Impuestas, eso sí, por el Consulado de la Dictadura Bananera de Españistán, esa que tantas lecciones da de libertad y democracia a pesar de no tener ni idea de lo que significa ni la libertad ni la democracia (más allá de la libertad para robar y reírse de sus ciudadanos, claro):
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Y por cierto, esto no es nuevo... todavía me acuerdo de la que nos montaron por cometer el sacrilegio imperdonable de invitar a una amiga serbia a que visitara Madrid (como turista).
Salud.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Estafados por el consulado español en La Habana
Cartas | 20/06/2013 - 17:28h
Benjamín Naranjo Luna
Desde hace tiempo tengo una relación muy especial con Cuba. En esa isla de las Antillas nació mi esposa y allí me decidí contraer matrimonio 15 años atrás, en 1998. Desde entonces las condiciones de vida de los cubanos están cambiando muy lentamente con la introducción de reformas económicas y migratorias que de alguna manera hacen pensar en un futuro mejor para la población.
Pues bien, aprovechando las circunstancias me decidí en enero del presente año invitar a mi cuñada a pasar los tres meses del verano y, de manera absolutamente estricta y legal, a iniciar los trámites de solicitud del visado Schengen de corta duración por 90 días en el consulado de España en La Habana.
Decir al respecto que, aunque el gobierno español no publica cifras, la mayoría de las solicitudes de visado por parte de cubanos que desean viajar a España como turistas o visita familiar son desestimadas. Se sigue impidiendo viajar a sus ciudadanos y los medios lo ocultan, esos mismos medios que siempre han criticado al régimen de los hermanos Castro por la falta de libertades y derechos fundamentales.
Los cubanos ya no necesitan el famoso permiso de salida de su país, pero a cambio han de ser invitados desde la Península con carta de invitación tramitada por un familiar que de antemano ya debe de pagar por ello (cerca de 76,88 euros en la Policía Nacional) y que no es garantía alguna de obtener el visado ni, por tanto, de su derecho a viajar. Una estafa económica en toda regla, y más cuando las condiciones y los objetivos del viaje estan sobradamente acreditados por el familiar invitante. En mi caso particular, 6.300 euros en un cheque certificado y "retenidos" por la entidad bancaria hasta el vencimiento del mismo, ya que la solicitud del visado fue desestimada, incluso después de recurrir a la misma cónsul.
Y por cierto, esto no es nuevo... todavía me acuerdo de la que nos montaron por cometer el sacrilegio imperdonable de invitar a una amiga serbia a que visitara Madrid (como turista).
Salud.