¡Basta de progresismo barato!
Controlar el capitalismo es un error: está podrido desde su base. Si los gobiernos de izquierda realmente quieren ayudar a sus pueblos, tienen que abandonar esas políticas y construir un sistema económico socialista que evite las consecuencias de las crisis económicas.
1. Hablamos de crisis económica cuando una parte de la población no puede satisfacer sus necesidades básicas.
2. Entendemos las necesidades básicas como alimentación, agua potable, vivienda, energía eléctrica, sanidad, educación y transporte, entre algunas otras.
3. La crisis económica, entendida de esta manera, es crónica, ya que siempre hay una parte de la población que tiene dificultadas para satisfacer sus necesidades básicas. En los momentos donde se afirma que "no hay crisis", en realidad sí la hay, solo que afecta a una parte de la población más reducida.
4. La crisis económica entendida como bajada del PIB, subida del desempleo y aumento de la inflación, es cíclica e inherente al sistema capitalista. Esto se explica debido a que el dinero, que representa la riqueza real, circula constantemente yendo de un lugar a otro, y acumulándose siempre en un porcentaje muy pequeño de la población. Cuando el dinero escasea en el Estado y en la mayoría de la población de un país, este entra en crisis.
5. Por tanto, la crisis económica, entendida de ambas formas, es ilusoria. No se trata de que la riqueza real haya disminuido, es decir, que falten recursos naturales (materias primas) y humanos (capacidad de trabajo), sino que falta el instrumento que se utiliza para representarla (dinero).
6. Este problema solo puede solucionarse creando un sistema económico donde el dinero no exista o tenga una función prescindible. No es una utopía; puede hacerse fácilmente a través del Estado para que al menos estén garantizados los recursos indispensables. Los pasos serían los siguientes:
- El Estado se haría con el control de los recursos básicos. Para ello nacionalizaría la tierra, la vivienda, las centrales eléctricas, etc.
- Para evitar la burocracia y la corrupción, el control de estos recursos estaría a cargo de empresas y organismos autónomos.
- Los bienes y servicios se distribuirán gratuitamente a toda la población.
Esto supone al menos tres problemas:
1) Que la gente, al recibir los recursos gratuitos, consumirá más de lo que necesita, haciendo peligrar el suministro.
2) Que al tener las necesidades básicas cubiertas, dejará de trabajar o trabajará menos, afectando seriamente a la economía.
3) Que al no pagar el alquiler, el agua o la energía, la gente dispondrá de más dinero, gastará más, y la inflación se elevará.
El primer problema se resuelve suministrando una cantidad racionada de los recursos. Se calcula la cantidad que cada persona necesita y se pone eso como límite. Si alguien desea consumir por encima del límite, tendrá que pagarlo.
El segundo problema se resuelve poniendo un requisito: el que quiera recursos gratis, deberá poseer un empleo formal y trabajar un mínimo de horas. De este modo nos aseguramos de que no habrá parásitos sociales. Este requisito no existirá para menores de 18 años, estudiantes universitarios jóvenes, discapacitados y personas en edad de jubilación.
El tercer problema se resuelve aumentando los impuestos para reducir el gasto de las personas.
Requerimientos:
- Para que el sistema funcione, es esencial que el país no dependa de materias primas extranjeras. Para suministrar alimentos es necesario que haya tierras fértiles; para suministrar energía es necesario tener petróleo, o en su defecto, que su producción sea nuclear o eólica. La mayoría de los países tendrán la capacidad de hacerlo.
- Las expropiaciones deben hacerse sin indemnización, o de otro modo sería imposible. Además se hará lentamente y de forma ordenada, probando el sistema en pequeñas localidades para luego extenderlo al resto de la nación.
Resultado:
La pobreza desaparecerá. La inseguridad laboral desaparecerá. Todas las personas tendrían una vida digna asegurada desde que nacen hasta que mueren. Si se produce una crisis económica, esta ya no afectará como antes: en el caso de la inflación, solo afectaría al consumo prescindible, como computadoras, automóviles, vestimenta, etc. Mientras el gobierno toma medidas para controlarla, no peligrará la calidad de vida de la gente. En cuanto al desempleo, el Estado tendrá la obligación de contratar a quienes no logren encontrar trabajo en el sector privado, aunque probablemente se les pagará un menor sueldo. Con esto se aseguran el empleo formal y recibirán los recursos. Cuando pase la crisis, podrán renunciar y conseguir un empleo mejor remunerado.
En resumen, se trata de extender los servicios gratuitos, como la educación pública o la sanidad pública, al resto de necesidades básicas, como la alimentación, la vivienda o la energía eléctrica.
Errores a evitar:
- A diferencia de lo que siempre intentan hacer los gobiernos de izquierda, aquí no se trata de regular el capitalismo, sino de crear un sistema socialista paralelo. El libre mercado solo se debe regular con medidas keynesianas cuando sea realmente necesario. El control de precios, el aumento del salario mínimo, los subsidios, y todas esas políticas populistas no solamente arruinan la economía capitalista y llevan a la crisis, sino que hacen imposible cualquier avance al socialismo, porque se quedan en un simple asistencialismo.
- Tampoco se debe abusar de las expropiaciones. El objetivo es tener el control de los recursos estratégicos, no de expropiar comercios o empresas productoras de bienes y servicios secundarios.
Controlar el capitalismo es un error: está podrido desde su base. Si los gobiernos de izquierda realmente quieren ayudar a sus pueblos, tienen que abandonar esas políticas y construir un sistema económico socialista que evite las consecuencias de las crisis económicas.
1. Hablamos de crisis económica cuando una parte de la población no puede satisfacer sus necesidades básicas.
2. Entendemos las necesidades básicas como alimentación, agua potable, vivienda, energía eléctrica, sanidad, educación y transporte, entre algunas otras.
3. La crisis económica, entendida de esta manera, es crónica, ya que siempre hay una parte de la población que tiene dificultadas para satisfacer sus necesidades básicas. En los momentos donde se afirma que "no hay crisis", en realidad sí la hay, solo que afecta a una parte de la población más reducida.
4. La crisis económica entendida como bajada del PIB, subida del desempleo y aumento de la inflación, es cíclica e inherente al sistema capitalista. Esto se explica debido a que el dinero, que representa la riqueza real, circula constantemente yendo de un lugar a otro, y acumulándose siempre en un porcentaje muy pequeño de la población. Cuando el dinero escasea en el Estado y en la mayoría de la población de un país, este entra en crisis.
5. Por tanto, la crisis económica, entendida de ambas formas, es ilusoria. No se trata de que la riqueza real haya disminuido, es decir, que falten recursos naturales (materias primas) y humanos (capacidad de trabajo), sino que falta el instrumento que se utiliza para representarla (dinero).
6. Este problema solo puede solucionarse creando un sistema económico donde el dinero no exista o tenga una función prescindible. No es una utopía; puede hacerse fácilmente a través del Estado para que al menos estén garantizados los recursos indispensables. Los pasos serían los siguientes:
- El Estado se haría con el control de los recursos básicos. Para ello nacionalizaría la tierra, la vivienda, las centrales eléctricas, etc.
- Para evitar la burocracia y la corrupción, el control de estos recursos estaría a cargo de empresas y organismos autónomos.
- Los bienes y servicios se distribuirán gratuitamente a toda la población.
Esto supone al menos tres problemas:
1) Que la gente, al recibir los recursos gratuitos, consumirá más de lo que necesita, haciendo peligrar el suministro.
2) Que al tener las necesidades básicas cubiertas, dejará de trabajar o trabajará menos, afectando seriamente a la economía.
3) Que al no pagar el alquiler, el agua o la energía, la gente dispondrá de más dinero, gastará más, y la inflación se elevará.
El primer problema se resuelve suministrando una cantidad racionada de los recursos. Se calcula la cantidad que cada persona necesita y se pone eso como límite. Si alguien desea consumir por encima del límite, tendrá que pagarlo.
El segundo problema se resuelve poniendo un requisito: el que quiera recursos gratis, deberá poseer un empleo formal y trabajar un mínimo de horas. De este modo nos aseguramos de que no habrá parásitos sociales. Este requisito no existirá para menores de 18 años, estudiantes universitarios jóvenes, discapacitados y personas en edad de jubilación.
El tercer problema se resuelve aumentando los impuestos para reducir el gasto de las personas.
Requerimientos:
- Para que el sistema funcione, es esencial que el país no dependa de materias primas extranjeras. Para suministrar alimentos es necesario que haya tierras fértiles; para suministrar energía es necesario tener petróleo, o en su defecto, que su producción sea nuclear o eólica. La mayoría de los países tendrán la capacidad de hacerlo.
- Las expropiaciones deben hacerse sin indemnización, o de otro modo sería imposible. Además se hará lentamente y de forma ordenada, probando el sistema en pequeñas localidades para luego extenderlo al resto de la nación.
Resultado:
La pobreza desaparecerá. La inseguridad laboral desaparecerá. Todas las personas tendrían una vida digna asegurada desde que nacen hasta que mueren. Si se produce una crisis económica, esta ya no afectará como antes: en el caso de la inflación, solo afectaría al consumo prescindible, como computadoras, automóviles, vestimenta, etc. Mientras el gobierno toma medidas para controlarla, no peligrará la calidad de vida de la gente. En cuanto al desempleo, el Estado tendrá la obligación de contratar a quienes no logren encontrar trabajo en el sector privado, aunque probablemente se les pagará un menor sueldo. Con esto se aseguran el empleo formal y recibirán los recursos. Cuando pase la crisis, podrán renunciar y conseguir un empleo mejor remunerado.
En resumen, se trata de extender los servicios gratuitos, como la educación pública o la sanidad pública, al resto de necesidades básicas, como la alimentación, la vivienda o la energía eléctrica.
Errores a evitar:
- A diferencia de lo que siempre intentan hacer los gobiernos de izquierda, aquí no se trata de regular el capitalismo, sino de crear un sistema socialista paralelo. El libre mercado solo se debe regular con medidas keynesianas cuando sea realmente necesario. El control de precios, el aumento del salario mínimo, los subsidios, y todas esas políticas populistas no solamente arruinan la economía capitalista y llevan a la crisis, sino que hacen imposible cualquier avance al socialismo, porque se quedan en un simple asistencialismo.
- Tampoco se debe abusar de las expropiaciones. El objetivo es tener el control de los recursos estratégicos, no de expropiar comercios o empresas productoras de bienes y servicios secundarios.