Engels en Del socialismo utópico al socialismo científico escribió:Algunos de estos medios de producción y de comunicación son ya de por sí tan gigantescos, que excluyen, como ocurre con los ferrocarriles, toda otra forma de explotación capitalista. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, ya no basta tampoco esta forma; los grandes productores nacionales de una rama industrial se unen para formar un trust, una agrupación encaminada a regular la producción; determinan la cantidad total que ha de producirse, se la reparten entre ellos e imponen de este modo un precio de venta fijado de antemano. […]
Claro está que, por el momento, en provecho y beneficio de los capitalistas. Pero aquí la explotación se hace tan patente, que tiene forzosamente que derrumbarse. […]
De un modo o de otro, con o sin trusts, el representante oficial de la sociedad capitalista, el Estado, tiene que acabar haciéndose cargo del mando de la producción. La necesidad a que responde esta transformación de ciertas empresas en propiedad del Estado empieza manifestándose en las grandes empresas de transportes y comunicaciones, tales como el correo, el telégrafo y los ferrocarriles.
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No obstante, frente a la aparición del capitalismo monopolista y su fusión con el estado, la teoría comunista establece claramente, ya desde 1892, que una empresa al ser de propiedad colectiva o estatal, no por ello deja de ser capitalista y los trabajadores dejan de estar explotados. Aunque el propietario del capital sea el estado de la República Popular China, por más obra pública que haga. Por otro lado, la vanguardia comunista, tras un análisis en "profundidad" y de manera "científica" sobre el imperialismo actual, “ha descubierto” que si una parte de la plusvalía obtenida en el extranjero por un estado es invertida en obra pública ya no es explotación y, en consecuencia, no es imperialismo.
La base del capitalismo es la extracción de plusvalía. El capitalismo en la actualidad se haya en la fase imperialista de su desarrollo. Todos los países capitalistas sin excepción ocupan una posición en la cadena imperialista. En la república popular de China hace mucho tiempo que el capital financiero chino, de motu propio o en alianza que el capital financiero extranjero, se apropia de plusvalía producida por los trabajadores asalariados chinos, y de los trabajadores asalariados en los países donde la República Popular China exporta capital, en alianza con el capital financiero de dichos países, repatriando una parte de dicha plusvalía a China, otra parte, como todas la oligarquías financieras del mundo la exporta a paraísos fiscales.
En la actualidad la República Popular China es la segunda potencia imperialista a escala mundial, superando con creces al resto de potencias imperialistas convirtiéndose en una superpotencia, disputándole la hegemonía mundial en la cadena imperialista a los EE.UU. La república Popular China ha superado a EE.UU en el terreno financiero y comercial, en el terreno industrial probablemente lo hará en el próximo lustro.
Deng Xiaoping en Discurso ante la Asamblea General de la ONU escribió:Dado que las dos superpotencias se disputan la hegemonía mundial, las contradicciones existentes entre ellas son irreconciliables: O una predomina sobre la otra, o viceversa.
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Lo que la teoría comunista no pudo estudiar, de forma alguna, es la reinstauración del capitalismo en una formación social donde los trabajadores han tomado el poder, hasta que el hecho tuvo lugar, primero en la URSS y posteriormente en la República Popular China. Aunque la vanguardia comunista aún no tiene confirmación fehaciente de que tal hecho haya tenido lugar.
Frente estos hechos, y una tocada de cojones como toda respuesta por parte de la vanguardia comunista, no es de extrañar que los trabajadores asalariados, con un mínimo de cultura política, prefieran cada vez más las utopías de un profesor de ciencias políticas.
Saludos.