El proyecto VERDE lo desarrolla un consorcio de una veintena de empresas, desde automovilísticas hasta energéticas. La compañía de automóviles Seat es la empresa líder de la iniciativa y ha dividido el proyecto en siete áreas de investigación, cada una dirigida por empresas especializadas del sector. "El ministerio ha financiado el 18por ciento del presupuesto total, valorado en 36 millones de euros", afirma el responsable de electromovilidad de Seat, Santi Castellá, lo que supone una inversión total de 6,5 millones de euros de fondos públicos.
Las compañías del sector eléctrico, Endesa e Iberdrola, colideran la tarea destinada a la integración del vehículo en el sistema. "El uso de estos vehículos estimulará el consumo de energías renovables", afirma el subdirector de Tecnología e Innovación de Endesa, Jorge Sánchez. La energía eólica es más productiva por la noche, cuando la demanda energética es menor. "Si la oferta de energía supera a la demanda, los parques eólicos se desconectan y esta energía se pierde", explica Sánchez.
"Cuando se instaure el coche eléctrico, se estimulará la recarga nocturna de baterías para fomentar el uso de renovables", añade. "Para conseguir este ajuste se volverá a la discriminación horaria del precio de la electricidad", comenta el director de Innovación deIberdrola, Agustín Delgado.
El uso generalizado del coche eléctrico también dará lugar a que los usuarios se transformen en productores de energía. Un vehículo con la batería cargada "se convertirá en un almacén móvil de electricidad", comenta Sánchez. El usuario podrá ceder esta electricidad cuando y donde sea necesario, a cambio de un pago por el comprador. "Todavía es necesario estudiar cómo se estructurarán los contratos entre proveedores y usuarios", explica el subdirector.
"El coche eléctrico es algo más que un producto, es un cambio cultural", manifiesta el consejero delegado del sector Industria de Siemens, Pascual Dedios. Su empresa lidera la tercera área del proyecto, especializada en las máquinas eléctricas. "Proponemos una innovación en los sistemas de carga", explica Dedios. "Queremos que el tiempo de repostaje en una electrolinera [punto de recarga] sea el mismo que en una gasolinera convencional", añade.
Los vehículos eléctricos aportarán una serie de ventajas al sistema. "Su uso recortará en un 25por ciento las emisiones de CO2 del transporte", comenta el consejero. Según Dedios, la eficiencia de un motor eléctrico es del 60por ciento, frente al 20por ciento de los motores convencionales. España es la tercera potencia mundial en producción de automóviles convencionales. "Queremos alcanzar esa posición con los coches eléctricos", expresa Castellá. "Este proyecto nos ayudará a seguir siendo competitivos en I+D y en producción", señala.
El proyecto VERDE concluirá en diciembre de 2012, cuando el consorcio presente un prototipo de la nueva tecnología.
"No vamos a producir un coche, lo que vamos a hacer es crear conocimiento y tecnología que pueda ser aplicada a nuestro sistema", comenta Castellá. "2010 va a ser un año clave para el coche eléctrico en España", concluye Delgado.
El Público, 13 de febrero de 2010
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