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    La enorme escasez de medicinas y la gran estafa en su importación: Farmafraude

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    La enorme escasez de medicinas y la gran estafa en su importación: Farmafraude Empty La enorme escasez de medicinas y la gran estafa en su importación: Farmafraude

    Mensaje por asedio hardcore Sáb Mar 07, 2015 4:07 am

    [quote]La situación de abastecimiento de mercancías en Venezuela es grave. Largas filas se realizan para la adquisición de productos que generalmente eran abundantes. Otras mercancías como autos, motos, repuestos, maquinaria etc., brillan por su ausencia. La escasez de las mismas impulsa una continua subida de precios, contrabando y un feroz mercado paralelo de divisas y mercaderías. ¿Por qué?

    Muchas personas consideran que esos problemas devienen de la falta de venta de divisas a los empresarios. Según esta teoría la escasez se debe a que no hay divisas para importar o que éstas llegan demasiado tarde. La disminución del 60 % del precio del petróleo le aporta más alas a la teoría de la “insuficiencia de dólares”. Por otra parte, existe la filosofía de la “guerra económica”, especie de conspiración novelística en la cual todos los empresarios del país (chavistas y antichavistas) y empresas estatales (presumiblemente infiltradas por la CIA) realizan una conjura malévola que consiste en dejar de vender las mercancías adrede, aun teniendo los inventarios más repletos que nunca.

    El fragmento de la investigación que presentamos, intenta demostrar que la teoría de la escasez de divisas y la hipótesis de la “guerra económica medicinal” son incorrectas. De tal forma, enfocándonos en el caso específico de la importación de fármacos, se quiere mostrar que medidas como: agilizar los trámites para las importaciones, controlar las guías de distribución y dejar de exigir algunos documentos para importar, parecen ir al contrario de las soluciones concretas que amerita un flagelo que diluye el salario a gran velocidad.

    La fuerte escasez de fármacos en farmacias, clínicas y hospitales

    “La escasez de medicinas va camino a 60%, (…) es grave cuando el Estado venezolano a través del Banco Central de Venezuela –BCV- (reconoce que) las fallas estaban en 50%.”[i]

    Federación Farmacéutica de Venezuela

    “La escasez de medicamentos es de casi el 70%. (…) El problema es que mientras las divisas no se liquiden de forma planificada, programada y sistemática tendremos problemas abastecimientos.”[ii]

    Colegio de Farmacéuticos

    Tanto la patronal de fármacos como el sindicato de farmacéuticos y el BCV, coinciden en que la escasez de medicinas es alarmante. No sólo se trata de la nula variedad de medicamentos, se trata en muchos casos de una ausencia absoluta de determinados remedios. La cruda inexistencia de los mismos pone al borde de la muerte o empeora la salud a miles de personas. Ni hablar de las millones de horas/hombre que pudiendo ser empleadas en labores productivas, se desperdician en interminables colas al frente de las farmacias. Esta es una situación muy negativa que no puede palearse con medidas gubernamentales como la creación sistema único de guías para el control de la distribución de medicinas.

    La exigencia de la burguesía farmacéutica es clara: agilicen y aumenten la entrega de divisas preferenciales (a Bs. 6,3 por dólar, cuando el dólar se cotiza a casi 30 veces ese valor) a las empresas importadoras o fabricantes del rubro. Según ellos todo se soluciona aflojando la chequera. El gobierno también parece pensar más o menos lo mismo cuando se sienta a discutir con los mercaderes de la salud. En cada reunión recalcan que en el 2014 con todo y la baja del precio del petróleo, a las empresas farmacéuticas se les había liquidado más de 2500 millones de dólares en los primeros tres trimestres. Todo parece un asunto de dinero. Sin embargo, no es así.

    Referencial



    La realidad: la importación total (1998-2013) de medicinas ha aumentado casi 14 veces

    Lejos de una extraña “sequía” de divisas, la pertinaz realidad muestra que las importaciones nacionales de fármacos han crecido en 1345 %, en apenas 15 años. Ese aumento sideral en la importación nacional sumada con la producción interna de medicamentos que se ha al menos mantenido (debido a que buena la parte de la importación son insumos para las fábricas de medicinas) ha debido verse reflejada en los anaqueles con un aumento exponencial de la variedad y cantidad de fármacos disponibles. Dicho impulso de la oferta, debió disminuir los precios de los fármacos. Precisamente sucedió exactamente lo contrario. Las medicinas que deberían pulular en los estantes, simplemente no existen.

    La importación total de medicinas alcanzó la grotesca cifra de 3.200 millones de dólares (2013), cuando en 1998 apenas fue 222 millones de dólares. Con 222 millones de dólares se satisfacía la totalidad del mercado local y no había escasez de medicinas. Con un aumento de casi 14 veces en la importación, es inadmisible que se suceda un desabastecimiento tan marcado. En el gráfico uno vemos la evolución (por así decirlo) del gasto en la importación de fármacos.

    La cantidad (en kilogramos) de medicinas importadas disminuyó en un 75 % (2003-2013)

    Un pingue aumento en la importación de medicinas debe reflejarse en un incremento similar en las cantidades que de dicho rubro que ingresan al país. Si alguien se le ocurre argumentar que el precio de las medicinas ha crecido en alta proporción, debería saber que los países que nos venden medicinas: EEUU, Alemania, Suiza etc., tienen una inflación acumulada muy baja en el período de estudio que trabajamos. Por ende, el aumento del precio de las mercancías en magnitudes bajas, no explica el aumento de 1345 % en la importación de las mismas. La expansión de la cantidad de mercancías importadas no se dio en ningún momento, sino que el aumento de casi catorce veces en la importación (medida en dólares) se vio correlacionado con un descenso de 75 % en la cantidad de kilogramos de mercancías que ingresaron al país. Este hecho concreto, o mejor dicho, este fraude descarnado, se plasma a continuación en el gráfico dos y en la tabla dos.

    Observemos el gráfico dos. Partiendo del año 2003, inicio del necesario control de cambio, las importaciones físicas rondaban los 200 millones de kilos (barra azul) y nos costaban alrededor de 400 millones de dólares (barra roja). Entre ambas variables se establecía una relación que equivalía a: 1,96 dólares por cada kilo de fármacos. De dicha concordancia, se saltó a una proporción de intercambio treinta veces más negativa para el país, a la sazón: 61,24 dólares nos costó en 2012 un kilo de fármacos (véase tabla dos). Es evidente que el precio de los fármacos no creció treinta (30) veces. Lo que salta a la vista es que las mercancías no llegaron en la cantidad que debían hacerlo y que en la importación hay una gigantesca sobrefacturación con la intención de apropiarse del dólares preferencial, que es vendido a las transnacionales con un precio muy por debajo de la cotización del dólar paralelo. La obtención del dólar preferencial, su posterior fuga (como repatriación de capitales) o su inserción al mercado paralelo garantiza ganancias mucho más elevadas que las que se podrían captar vendiendo las medicinas en el mercado local.

    El fraude de proporciones estratosféricas que estamos presentando, desmonta la fementida tesis de la “escasez de dólares y hace axiomático que aumentos sostenidos en las divisas preferenciales entregadas por el gobierno, no se corresponden con incrementos en la disponibilidad de medicamentos. Facilitar y agilizar la entrega de divisas a la burguesía dedicada al “negocio de la enfermedad”, no hace más que agilizar y facilitar un fraude dantesco que deriva en una voraz fuga de capitales.

    ¿Son empresas de maletín las que fugan las divisas falsamente empleadas en medicinas?

    Analizando las estadísticas del extinto CADIVI, podemos notar que al sector de la farmacéutica se le ha aprobado la bicoca de 11.534 millones de dólares (2004-2012). Dicho monto equivale a la construcción de cuatro enormes siderúrgicas como SIDOR, o a la elaboración de ocho puentes sobre el río Orinoco, un verdadero dislate si lo comparamos con el pobrísimo abastecimiento de medicinas en el país.

    De las 100 empresas que más recibieron divisas preferenciales, 16 están en el rubro farmacéutico y el 100% de esas empresas son grandes consorcios multinacionales, es decir, acá no hay empresas fantasmas o de maletín. En la tabla tres, extraída textualmente del trabajo de Luís Galvazut[iii], se muestran que las nueve (9) empresas del rubro que más solicitaron divisas a CADIVI, representan el 25% de la lista de las primeras 36 empresas. Claramente se observa que es un rubro bastante privilegiado.[quote]

    fuente con respectivos gráficos:

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=195119

      Fecha y hora actual: Vie Nov 22, 2024 11:56 am