Siempre me he preguntado si detrás de la ignorancia de las masas se escondía algún tipo de miedo a la realidad del mundo que nos rodea, y que ello les pudiera llevar a una duda existencial, más allá de la simple ignorancia por falta de medios de conocer informaciones alternativas, pues bien, he llegado a la hipótesis de que la gente se siente cómoda desde su posición de esclavo mientras les den su dosis de "pan y circo".
Cuelgo un trozo de un artículo de un blog muy interesante.
Cuelgo un trozo de un artículo de un blog muy interesante.
En la actualidad, el poder, para lograr sus objetivos, ya no necesita esconder demasiado sus planes ante la opinión pública, sino que desarrolla la mayor parte de éstos de una forma casi completamente abierta, sin apenas el más mínimo encubrimiento. Esta forma de actuar se podría denominar, usando el término acuñado por H.G. Wells, como una conspiración abierta (Open Conspiracy).
Se podría definir el término conspiración abierta como una triquiñuela o engaño fácilmente visible, realizado de forma descarada y a plena luz del día, que se podría descubrir sólo con arañar un poco la superficie; por ejemplo: la estafa que se oculta tras el sistema parlamentario de partidos políticos, la falacia de la guerra contra el terrorismo como excusa para justificar el imperialismo, o la verborrea económica capitalista para encubrir el esclavismo de siempre.
El éxito de esta estrategia radica en que el poder, que sabe que los sometidos nunca estarán dispuestos a renunciar por nada del mundo a determinadas cosas que éste les ofrece (internet, espectáculos deportivos, videojuegos, botellones, ropa de moda…), al facilitarles la posibilidad de conocer la verdad sobre sus criminales planes y objetivos, estaría, en cierto modo, haciéndoles cómplices por su actitud de pasividad e indiferencia ante los mismos. De esta forma, ya no estaría imponiendo su dominación de una manera completamente totalitaria, sino que contaría con el consentimiento (y, en muchas ocasiones, el ferviente apoyo) de los dominados. En el fondo, se podría hablar de una especie de contrato por comunidad de intereses entre los dominadores y los dominados, que éstos, aunque de un modo semiinconsciente, habrían firmado muy gustosamente; algo muy parecido al viejo “pan y circo” del imperio romano, y que podría ser calificado de soborno en toda regla. En lugar de imposición, deberíamos hablar más bien de una elección que se podría calificar casi como de democrática. Esto hace que el actual orden social sea tan fuerte, pues, además de ser defendido por los tiranos, es amado por los esclavos. Sin duda alguna, se trata de la estrategia de dominación más eficaz para tiempos como los actuales, en los que el pancismo ha triunfado como ideología dominante.
¿Entiendes ahora la facilidad con la que el propio sistema pone al alcance de nuestras manos tanta y tan variada información que demuestra tan claramente su perversidad, y por qué a la gran mayoría le importa un bledo?
Las personas que te rodean tienen las mismas posibilidades que tú de conocer la verdad (que vivimos bajo un régimen absolutamente tiránico y criminal); es más, se podría decir que la conocen perfectamente, pero prefieren ignorarla. Aceptan las mentiras del poder, sabiendo que lo son, únicamente para tranquilizar su mala conciencia. Si no se rebelan no es por falta de pruebas, sencillamente, es porque entre sus prioridades no está la libertad (ni la suya propia, ni mucho menos la de sus semejantes), sino el disfrutar tanto como puedan de todo aquello que el poder les ofrece.