Se reanudaron esta tarde en Chile los incidentes entre la Policía y estudiantes que reclaman contra el sistema educativo, en una jornada que acumula 527 detenidos y varios heridos.
Según publica La Tercera, los cruces se reavivaron esta tarde, en medio de una protesta que los estudiantes convocaron para las 18.30, contra el sistema educativo.
Minutos antes del comienzo de la movilización, los agentes comenzaron a reprimir a los estudiantes utilizando carros hidrantes.
Según confirmó el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, los incidentes se desarrollaron en 12 ciudades a lo largo de toda la jornada, y la mayor parte de las detenciones se produjeron en Santiago.
Plazo. La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) le dio hoy un plazo máximo al Gobierno de seis días para responder las demandas estudiantiles.
Incidentes. Esta mañana, la Policía chilena reprimió con chorros de agua y gases lacrimógenos a los estudiantes que intentaban marchar por la principal avenida de Santiago, a instancias del gobierno que prohibió la protesta.
“Esto parece un estado de sitio, me imagino que habrá sido así hace 30 años en Chile (durante la dictadura militar)… Ni siquiera está asegurado el derecho a la congregación en los espacios públicos”, dijo a periodistas la portavoz de los universitarios Camila Vallejos.
Medidas de protesta. Los alumnos secundarios y universitarios mantienen desde hace más de dos meses una movilización que incluye tomas de escuelas, paros, huelgas de hambre y marchas en demanda de cambios profundos al desigual sistema de enseñanza del país.
El gobierno entregó el lunes un paquete de 21 medidas para mejorar la educación. Los estudiantes, que deben responder la propuesta el viernes, adelantaron que será rechazada.
“Por el momento los plenos, asambleas, ya han rechazo la propuesta del ministro (de Educación Felipe) Bulnes”, dijo Vallejos.
Las marchas, de secundarios por la mañana y universitarios por la tarde, fueron convocadas antes de que el gobierno entregara su plan.
“Todo tiene su límite”, dijo ayer el presidente, Sebastián Piñera, al tiempo que su ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, agregó que “el tiempo de las marchas se acabó”. Unos 1.300 policías bloquean el paso al palacio presidencial donde suelen concluir las marchas.
Aún sin permiso, centenares de jóvenes intentaron congregarse en la Plaza Italia, un céntrico lugar de reuniones, cuyo perímetro estaba cercado. Otros centenares se reunieron en otros puntos de la ciudad. Todos fueron reprimidos.
En algunos sectores del centro de la ciudad el aire era irrespirable, varias estaciones del metro estaban cerradas y el transporte público sufría cortes temporales.
“Están utilizando gases que no habíamos visto en otras manifestaciones… Creo que el gobierno ha cometido un grave error, ha querido opacar, invisibilizar la manifestación. Con esto la gente va a seguir con más fuerza manifestándose porque hay un gran descontento”, enfatizó Vallejos.
En los últimos meses la popularidad de Piñera, que asumió la presidencia en marzo de 2010, ha tocado su nivel mínimo. Una encuesta Centro de Estudios Públicos difundida el jueves reveló que sólo un 26% apoya su gestión.
Pedidos. Estudiantes y docentes reclaman una mejor educación, un mayor aporte estatal, el término del lucro en el sector y que los colegios secundarios dejen de depender de las municipalidades, como desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El gobierno propuso traspasar gradualmente la administración de los colegios municipales a organismos públicos por definir, mejorar la deficiente preparación de los profesores, aumentar las becas universitarias y reprogramar a los deudores morosos.
Pero el tema del lucro, el más importante para los universitarios, no fue abordado en forma directa. Los jóvenes exigen que las universidades privadas reinviertan y no retiren sus utilidades. La ley que las creó en 1981 dice que son entidades sin fines de lucro.
Aún si la propuesta es rechazada, el vocero oficial, ministro Andrés Chadwick, dijo que el gobierno seguirá “los caminos institucionales”, lo que significa que enviará los proyectos al congreso. El oficialismo posee una leve mayoría en la Cámara de Diputados mientras el Senado está controlado por la oposición de centroizquierda.