Resolución del Congreso
Introducción
En los últimos meses se han producido una serie de hechos que han supuesto un absoluto deterioro de las relaciones entre el PCE (m-l) y su organización juvenil la JCE (m-l). Esta situación llevó a nuestra organización a convocar un Congreso Extraordinario para tratar la cuestión y decidir qué hacer ante la misma. En esta resolución explicamos las contradicciones que se han desarrollado y las decisiones que ha tomado este Congreso celebrado los días 20 y 21 de septiembre de 2014.
Diferencias políticas e ideológicas con el PCE (m-l)
Táctica y Estrategia: diferencias en la aplicación de la línea política.
En primer lugar hay que explicar que desde el Segundo Congreso del PCE (m-l) se ha ido desarrollando una actividad y una aplicación táctica de la línea política que ni estaba prevista en los documentos de ese congreso ni se discutieron en el conjunto de la organización, como requería la importancia, excepcionalidad y envergadura de esas decisiones. Nos referimos a una fuerte presión a toda la militancia para tener dedicación plena al espacio Republicanos.
Se trataba de una apuesta reformista e interclasista que si bien podía haber sido capaz de conectar con las aspiraciones inmediatas de amplios sectores de las clases populares, por su aplicación burocrática y alejada de los movimientos de masas (sindicatos, mareas, 15M, marchas de la dignidad, PAH) salvo algunas excepciones, se ha convertido en un espacio aislado, limitado y en el que el PCE (m-l) se diluye en la práctica. De hecho apenas se ha planificado la intervención en ese espacio más allá de exigir la dedicación plena al mismo, sin debate sobre cómo participar en él y qué propuestas plantear.
Estas circunstancias llevaron a generar, como hemos visto con el tiempo, dos formas de aplicar la línea, dos formas de trabajar entre las masas. La JCE (m-l), en el espacio donde más autonomía teníamos (el movimiento estudiantil) pudimos desarrollar una intervención de masas que ha supuesto el desarrollo cuantitativo y cualitativo de los frentes en los que participamos y, en consecuencia, de nuestra propia organización. El éxito de esta forma de trabajo abierta, pegada a los problemas de la gente, sin sectarismo, colaborando con otras organizaciones políticas, nos llevó a aplicarlo a otros movimientos de masas y a sistematizar toda esa experiencia, desarrollando la organización y transformándola para hacer de ella una herramienta útil para la juventud para transformar la realidad. Junto a ello, la creación de núcleos sectoriales ha sido clave para poder intervenir directamente entre las masas, y poder planificar este trabajo de abajo-arriba.
Y al mismo tiempo el PCE (m-l), a través de Republicanos, ha tratado de hacer alianzas con organizaciones políticas marginales o anecdóticas por un lado, o simplemente lunáticas como las negociaciones para las elecciones europeas con la candidatura del juez Elpidio Silva.
Esta situación generó un absoluto malestar entre toda la militancia y especialmente en la JCE (m-l) pero sin embargo los órganos de máxima dirección del Partido no abrieron un debate democrático en el conjunto de la organización. No se trató de generar una síntesis superadora de las diferentes posiciones respecto a la actividad de la organización. Al no estar cerrado y superado el debate, lo que se abrió fue una situación en los frentes de masas en los que no había posibilidad de seguir una orientación común a toda la militancia. Esto llevó a un enfrentamiento abierto entre las diversas posiciones en el frente que el propio partido había generado: Republicanos.
Gestión de las contradicciones: centralismo ¿democrático o burocrático?
A partir de aquí la situación se convirtió en insostenible y el Partido optó en algunos casos por sanciones y en el caso de la JCE (m-l) por exigir la adhesión a las opiniones de la dirección (aunque no se hubiera cerrado el debate sobre ellas) y por retirar el voto en el III Congreso del PCE (m-l) a todos los militantes de la JCE (m-l) que no estuvieran en órganos del Partido o no tuvieran doble militancia; lo que supone en total una cantidad menor a la decena, contraviniendo la propia costumbre en anteriores Congresos y tomando la decisión unilateralmente, tiempo después de convocado el III Congreso y consumadas las sanciones antes dichas. A partir de aquí se congelan las relaciones entre la JCE (m-l) y el PCE (m-l), las cuales se reducen a un intercambio de cartas. Pero el Secretariado del PCE (m-l) pasa entonces a entrar en contacto con responsables políticos locales y a reunirse con los núcleos de la juventud para tratar de explicar esta medida y, de paso, mentir e intoxicar, tratando de difamar a la dirección de la JCE (m-l) ante el resto de la militancia. Aún así, la dirección de la juventud no impidió que se celebraran esas reuniones en los núcleos que quisieran tenerlas y en todo momento se ha tratado de hacer llegar a toda la militancia las cartas que se intercambiaban entre las direcciones de Partido y Juventud.
Quizás lo más importante es preguntarnos por qué el Partido toma la decisión de negarnos el derecho a voto en su proceso congresual y alterar la caracterización de nuestra organización, llegando a considerar a la JCE m-l) como un frente de masas del Partido. La realidad es que existen diferencias políticas, discrepancias en cómo aplicar la línea aprobada en el II Congreso del PCE(m-l), y el Partido ha optado por tomar medidas burocráticas en lugar de establecer posibilidades de debate que nos permitan superar las contradicciones existentes.
No se entienden medidas disciplinarias sin ligarlas a cuestiones políticas e ideológicas. Durante toda la correspondencia se habla de tergiversaciones o de desviaciones en términos genéricos sin concretar nada y se llega a plantear la posibilidad de sanciones a dos miembros de la dirección de la JCE (m-l). Pero no tiene sentido que se produzcan amenazas de ese calibre, como es sancionar a dirigentes de la Juventud, sin explicar realmente por qué, sin dar los motivos políticos.
Esta realidad, nos reveló que existe una minoría organizada en los altos órganos del PCE(m-l), a los que se aferra utilizándolos para eludir cualquier debate, sacrificando toda la organización con tal de salvar su posición en el Partido.
Necesidad del Congreso Extraordinario:
En estas circunstancias, se reúne el Comité Central de la JCE (m-l) en su sesión ordinaria de verano para tratar aspectos corrientes de la organización así como, por supuesto, toda esta situación. La dirección saliente de la Juventud evidentemente en todo este proceso ha cometido errores. Nos enfrentábamos a una situación insólita, en la cual nos marcamos como máxima mantener la unidad de la organización y garantizar un marco de debate donde todas las opiniones pudieran ser expresadas. Esto ha quedado garantizado como así lo entendió el Congreso.
Varios núcleos de la Juventud habían solicitado la convocatoria de un Congreso Extraordinario por lo que, ateniendo a esta reclamación, el Comité Central decide realizar un congreso extraordinario en septiembre para tratar esta cuestión entre toda la militancia de la JCE (m-l) abiertamente, de forma libre y democrática y tomar decisiones desde el conjunto de la organización, no solo desde la dirección, debido a la gravedad.
Respetando los plazos y requisitos para la convocatoria de ese Congreso Extraordinario, este tuvo lugar los días 20 y 21 de septiembre de 2014 en la ciudad de Elche.
Decisiones del Congreso Extraordinario de la JCE (m-l)
En este Congreso, en primer lugar se realizó un debate político de la situación presente en nuestra sociedad, para poder conocer cuál es nuestro propio análisis y las propuestas que consideramos adecuadas para intervenir en la realidad política y social. Y una vez teniendo claro eso, pasamos a realizar un balance y un desarrollo cronológico de todo el proceso que nos ha llevado hasta este Congreso. Con las conclusiones de este debate, que en parte hemos plasmado en las líneas anteriores, nos preparamos para tomar decisiones para el futuro.
Las intervenciones del plenario del Congreso apuntaban hacia la constatación de la falta de democracia en el Partido así como de las diferencias políticas de la JCE (m-l) respecto al Partido. Y se planteaban dos alternativas: continuar siendo la organización juvenil del PCE (m-l) o dejar de serlo. En la votación, salvo un voto en contra, casi por unanimidad se decide dejar de ser la organización juvenil del PCE (m-l).
El debate y la deliberación democrática han sido hasta ahora nuestras señas de identidad y queremos ampliar y reforzar esto, pero además haremos el máximo esfuerzo para abrir el debate en general y en especial con la estructura del PCE (m-l) sobre los documentos ideológico-políticos que hemos aprobado en este Congreso. Tenderemos nuestra mano para tener este debate y tratar las cuestiones que han llevado a nuestra salida de la estructura. Renunciamos a seguir siendo la organización juvenil del PCE (m-l) porque consideramos que esta es la única manera para avanzar hacia la revolución en España pero no renunciamos a mantener ese debate ideológico.
Por nuestra parte, trataremos de organizar y regular un amplio debate entre toda la juventud para hacernos avanzar como organización juvenil. Todas las opiniones tienen que ser tenidas en cuenta y nos debe servir para ampliar y mejorar nuestra capacidad de intervención en la juventud, para avanzar en un proyecto político marxista para la juventud y para contribuir con nuestro granito de arena a la construcción del Partido de la revolución en España sin dejar de intervenir en la sociedad en un momento histórico y de emergencia social como el que vivimos.
Comité Central de la JCE (m-l)
26 de septiembre de 2014