR con el pretexto de defender la unidad del movimiento sindical, y, por último, el repudio del papel dirigente de los Partidos Comunistas en las organizaciones sindicales revolucionarias y la ocultación de la presencia del Partido Comunista en las luchas económicas: éstas representan el principal peligro en la presente etapa del desarrollo de la lucha revolucionaria del proletariado.

    Una condición necesaria para el éxito de la lucha contra el peligro principal, representado por el oportunismo de derecha, es la lucha resuelta contra las desviaciones oportunistas de “izquierda” que se expresan en: la “teoría” izquierdista de que los trabajadores organizados en sindicatos reformistas representan una “masa reaccionaria [uniforme]”; la subestimación sectaria de izquierda de la táctica del frente único; la afirmación de que los sindicatos reformistas son “escuelas de capitalismo”; la actitud sectaria en el trabajo dentro de los sindicatos reformistas; la limitación de todo el trabajo en los sindicatos reformistas a la tarea de destruir el aparato burocrático; y la ignorancia de los métodos de la democracia proletaria.

    8. LAS TAREAS DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS EN LA LUCHA ECONÓMICA DEL PROLETARIADO

    El XII Pleno del CEIC opina que es necesario un cambio radical e inmediato, no con palabras sino con hechos, de todo el trabajo revolucionario de los comunistas por la movilización de las masas para la lucha económica, por la organización y dirección de las luchas huelguísticas y el movimiento de los desempleados, y en particular en todo el trabajo sindical, tanto en los sindicatos revolucionarios y la OSR y también en los sindicatos reformistas. La condición principal para el desarrollo de la lucha económica y la dirección independiente de esta lucha en la etapa actual, es la correcta aplicación bolchevique de la táctica del frente único desde abajo, que requiere un cambio radical en el trabajo de masas de los Partidos Comunistas.

    Para este propósito es necesario:

    (a) Asegurarse de que todos los Partidos y organizaciones sindicales revolucionarias establezcan vínculos con la mayoría de obreros empleados y desempleados; y que oportunamente formulen las consignas de lucha y determinen sus métodos y formas, sobre la base de un conocimiento muy concreto de la situación económica, de las demandas y los sentimientos de los obreros empleados y desempleados;

    (b) Garantizar la adopción [aplicación] generalizada de la táctica del frente único desde abajo y, en particular, de una aproximación adecuada a los obreros reformistas, superando pacientemente sus prejuicios e ilusiones reformistas, elevando su conciencia de clase, paso a paso, atrayéndolos a las organizaciones revolucionarias y conduciéndolas cada vez más a las luchas revolucionarias decisivas;

    (c) Garantizar la democracia proletaria en todas las etapas de las luchas económicas (elección de comités de huelga y otros órganos de lucha), atrayendo a amplias masas de trabajadores ocupados y desocupados combatientes, a discutir y decidir todas las cuestiones de la lucha…

    (d) Desplegar todos los esfuerzos posibles para que las huelgas de los obreros empleados y las luchas de los desempleados conquisten alguna ganancia material, para, de esa forma, fortalecer la confianza de las masas en su vanguardia revolucionaria…

    (h) Lograr el restablecimiento inmediato y la ampliación de las posiciones revolucionarias en los sindicatos reformistas; y asegurarse de la preparación de cada huelga, de cada acción de los empleados y desempleados en el seno de los sindicatos reformistas;

    (i) Lograr que los sindicatos rojos y la OSR conquisten la dirección absoluta de todas las organizaciones de fábrica y las organizaciones de masas de los desempleados (comités de fábrica, comités de desempleados, etc.), sin eclipsarlas o imponerse sobre ellas…

    (j) Asegurarse de que el trabajo y las fuerzas de las organizaciones partidarias se concentren en el desarrollo de la lucha huelguística y del movimiento de desempleados, especialmente en aquellas ramas de la industria (metalurgia, transporte y municiones), donde se ha producido el mayor atraso hasta el presente. Garantizar la rápida formación, consolidación y funcionamiento regular de las fracciones comunistas en todas las organizaciones sindicales, incluyendo la OSR, los comités de desempleados y los comités de fábrica, sin los cuales es imposible establecer una línea política correcta, controlar su aplicación, dar las instrucciones correctas (sin eclipsar o imponerse), y, en general, reforzar el papel del Partido y de las organizaciones sindicales revolucionarias como la fuerza dirigente y principal en la lucha huelguística, el movimiento de desempleados y la lucha de clase del proletariado en general.


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