Hace tiempo escribí este artículo para mi blog, hago un resumen:
(lo escribí en febrero del 2009, así que es seguramente la desconfianza por el sistema actual haya empeorada habida cuenta de la crisis económica).
A finales del año pasado (2008) la agencia Focus realizó para la Revista de Economía (Hospodárske Noviny) una encuesta para conocer la opinión de los eslovacos sobre la caída del comunismo y los años pasados hasta ahora. Los resultados fueron similares a los húngaros, o a los que se han visto en otros países de la zona (por ejemplo en Rumanía o Rusia). En Eslovaquia se ha acuñado la expresión "escepticismo de después de noviembre" para caracterizar la situación, ya que se considera como fecha oficial para la caída del comunismo el 17 de noviembre de 1989.
A la pregunta ¿Vive la gente como usted mejor o peor después de noviembre de 1989?
Un 17% de los encuestados respondió que mucho peor.
Un 31% peor.
Un 33% mejor.
Un 7% mucho mejor.
No se pronunció: 12%
Lo que da un porcentaje del 48% que piensa que se vive peor o mucho peor. En primer lugar hay que tener dos cosas en cuenta: por un lado la campaña de propaganda anticomunista brutal, existente en todos o casi todos los países de la zona; y por otro, que los últimos años Eslovaquia ha vivido un crecimiento económico imponente y todos los expertos afirman que está mejorando el nivel de vida. Como cambie esto en los próximos meses, a consecuencia de la crisis económica internacional es otra cuestión.
Los que sienten nostalgia por la época comunista son fundamentalmente mayores, pensionistas, parados (Eslovaquia es uno de los países europeos con mayor tasa de paro) y en general gente con pocos recursos. Los más favorables al régimen actual son en cambio jóvenes (sobre todo los que no vivieron la época comunista y que evidentemente están más influidos por la propaganda), la gente con un alto grado educativo y con ingresos por encima de la media.
Aunque no he encontrado el dato exacto, todas los artículos mencionan que el porcentaje de nostálgicos entre las minorías húngaras de Eslovaquia es mayor que la media. Uno de los líderes históricos de la minoría húngara, Miklós Duray, de ideología conservadora, lo deja bien claro: "la economía va para arriba, pero la gente del este y el sur vive cada vez peor" (los húngaros viven en la zona sur, en el este hay también una importante población gitana). Afirma también: "antes todo el mundo tenía trabajo, ahora es al contrario" (el paro afecta más a las poblaciones del sur y a las del este).
Entre los "nostálgicos" se encuentran a veces incluso votantes de partidos de la oposición de derechas (como la coalición húngara o los cristiano-demócratas).
En resumen, como afirma el sociólogo Martin Slosiarik, los ganadores con el cambio no son nostálgicos, las clases que han salido más perjudicadas en cambio sí (sólo que son precisamente estas la mayoría de la población).
En la encuesta se especificaban también las razones para opinar así. Entre los que pensaban que se vive mejor ahora el 52% menciona la libertad para viajar, el 45% la variedad de productos, el 34% la libertad de palabra, y sólo un 9% menciona la libertad política. Entre los nostálgicos un 74% menciona como causa el descenso del nivel de vida, aumento de precios y escaso valor de los sueldos, un 34% el paro, un 29% el aumento de la diferencia entre ricos y pobres, un 23% la sanidad de pago, un 19% la moral y el empeoramiento de las relaciones humanas.
Lo que sí es peculiar en Eslovaquia, por ejemplo en comparación con Hungría u otros países de la zona, es que esta imagen negativa del cambio de régimen afecta también a algunos políticos importantes, empezando por el primer ministro actual Robert Fico, que ni siquiera celebró el aniversario de la caída del comunismo porque no cree que " la revolución de terciopelo sea algo que haya que celebrar". Cierto que Fico fue miembro del partido comunista, pero por ejemplo el actual primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsány fue el líder de las juventudes comunistas húngaras y en cambio tiene mucho cuidado de dejar bien claro su anticomunismo radical (debe ser para no recordar su pasado político). También es cierto que Fico ha estado envuelto en alguna polémica cuando ha asistido a algún acto en la embajada de Cuba o Venezuela, saltándose un poco a la torera el vacío que se hace a estos países desde la UE (por ejemplo ha asistido en alguna ocasión a la embajada cubana cuando se han realizado actos de celebración del cumpleaños de Fidel Castro).
A consecuencia de estas encuestas, se ha producido una cierta polémica. En algunos periódicos han aparecido artículos criticando a los "nostálgicos" y mostrando que la gente está equivocada. Se pone en duda por ejemplo que se viviera mejor durante la época comunista desde el punto de vista material. En general se afirma que hasta hace poco esto era indiscutible, pero con el fuerte crecimiento del nivel de vida en los últimos años en realidad ahora los eslovacos viven mejor. Por ejemplo el analista Michál Mušák afirma que "frente al periodo anterior, [la situación] es ahora claramente mejor)". Y se apoyan en las estadísticas, ya que si en 1989 la renta eslovaca era un 54% de la media europea, hoy lo es en un 64%. Lo que no tienen en cuenta es que el crecimiento ha sido muy grande en Bratislava, hasta el punto de que se ha convertido en una de las zonas europeas más avanzadas (un PIB del 148% sobre la media europea en el 2007, en Europa Central es la segunda zona más rica, sólo detrás de la región de Praga) pero ha sido muchísimo menor en el resto del país, que ha quedado descolgado.
En un artículo del periódico Nový Čas (Nuevo Tiempo) se afirma que el valor de los sueldos reales es ahora un 4% más alto que en la época comunista (18-19 años después). Lo que no da para comprar más pan o más carne por ejemplo, pero en cambio hay productos eléctricos, coches o zapatos que son más baratos en relación con la época (claro, que eso me parece una tendencia general mundial). Como respuesta, en el periódico Kroky (Pasos), del Partido Comunista de Eslovaquia se mencionaba que evidentemente muchos servicios hoy son bastante caros, cuando antes eran gratuitos (por mencionar uno de ellos: la sanidad, que es de pago en Eslovaquia). Kroky hacía públicas también unas estadísticas oficiales donde se muestra el consumo de ciertos productos durante varios años:
(1980 - 1990 -2006)
Consumo de carne por habitante y año: 75,8 kg - 84 - 61,1 kg
Consumo de leche y productos lácteos: 205,1 litros - 219,8 litros - 152,4 litros
Consumo de frutas y productos derivados: 39 kg - 54 kg- 54 kg
Consumo de verduras y productos derivados: 74,4 kg- 100,6 kg- 88 kg
Evidentemente hay que manejar con prudencia las estadísticas, pero algo muestran.
Por lo demás, comprando estos resultados con los que se han dado en otros años anteriores, se observa que de acuerdo con la mejora del nivel de vida, hay un cierto descenso de la nostalgia por el comunismo. Así por ejemplo:
mayo, 1990: 71% favorable al cambio de régimen, 25% contrarios.
mayo, 1991: 21% favorable al cambio, 76% en contra.
2005: 21,1% piensa que se vive mejor tras la caída del comunismo, 40% que se vive peor (entre los mayores de 70 años el porcentaje de nostálgicos llega al 80%).
En el 2001 el Instituto para las Cuestiones Públicas (Inštitut pre Verejné Otázky) realizó una interesante encuesta sobre las reformas:
El 16% de los encuestados opinaba entonces que no era necesario ningún cambio en el sistema económico anterior a 1989. El 48% opinaban que solo eran necesarios cambios menores y el 25% que eran necesarios cambios radicales. Si se hablaba de política, el 11% pensaba que no eran necesario ningún tipo de cambios, el 44% era partidario de cambios menores y el 36% eran partidarios de cambios radicales.
Para entonces el 63 % de la población pensaba que antes de 1989 se vivía mejor o mucho mejor. El 16% que no había diferencia y el 13% que se vivía mejor después. El 8% no se pronunciaba.
Los resultados de la encuesta del año pasado se pueden ver aquí (en eslovaco, claro):
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Otras fuentes:
Hospodárske Noviny:
- varios artículos: La vida después de noviembre: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Escepticismo tras noviembre: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] El pesimismo aún dura: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Fico no celebrará noviembre:http://hnonline.sk/c1-30299660 )
Nový Čas: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Sme: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Inštitut pre Verejné Otázky: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Wikipedia
(lo escribí en febrero del 2009, así que es seguramente la desconfianza por el sistema actual haya empeorada habida cuenta de la crisis económica).
A finales del año pasado (2008) la agencia Focus realizó para la Revista de Economía (Hospodárske Noviny) una encuesta para conocer la opinión de los eslovacos sobre la caída del comunismo y los años pasados hasta ahora. Los resultados fueron similares a los húngaros, o a los que se han visto en otros países de la zona (por ejemplo en Rumanía o Rusia). En Eslovaquia se ha acuñado la expresión "escepticismo de después de noviembre" para caracterizar la situación, ya que se considera como fecha oficial para la caída del comunismo el 17 de noviembre de 1989.
A la pregunta ¿Vive la gente como usted mejor o peor después de noviembre de 1989?
Un 17% de los encuestados respondió que mucho peor.
Un 31% peor.
Un 33% mejor.
Un 7% mucho mejor.
No se pronunció: 12%
Lo que da un porcentaje del 48% que piensa que se vive peor o mucho peor. En primer lugar hay que tener dos cosas en cuenta: por un lado la campaña de propaganda anticomunista brutal, existente en todos o casi todos los países de la zona; y por otro, que los últimos años Eslovaquia ha vivido un crecimiento económico imponente y todos los expertos afirman que está mejorando el nivel de vida. Como cambie esto en los próximos meses, a consecuencia de la crisis económica internacional es otra cuestión.
Los que sienten nostalgia por la época comunista son fundamentalmente mayores, pensionistas, parados (Eslovaquia es uno de los países europeos con mayor tasa de paro) y en general gente con pocos recursos. Los más favorables al régimen actual son en cambio jóvenes (sobre todo los que no vivieron la época comunista y que evidentemente están más influidos por la propaganda), la gente con un alto grado educativo y con ingresos por encima de la media.
Aunque no he encontrado el dato exacto, todas los artículos mencionan que el porcentaje de nostálgicos entre las minorías húngaras de Eslovaquia es mayor que la media. Uno de los líderes históricos de la minoría húngara, Miklós Duray, de ideología conservadora, lo deja bien claro: "la economía va para arriba, pero la gente del este y el sur vive cada vez peor" (los húngaros viven en la zona sur, en el este hay también una importante población gitana). Afirma también: "antes todo el mundo tenía trabajo, ahora es al contrario" (el paro afecta más a las poblaciones del sur y a las del este).
Entre los "nostálgicos" se encuentran a veces incluso votantes de partidos de la oposición de derechas (como la coalición húngara o los cristiano-demócratas).
En resumen, como afirma el sociólogo Martin Slosiarik, los ganadores con el cambio no son nostálgicos, las clases que han salido más perjudicadas en cambio sí (sólo que son precisamente estas la mayoría de la población).
En la encuesta se especificaban también las razones para opinar así. Entre los que pensaban que se vive mejor ahora el 52% menciona la libertad para viajar, el 45% la variedad de productos, el 34% la libertad de palabra, y sólo un 9% menciona la libertad política. Entre los nostálgicos un 74% menciona como causa el descenso del nivel de vida, aumento de precios y escaso valor de los sueldos, un 34% el paro, un 29% el aumento de la diferencia entre ricos y pobres, un 23% la sanidad de pago, un 19% la moral y el empeoramiento de las relaciones humanas.
Lo que sí es peculiar en Eslovaquia, por ejemplo en comparación con Hungría u otros países de la zona, es que esta imagen negativa del cambio de régimen afecta también a algunos políticos importantes, empezando por el primer ministro actual Robert Fico, que ni siquiera celebró el aniversario de la caída del comunismo porque no cree que " la revolución de terciopelo sea algo que haya que celebrar". Cierto que Fico fue miembro del partido comunista, pero por ejemplo el actual primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsány fue el líder de las juventudes comunistas húngaras y en cambio tiene mucho cuidado de dejar bien claro su anticomunismo radical (debe ser para no recordar su pasado político). También es cierto que Fico ha estado envuelto en alguna polémica cuando ha asistido a algún acto en la embajada de Cuba o Venezuela, saltándose un poco a la torera el vacío que se hace a estos países desde la UE (por ejemplo ha asistido en alguna ocasión a la embajada cubana cuando se han realizado actos de celebración del cumpleaños de Fidel Castro).
A consecuencia de estas encuestas, se ha producido una cierta polémica. En algunos periódicos han aparecido artículos criticando a los "nostálgicos" y mostrando que la gente está equivocada. Se pone en duda por ejemplo que se viviera mejor durante la época comunista desde el punto de vista material. En general se afirma que hasta hace poco esto era indiscutible, pero con el fuerte crecimiento del nivel de vida en los últimos años en realidad ahora los eslovacos viven mejor. Por ejemplo el analista Michál Mušák afirma que "frente al periodo anterior, [la situación] es ahora claramente mejor)". Y se apoyan en las estadísticas, ya que si en 1989 la renta eslovaca era un 54% de la media europea, hoy lo es en un 64%. Lo que no tienen en cuenta es que el crecimiento ha sido muy grande en Bratislava, hasta el punto de que se ha convertido en una de las zonas europeas más avanzadas (un PIB del 148% sobre la media europea en el 2007, en Europa Central es la segunda zona más rica, sólo detrás de la región de Praga) pero ha sido muchísimo menor en el resto del país, que ha quedado descolgado.
En un artículo del periódico Nový Čas (Nuevo Tiempo) se afirma que el valor de los sueldos reales es ahora un 4% más alto que en la época comunista (18-19 años después). Lo que no da para comprar más pan o más carne por ejemplo, pero en cambio hay productos eléctricos, coches o zapatos que son más baratos en relación con la época (claro, que eso me parece una tendencia general mundial). Como respuesta, en el periódico Kroky (Pasos), del Partido Comunista de Eslovaquia se mencionaba que evidentemente muchos servicios hoy son bastante caros, cuando antes eran gratuitos (por mencionar uno de ellos: la sanidad, que es de pago en Eslovaquia). Kroky hacía públicas también unas estadísticas oficiales donde se muestra el consumo de ciertos productos durante varios años:
(1980 - 1990 -2006)
Consumo de carne por habitante y año: 75,8 kg - 84 - 61,1 kg
Consumo de leche y productos lácteos: 205,1 litros - 219,8 litros - 152,4 litros
Consumo de frutas y productos derivados: 39 kg - 54 kg- 54 kg
Consumo de verduras y productos derivados: 74,4 kg- 100,6 kg- 88 kg
Evidentemente hay que manejar con prudencia las estadísticas, pero algo muestran.
Por lo demás, comprando estos resultados con los que se han dado en otros años anteriores, se observa que de acuerdo con la mejora del nivel de vida, hay un cierto descenso de la nostalgia por el comunismo. Así por ejemplo:
mayo, 1990: 71% favorable al cambio de régimen, 25% contrarios.
mayo, 1991: 21% favorable al cambio, 76% en contra.
2005: 21,1% piensa que se vive mejor tras la caída del comunismo, 40% que se vive peor (entre los mayores de 70 años el porcentaje de nostálgicos llega al 80%).
En el 2001 el Instituto para las Cuestiones Públicas (Inštitut pre Verejné Otázky) realizó una interesante encuesta sobre las reformas:
El 16% de los encuestados opinaba entonces que no era necesario ningún cambio en el sistema económico anterior a 1989. El 48% opinaban que solo eran necesarios cambios menores y el 25% que eran necesarios cambios radicales. Si se hablaba de política, el 11% pensaba que no eran necesario ningún tipo de cambios, el 44% era partidario de cambios menores y el 36% eran partidarios de cambios radicales.
Para entonces el 63 % de la población pensaba que antes de 1989 se vivía mejor o mucho mejor. El 16% que no había diferencia y el 13% que se vivía mejor después. El 8% no se pronunciaba.
Los resultados de la encuesta del año pasado se pueden ver aquí (en eslovaco, claro):
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Otras fuentes:
Hospodárske Noviny:
- varios artículos: La vida después de noviembre: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Escepticismo tras noviembre: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] El pesimismo aún dura: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Fico no celebrará noviembre:http://hnonline.sk/c1-30299660 )
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Wikipedia