por mestizo Vie Ene 18, 2013 1:35 am
Lo que debe de hacer cualquier partido que se reclame del marxismo, es analizar la realidad y explicarla, ante momentos de actos de violencia espontaneista de carácter pequeñoburgués, no se debe de condenar la violencia como tal (a no ser que se sea socialpacifista como parece que es el caso) si no que deben de decir lo natural que es este proceso, en el que las masas intuyen que la responsabilidad de la situación devastadora que sufren, es culpa de alguna forma del sistema, lo que se ha de explicar es que la violencia es el único camino hacia la emancipación, pero que ha de ser violencia revolucionaria y por lo tanto consciente.
Si el KKE tuviera algún tipo de estrategia revolucionaria, este debería ser el momento de plantearla, el problema es que el KKE (y siendo optimistas) al igual que otras muchas organizaciones, esperan que a partir de su "acumulación de fuerzas" con su trabajo en las reivindicaciones reformistas de las masas (es decir luchas parciales) de alguna manera se pueda desatar una insurrección que borre de una vez por todas y de un solo golpe al estado. Lo que ocurre es que el movimiento reformista, nunca podrá generar consciencia revolucionaria, ya que la ideología revolucionaria se introduce desde fuera de estos movimientos. Este intento desesperado por mantener su vinculación con las masas hace que el KKE valla a su rebufo y que cual pepito grillo de izquierdas solo les de ideas de radicalizarlas, pero siempre dentro de los márgenes del propio sistema (ejemplo el PAME y que lo más que hace es llamar a la huelga general).
Esta práctica economicista, de infinita "acumulación de fuerzas" tiene como objetivo buscar un supuesto momento ideal en el que las condiciones estén maduras para poder hacer la revolución, sin embargo esto es idealismo, ya que por la ley del desarrollo desigual esto nunca sucederá.
Solo en los lugares donde exista Partido Comunista (fusión de vanguardia con las masas) podrá existir movimiento proletario consciente y por lo tanto desarrollarse nuevo poder, de esta forma durante un tiempo más que menos largo lucharán entre si dos formas de dictaduras, la del proletariado y la de la burguesía, esta es la única manera de desarrollar efectivamente una verdadera acumulación de fuerzas, que ya no será por luchas parciales (objetivo que obviamente es poco atractivo a las masas para que se levanten en armas) si no que será por un objetivo revolucionario, de destrucción del viejo estado y establecimiento del nuevo poder proletario.
De esto se deduce que en Grecia como en la casi totalidad del globo, hoy por hoy no existe Partido Comunista y por desgracia tampoco se plantea una estrategia para reconstituirlo que valla más allá de la simple unificación de la vanguardia (que para muchos comunistas es símil de PC, cuando solo se tiene en cuenta una de sus partes integrantes). Se ha de luchar por ganar para el marxismo-leninismo en primer término a la vanguardia para seguidamente ganar a los vínculos con las masas, vínculos sin los cuales las masas siempre estarán fuera del alcance del marxismo. Esta idea, por cierto no es original ni novedosa, si no que ya la plantea Lenin en 1902: “Pero es un error suyo encontrar una antítesis absoluta donde yo sólo establezco una gradación y señalo los límites de los últimos eslabones de esa gradación. Pues aparece toda una cadena, empezando por un puñado de personas que forman el núcleo rigurosamente clandestino y bien entrelazado de revolucionarios profesionales (el centro) y terminando por la ‘organización' de masas ‘sin afiliados'.
Yo sólo señalé la orientación en el carácter cambiante de los eslabones: cuanto mayor sea el carácter de “masas” de la organización, menos definidamente organizada y menos clandestina debe ser; esa es mi tesis. Pero usted interpreta que significa ¡¡que entre las masas y los revolucionarios no se precisan intermediarios!! ¡Pero si toda la esencia está en esos intermediarios! Y puesto que yo señalo las características de los últimos eslabones y subrayo ( y subrayo con fuerza ) la necesidad de que existan eslabones intermedios, es evidente que estos últimos estarán ubicados entre la ‘organización de revolucionarios' y ‘la organización de las masas'...”