por Dzerjinskii Vie Abr 30, 2010 7:03 pm
Soy argentino así que no voy a opinar de los partidos españoles pero puedo aportar que en mi país esta cuestión de los revisionistas y los ultraizquierdistas ó foquistas también ha generado vicerales polémicas que creo están lejos de saldarse. Y peor aun, estas dos tendencias han terminado por combinarse en la lucha social dando como resultado la peor de las condiciones posibles para desarrollar un trabajo revolucionario de masas. Por un lado los revisionistas han estimulado una traicionera confianza en las instituciones de la democracia burguesa mientras los foquistas aportaron una heroica pero principista y aventurera practica que en muchas situaciones sirvió de escusa para la represión. Represión que se llevo también a los engañados por la “coexistencia pacifica y el trancito pacifico” del revisionismo, y que ingenuamente confiaban en el Estado de derecho, los habeas corpus y demás falacias de la burguesía.
En un momento perecía que la única forma de enfrentar al revisionismo de los Kruchev, los Breznev y sus acólitos era el foco rural y la guerrilla urbana. Aquí es donde la experiencia soviética y sobre todo el Leninismo es donde tiene algo para aportar. El partido de revolucionarios profesionales, clandestino pero fuertemente ligados a la clase obrera y a todos los sectores populares através de organizaciones de superficie y sin negar la necesidad de la insurrección de masas con una planificación preestablecida y ejecutada con un núcleo duro de guardias rojos, junto a un trabajo revolucionario hacia adentro del ejercito, es una enseñanza histórica que no puede despreciarse.
Estos aspectos pueden encontrase también en el proceso revolucionario chino, (a lo que Mao suma acertadamente para la época y el contexto chino, lo de la guerra popular prolongada y la combinación de la guerra de guerrillas con la guerra de movimientos y zonas liberadas,) pero también hasta en el proceso cubano, aunque en este ultimo se ha mitificado tanto el foco que se han opacado una serie grandes experiencia de frentes de masas y luchas sindicales que sin las cuales la revolución no habría sido posible. Algo que debe atribuirse principalmente al merito de Fidel Castro, que sin ser un comunista comprendía perfectamente el arte de la lucha político-militar. Algo que no es exclusivo de los comunistas, ni de la clase obrera, sino de todas las clases sociales a lo largo de la historia y que en términos teóricos se viene construyendo (al menos en los últimos siglos en occidente) desde Maquiavelo y Von Clausewitz hasta Lenin, pasando por Engels que de los clásicos es el que más aporta en este tema.
Si empezamos a ver a las prácticas y tácticas de lucha social como herramientas disponibles que deben utilizarse según el contexto y la correlación de fuerzas, mucho de esta discusión entre revisionistas y foquistas se revelara como inútil mientras los revisionistas sean desenmascarados.
Los comunistas podemos utilizas muchas formas de lucha, armadas ó no. Lo que no podemos es negar la necesidad del parido, la insurrección y dictadura del proletariado con sus GULAG incluidos.
Saludos.
Dzerjinskii