Hegemonía y discurso.
Introducción.
El presente documento tiene por objetivo contribuir bien a la aportación teórica a camaradas, bien el debate con éstos en torno a estos dos elementos que recientemente han cobrado importancia dados los movimientos sociales que se han organizado en nuestro país sobre precisamente estos elementos.
Por hegemonía, se pueden entender dos definiciones que pueden ser perfectamente compatibles, si no incluso complementarias. De un lado, hegemonía puede ser entendida como dominación o prevalencia de un grupo (hegemonía parlamentaria de un partido por ejemplo, o hegemonía del Partido Comunista en la sociedad), y de otro lado, hegemonía puede ser el liderazgo ideológico en la ideología y el discurso (Por ejemplo, en el caso español el discurso hegemónico se toma en torno a la corrupción y a la crisis).
Para facilitar tanto la redacción como la lectura, prefiero utilizar no sólo un lenguaje sencillo, sino que en buena parte de este documento omito en muchos lugares mencionar a las clases (por motivos que se harán evidentes al leer el texto), aunque el análisis de clase sí aparece para explicar el documento.
Con este breve preámbulo, tenemos los principales elementos de discusión preparados.
Líneas discursivas, frentes de “combate”.
El auge aparentemente espontáneo de una fuerza social (Podemos) en nuestro país, que representa a la alianza entre pequeña y mediana burguesía con diversos sectores de la clase obrera (principalmente a su aristocracia en forma de funcionarios, aunque como ya veremos intenta también atraer a las masas de asalariados), representa para nosotros una experiencia rica de la que se pueden extraer conocimientos.
Dicho esto, es interesante observar cuales han sido las bases teórico/políticas que han permitido la aparición de esta alianza y de cómo ha logrado atraer a sectores heterogéneos de la sociedad (es decir, capas sociales con intereses distintos) a pesar de representar los intereses de algunas de estas capas de manera principal, y relegando a concesiones los intereses de otras (asalariados).
Antes de empezar a profundizar en el tema, gustaría de recordar que absolutamente todo el pensamiento humano parte de una base material tangible, se corresponda éste con la realidad objetiva o no (ejemplos: un asalariado puede creer que está explotado por su patrón y, de otro lado, puede creer que el origen de su miseria no es la explotación sino que una mujer le "quitó su puesto de trabajo”). Esto nos va a permitir diferenciar después por qué algunos discursos tradicionales no tienen efecto alguno a pesar de explicar mejor la realidad que otros (la formación IU utiliza el término "oligarquía" para definir la forma de gobierno mientras que Podemos utiliza "casta", "izquierda-derecha" en IU contra "arriba-abajo" de Podemos, y así con varios elementos del discurso).
Lo que en definitiva vemos aquí son formas diferentes de intentar explicar una realidad que, ante todo, EXISTE y es tangible para el receptor del mensaje (La casta son los políticos que gobiernan para ellos mismos. Otro ejemplo histórico más dramático es el que los judíos se dedican a la usura y son la causa fundamental del malestar de Alemania, y por lo tanto su "expulsión" sería beneficiosa para la nación. Otros ejemplos evidentemente más idealistas es que es un dios (elemento irreal) el que controla y decide los fenómenos climáticos (elemento real).).
Hasta aquí no hay nada que muchos no supieran ya por estudiar materialismo, y sin embargo habremos de detenernos a analizar más de cerca el elemento discursivo por ahora.
Articulación del discurso según los intereses de clase
Regresamos a España, finales del año 2014, en un panorama político agitado en el que una formación liderada por clases subalternas (pequeña y mediana burguesía con aristocracia obrera) desean recuperar su cuota económica (o dicho de otro modo, recuperar su posición privilegiada, la base material que los sustentaba) mediante la recuperación de la “democracia” (para su capa social).
Por lo tanto, su discurso debía ir precisamente en ese mismo sentido a la vez que intentaba explicar una realidad "perniciosa para las mayorías sociales".
¿Cómo han articulado pues su discurso?
1. Contra el capital monopolista español.
Aquí han utilizado el término "casta" para explicar una realidad, que es que el Estado beneficia a una capa privilegiada de la burguesía (capital monopolista-financiero) y no protege los intereses de esas capas subalternas (que se arruinan y pasan a formar parte del proletariado, y esto es un proceso que ocurre desde los comienzos del capitalismo). El término casta no tendría ningún sentido si a las amplias masas a las que llega este mensaje no viesen su situación explicada por este término (los pequeños empresarios se arruinan, los funcionarios se ven amenazados, etc. Mientras, el Estado protege al capital monopolístico).
De otro lado, además, los asalariados se empobrecen a ritmo acelerado, y sabiendo que son la mayor parte de las masas es importante atraerlas.
Añado en este punto que podemos observar un montón de capas sociales heterogéneas como ya dije anteriormente "aliadas" contra una capa dominante, y aunque el cómo afecta a cada capa y qué busca cada una de ellas es DISTINTO, encuentran un factor "común" (repito, este factor puede ser en parte irreal (defensa de la nación por ejemplo) pero siempre parte de un elemento real (empobrecimiento masivo de la población)).
De esta manera, cuando se utiliza el término "casta", se crea un campo de batalla, donde o se está "con" la casta, o se está "contra" la casta.
2. Como movimiento anti-imperialista. Aquí hablan de la "soberanía nacional", como elemento para recuperar la capacidad política para resolver sus problemas de clase mediante el Estado, y no ceder tales competencias a órganos supranacionales (que son también favorables al capital monopolista internacional). Pero no acaba aquí sino que la soberanía nacional aquí debe unirse con un deseo de las "mayorías" (por eso no es simplemente la soberanía nacional porque sí, sino que se une al término democracia), así, la soberanía nacional viene unida en su discurso a la elección de la "ciudadanía", y a la toma de decisiones en favor de la "ciudadanía" española y no a favor de los alemanes.
Entiéndase además aquí que la recuperación de la “democracia” sería para precisamente la pequeña y mediana burguesía.
Así, un punto del que se beneficiaría exclusivamente la burguesía, se presenta como democrática (a favor de la democracia de la ciudadanía o en contra de la democracia de la ciudadanía).
Confrontación en los términos
En estos puntos vemos cómo el discurso se presenta de manera que el adversario siempre queda en contra de los elementos a los cuales las amplias masas están a favor (la casta está en contra de la soberanía popular, de la democracia y de que la economía vaya bien. Nosotros (-Imitando a un supuesto representante de Podemos-) estamos a favor de ser ciudadanos, de tener soberanía popular, de tener democracia y de que la economía vaya bien).
Son, por lo tanto, esos términos o consignas, las que determinan quién están contigo y quién está contra ti, y cuando nosotros, comunistas, hablamos de que el enemigo es la burguesía, es un término totalmente legítimo en tanto representa de manera más o menos objetiva (sobre todo a la hora de realizar análisis teóricos de la sociedad) a ese "enemigo" que está al otro lado de la línea (ellos burguesía, nosotros proletariado), pero que sin embargo no parece ser capaz, actualmente, de originar ningún sentimiento de reconocimiento en las masas (atrasadas, no incluyo a la VT m-l) por esos términos, lo cual convierte automáticamente todo el mensaje en inútil. El éxito de Podemos está en que ha logrado identificar esas "líneas" a través de las cuales puede identificar al enemigo y a la vez convertirse en la opción mayoritaria (convertirse en fuerza hegemónica tanto política como ideológicamente, de manera que sus principales adversarios tienen ya que hablar según esos términos y decir que no son casta, que son democráticos, que quieren buena economía, etc. e igualmente, ocurre a la inversa, en Podemos han asumido ya parte de las líneas de lucha del "enemigo", son patriotas, son serios, económicamente objetivos y basándose en criterios de expertos (aquí hay una seria contradicción, según la cual las medidas económicas debería decidirlas la ciudadanía pero sin embargo las elaboran expertos económicos, de hacienda, etc).
Una pregunta que habría que hacerse es, si todos van a utilizar el discurso para poner al otro como enemigo y a la vez, posicionarse como representante de las mayorías, ¿todos podrían tener indefinidamente el poder?¿Podría el capital monopolista decir que no es casta y que la gente lo creyese?
Depende de muchos factores, pero en un principio la respuesta sería no. El problema de analizar el mundo desde únicamente el punto de vista discursivo nos lleva a caer en el idealismo y a olvidar que el discurso lo que hace es representar una realidad material tangible, y que por lo tanto, cuando se delimita el campo de la palabra "casta" por ejemplo, la "casta" lo seguiría siendo en tanto sigan materialmente actuando como lo han hecho hasta ahora, y hasta que deje de comportarse como tal (por ejemplo, en Europa absolutamente todos los partidos, incluso Podemos como ya indiqué buscan que su programa sea objetivo y serio, económicamente realizable, contrastado por expertos, etc., y esto es producto de la victoria discursiva del capital monopolista, y en la que ahora todos deben luchar por entrar en esa categoría de "seriedad").
Sobre las palabras y su significado
También voy a hablar aquí sobre el cambio del significado de las palabras y de cómo éstas pueden además ayudar en el discurso.
Ya hemos hablado de que determinadas palabras (o significantes como los llaman) pueden determinar quiénes están un lado de la línea o al otro. Sin embargo, estas palabras no tienen un significado (contenido) fijos, sino que cambian y buscan ser cambiados por quienes son perjudicados por él. Un ejemplo de la actualidad sería ver a la señora Esperanza Aguirre hablar de que Iñigo Errejón (director de campaña de Podemos) es casta porque se le faltaría solicitar un documento administrativo en la universidad, de forma que desde Podemos se busca que el significante "casta" se refiera tanto al capital monopolista como a sus representantes políticos, mientras que desde el PP se busca que casta represente lo "ilegal" o "inmoral" (por lo tanto, todos estos casos de supuesta corrupción que han surgido estos días, situarían a Podemos como casta también y por lo tanto perderían ese "combate" discursivo).
En el discurso actual de Podemos, cuando se habla de democracia, aquí no se refiere a la misma democracia entendida "formalmente" (es decir, como se entendía antes de forma hegemónica-democracia es votar-), sino a la capacidad de los "ciudadanos" de intervenir en la política de manera activa. Esta nueva concepción de democracia es la que actualmente se está convirtiendo en hegemónica, mientras que la "democracia formal" está cayendo en el campo de lo viejo, de la "casta" y de lo antidemocrático (esto es, la “democracia” es ahora otro campo de batalla, no sólo por darle significado, sino por situarse a favor de ella).
De esta manera, Podemos plantea que la democracia debe tener una serie de características para contraponerse a esos elementos objetivos que perjudican a las mayorías sociales, mientras que el PPSOE dice que democracia es votar y que se respete la constitución -Estado de derecho-.
En esta contienda entre las dos "democracias", sólo una puede ser ganadora, la cual asentaría durante cierto tiempo lo que significa la palabra democracia y quienes está a favor de ella y quiénes no (si ganara PPSOE esta contienda, probablemente la palabra democracia de Podemos perdería su legitimidad y no representaría en la mente de las masas la realidad y por lo tanto, se verían obligados a asumir el otro término (también de manera política)) de democracia, y a la inversa.
¿Cuándo aparece una disputa en un significante?
Cuando una concepción queda en entredicho, esto es, cuando existe algún tipo de crisis (económica, política, moral, ideológica....etc).
En nuestro caso Español, la crisis económica ha originado además crisis política, abriendo a debate un montón de “consensos” que se tomaban por zanjados (la democracia es poder votar, esto se asentó con el régimen del 78 y el debate se ha abierto precisamente ahora, ¡30 años después!).
Últimas consideraciones sobre el discurso
Para la mayoría de ideólogos del “discurso”, la hegemonía es la manera de construir “mayorías” en democracia. Sin embargo es evidente que a nosotros, comunistas, no nos interesa conseguir la mayoría parlamentaria para reformar el sistema, de manera que el elemento discursivo debe analizarse como útil en la medida en que nos permite transformar ideas de transformación de la sociedad en líneas de lucha o consignas.
Los comunistas no podemos (y no debemos) doblegarnos a las exigencias discursivas hegemónicas (aunque es probable que sea inevitable hacerlo en éste o aquél ámbito, como producto directo de la educación e influencias burguesas en el movimiento comunista), sino que nuestro objetivo debe ser poner en primer plano, mediante el discurso, las contradicciones de clase que permita, al mismo tiempo, separar al “enemigo” de nosotros mediante un significante entendible Y asumible por nuestras masas, y a la vez aglutinar a otras capas sociales con las que podamos aliarnos durante la revolución.
En cualquier caso, todos estos elementos ya existen de facto en el seno del movimiento comunista. La necesidad de la reconstitución ideológica y política del comunismo (LdR) es un ejemplo perfecto de ello, en tanto muchos debates ya se inician en la vanguardia teórica en términos de estar CON la LdR (esto es, lo nuevo, lo actualizado y lo revolucionario) o estar CONTRA la LdR (esto es, lo viejo, caduco e incapaz de transformar la realidad).
También es probable que ocurra, con el tiempo (si no ha ocurrido ya) que determinados grupos luchen por modificar el significado de la LdR, para plegarlo a sus intereses y situar la línea en un lugar distinto (distintas tareas políticas-ideológicas, distintos aliados, distintos enemigos, etc…) y es, por tanto, de interés estudiar también qué mecanismos pueden utilizarse para mantener la hegemonía de un término en disputa.
Os adjunto este documento de elaboración propia para el aprendizaje y el debate sobre el tema de la hegemonía y el discurso.
Salud.