Sobre la izquierda bolchevique
Michel Olivier
LA IZQUIERDA BOLCHEVIQUE Y EL PODER OBRERO
1919-1927
Presentación
Léonard Schapiro comienza su libro Les bolcheviks et l’opposition1 escribiendo: “es sorprendente que, por lo que yo sé, la historia de la oposición política a Lenin jamás ha sido objeto de un estudio completo y detallado”2. Es cierto. Él comenzó este trabajo, pero ¿por qué se queda en 1922? De hecho, se detiene cuando cree que el poder ya no puede ser puesto en tela de juicio por las oposiciones, especialmente después de una medida que pesa fuertemente y más que otras, la prohibición de las fracciones internas en el Xº Congreso del partido comunista (marzo de 1921) y en un momento en que el poder también ahogará en sangre la rebelión de Cronstadt. Es una cierta visión institucional de la historia, la de los que tienen el poder y que han conseguido imponer el suyo. Por lo demás, él lo escribe en su conclusión: “Muchos de ellos (los dirigentes bolcheviques) aún debían rebelarse en 19233 cuando descubrieron que, en realidad, se había tratado de consolidar el dominio del aparato central del Partido. Pero entonces, como otras veces, era demasiado tarde.”4 Desde nuestro punto de vista, la historia no la hacen únicamente los vencedores. Hay victorias que revelan ser derrotas. Para el movimiento obrero, que sólo ha conocido una lista impresionante de derrotas, lo que siguió a la revolución en Rusia, a saber, la constitución de un Estado imperialista considerado generalmente como una victoria, se analiza como una terrible derrota. Por el contrario, la lucha de la izquierda bolchevique, así como sus ideas, revelan ser hoy muy fecundas a pesar de la sucesión de derrotas en aquella época: fracaso de la revolución en Alemania, en Hungría, masacre de la revuelta de los obreros de Cronstadt, etc. Queda, pues, por escribir su historia.
Así, este desconocimiento no se detiene en el período de la vida de Lenin. Para muchos protagonistas comunistas de la época, los debates en el partido ruso comienzan con la “Declaración de los cuarenta y seis ‘viejos bolcheviques’” del 15 de octubre de 1923, entregada al buró político del partido. En este documento estos últimos critican severamente la política económica, pero con más firmeza aún el régimen interior del partido.
“El partido ha dejado de ser en una medida considerable una colectividad independiente viva (...) Se observa una división creciente entre una jerarquía de secretarios (...), los funcionarios del partido reclutados por arriba, y la masa del partido que no participa en su vida común.” (Boletín comunista, nº 32-33, 1933)
Este desconocimiento, a escala internacional, por parte de los miembros de los partidos comunistas nacionales es extraordinario en aquella época; no era costumbre discutir sobre la situación del partido ruso en el interior de la Internacional comunista (IC). ¡Extraño en internacionalistas! ¡Los asuntos rusos son el coto privado de los rusos! Así, Bordiga5 se levantó fuertemente contra esta regla en el transcurso de una disputa política muy seria con Stalin el 22 de febrero de 1926 (en el 6º Ejecutivo ampliado de la IC) sobre el derecho de la Internacional a discutir la cuestión rusa. En este Ejecutivo, Bordiga se opone a, y critica asimismo de modo vehemente, la teoría del “socialismo en un solo país”.
Como consecuencia de la regla que exige que no se discuta la cuestión rusa, se comprende fácilmente que los miembros de la Internacional no hayan tenido conocimiento de las disensiones en el interior del partido comunista ruso sino cuando Trotsky comenzó su combate. Por esta razón, las fracciones y las corrientes en el interior del partido ruso siguen siendo aún hoy, para buen número de observadores e historiadores de Rusia, un asunto que se reduce a la Oposición trotskista.
Trotsky mismo ha contribuido a esta interpretación al calificar la Declaración de los cuarenta y seis ‘viejos bolcheviques’ del 15 de octubre como la declaración de “la Oposición de 1923”. Nada es más simplista. Esta declaración es independiente de la carta que Trotsky escribió el 8 de octubre de 1923 al buró político, aun cuando un gran número de amigos políticos de este último la suscribieron.
Mientras que la mayoría de los cuarenta y seis firmantes son antiguos comunistas de izquierda de la fracción de 1919 que, en su mayoría, habían reanudado el combate político desde diciembre de 1919 dentro del grupo del “centralismo democrático”, es decir, al menos 16 por lo que conocemos y muy frecuentemente, en aquella época, contra las posiciones de Trotsky.
El trabajo que presentamos es continuación del libro publicado por los editores del Colectivo Smolny que trata de la fracción de los comunistas de izquierda en Rusia en 1918 y, más especialmente, del debate sobre las medidas económicas y sociales del período de transición. Con esta publicación de documentos de los comunistas de izquierda de 1921 a 1929 aportamos al lector la materia bruta poco o nada conocida aún hoy sobre las divergencias y las luchas en el interior del PC ruso.
Somos conscientes de que nuestro trabajo es todavía incompleto y esperamos que hará surgir émulos. Hemos querido reagrupar los textos importantes que han sido publicados en francés, en su mayoría de forma dispersa y en diferentes épocas, en numerosas publicaciones frecuentemente confidenciales.
Seguir leyendo:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Michel Olivier
LA IZQUIERDA BOLCHEVIQUE Y EL PODER OBRERO
1919-1927
Presentación
Léonard Schapiro comienza su libro Les bolcheviks et l’opposition1 escribiendo: “es sorprendente que, por lo que yo sé, la historia de la oposición política a Lenin jamás ha sido objeto de un estudio completo y detallado”2. Es cierto. Él comenzó este trabajo, pero ¿por qué se queda en 1922? De hecho, se detiene cuando cree que el poder ya no puede ser puesto en tela de juicio por las oposiciones, especialmente después de una medida que pesa fuertemente y más que otras, la prohibición de las fracciones internas en el Xº Congreso del partido comunista (marzo de 1921) y en un momento en que el poder también ahogará en sangre la rebelión de Cronstadt. Es una cierta visión institucional de la historia, la de los que tienen el poder y que han conseguido imponer el suyo. Por lo demás, él lo escribe en su conclusión: “Muchos de ellos (los dirigentes bolcheviques) aún debían rebelarse en 19233 cuando descubrieron que, en realidad, se había tratado de consolidar el dominio del aparato central del Partido. Pero entonces, como otras veces, era demasiado tarde.”4 Desde nuestro punto de vista, la historia no la hacen únicamente los vencedores. Hay victorias que revelan ser derrotas. Para el movimiento obrero, que sólo ha conocido una lista impresionante de derrotas, lo que siguió a la revolución en Rusia, a saber, la constitución de un Estado imperialista considerado generalmente como una victoria, se analiza como una terrible derrota. Por el contrario, la lucha de la izquierda bolchevique, así como sus ideas, revelan ser hoy muy fecundas a pesar de la sucesión de derrotas en aquella época: fracaso de la revolución en Alemania, en Hungría, masacre de la revuelta de los obreros de Cronstadt, etc. Queda, pues, por escribir su historia.
Así, este desconocimiento no se detiene en el período de la vida de Lenin. Para muchos protagonistas comunistas de la época, los debates en el partido ruso comienzan con la “Declaración de los cuarenta y seis ‘viejos bolcheviques’” del 15 de octubre de 1923, entregada al buró político del partido. En este documento estos últimos critican severamente la política económica, pero con más firmeza aún el régimen interior del partido.
“El partido ha dejado de ser en una medida considerable una colectividad independiente viva (...) Se observa una división creciente entre una jerarquía de secretarios (...), los funcionarios del partido reclutados por arriba, y la masa del partido que no participa en su vida común.” (Boletín comunista, nº 32-33, 1933)
Este desconocimiento, a escala internacional, por parte de los miembros de los partidos comunistas nacionales es extraordinario en aquella época; no era costumbre discutir sobre la situación del partido ruso en el interior de la Internacional comunista (IC). ¡Extraño en internacionalistas! ¡Los asuntos rusos son el coto privado de los rusos! Así, Bordiga5 se levantó fuertemente contra esta regla en el transcurso de una disputa política muy seria con Stalin el 22 de febrero de 1926 (en el 6º Ejecutivo ampliado de la IC) sobre el derecho de la Internacional a discutir la cuestión rusa. En este Ejecutivo, Bordiga se opone a, y critica asimismo de modo vehemente, la teoría del “socialismo en un solo país”.
Como consecuencia de la regla que exige que no se discuta la cuestión rusa, se comprende fácilmente que los miembros de la Internacional no hayan tenido conocimiento de las disensiones en el interior del partido comunista ruso sino cuando Trotsky comenzó su combate. Por esta razón, las fracciones y las corrientes en el interior del partido ruso siguen siendo aún hoy, para buen número de observadores e historiadores de Rusia, un asunto que se reduce a la Oposición trotskista.
Trotsky mismo ha contribuido a esta interpretación al calificar la Declaración de los cuarenta y seis ‘viejos bolcheviques’ del 15 de octubre como la declaración de “la Oposición de 1923”. Nada es más simplista. Esta declaración es independiente de la carta que Trotsky escribió el 8 de octubre de 1923 al buró político, aun cuando un gran número de amigos políticos de este último la suscribieron.
Mientras que la mayoría de los cuarenta y seis firmantes son antiguos comunistas de izquierda de la fracción de 1919 que, en su mayoría, habían reanudado el combate político desde diciembre de 1919 dentro del grupo del “centralismo democrático”, es decir, al menos 16 por lo que conocemos y muy frecuentemente, en aquella época, contra las posiciones de Trotsky.
El trabajo que presentamos es continuación del libro publicado por los editores del Colectivo Smolny que trata de la fracción de los comunistas de izquierda en Rusia en 1918 y, más especialmente, del debate sobre las medidas económicas y sociales del período de transición. Con esta publicación de documentos de los comunistas de izquierda de 1921 a 1929 aportamos al lector la materia bruta poco o nada conocida aún hoy sobre las divergencias y las luchas en el interior del PC ruso.
Somos conscientes de que nuestro trabajo es todavía incompleto y esperamos que hará surgir émulos. Hemos querido reagrupar los textos importantes que han sido publicados en francés, en su mayoría de forma dispersa y en diferentes épocas, en numerosas publicaciones frecuentemente confidenciales.
Seguir leyendo:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]