Los de siempre piden que votes, nosotros y nosotras que luches
Comunicado de Iniciativa Comunista contra la farsa electoral europea
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Una vez más se acerca la farsa electoral europea, mientras la clase trabajadora sigue sumida en una profunda crisis pagando con su sufrimiento, los mismos medios de comunicación encargados de criminalizar todo tipo lucha nos convocan a la que llaman “fiesta de la democracia” donde los partidos, en nombre de mil banderas, coinciden en que hagas lo que hagas hay que votar.
Son viejos y nuevos rostros los que intentan rentabilizar el sufrimiento de la clase obrera y el pueblo prometiendo el cielo en la tierra, por supuesto sin denunciar abiertamente cuales son las causas de la crisis, ya que las elecciones europeas no tienen otro fin que buscar legitimación en el pueblo de una maquinaria de explotación imperialista donde no cabe ni el más mínimo ápice de democracia.
El parlamento europeo es un órgano opaco que nadie sabe a qué se dedica mientras los poderes reales en manos de la clase dominante imparten sus doctrinas de recortes, de represión y de limitación de libertades a través de sus oscuros lobbies y órganos centrales.
No olvidamos que la UE nació como un tratado de libre comercio para facilitar el negocio de los magnates del acero y el carbón. En los últimos años se ha evidenciado más el papel protector del capital franco-alemán y del principal instrumento ejecutor de las políticas de recortes y represión que tanto daño están haciendo en la que ya se conoce como “Europa pobre”.
Participar en un proyecto económico que condena a millones de trabajadores -no sólo- del sur de Europa al desempleo estructural, la precarización de las relaciones de trabajo o a los recortes sin fin, no es el destino irreversible de la clase obrera. No puede haber salida obrera de la depresión económica sin la recuperación de la soberanía popular y de los medios y recursos de política económica necesarios para el control democrático de los sectores estratégicos de la economía, la nacionalización de la banca y la defensa y potenciación de los servicios públicos, esto es, para un viraje de 180 grados hacia el socialismo, imposible dentro del marco de la UE y el Euro.
Es por ello que el futuro parlamento europeo, sea cual sea su composición no nos va a sacar de este atolladero. Hablan de cambio para que nada cambie. ¿Acaso alguien piensa que es posible gestionar este sistema en favor de la mayoría? ¿Cómo piensan sus señorías convencer a los grandes monopolios, propietarios de todo, con millones de funcionarios en nómina para que sean “más justos”?
El único cambio real pasa por un cambio revolucionario. Sólo el pueblo organizado y en lucha puede hacer oír su voz y poner en práctica directamente las soluciones por encima de una legalidad injusta e impuesta que sólo se respeta cuando perjudica a la mayoría. Ya va siendo hora de que nosotros y nosotras mismas decidamos qué clase de futuro queremos, que tomemos el poder efectivo mediante nuestras decisiones y acciones, que tomemos la palabra y los hechos, que hagamos efectiva esa libertad y esa democracia para las amplias mayorías.
El cambio real viene de la lucha en la calle, de ese pueblo que ayer votaba engañado y que hoy lucha convencido.
¡A barrer con el capitalismo y con quienes lo sostienen!
Iniciativa Comunista, Abril de 2014
Comunicado de Iniciativa Comunista contra la farsa electoral europea
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Una vez más se acerca la farsa electoral europea, mientras la clase trabajadora sigue sumida en una profunda crisis pagando con su sufrimiento, los mismos medios de comunicación encargados de criminalizar todo tipo lucha nos convocan a la que llaman “fiesta de la democracia” donde los partidos, en nombre de mil banderas, coinciden en que hagas lo que hagas hay que votar.
Son viejos y nuevos rostros los que intentan rentabilizar el sufrimiento de la clase obrera y el pueblo prometiendo el cielo en la tierra, por supuesto sin denunciar abiertamente cuales son las causas de la crisis, ya que las elecciones europeas no tienen otro fin que buscar legitimación en el pueblo de una maquinaria de explotación imperialista donde no cabe ni el más mínimo ápice de democracia.
El parlamento europeo es un órgano opaco que nadie sabe a qué se dedica mientras los poderes reales en manos de la clase dominante imparten sus doctrinas de recortes, de represión y de limitación de libertades a través de sus oscuros lobbies y órganos centrales.
No olvidamos que la UE nació como un tratado de libre comercio para facilitar el negocio de los magnates del acero y el carbón. En los últimos años se ha evidenciado más el papel protector del capital franco-alemán y del principal instrumento ejecutor de las políticas de recortes y represión que tanto daño están haciendo en la que ya se conoce como “Europa pobre”.
Participar en un proyecto económico que condena a millones de trabajadores -no sólo- del sur de Europa al desempleo estructural, la precarización de las relaciones de trabajo o a los recortes sin fin, no es el destino irreversible de la clase obrera. No puede haber salida obrera de la depresión económica sin la recuperación de la soberanía popular y de los medios y recursos de política económica necesarios para el control democrático de los sectores estratégicos de la economía, la nacionalización de la banca y la defensa y potenciación de los servicios públicos, esto es, para un viraje de 180 grados hacia el socialismo, imposible dentro del marco de la UE y el Euro.
Es por ello que el futuro parlamento europeo, sea cual sea su composición no nos va a sacar de este atolladero. Hablan de cambio para que nada cambie. ¿Acaso alguien piensa que es posible gestionar este sistema en favor de la mayoría? ¿Cómo piensan sus señorías convencer a los grandes monopolios, propietarios de todo, con millones de funcionarios en nómina para que sean “más justos”?
El único cambio real pasa por un cambio revolucionario. Sólo el pueblo organizado y en lucha puede hacer oír su voz y poner en práctica directamente las soluciones por encima de una legalidad injusta e impuesta que sólo se respeta cuando perjudica a la mayoría. Ya va siendo hora de que nosotros y nosotras mismas decidamos qué clase de futuro queremos, que tomemos el poder efectivo mediante nuestras decisiones y acciones, que tomemos la palabra y los hechos, que hagamos efectiva esa libertad y esa democracia para las amplias mayorías.
El cambio real viene de la lucha en la calle, de ese pueblo que ayer votaba engañado y que hoy lucha convencido.
¡A barrer con el capitalismo y con quienes lo sostienen!
Iniciativa Comunista, Abril de 2014