http://imbratisare.blogspot.com.es/2013/12/el-fascismo-europeo-sigue-intentando.html
El fascismo europeo sigue intentando hincarle el diente a Ucrania
Ucrania siempre ha sido uno de los principales objetivos de extensión hacia el este de la burguesia europea. Los nazis, ideólogos de la actual Unión Europea, practicamente consideraban al pais eslavo como por naturaleza suyo, y antes de ellos los propios alemanes hicieron lo propio a través de diferentes intervenciones militartes o politicas. En el enfrentamiento interimperialista entre las diferentes potencias capitalistas Ucrania siempre fue una presa deseada, y por supuesto las potencias aliadas no dudaron en intentar quedarse con sus riquezas aprovechando la Guerra Civil Rusa, poniéndose de lado, por supuesto, de los enemigos de la clase trabajadora.
Ahora que la burguesia capitalista europea tenia practicamente hincado el diente en Ucrania, el pueblo ucraniano ha dicho un rotundo NO a someterse a los intereses economico se la Union Europea; algo que, por supuesto, las mafias imperiales no lo van a permitir así como así.
Así que, como sucedió en 2004 con el golpe de estado diseñado desde los despachos de las multinacionales occidentales y de sus marionetas políticas de los gobiernos e instituciones capitalistas, a lo que la propaganda denominó "Revolución Naranja" (uno de cuyos máximos exponentes fue Iulia Timoshenko, que aprovechó su cargo de primer ministro de un gobierno impuesto por la Union Europea y Estados Unidos para llenar sus cuentas bancarias con el dinero de los ucranianos), los tentáculos del capital han empezado a intentar forzar mediante la violencia lo que los ucranianos decidieron en las urnas.
Y es que los capitalistas nunca han creido en la democracia salvo si sirve para llenarles los bolsillos, y cuando esta les perjudica se lanzan frenéticos a organizar "revoluciones de colorines".
Yanukovich, el actual presidente ucraniano, ganó las últimas elecciones ucranianas defendiendo el "no venderse a Europa", y los ucranianos le votaron. Sin embargo, el imperialismo europeo, como ya hemos dicho, jamás aceptará la decisión de un pueblo si esta perjudica a sus intereses económicos o estratégicos.
La nueva ofensiva imperialista de la UE contra Ucrania se halla respaldada por el Departamento de Estado norteamericano, uno de cuyos ideólogos más furibundos, Zbigniew Brzezinski señala en El gran tablero mundial que la importancia de aquél país radica en sus enormes recursos naturales (China ya le ha comprado el 5% del territorio nacional para producción agropecuaria, también una verdadera anexión bajo el manto de los negocios). Está claro que su control por el bloque europeo-norteamericano (recordemos que Washington y Bruselas negocian un tratado de libre comercio, que creaería el área más grande del mundo en free trade) sería vital para dominar la gran región de Euro-Asia, debilitar a Rusia e impedir el resurgimiento del socialismo en Europa Oriental (además de frenar al imperialismo chino).
Como sucedio en 2004, el dinero llegado desde la Union Europea y Estados Unidos para financiar ONG,s y asociaciones proeuropeas ha tenido el efecto esperado y miles de ucranianos han salido a la calle para defender, a veces incluso bajo la bandera nacionalista, la venta de su pais a los mafiosos europeos. De hecho, entre los participantes se encuentran partidos fascistas como el Movimiento Nacionalista Libertad, grupos anarquistas con la bandera rojinegra, o chicas mostrando sus pechos, como las del grupo supuestamente feminista, Femen. Tal heterogeneidad, a veces contradictoria con la defensa de la entrada en la U.E., muestra que el objetivo no es uno u otro, sino simplemente crear la situación necesaria para que el sueño del fascismo europeo, hacerse con Ucrania, se haga realidad.
En la plaza de la Independencia, el líder del movimiento Tercera República de Ucrania, el exministro del Interior con el gobierno de la "manoslargas" Timoshenko, Yuri Lutsenko, aseguró que la protesta en Kiev se ha transformado ya en una revolución. "Nuestro plan está claro: esto ya no es un mitin o una acción. Es una revolución", dijo ante los asistentes (ya sabemos lo que significa la palabra "revolucion" en boca de un mafioso nostálgico del fascismo ucraniano y ansioso por vender su pais a cambio de unas migajas que meterse en su bolsillo).
Es mas, la manipulación propagandistica es tal que el defensor de entregar Ucrania a las multinacionales europeas afirma que "La República Socialista Soviética de Ucrania está muriendo hoy aquí. Estamos asistiendo a su funeral", como si hoy Ucrania no fuera ya un pais en manos de mafiosos locales ansiosos por ganar dinero a costa de los ucranianos sin importarles realmente a quien la venden (dependiendo de cual sea el interés personal de cada uno). En ningún momento, por supuesto, se habla de devolver la enorme riqueza ucraniana, esa por la que se frotan las manos los facciosos de Bruselas y Washington, a sus legítimos dueños, los que la producen, los trabajadores.
Tampoco el actual presidente del pais, Victor Yanukovich, propone la vuelta a la democracia socialista. Sin embargo, tiene sus razones (ademas de las personales, por supuesto, compartidas por todos los políticos de los regímenes sometidos a la dictadura del capital) para rechazar el acuerdo con la Unión Europea.
Yanukovich afirma que Ucrania sufriría grandes perdidas económicas para adaptar su economía a la legislación comunitaria, y que defiende el acercamiento a esta pero "como socios igualitarios", no como la integración como vasallo a un imperio. "Debemos guiarnos exclusivamente por los intereses nacionales, y ser responsables ante el futuro. Debemos situar a nuestro país en el mapa político de Europa y del mundo, como un Estado grande y soberano", agregó Yanukóvich.
En la cumbre europea celebrada en Vilna (Lituania), el presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, propuso la creación de una comisión trilateral para explorar las vías para profundizar sus relaciones bilaterales. Los líderes europeos rechazaron esta posibilidad, aduciendo que no necesitan "un acuerdo trilateral para un tratado bilateral". El Gobierno ucraniano ha justificado su negativa a firmar los acuerdos con la UE, el de mayor volumen que rubricaría con un Estado no miembro, en las pérdidas económicas que acarrearía en volumen comercial con Rusia y otras exrepúblicas soviéticas, asociadas en una alianza. Kiev cifra en 160.000 millones de dólares el monto necesario para la homologación de su industria y su producción, sin contar con el coste que supondría en dinero y empleo la pérdida del mercado ruso. Estas razones les traen al pairo a los "democráticos" europeos, a los que les importa bien poco las pérdidas que puedan sufrir los ucranianos, obsesinados, como todo delincuente capitalista, con aumentar a costa de lo que sea sus propias ganancias.
Lo cierto es que, visto lo visto, la U.E. no se ha tomado demasiado bien la negativa ucraniana, e inmediatamente se ha puesto manos a la obra para hacer realidad el viejo sueño de los fascistas europeos y, por supuesto, de sus vasallos ucranianos, que a veces bajo la bandera del nacionalismo, otras bajo las del falso feminismo, otras las de la "revolucion", estan siempre dispuestos a lo que sea para llenar sus bolsillos con las migajas del saqueo a sus propios conciudadanos. En realidad, a los grandes vendepatrias jamás les ha interesado la soberanía de su país o su patria, aunque escondan su ruindad bajo la máscara del patriotismo exacerbado y de la adoración de los símbolos patrios.
En resumen, como explica Leonid Ivashov en su artículo, "La Segunda guerra mundial la desataron los adeptos de “Drang nach Osten”, la expansion hacia el este, tan ansiado por occidente desde hace tiempo, continua hoy su aplicación, aunque el liderazgo hoy lo ejerza EEUU y no Inglaterra. Asi, vemos como la OTAN o la UE continuan su expansionismo hacia el este, y los ejercitos de la ONU o los particulares continuan sus ansias de controlar los recursos, rutas comerciales y mercados de Asia Central, principal objetivo de las guerras, "revoluciones" y golpes de estado de estos ultimos 20 años.