Respecto al debate que se fue dando, nadie, creo de los que participaron, niega los avances que significó el proceso bolivariano. Sobre todo en el momento histórico que surge -a menos de una década de la caída de la URSS y luego del neoliberalismo, o mejor dicho, aún en pleno neoliberalismo agresivo en América Latina-.
El proceso denominado Revolución Bolivariana, representa un avance frente al imperialismo y las políticas más agresivas del mismo. Es una respuesta de corte nacionalista y con un fuerte programa social al mencionado entreguismo y explotación del Pueblo venezolano. En su programa incorpora elementos propios de la historia latinoamericana y del socialismo -como muchos movimientos populares del siglo pasado de nuestro continente-. Además cabe destacar que llega al poder mediante una alianza entre diferentes sectores populares, donde la dirección queda en manos de una pequeña burguesía (no lo uso en sentido peyorativo al término, sino en función del programa que representaban), nacionalista, radicalizada y de "izquierda" -lo que se manifiesta en su programa social-. En éste proceso, creo que los sectores revolucionarios de la clase obrera tienen una función a cumplir, y es ganar su dirección. Hubo momentos donde se estuvo más cerca -luego del golpe tal vez- y otros más lejos de esta meta.
La discusión con muchos compañeros pasa por acompañar el proceso y luchar desde dentro, acompañar sin luchar (es decir ser consecuentes y no oponer crítica alguna -aplaudidor-), construir una alternativa desde afuera -apoyando al bolivarianismo en determinados momentos-, u oponerse directamente -sin importar si se cierra filas con la oposición oligárquica y pro imperialista-. Creo que en parte se responde el interrogante a que hacer cuando no se puede lograr la revolución en su forma más pura y se tiene un proceso de avanzada como el bolivariano. Cada uno dará respuesta en función de lo que considere y justifique, aunque algunas respuestas impliquen liquidar toda generación revolucionaria o incluso ser un agente de la reacción.
Desde la óptica marxista, se puede encarar el problema y la solución, el tema pasa por comprender lo que es el análisis marxista y no suponer que repudiando a algunos elementos ultra-izquierdistas se está debatiendo con Marx, Lenin, etc. Lo que me parece desacertado es intentar privar de herramientas analíticas la discusión, sin proponer una superación de las mismas. Si el análisis marxista llegara a ser inadecuado para comprender la realidad, que se proponga algo superador, sino mientras tanto se deben utilizar las herramientas que mejor sirvan para interpretar la realidad.
A mi entender, para poder encarar el problema de las tareas de los revolucionarios en Venezuela, se hace fundamental realizar un análisis de clase del proceso, identificar a los enemigos internos -que son los que socavan el poder obrero y popular y la posibilidad de avance en un sentido revolucionario-, discutir abiertamente el programa Bolivariano, contraponer una agenda revolucionaria para solucionar los problemas que aquejan al Pueblo venezolano y producto del sistema de explotación capitalista y del lugar que históricamente le asignó a Venezuela la división internacional del trabajo y la explotación -que impidió el desarrollo de sus fuerzas productivas y la diversificación económica, que generó una economía dependiente de un solo recurso, etc-. Creo sin embargo, que estas discusiones aún se pueden dar dentro del movimiento nacional que representa el Bolivarianismo, que hay sectores verdaderamente combativos y revolucionarios dentro del mismo, inclusive sectores masivos y populares -no en vano a Maduro, cuando critica a determinados empresarios, su público le reclama "expropiación"-. Las discusiones sobre como planificar el sistema económico y productivo -y el rol de la clase obrera en esta planificación-, tengo entendido que se dan en las bases del bolivarianismo, y creo que por ahí van los tiros sobre como avanzar.
El problema a mi entender de aquellos que proponen no realizar crítica alguna, o un seguidismo en función de mantenerse dentro del actual esquema económico, llevan al agotamiento y derrota del mismo proceso que dicen defender. Una crisis de precios, un lockout patronal, desabastecimiento, etc, etc, terminan minando las mismas bases populares sobre las que se asienta el proceso. Más aún cuando hay funcionarios de gobierno de dudosa lealtad y convicciones que facilitan las tareas del enemigo. Más temor les tengo a éstos últimos que a la oposición -que sin el apoyo abierto del imperialismo, no podría intentar nada sin ser destruida-.
Luego y por sobre todo, más allá del apoyo y consejos que nosotros les podamos dar a los compañeros venezolanos, en un espíritu de solidaridad y hermandad, debemos proponer y discutir el avance en nuestros respectivos lugares. Consideraría un éxito llegar por lo menos al nivel de desarrollo de la lucha de clases -arrinconando a los sectores más recalcitrantes y pro-imperialistas, obligándolos a mostrar su faceta violenta, expropiándolos en más de una ocasión- que llegaron los compañeros venezolanos en mi propio país. Dudo que cualquier gobierno -que pudiera eventualmente "ganarle al chavismo"- pretenda avanzar con medidas anti-populares sin enfrentarse a un pueblo combativo.