Los derechos reproductivos del varónPublicado el febrero 7, 2014 por Carlos Rodríguez
Actualización 11/25/2015. El contenido de este artículo está anticuado. Debajo encontrarán mi postura actual, también recogida en la sección de Propuestas, punto 1.1.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Los hombres podrán renunciar a la paternidad. Una vez que la mujer les informe del embarazo, contarán con dos semanas para decidir si aceptan o no la paternidad del niño. La decisión es irrevocable. En caso de renuncia, el hombre deberá pagar a la madre una suma equivalente a tres veces el coste médico de un aborto, sea este dinero destinado a abortar o al cuidado del niño si la mujer decide tenerlo. La suma será un pago único y no recurrente. En este enlace tienen ejemplos de lo que puede costar un aborto en España (el coste puede variar en otros países).
Artículo original
Quería comenzar esta entrada declarando abiertamente que soy pro-elección. Es decir, estoy a favor del aborto. Sin embargo, no voy a intentar convencer a nadie de que mi posición es la correcta. Existen numerosos argumentos a favor y en contra que han sido debatidos hasta la saciedad y cualquiera puede formarse una opinion con ellos. Además, considero que el masculinismo debería incluir tanto a quienes están a favor como en contra del aborto. Claro que aquel masculinista contrario al aborto carecerá de la autoridad moral para exigir derechos reproductivos masculinos.
Antes de seguir, quiero dejar claro que pese a lo que se nos quiera hacer creer, el aborto no es un conflicto de hombres contra mujeres (como ya apuntó Emilio Prieto). En Estados Unidos, por ejemplo, un 49% de los hombres y un 50% de las mujeres eran pro-elección en 2011, mientras que un 46% de los hombres y un 44% de las mujeres eran pro-vida.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]También es interesante comprobar que entre quienes consideraban que el aborto debía ser ilegal en todos los casos las mujeres constituían un 24% y los hombres un 19%, del mismo modo que también había una diferencia de cinco puntos entre mujeres y hombres en el caso contrario: que el aborto pudiera ser legal en casi cualquier circunstancia.
Aclarado esto, lo que vengo a debatir con el presente artículo es la invisibilidad del varón en cuanto a derechos reproductivos se refiere. La mayoría de las sociedades occidentales permiten a la mujer desentenderse de un hijo dándolo en adopción. En muchos casos también se les permite abortar. Y cuando este último derecho es recortado, o piensa recortarse, como en el anteproyecto de ley del aborto propulsado en España por Ruiz-Gallardón, el clamor social se hace patente. La mujer tendrá o no derecho a abortar, pero al menos existe un debate sobre sus derechos reproductivos.
Por el contrario, a nadie le parece un ultraje que al varón le sea imposible renunciar a su paternidad (durante el periodo de embarazo) y tenga que mantener durante 18 años o más a un hijo no deseado so pena de que el Estado le fuerce a hacerlo, llevándolo a la cárcel si es necesario. Incluso cuando el varón en cuestión fue padre como resultado de una violación, todavía está obligado a mantener al hijo de su violadora y le es imposible renunciar a la paternidad. Eso, aparentemente, no es violencia sistemática ni institucional de género, ni una imposición sobre su cuerpo. Eso es lo normal. La mujer tiene derechos, y el hombre responsabilidades. El debate sobre los derechos reproductivos del varón, fuera de los círculos masculinistas, es prácticamente inexistente.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Éste es un hombre que dejó a una mujer embarazada y decidió no ser padre. Es un padre egoista, inhumano y holgazán. Ésta es una mujer que se quedó embarazada y decidió no ser madre. Es pro-elección.Una solución sería que el hombre pudiera renunciar a su paternidad durante un plazo similar al que la mujer tuviera para abortar. Podría incluso ser levemente inferior para darle tiempo a la mujer a decidir si quisiera continuar adelante a sabiendas de que no contará con el apoyo del padre. Por supuesto para que este escenario se diera el aborto debería ser legal.
El feminismo, cuando se siente atacado, suele refugiarse en la definición de diccionario que indica una búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres. Pues bien, si realmente es así, aquí tienen una oportunidad para probarlo. Con todo su aparato mediático e institucional propongan también ampliar los derechos reproductivos del varón. Porque lo que tanto tradicionalistas como feministas tienen en común es que les importa un comino este asunto en cuanto afecta al hombre.
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