Este 8 de marzo, miles de mujeres se levantarán.
Una abrirá sus ojos y correrá para llegar a tiempo al triste turno de la fábrica, y entregará lo mejor de si
para engordar un bolsillo ajeno.
Otra, comenzará su inagotable jornada:
lavará diez pañales, diez camisas, secará mil lagrimas, recorrerá las calles,
dejará niños en la escuela, preparará comida y mamaderas,
sacará número para el médico, será mediadora en llantos y peleas,
y al final del día
tendrá todavía fuerzas para amar;
y su trabajo será invisible.
Otra mujer en el mundo se levantará con el sol,
dará comida a las gallinas,
doblará la espalda en la tierra
cosechando o
encendiendo la leña
y aun habrá de sobrarle el tiempo
para ir a buscar agua
y consolar penas propias y ajenas.
Otras miles de mujeres
dibujarán las "A" en la pizarra,
harán rondas;
barrerán las calles,
moverán las máquinas,
coserán botones,
curarán enfermedades,
habrán entrado en la cadena
fría y oscura de la explotación.
Para ellas este 8 de marzo será sólo un nuevo día,
no recibirán flores ni saludos,
ni mensajes por la radio,
será un día como todos:
cargarán en sus espaldas los dolores de siglos y siglos;
la seguirán este mismo año procesiones de candidatos
recordando de pronto que ahora las mujeres también votan
y habrán más que nunca recalcitrantes y aparecidos defensores de sus derechos,
ofertando maravillas incumplibles.
Este 8 de marzo, miles de mujeres se levantarán.
Otras tantas celebrarán por ellas,
en plena farándula de risas.
nadie recordará entonces a las obreras muertas en Nueva York,
corearán consignas absurdas sobre sus cuerpos quemados,
mancillarán su ejemplo y su recuerdo,
nadie las recordará entonces,
como tampoco recordarán
a las que se han levantado este día
a darle movimiento al mundo,
a criar niños ajenos
para darles a otras el placer de celebrar....
Este 8 de marzo, miles de mujeres se levantarán,
para ellas no será un día como todos
a pesar de todo deberán recordarlo
levantarán banderas, gritarán en la calle,
en sus bocas las voces de las mujeres que no vinieron,
en sus manos las consignas de las que no pudieron llegar,
en sus mentes la certeza de la sociedad más justa,
porque hay salida....
sobre los muros derrumbados,
sobre el engaño universal y burgués
el socialismo se levanta para los hombres y mujeres nuevos.
No las olvides a ellas,
porque éste 8 de marzo y todos los amaneceres les pertenecen...
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