Justicia mira para los bolsillos y los asesinos caminan libremente

Polémica: condenan a 4 años de prisión a Trasancos, pero seguirá en libertad

Lucas Trasancos, el joven que en 2013 atropelló y mató con un auto de alta gama a una pareja de motociclistas en el barrio porteño de Flores, fue condenado ayer a cuatro años y dos meses de prisión, lo que provocó incidentes en la sala de audiencias del Palacio de Tribunales por parte de familiares de las víctimas porque el condenado continuará en libertad. El polémico fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 porteño, que halló a Trasancos, de 27 años,  responsable del delito de "homicidio culposo agravado por conducción antirreglamentaria del vehículo", en perjuicio de Viviana Álvarez (25) y Jacobo Ramos (21), embestidos por el Audi TT del imputado cuando iba a alta velocidad.
Además, los jueces Gustavo Valle, Gabriel Vega y Gustavo Rofrano ordenaron la inhabilitación por diez años para que Trasancos conduzca un vehículo, pero no ordenaron su detención como lo reclamaron las querellas.
"Es un fallo vergonzoso, los jueces nos defraudaron porque cualquiera mata y la justicia no existe, solamente para el que tiene poder adquisitivo", aseguró Andrés, padre del joven, tras conocerse la sentencia. Y consideró que los jueces "le están diciendo a la sociedad: muchachos agarren un coche de alta gama, salgan, manejen y maten que total vienen a este tribunal y los largamos en libertad".
Además, aseguró que no cree en el "arrepentimiento" que manifestó Trasancos en sus últimas palabras, cuando manifestó que quería "pedirle perdón mirándolos a la cara a la madre de Viviana Álvarez, al padre de Jacobo Ramos y a la familia".
Luego del veredicto, familiares y amigos de las víctimas increparon al condenado con insultos e incluso algunos de ellos superaron el cerco de seis policías con la intención de agredirlo, por lo que tuvieron que retirarlos por la misma puerta que se fueron los magistrados.
Los incidentes continuaron en los pasillos de los tribunales, donde se registraron roturas de vidrios, y una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) atendió a una mujer que se descompensó.
En tanto, la abogada María Rosa Ballester, representante de la familia Ramos, afirmó que "hoy los ciudadanos están más indefensos y en peligro". "Esto es una falta de responsabilidad jurídica, queremos que los jueces cumplan con la sociedad y que los fiscales defiendan al pueblo", expresó la letrada. La abogada adelantó que van a apelar el fallo porque quedó demostrado durante el juicio que fue un "dolo eventual", o sea que el acusado sabía que a la velocidad que iba podía matar a alguien.
Por la mañana, las abogadas de Trasancos, Andrea Novello y Laura Fechino, habían solicitado en su alegato que su defendido fuera condenado a la pena de dos años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de "homicidio culposo", aunque como ya estuvo preso 11 meses accedería a la libertad condicional. Novello y Fechino admitieron en su alegato que Trasancos "cometió un delito, pero fue un error", al cruzar la calle en la que terminó colisionando con Álvarez y Ramos "en rojo" y con una velocidad por encima de la permitida.
Por su parte, el fiscal Ciruzzi había requerido una pena de nueve años de prisión para Trasancos al considerarlo autor del delito de "homicidio con dolo eventual", mientras que los querellantes Rubén Quevedo Acosta y Ballester habían solicitado 25 años de prisión, el monto máximo previsto para ese delito. «

«Es un fallo vergonzoso, los jueces nos defraudaron.»
Andrés Ramos
Padre de Jacobo, víctima

Indignarse porque Lucas Trasancos está libre como un pájaro puede parecer redundante. Pero no importa, porque no alcanzan las manifestaciones de bronca para hacerle justicia al caso. Precisamente aquí es la Justicia, en su aspecto burocrático y no como concepto abstracto, claro está, la que falla (mal) y nos deja un sabor amargo en la boca. El joven, que en 2013 atropelló y mató con un auto de alta gama a una pareja de motociclistas en el barrio de Flores, fue condenado a cuatro años y dos meses de prisión por “homicidio culposo”; por ende, no debe cumplir su pena efectivamente en la cárcel. Esto a pesar de que el fiscal había solicitado 9 años y la querella 25, bajo la figura de “dolo eventual”, es decir, con la convicción de que él debía ser consciente de que al cruzar a 150 kilómetros por hora una esquina con semáforo en rojo, debía “imaginarse” que había chances de causar un accidente grave. Sin embargo el tribunal aceptó la estrategia de la defensa que adujo que el chico “no tenía idea de que esto podría pasar”, y que como la moto de las víctimas venía sin farol encendido, simplemente no los vio. Esto así contado como un cuentito no refleja la gravedad y el daño humano que provoca el “descuido” de Trasancos en dos familias. Y más: los malditos tecnicismos del Código Penal que, como los del todo del mundo, esconden vericuetos que pueden provocar enormes injusticias, sellan en papel el indulto a una actitud irresponsable, reprochable sin medias tintas, que a pesar de todo no tiene castigo. ¿Puede dar lo mismo manejar sin pensar en los demás que hacerlo con las precauciones necesarias? Tenemos cientos de casos como éste en la triste historia de los accidentes de tránsito en Argentina, en que el desenfreno y el “no me importa nada porque me gusta pistear” provocan muertes y lesiones de las que sus víctimas no se recuperarán jamás. Pero ellos, los que sí están vivos, pueden comprarse otro auto y seguir esquivando a la Justicia porque siempre habrá una vuelta más a la letra chica que dirime en un estrado la verdad y lo que parece real.