¡BUENÍSIMO! “Carta a la reina del arroz sin pollo” por Gustavo Azócar Alcalá
Publicado 14 julio, 2014 / 6:22 pm / Autor: Editorial / Sección: Opinion
Un periódico de Argentina, el Diario Clarín, acaba de explotar un escándalo en el que aparece involucrada una de las dos infantas que todavía viven en la residencia Presidencial La Casona, a pesar de que su padre, el difunto, ya no es Presidente de este país. El 6 de julio próximo pasado, Clarín publicó: “todo un sector económico, el arrocero, sabe que hay gato encerrado en ciertas exportaciones argentinas a Venezuela (…) En los embarques de arroz dirigidos al país caribeño, la única beneficiada es una firma desconocida en el sector, que vende a precios muy inflados y cuyos dueños tienen trato directo con el ministro Julio De Vido, el embajador Carlos Cheppi, y hasta con María Gabriela Chávez, hija del fallecido líder venezolano”.
maria-gabriela-chavez
Según Clarín, “la empresa Bioart SA, que está vendiendo arroz y maíz a Venezuela a precios inflados, nació en 2009 (…) En los papeles sus titulares son María Isabel y María Eugenia Vignati (…) la cara visible es la de Roberto Vignati, su hermano mayor. El empresario, de 35 años, viajó a Caracas en febrero de 2013 en una comitiva que acompañó a De Vido”.
Este Julio de Vido, por cierto, es muy conocido en Venezuela: su mano derecha y asistente personal, Claudio Uberti, estaba en el mismo avión en el que Guido Antonini Wilson llegó a Buenos Aires el 4 de agosto de 2007, con una maleta llena de 800 mil dólares que el “comandante eterno” le había enviado a su pana Cristina para las elecciones.
Según Clarín el abogado Vignati “viaja seguido a Venezuela y tiene muy buenos vínculos con la política local. Un mes antes de comenzar con los embarques de arroz, en febrero, estuvo con Cheppi y la hija de Chávez”.
El 7 de julio Clarín dijo que “Bioart SA, la sospechosa empresa que tiene vínculos con el ministro Julio De Vido, no sólo exportó arroz a Venezuela con elevados sobreprecios. Este año también lleva vendidas más de 40 mil toneladas de maíz hacia el país caribeño. Esos negocios se pactaron a valores que son casi 80% superiores a los del mercado y sumaron unos 16 millones de dólares”.
Dice Clarín que Vignati hizo “su primer embarque de maíz a Venezuela el 28 de febrero pasado, apenas quince días después de haber visitado la embajada argentina en Caracas y reunirse allí con María Gabriela Chávez, la hija de Hugo, el difunto líder venezolano”
El periódico dice que “la extraña compañía acumuló embarques por 41.000 toneladas (casi 15% del total de ventas argentinas de ese cereal a Venezuela en lo que va del año) y cobró por ellos 16.593.496,52 dólares (…) ese maíz no valía lo que declaró la empresa sino muchísimo menos. De acuerdo con el precio FOB oficial fijado por el Ministerio de Agricultura, el valor real de la mercadería era de unos 220 dólares por tonelada. Bioart SA comercializó su maíz a Venezuela con un sobreprecio aproximado de 170 dólares. Es decir que el negocio se pactó unos 7 millones de dólares por encima de lo que correspondía”.
Por si todo eso fuera poco, “también facturó con elevados sobreprecios. Colocó 37.700 toneladas de arroz a 606,5 dólares por tonelada, cuando el valor real de mercado oscilaba entre los 350 y 380 dólares”.
Clarín dijo que los negocios de Bioart SA “suman ingresos por casi 40 millones de dólares en lo que va de 2014. Pero como los precios declarados ante Aduana están muy inflados respecto de los reales, se estiman sobreprecios que rondan unos 15 millones”.
El diario publicó que según cancillería argentina “el 13 febrero de 2013, Roberto Vignati acompañaba a De Vido a Caracas como representante de la fábrica familiar de silos. Un año después, el extraño exportador de arroz volvió al lugar y se fotografió con el embajador Carlos Cheppi y con María Gabriela Chávez, la hija del ex presidente venezolano”
Clarin dijo que mientras el principal responsable de esas negociaciones desde 2004, el ministro Julio De Vido, se hace el desentendido, el presidente de la Federación Nacional de Entidades Arroceras (Fedenar), Jorge Paolini, dijo que lo que le facturaron a Venezuela “fue un precio récord, igual al de los Guinness”.
Fedenar y la Cámara de Molinos Arroceros dijeron que el arroz que necesitaba Venezuela cuesta 495 dólares por tonelada colocada en Caracas. Ese precio se elevó a casi 700 dólares en los negocios que finalmente concretó Bioart. Los 200 dólares extra por toneladas (suman casi 8 millones de dólares). Además se detectó que Bioart exportó más de 40.000 toneladas de maíz a Venezuela, con sobreprecios.
En la red circulan fotos tomadas en la embajada argentina en Caracas el 13 de febrero pasado, quince días antes del comienzo de los embarques sospechosos. Allí aparecen sonrientes: Carlos Cheppi, el embajador y hombre de confianza de De Vido, y María Gabriela Chávez, hija del ex presidente venezolano.
María Gabriela, a quien llaman “la reina del arroz sin pollo”, se limitó a publicar un texto en instagram: “Hablan de millones, hablan de herencias, hablan de riquezas… y creen que ofenden con insultos. Son seres tan básicos que no tienen idea que la riqueza más grande que siempre me diste y que aquí me dejaste, fue tu mirada llena de amor, tu ejemplo de grandeza y tu entrega absoluta. Te siguen atacando. Te siguen temiendo. Y eso me sigue llenando cada día de más amor, FUERZAS y orgullo de ti. GRACIAS POR TANTO, GIGANTE. #maisantaquesonbastantes “.
Yo sólo quiero saber 3 cosas: “¿de qué vive María Gabriela? ¿En qué trabaja? ¿Cuál es su sueldo?” ¿Alguien sabe?
Ovario II dice: Si trabaja, señor, en posición horizontal o de rodillas. Aparentemente no es muy buena porque los clientes la dejan rapidito. Con tanto real robado que heredaron y ninguna logra tener una pareja que se quede. Por algo será.
Por: Gustavo Azócar Alcalá / ActualidadVenezuela.org
Publicado 14 julio, 2014 / 6:22 pm / Autor: Editorial / Sección: Opinion
Un periódico de Argentina, el Diario Clarín, acaba de explotar un escándalo en el que aparece involucrada una de las dos infantas que todavía viven en la residencia Presidencial La Casona, a pesar de que su padre, el difunto, ya no es Presidente de este país. El 6 de julio próximo pasado, Clarín publicó: “todo un sector económico, el arrocero, sabe que hay gato encerrado en ciertas exportaciones argentinas a Venezuela (…) En los embarques de arroz dirigidos al país caribeño, la única beneficiada es una firma desconocida en el sector, que vende a precios muy inflados y cuyos dueños tienen trato directo con el ministro Julio De Vido, el embajador Carlos Cheppi, y hasta con María Gabriela Chávez, hija del fallecido líder venezolano”.
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Según Clarín, “la empresa Bioart SA, que está vendiendo arroz y maíz a Venezuela a precios inflados, nació en 2009 (…) En los papeles sus titulares son María Isabel y María Eugenia Vignati (…) la cara visible es la de Roberto Vignati, su hermano mayor. El empresario, de 35 años, viajó a Caracas en febrero de 2013 en una comitiva que acompañó a De Vido”.
Este Julio de Vido, por cierto, es muy conocido en Venezuela: su mano derecha y asistente personal, Claudio Uberti, estaba en el mismo avión en el que Guido Antonini Wilson llegó a Buenos Aires el 4 de agosto de 2007, con una maleta llena de 800 mil dólares que el “comandante eterno” le había enviado a su pana Cristina para las elecciones.
Según Clarín el abogado Vignati “viaja seguido a Venezuela y tiene muy buenos vínculos con la política local. Un mes antes de comenzar con los embarques de arroz, en febrero, estuvo con Cheppi y la hija de Chávez”.
El 7 de julio Clarín dijo que “Bioart SA, la sospechosa empresa que tiene vínculos con el ministro Julio De Vido, no sólo exportó arroz a Venezuela con elevados sobreprecios. Este año también lleva vendidas más de 40 mil toneladas de maíz hacia el país caribeño. Esos negocios se pactaron a valores que son casi 80% superiores a los del mercado y sumaron unos 16 millones de dólares”.
Dice Clarín que Vignati hizo “su primer embarque de maíz a Venezuela el 28 de febrero pasado, apenas quince días después de haber visitado la embajada argentina en Caracas y reunirse allí con María Gabriela Chávez, la hija de Hugo, el difunto líder venezolano”
El periódico dice que “la extraña compañía acumuló embarques por 41.000 toneladas (casi 15% del total de ventas argentinas de ese cereal a Venezuela en lo que va del año) y cobró por ellos 16.593.496,52 dólares (…) ese maíz no valía lo que declaró la empresa sino muchísimo menos. De acuerdo con el precio FOB oficial fijado por el Ministerio de Agricultura, el valor real de la mercadería era de unos 220 dólares por tonelada. Bioart SA comercializó su maíz a Venezuela con un sobreprecio aproximado de 170 dólares. Es decir que el negocio se pactó unos 7 millones de dólares por encima de lo que correspondía”.
Por si todo eso fuera poco, “también facturó con elevados sobreprecios. Colocó 37.700 toneladas de arroz a 606,5 dólares por tonelada, cuando el valor real de mercado oscilaba entre los 350 y 380 dólares”.
Clarín dijo que los negocios de Bioart SA “suman ingresos por casi 40 millones de dólares en lo que va de 2014. Pero como los precios declarados ante Aduana están muy inflados respecto de los reales, se estiman sobreprecios que rondan unos 15 millones”.
El diario publicó que según cancillería argentina “el 13 febrero de 2013, Roberto Vignati acompañaba a De Vido a Caracas como representante de la fábrica familiar de silos. Un año después, el extraño exportador de arroz volvió al lugar y se fotografió con el embajador Carlos Cheppi y con María Gabriela Chávez, la hija del ex presidente venezolano”
Clarin dijo que mientras el principal responsable de esas negociaciones desde 2004, el ministro Julio De Vido, se hace el desentendido, el presidente de la Federación Nacional de Entidades Arroceras (Fedenar), Jorge Paolini, dijo que lo que le facturaron a Venezuela “fue un precio récord, igual al de los Guinness”.
Fedenar y la Cámara de Molinos Arroceros dijeron que el arroz que necesitaba Venezuela cuesta 495 dólares por tonelada colocada en Caracas. Ese precio se elevó a casi 700 dólares en los negocios que finalmente concretó Bioart. Los 200 dólares extra por toneladas (suman casi 8 millones de dólares). Además se detectó que Bioart exportó más de 40.000 toneladas de maíz a Venezuela, con sobreprecios.
En la red circulan fotos tomadas en la embajada argentina en Caracas el 13 de febrero pasado, quince días antes del comienzo de los embarques sospechosos. Allí aparecen sonrientes: Carlos Cheppi, el embajador y hombre de confianza de De Vido, y María Gabriela Chávez, hija del ex presidente venezolano.
María Gabriela, a quien llaman “la reina del arroz sin pollo”, se limitó a publicar un texto en instagram: “Hablan de millones, hablan de herencias, hablan de riquezas… y creen que ofenden con insultos. Son seres tan básicos que no tienen idea que la riqueza más grande que siempre me diste y que aquí me dejaste, fue tu mirada llena de amor, tu ejemplo de grandeza y tu entrega absoluta. Te siguen atacando. Te siguen temiendo. Y eso me sigue llenando cada día de más amor, FUERZAS y orgullo de ti. GRACIAS POR TANTO, GIGANTE. #maisantaquesonbastantes “.
Yo sólo quiero saber 3 cosas: “¿de qué vive María Gabriela? ¿En qué trabaja? ¿Cuál es su sueldo?” ¿Alguien sabe?
Ovario II dice: Si trabaja, señor, en posición horizontal o de rodillas. Aparentemente no es muy buena porque los clientes la dejan rapidito. Con tanto real robado que heredaron y ninguna logra tener una pareja que se quede. Por algo será.
Por: Gustavo Azócar Alcalá / ActualidadVenezuela.org