Bueno, había dejado colgada una respuesta.
Gatopardo, no creo que uno idealice lo que es la clase obrera, ni la actividad sindical. De hecho siempre fui defensor del laburo barrial, no lo mencioné en los primeros ejemplos por una cuestión de que tomé lo que vos habías puesto como ejemplos.
Si lo vamos a ver por el lado negativo, en una campaña electoral se pierde el tiempo, como se pierde el tiempo en una fábrica (donde puede haber un conflicto cada cinco años o más o nunca) o en un colegio secundario.
No entiendo esto, parece que considerás en igualdad de condiciones los frentes de masas donde uno por lo general construye día a día, y que conforman la columna vertebral de la militancia de izquierda (sino se sostiene en espacios aislados de las masas), con el laburo apuntado a lo electoral, que como mucho sería un aspecto secundario, o posterior al anteriormente mencionado. ¿Cómo vas a salir a construir una alternativa electoral, sino tenés una base -militante, real- sobre la que sustentarte?
Esa presencia parlamentaria, aliada a los parlamentarios burgueses permitieron los recortes históricos en la legislación laboral.
Lamentablemente, más que la denuncia, y la posibilidad de presentar leyes en contraposición a éstas, mucho más no se puede hacer desde lo parlamentario. Pero si bien la burocracia sindical tiene sus representantes, participa las más de las veces en los partidos del establishment.
Igualmente, no estoy en contra de la presencia de parlamentarios combativos. En determinadas situaciones puede implicar un frente de lucha concreto, un impedimento a un avance de la burguesía en leyes determinadas, o incluso conseguir una conquista puntual, pero por sobre todo un trabajo de propaganda. Lo importante es que ésta presencia sea resultado de la agudización de la lucha, o mejor dicho, representación de la misma. Se me vienen algunos ejemplos de ésto a la mente.
El FIT crece en las fábricas y demás frentes obreros porque crece políticamente. No se abandona el frente obrero, pero le da una dirección política que lo saca del aislamiento.
(...)
Las elecciones parlamentarias y ejecutivas politizan a la sociedad, y con ello, nosotros como marxistas tenemos un trabajo que hacer. La ausencia es criminal. Así me incorporé yo y tantos otros hace 2 años en las últimas legislativas.
En ese momento era un fiscal más en la elección y alguien que simpatizaba con el FIT. Hoy corto rutas, tomo frentes obreros y laburo activamente en la construcción del partido.
¿Es criminal no presentarse a las elecciones? ¿o lo decís en el sentido de que es criminal que el FIT no se presentara?
Si es lo primero, vuelvo a la pregunta anterior ¿como presentarte si no tenés una base real? ¿que hay que primar, la construcción de la misma o el frente electoral? ¿o es que la base real la conseguís también mediante la estrategia electoral?
Referido al FIT -si bien el tema es general-, y a la pregunta que hago al principio del debate. Considero que actualmente no es errada la decisión del FIT de presentarse a las elecciones, si como ustedes dicen, tienen una base firme en los diferentes frentes de masa, y presencia activa en los diferentes conflictos. Lo que no estoy de acuerdo, es considerar ésto como algo absoluto, que en todas las situaciones los partidos y organizaciones políticas deban presentarse a las elecciones. Hay momentos donde es necesario boicotear al sistema democrático burgués -se me ocurre cuando fue lo del voto bronca, o el Argentinazo-, restarle legitimidad, más aún cuando uno no tiene proyección alguna de acumular electoralmente, ni una estrategia para el parlamento, y presentarse representa desgastar otros frentes. Igualmente, la lucha parlamentaria, como menciono más arriba, sería una lucha secundaria.
Por ahí mencionar, que también en la presentación a elecciones de un centro de estudiantes, comisión interna, etc, se participa en función de las posibilidades y de la construcción que se tiene. Si no tenés militantes, no podés presentar lista -ni que hablar de pensar en tener una proyección en un ámbito más general-.