Mañana tengo que levantarme a las siete para ir a la universidad. El plan es el siguiente: Despertarme. Tal y como me levante, dirigirme hacia la ducha en un estado medio inconsciente. Es una situación similar a cuando tus padres te despiertan un fin de semana y te dicen "Vamos a comprar, cuando volvamos quiero ver todo aspirado". Tú, medio dormido, gruñes un poco intentando que comprendan que "Vale, aspiraré" mientras te das la vuelta en la cama. Después de unos segundos, no tienes ni puñetera idea de qué te han dicho.
Pues sí, en ese estado me levantaré, me ducharé una vez ponga el piloto automático a mi cuerpo, desayunaré las sobras de la cena que en breve comeré y escogeré un libro para leer en el tren, supongo que El arte de tener razón de Schopenhauer o quizá Ensayos escépticos de Bertrand Russell, la elección se la dejaré a mi yo futuro. Además, un bolígrafo, calculadora y reloj para el examen y un par de notas mentales para unas ecuaciones de termodinámica.
Intentaré coger el tren S33 para llegar a Palau Reial un poco antes de las nueve, o quizá me quedo durmiendo un par de minutos más, no sé. Ya elegiré mañana. Haré el examen de cuatro horas, volveré, y me pondré a estudiar sistemas de ecuaciones diferenciales. O quizá otra cosa, eso ahora no importa.
Sí, digamos que la vida está llena de elecciones. Debes escoger, actuar y decidir entre un abanico de situaciones. Puedes decidir levantar el brazo derecho, o el izquierdo. Puedes escoger entre un plato dulce o más bien salado. Puedes escoger entre gastar dinero en un capricho o no hacerlo. Puedes dejar de respirar, o no. Antes de proseguir con el hilo, incluiré una serie de definiciones para que pueda transmitir el mensaje con mayor precisión:
Recuerda que antes te he dicho que podías escoger entre levantar un brazo u otro. Pero ¿Y si te dijera que no puedes? ¿Que todo esa libertad es una ilusión? ¿Que no tienes voluntad para escoger entre mover un brazo u otro? ¿Que todas, absolutamente todas tus acciones no las puedes controlar?
El ser humano, de ser eso cierto, moriría. No tendríamos la capacidad de elegir, de escoger, de decir No quiero matar a esta persona. Sencillamente, la matarías o no, pero no dependería de ti. No podrías escoger entre matarla y no matarla, sólo existiría la acción, no la elección. Serías una máquina. Un autómata, nada más. No serías más libre que una simple piedra. ¿Esto es realmente así? ¿Somos marionetas del destino?
El tema sobre si el ser humano es libre de elegir es muy interesante, al menos para mi. Para abordarlo vamos a considerar el siguiente ejemplo: Supón que tengo ante ti una caja mágica, y digo mágica porque posee una cualidad sorprendente: Dentro de esta caja no existe ninguna ley física, no hay absolutamente nada. Sólo, y solamente hay dos leyes: La ley que permite la existencia de bolas idéntaicas dentro de esta caja, y la ley que permite calcular la posición de cada bola según su movimiento. Para simplificar las cosas, supongamos que la ley del movimiento que tenemos en esa caja es idéntica a la actual cinemática. Con la posición inicial y la velocidad inicial podemos determinar dónde estará esa bola en un tiempo determinado (cuando pasan 2s, 3s, 4s... hasta un tiempo infinito). Para cada instante de tiempo podemos saber dónde estará cada bola.
La caja se vería desde arriba de la siguiente manera:
Así que si en un momento determinado, en un instante de tiempo, tenemos a nuestra disposición la posición exacta y la velocidad exacta de cada bola, podemos calcular (aunque sea muy costoso y aparatoso) dónde estará cada una de estas bolas en el futuro. Esto es lo que se le denomina un sistema determinado. Cada bola tiene una posición y velocidad exacta dentro de esa cajita.
Esas bolas no pueden elegir "subir" o "bajar" a su antojo. No poseen libertad. En un sistema determinista no existe la libertad de elección por propia definición. La historia de esas bolas que ahora ves está fijada, su destino será aquel que han marcado las leyes de la caja desde el inicio de su existencia, y obedecerán esas leyes hasta el fin de la existencia. No existe ni voluntad, ni azar puro dentro de esa caja. Puede existir azar si nos cuesta calcular dónde estará cada una, pero eso es muy humano. Estamos hablando sobre la naturaleza de la realidad, no de si podemos o no calcular.
Ahora, supón que esas bolas que ves moverse y chocar no son las bolas de la caja mágica. Son los átomos de nuestro universo,y que no hay unas cuentas bolas, sino billones y billones de bolas. Y nuestro universo es la caja mágica, con sus propias reglas. Cada átomo de tu cuerpo, en conjunto con los cientos de miles de millones de átomos del ambiente, chocan, se mueven, se enlazan, salen disparados, forman moléculas, forman células, forman neuronas, forman todo. Tú, no eres más que un montón de estos átomos vibrantes que se mueven. No eres más que el conjunto de las bolas anteriores perfectamente determinadas. Sólo eres eso, materia en movimiento.
Entonces, ¿Es este universo un universo determinado? No se sabe. En la física cuántica se ha descubierto, al parecer, el azar puro. Lo que indica que entonces este universo no es un sistema determinado. Sería el equivalente a lanzar unos dados hipotéticos que tengan azar puro y que no podemos predecir lo que saldrá. Normalmente se confunde el azar puro, o el azar, con la presencia de voluntad. Cabe recordar que los esos dados hipotéticos que tienen azar puro, por el hecho de tener azar puro, no pueden elegir. Simplemente son caóticos, pero no libres de elegir. La libertad, sea el universo determinista o no, no existe. Tú, no puedes escoger entre levantar un brazo u otro. No puedes escoger levantarte o dormir dos minutos más. no puedes escoger entre El arte de tener razón de Schopenhauer y Ensayos escépticos de Bertrand Russell. No puedes escoger a qué tren subirás. No puedes decidir. El conjunto del universo te dice que lo vas a hacer, y lo harás. No te pueden culpar por matar a alguien, tú no podías escoger no matar a esa persona. No hay moral porque no hay voluntad. Sencillamente has hecho lo que tenías que hacer. El piloto automático siempre está puesto, no hay otro sistema, ni otros pilotos. Toda nuestra vida la viviremos siendo esclavos, sin poder hacer nada. Veremos como pasa ante nuestros ojos sin poder cambiarla.
Mírate la mano y encoge el puño: Lo que acabas de ver es una reacción nerviosa por bombas de potasio, sodio y calcio que transmiten una señal nerviosa a tu cerebro y este cierra el puño. ¿Sabes qué ha inducido el cierre del puño? ¿Crees que has sido tú quien ha dicho "Ciérrate"? ¿Crees que has elegido cerrar el puño? No. El puño se ha cerrado porque la disposición de todo lo que te rodea ha hecho que cierres el puño.
No eres libre. Eres una máquina, un esclavo y lo seguirás siendo el resto de tu vida.
Pues sí, en ese estado me levantaré, me ducharé una vez ponga el piloto automático a mi cuerpo, desayunaré las sobras de la cena que en breve comeré y escogeré un libro para leer en el tren, supongo que El arte de tener razón de Schopenhauer o quizá Ensayos escépticos de Bertrand Russell, la elección se la dejaré a mi yo futuro. Además, un bolígrafo, calculadora y reloj para el examen y un par de notas mentales para unas ecuaciones de termodinámica.
Intentaré coger el tren S33 para llegar a Palau Reial un poco antes de las nueve, o quizá me quedo durmiendo un par de minutos más, no sé. Ya elegiré mañana. Haré el examen de cuatro horas, volveré, y me pondré a estudiar sistemas de ecuaciones diferenciales. O quizá otra cosa, eso ahora no importa.
Sí, digamos que la vida está llena de elecciones. Debes escoger, actuar y decidir entre un abanico de situaciones. Puedes decidir levantar el brazo derecho, o el izquierdo. Puedes escoger entre un plato dulce o más bien salado. Puedes escoger entre gastar dinero en un capricho o no hacerlo. Puedes dejar de respirar, o no. Antes de proseguir con el hilo, incluiré una serie de definiciones para que pueda transmitir el mensaje con mayor precisión:
Voluntad de elección, o simplemente voluntad: La voluntad es aquella situación en la que un individuo puede escoger. Una piedra, por ejemplo, no puede escoger entre un aperitivo dulce o un aperitivo salado. La no-voluntad es lo opuesto a la voluntad.
Determinismo: El determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico, incluyendo el pensamiento y acciones humanas, están causalmente determinados por la irrompible cadena causa-consecuencia, y por tanto, el estado actual "determina" en algún sentido el futuro. Por ejemplo, podemos determinar la posición exacta* de una bola de billar cuando la golpeamos y esta golpea a su vez con otras mediante las leyes físicas a partir de unas condiciones iniciales.
*Cuando hablo de posición exacta hago referencia al concepto común, sin entrar en juego co nel principio de incertidumbre u otros impedimentos cuánticos.
Azar: El azar, dando una definición coloquial, es la incapacidad de poder predecir el futuro de una situación. Por ejemplo, al tirar los dados al aire, somos incapaces de determinar qué número va a salir. En cambio, podríamos calcular qué números saldrán mediante las leyes físicas. Pero es tan difícil de conseguir que lo damos como azaroso. Tendríamos que tener una precisión muy alta para determinar qué números saldrán. Los dados lanzados al aire son un sistema determinista, pero es muy difícil de calcular.
Dicho esto, diría que no es necesario incluir más definiciones, así que procedamos.Azar puro: En un sistema en el que exista un azar puro, no puede determinarse qué ocurrirá. No obedece a leyes físicas deterministas. No es un sistema determinado.
La ausencia de voluntad, la muerte del hombre libre.
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Recuerda que antes te he dicho que podías escoger entre levantar un brazo u otro. Pero ¿Y si te dijera que no puedes? ¿Que todo esa libertad es una ilusión? ¿Que no tienes voluntad para escoger entre mover un brazo u otro? ¿Que todas, absolutamente todas tus acciones no las puedes controlar?
El ser humano, de ser eso cierto, moriría. No tendríamos la capacidad de elegir, de escoger, de decir No quiero matar a esta persona. Sencillamente, la matarías o no, pero no dependería de ti. No podrías escoger entre matarla y no matarla, sólo existiría la acción, no la elección. Serías una máquina. Un autómata, nada más. No serías más libre que una simple piedra. ¿Esto es realmente así? ¿Somos marionetas del destino?
El tema sobre si el ser humano es libre de elegir es muy interesante, al menos para mi. Para abordarlo vamos a considerar el siguiente ejemplo: Supón que tengo ante ti una caja mágica, y digo mágica porque posee una cualidad sorprendente: Dentro de esta caja no existe ninguna ley física, no hay absolutamente nada. Sólo, y solamente hay dos leyes: La ley que permite la existencia de bolas idéntaicas dentro de esta caja, y la ley que permite calcular la posición de cada bola según su movimiento. Para simplificar las cosas, supongamos que la ley del movimiento que tenemos en esa caja es idéntica a la actual cinemática. Con la posición inicial y la velocidad inicial podemos determinar dónde estará esa bola en un tiempo determinado (cuando pasan 2s, 3s, 4s... hasta un tiempo infinito). Para cada instante de tiempo podemos saber dónde estará cada bola.
La caja se vería desde arriba de la siguiente manera:
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Así que si en un momento determinado, en un instante de tiempo, tenemos a nuestra disposición la posición exacta y la velocidad exacta de cada bola, podemos calcular (aunque sea muy costoso y aparatoso) dónde estará cada una de estas bolas en el futuro. Esto es lo que se le denomina un sistema determinado. Cada bola tiene una posición y velocidad exacta dentro de esa cajita.
Esas bolas no pueden elegir "subir" o "bajar" a su antojo. No poseen libertad. En un sistema determinista no existe la libertad de elección por propia definición. La historia de esas bolas que ahora ves está fijada, su destino será aquel que han marcado las leyes de la caja desde el inicio de su existencia, y obedecerán esas leyes hasta el fin de la existencia. No existe ni voluntad, ni azar puro dentro de esa caja. Puede existir azar si nos cuesta calcular dónde estará cada una, pero eso es muy humano. Estamos hablando sobre la naturaleza de la realidad, no de si podemos o no calcular.
Ahora, supón que esas bolas que ves moverse y chocar no son las bolas de la caja mágica. Son los átomos de nuestro universo,y que no hay unas cuentas bolas, sino billones y billones de bolas. Y nuestro universo es la caja mágica, con sus propias reglas. Cada átomo de tu cuerpo, en conjunto con los cientos de miles de millones de átomos del ambiente, chocan, se mueven, se enlazan, salen disparados, forman moléculas, forman células, forman neuronas, forman todo. Tú, no eres más que un montón de estos átomos vibrantes que se mueven. No eres más que el conjunto de las bolas anteriores perfectamente determinadas. Sólo eres eso, materia en movimiento.
Entonces, ¿Es este universo un universo determinado? No se sabe. En la física cuántica se ha descubierto, al parecer, el azar puro. Lo que indica que entonces este universo no es un sistema determinado. Sería el equivalente a lanzar unos dados hipotéticos que tengan azar puro y que no podemos predecir lo que saldrá. Normalmente se confunde el azar puro, o el azar, con la presencia de voluntad. Cabe recordar que los esos dados hipotéticos que tienen azar puro, por el hecho de tener azar puro, no pueden elegir. Simplemente son caóticos, pero no libres de elegir. La libertad, sea el universo determinista o no, no existe. Tú, no puedes escoger entre levantar un brazo u otro. No puedes escoger levantarte o dormir dos minutos más. no puedes escoger entre El arte de tener razón de Schopenhauer y Ensayos escépticos de Bertrand Russell. No puedes escoger a qué tren subirás. No puedes decidir. El conjunto del universo te dice que lo vas a hacer, y lo harás. No te pueden culpar por matar a alguien, tú no podías escoger no matar a esa persona. No hay moral porque no hay voluntad. Sencillamente has hecho lo que tenías que hacer. El piloto automático siempre está puesto, no hay otro sistema, ni otros pilotos. Toda nuestra vida la viviremos siendo esclavos, sin poder hacer nada. Veremos como pasa ante nuestros ojos sin poder cambiarla.
Mírate la mano y encoge el puño: Lo que acabas de ver es una reacción nerviosa por bombas de potasio, sodio y calcio que transmiten una señal nerviosa a tu cerebro y este cierra el puño. ¿Sabes qué ha inducido el cierre del puño? ¿Crees que has sido tú quien ha dicho "Ciérrate"? ¿Crees que has elegido cerrar el puño? No. El puño se ha cerrado porque la disposición de todo lo que te rodea ha hecho que cierres el puño.
No eres libre. Eres una máquina, un esclavo y lo seguirás siendo el resto de tu vida.
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