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    Lavrenti Beria

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    Mensaje por azar Sáb Oct 30, 2010 6:32 pm

    Yo el primer criterio que sigo para juzgar a un antiguo dirigente de la URSS es mirar en que año ingresó en el Partido. Luego juzgo lo que SE DICE de ellos, y me fío de lo justo porque la mayoría son especulaciones tendenciosas.
    Y Lavrenti Beria de primeras me podria parecer un trepa y un oportunista. A partir de ahi, que Jruschov lo considerase un obstáculo para la desestalinización... suma puntos. Que la historiografía burguesa lo alabe por querer introducir reformas liberales (no sólo en lo social, también en lo económico)... resta puntos. Mira quiénes son los enemigos de alguien y también te puedes hacer una idea de quien es Rolling Eyes

    Es complicado llegar a hacerse una idea del papel de cualquier líder soviético desde Occidente, porque todas sus imágenes están deformadas hasta rozar lo ridículo.
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    Mensaje por pedrocasca Mar Nov 29, 2011 7:30 pm

    Se ha publicado en el Foro un tema titulado BERIA - de Grover Furr - publicado en dos partes en noviembre de 2011 en el blog de GAR Kolektiboa.

    Se lee en: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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    Mensaje por ajuan Sáb Feb 25, 2012 7:05 am

    Básicamente paso agradecer a los que han colocado tan valiosa información sobre este personaje.
    Me puse a investigar un poco la organización de la KGB y en wikipedia aparecía a Beria como "Gran colaborador pro stalin". Recordaba que era lo contrario por haber leído el libro de Ludo Martens pero no lo recordaba con claridad.

    Ni bien busque aquí me apareció mas que información suficiente para al fin y al cabo no poder cerrar que fue este hombre en realidad. Hay muchas opiniones que no concuerdan e informacion que tira para todos lados.

    Lo que no me cierra es porque lo mandaron a fusilar ; o era fiel a Stalin o era un trepador como quien lo mando a fusilar.

    Gracias igualmente por aportar tanta info.

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    Mensaje por NSV Liit Sáb Feb 25, 2012 6:33 pm

    Por cierto hace poco echaron en RT un documental sobre Beria, eso sí, era de la escuela Sistiaga, con falsedades, manipulaciones y chorradas por el estilo para dar una imagen brutal de Beria, a ver si lo encuentro y lo destripamos un poco...

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    Mensaje por Marxtil Sáb Feb 25, 2012 6:51 pm

    El documental realizado por RT es este
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    Mensaje por NG Sáb Feb 25, 2012 7:29 pm

    NSV Liit escribió:Por cierto hace poco echaron en RT un documental sobre Beria, eso sí, era de la escuela Sistiaga, con falsedades, manipulaciones y chorradas por el estilo para dar una imagen brutal de Beria, a ver si lo encuentro y lo destripamos un poco...

    Creo que acertaste al definir el tipo de documental: "a lo Sistiaga".
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    Mensaje por NSV Liit Sáb Feb 25, 2012 10:46 pm

    Por poner un ejemplo de su manipulación, ni siquiera mencionan que la memoria de Beria que se menciona en el documental, sobre el asunto Katyn, ha sido rechazada por muchos por ser un documento falso. Tienen la cara de mostrar un supuesto comunista (que se representa a sí y a cuatro más, porque desde luego su organización no la conoce nadie) que dice que "no hay duda de que los documentos son auténticos". Sin embargo esas dudas existen y son bastante consistentes. Lo lógico es que el documental, si fuera decendente, hubiero al menos mecionado ese hecho o preguntado a alguno de los expertos que afirman que son falsos.

    Es que ni siquiera tenían que decir que el documento es falso, podrían haber dicho simplemente que hay dudas sobre la veracidad del documento. En el momento en el que ese hecho se oculta, el documental está ocultando información y por lo tanto manipulando al espectador.

    Pero luego encima, va y dice el supuesto comunista (delante de una foto de Stalin, por cierto), que "estoy convencido de que Stalin autorizó la sugerencia de Beria de asesinar a los oficiales polaco". No sé, pero lo suyo, en un documental serio (este no lo es) es mostrar alguna prueba de eso, ni a mí, ni a nadie con dos dedos de frente le pueda valer el argumento de "estoy convencido de", se necesita algo más.

    Sobre la falsificación del supuesto documento de Beria véase por ejemplo esto:
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    O más falsificaciones sobre el asunto de Katyn aquí:
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    Lo de mencionar el acuerdo Mólotov-Ribbentrop de una manera tan sesgada y superficial es repugnante, y mucho más teniendo en cuenta que se trata de un canal RUSO. Podría por ejemplo haber mencionado la ocupación de Polonia de los territorios recuperados por los soviéticos, o la represión polaca sobre la población de esos territorios, pero no, de eso ni una palabra.

    En fin... No tengo tiempo para más...


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    Mensaje por NSV Liit Sáb Feb 25, 2012 10:47 pm

    NG escribió:
    Creo que acertaste al definir el tipo de documental: "a lo Sistiaga".

    Es que ha creado escuela Smile
    de cómo no se debe hacer un documental...
    o de cómo tomarle el pelo al espectador...

    Salud, camarada.
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    Mensaje por Echospace Dom Feb 26, 2012 2:03 am

    ¡Qué hilo tan interesante por favor!

    La cuestión de Beria es uno de los asuntos más tenebrosos si nos referimos a personalidades. Soy de la opinión de que los comunistas no debemos ahondar en los personajes más allá del conocimiento histórico y sus aportaciones políticas, porque en las sociedades realmente socialistas es el conjunto de la sociedad quien define la historia a través del trabajo práctico, aplicando las aportaciones teóricas de esos mismos personajes. Con esto quiero decir que no me importa si a Stalin le gustaba comer carne o pescado, lo que me importa es que fue un gran gestor del marxismo-leninismo, si se me permite usar ese calificativo.

    Las conspiraciones vienen a ser parte de esas "aportaciones" y, en este caso concreto creo que Beria fue eliminado por significar un serio peligro para el apuntalamiento del nuevo orden revisionista traidor y anticomunista. Podemos sacar la llana conclusión de que Beria deseaba continuar con el proceso democrático progresivo en la URSS, prosiguiendo las iniciativas del Camarada Stalin pero se vio sorprendido (1) por el aparato Kruschevista.

    Aún me pregunto como no se dio cuenta de la que se le venía encima, como no reaccionó a tiempo aún teniendo tan gran cantidad de información a su disposición.

    Ludo Martens es una buena referencia si se quiere estudiar al Camarada Stalin desde un punto de vista apartado de los análisis propuestos por el imperial-fascismo. Su libro "Otra Visión de Stalin" es una lectura obligatoria para todos los estudiosos de aquel tiempo, ese lugar y, este personaje. Sin embargo, el análisis que Martens nos ofrece sobre Beria -en ciertos puntos- (2) carece de datos científicos demostrables, y se basa en los argumentos de quienes realmente eran los auténticos enemigos del socialismo, los que más adelante mancharían de manera tan infame el nombre de nuestro camarada Stalin. No me valen las afirmaciones infundadas, lo siento.

    Todos estos planteamientos tan bien expuestos por los camaradas me generan una angustia tremenda y, me hacen plantear una serie de interrogantes:

    ¿Cómo no se dieron cuenta los marxistas-leninistas honrados de la que se avecinaba?

    ¿Se dieron cuenta y fueron eliminados antes de reaccionar?




    (1) No sé hasta que punto se vería sorprendido. Sólo el lo sabría, todo lo demás son conjeturas.

    (2) Sobre todo en el tema que se ha tratado aquí principalmente.
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    Mensaje por Platon Jue Sep 27, 2012 2:14 am

    Beria haciendo buenas migas con el revisionista Tito

    Traducido de The Espresso Stalinist (http://www.espressostalinist.wordpress.com/)

    Original en inglés: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    Beria y Tito escribió:
    Beria ofreció garantías a Checoslovaquia de que la URSS no continuaría interfiriendo en los asuntos internos checoslovacos, y le escribió una carta personal al mariscal Tito pidiendo disculpas por la forma en que Stalin le había tratado. El oficial del MGB (Ministerio para la Seguridad Estatal -nota del traductor) que iba a llevar la carta a Tito me la mostró. La última frase decía: "Dejemos atrás el pasado y míremos hacia adelante hacia la reanudación de las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países".

    Deriabin, Peter. Inside Stalin´s Kremlin. Washington (D.C.): Brassey´s, c1998, p.148

    Fuente; Euskal Sute Iraultzailea
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    Mensaje por ndk Jue Oct 11, 2012 11:13 pm

    A consecuencia del proceso de rehabilitación y de liberación de los “represaliados”, llevado personalmente por Jruschov como Primer Secretario del Comité Central del PCUS, se creó para sí mismo una situación peligrosa para su supervivencia política, emanada de
    MIJAIL KILEV
    120
    la exigencia de buscar la responsabilidad de los culpables de las “represiones”. Jruschov había participado en ellas como miembro del Comité Central del Partido Comunista bolchevique. Así, se encontraba ante el dilema de denunciar las decisiones del Partido para la lucha frente a la contrarrevolución, como equivocadas, acusando entonces a todo el Comité Central y, en consecuencia, a sí mismo -lo cual era muy arriesgado para él-. O, lo que era menos arriesgado y más aceptable, cargar la responsabilidad sobre algunos miembros del Buró Político del Comité Central del Partido bolchevique y, especialmente, sobre Stalin. Más aún cuando Jruschov tenía su “justificación teórica”: Stalin había “inventado” la teoría de la agudización de la lucha de clases en la URSS, sobre la cual se basaban las decisiones de persecución de los enemigos internos del país. Stalin ya no estaba entre los vivos, no podía defender las posiciones tomadas por el Comité Central. De esta manera, como “culpable” principal de las “represiones” fue declarado Stalin, mientras él, Jruschov, se lavaba las manos, transformándose en acusador.
    Pero Jruschov se encontró frente a una muralla, para llevar a buen término esta empresa, en la persona de L. P. Beria. Éste se hallaba a la cabeza de la KGB y del NKVD, y poseía seguramente muchas informaciones y datos sobre el comportamiento de Jruschov en los años 30, y, claro está, sobre su participación activa en las represalias en Ucrania. Es por eso que, a continuación de la muerte de Stalin, Jruschov emprendió la liquidación de Beria y de la dirección de la KGB y del NKVD.
    En sus memorias, Jruschov describe detalladamente la realización de su plan para la liquidación de Beria:
    “A la muerte de Stalin, nosotros, los miembros de la dirección del Comité Central, fuimos a la casa de Stalin en Kuntsevo. Stalin estaba echado sobre el sofá. Permanecíamos allí, sin hablar demasiado, cada uno con sus pensamientos. Beria y Malenkov se fueron los primeros. Tras ellos, Molotov y Kaganovich. En ese momento, Mikoyan me dijo: Beria se ha ido a Moscú para tomar el poder. Le contesté que mientras Beria estuviera vivo, nadie podría estar tranquilo. Y entonces, en mi espíritu se formó la idea de que había, ante todo, que eliminar a Beria.
    Poco tiempo después, empecé a persuadir de esta necesidad a cada uno de los miembros del Presidium por separado. Me trabajé a Malenkov, Vorochilov y Kaganovich. Le dije a Malenkov: mientras Beria se pasee libremente y detente en su poder los órganos de la seguridad, todos tenemos las manos atadas”.259
    Se ve en estas palabras de Jruschov, que no se trata pues, como
    JRUSCHOV Y LA DISGREGACIÓN DE LA URSS
    121
    lo estipula la acusación contra Beria, «de ser agente del imperialismo)), que hacía falta liquidarlo lo más rápidamente, sino que se trataba del peligro que representaba como responsable de la KGB, y que Jruschov tenia miedo de él.
    Kaganovich escribe:
    “No se nos presentaron documentos demostrando que Beria estuviera ligado a los parses imperialistas, que fuera un espía, etc. Pregunté a Molotov: ¿tienes documentos contra Beria? Él me contestó que no tenía ninguno”.260 En estas circunstancias lo que empujó a Jruschov a darse prisa fue el miedo de que Beria, teniendo referencias auténticas sobre su participación en las represalias, y otras informaciones sobre él, las utilizara, bajo su condición de miembro del Presidium del Comité Central, para desacreditarlo políticamente.
    En julio de 1953, es decir, cuatro meses después de la muerte de Stalin, Beria fue detenido, siguiendo un guión bien atado. Con la ayuda del jefe de la guarnición de Moscú, el general Moskalenko, Beria fue detenido en una reunión del Presidium del Comité Central del PCUS, juzgado como “agente del imperialismo” y liquidado muy rápidamente, sin que quedara claro a qué país occidental servía. No había sido publicada ninguna prueba. El tribunal había celebrado la sesión a puerta cerrada.
    Se sabe que Beria había sido miembro del Comité para la Defensa (GKO) de la URSS durante todo el transcurso de la guerra y debía conocer decisiones muy importantes del GKO. No se sabe de ninguna acción militar del Ejército Soviético que haya fracasado como resultado de su actividad como agente extranjero.
    “En la Conferencia de Potsdam, en julio de 1945, cuando Truman intentó hacerle chantaje a Stalin con el intento logrado de la bomba atómica en los Estados Unidos, Stalin reaccionó tranquilamente, porque había recibido de Beria más informaciones sobre este ensayo que el propio Truman”.261
    La historia todavía no ha dicho su última palabra sobre Beria.
    Por consiguiente, fue esta situación compleja y peligrosa para su supervivencia política, después de la muerte de Stalin, lo que empujó a Jruschov a quitarse de encima a Beria
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    Mensaje por Shenin Vie Oct 12, 2012 1:34 am

    El principio del fin

    (Tengo que avisar al lector de que hay muchísima desinformación al respecto)

    Alguien descubrió que Beria los espiaba y eso fué su sentencia de muerte. Según una pequeña biografía de Beria de la que dispongo, dice que Laurenti fanfarroneaba delante de su tercera esposa y ésta cansada de las orgías de su marido que eran la comidilla del Kremlin, se lo dijo a su primo que era un general del ejército. Información del libro del "desertor" Ilya Dzhirkvelov, Agente Secreto ,mi vida con la KGB y la élite soviética

    La verdad es que ellos se enteraron y decidieron tenderle una trampa.

    ¿Pudo irse Beria de la lengua? ¿¡él!? ¿el gran zorro soviético?. Sencillamente lo dudo.

    Personalmente conozco casos de agentes importantes de la inteligencia cuyas vidas matrimoniales son un desastre precisamente porque ellos viven en su mundo.

    No, Laurenti Pavlovich Beria fué traicionado por alguien de dentro.

    Según Enver Hoxha, Mikoyan le dijo que ellos junto con Krushev y sus asociados pretendía atentar contra la vida de Stalin.

    10 de Julio de 1953

    "Hace unos días, el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión de las repúblicas socialistas Soviéticas, tras un informe de Malenkov, ha tomado la decisión de apartar a Beria del Gobierno y del Partido Comunista, por actividades contrarias a la política del Gobierno y a la doctrina del Partido y hostiles al Estado Soviético, en interés de los estados capitalistas. Enemigo del pueblo, Beria quería poner el Ministerio del Interior por encima del Gobierno y del Partido.

    "La decisión de excluir al mariscal Beria ha sido tomada por unanimidad, entre los aplausos del pleno.

    "El dossier ha sido transmitido al Tribunal Supremo de la URSS para que proceda por lo criminal"

    Traducción:

    - "actividades contrarias a la política del Gobierno y a la doctrina del Partido". Típica acusación de desviacionismo.

    - "Enemigo del pueblo, Beria quería poner el Ministerio del Interior por encima del Gobierno y del Partido". Le acusan de personalizar su poder, practicada bajo Stalin pero ya empieza a ser denostada.

    - "por unanimidad, entre los aplausos del pleno". Beria está sólo o de los que podían ayudarles han sido neutralizados.

    Para saber algo más de lo que se le reprocha a Beria.

    Beria es acusado de obtener el puesto de dirigente del partido "con maquinaciones oportunistas que le han permitido ganarse la confianza de aquel" Anteriormente, "su actividad criminal contra el Partido y el Estado estaba profundamente disimilada y muy enmascarada (pero) estos últimos tiempos ha mostrado su arrogancia y ha desvelado su verdadero rostro: el de un rabioso enemigo del Partido y del pueblo soviético (...)

    Beria es culpado de todo lo malo que puede sucederle al país.

    Sometido a juicio el 18 de diciembre de 1953.

    Es teóricamente es ejecutado el 23 de diciembre del mismo año.

    La muerte de Laurenti Beria, un pozo muy oscuro

    Para sorpresa general, Nikita S. Jrushev confesó después a Eugenio Reales -comunista, que era embajador en Varsovia y había sido miembro de la Asamblea Constituyente de la República italiana-, que en realidad Beria murió estrangulado.

    "La situación después de la muerte de Stalin era insostenible. Sabíamos que Beria estaba planeando un golpe de estado particular, pero podíamos hacer muy poco o nada y Beria demasiado inteligente. Durante dos semanas seguidas no nos movimos de nuestras oficinas: Malenkov en la oficina del primer ministro. Yo me escondía en la Sede del Partido. No nos atrevíamos a irnos a casa porque temíamos que Beria ordenase que nos detuvieran. Nos sentíamos más seguros en los edificios del gobierno, protegindos por nuestras propias guardias armadas.

    "Entonces se nos ocurrió la idea de hacerle creer a Beria que quedaríamos poner fin al imposible estado de cosas y que apunábamos que él, como más próximo y leal colaborador de Stalin, era el único hombre que podía y debía a la vez tomar las riendas del poder. Para salvar la país y la revolución era necesario volver al absolutismo de Stalin, dar al país el único sucesor de continuar la gigantesca empresa del dictador. Este fuí el rumbo que tomamos al telefonearnos, sabiendo que las líneas estaban intervenidas; al cruzarnos cartas, sabíamos que serían leídas antes de entregarlas; al mantenernos en contacto con personas que habíamos sometidas a vigilancia.

    "Finalmente enviamos a Vorishov como portavoz nuestro para rogar que Beria ocupase el puesto de nuestro gran Stalin a la vez como primer ministro y como secretario del Partido. Beria escuchó a Voroshilov, hizo unas cuantas preguntas y, finalmente, le dijo que convocara una reunión conjunta del Presidium y el Secretariado del Partido, a la que asistiría para discutir nuestra proposición. Al día siguiente llegó al Kremlin rodeado de su guardia personal acostumbrada, la cual le acompañó hasta la puerta de la sala donde íbamos a celebrar la reunión. Una vez dentro miró alrededor suyo y, viendo cómo era que estaban allí los generales, cuando él no les había pedido que fuesen.

    "Molotov contestó que debido a la importancia excepcional de la decisión que íbamos a tomar habíamos considerado aconsejable que estuvieran presentes los jefes militares más importantes, a fin de contar con su apoyo y de esta manera mostrar al mundo, que pronto se enteraría de aquel acontecimiento extraordinario, que toda la nación estaba detrás de nosotros y aprobaba unánimemente nuestra elección.

    "Aparentemente tranquilizado, Beria se sentó y empezó la sesión. Malenkov tomó la palabra, pero en vez de decir lo que Beria esperaba, se disparó en una breve y violenta filípica, acusando a Beria de conspiración y anunciándole que sería juzgado en el curso de aquella misma reunión. En cuanto oyó aquellas palabras, Beria se dió cuenta de que le habían cogido en una trampa. Se puso en pie de un salto y se llevó la mano hacia la pistola que tenían en el bolsillo, pero antes de que pudiera empuñarla, los que se hallaban más cerca -Koniev, Moskolenko, Mikoyan y el mismo Malenkov- se le echaron encima-, le cogieron por encima y le estrangularon."

    Sobre la narración de Jrushov

    No me consta a mí ninguna carta a las que se refiere Krushev. Ni el motivo de la reunión. Beria no tiene autoridad para ni recomendar una reunión de la cúpula del partido.

    Los motines en Berlín, los de los campos, las revueltas en Checoslovaquia y en Poznan bastan para justificar la reunión del Presidium y Beria no puede dejar de asistir a ella.

    Beria siempre lleva su escolta, en efecto. Pero eso no es todo, los hombres de la gorrita azul intervendrán si a su jefe le pasa algo. Hay que neutralizarlos. Bulgarin se encarga de llevar dos divisiones para neutralizar el pequeño ejército de Beria.

    La rapidez con la que se logró actuar impidió que aquello se convirtiera en una masacre.

    En la noche del 26 al 27 de junio comienza la caza del hombre. Aquellos con quienes Beria contaba para ayudarle para defenderlo son matados acto seguido, sin tiempo de escapar. Se estima que en tres días , a través de la Unión Soviética, veinte mil partidarios de Beria son ejecutados, deportados o encarcelados. Entre ellos Vassili Stalin, uno de los hijos del dictador y supuesto compañero de libertinaje del Ministro del Interior. Según mi fuente

    El acta de acusación recoge los agravios publicados en Pravna y añade nuevos, por ejemplo, que era espía británico ¡desde 1919!. El partido comunista italiano, se asombra de que se haya esperado 34 años para demostrarlo. "Os decimos estas cosas y ellos debería bastaros"

    ¡Rehabilitad a Beria!

    En el año 2000 fué rechazada definitivamente la enmienda por la cual se pretendía rehabilitar la memoria de Laurenti Beria a título póstumo. Su hijo, Sergo, también era agente del MGB, estubo encarcelaron durante un año y medio también fué torturado. Después se exilió hasta que Jrushev fué apartado del poder. Ha escrito una biografía sobre él "Mi padre, Laurenti Beria" .

    Afirma que su padre fue una "víctima" del sistema soviético.

    -"Sí, es culpable de haber formado parte de ese poder vicioso, pero lo obligaron a ser el jefe del NKVD".

    Bueno yo personalmente no estoy de acuerdo porque fué el que voluntariamente entró en la Cheka...

    Sergo viven Kiev.

    Conclusiones

    Un día de Julio de 1953, Laurenti Pavlovich Beria entró en una sala de reuniones para nunca más salir de ellas. No hay indicios de que tuviera un juicio, nada parece indicar que lo que Jrushov dijo fuera cierto. Sólo una versión en la actualidad parece cierta, Jrushov mató allí mismo y delante de todos a Laurenti Beria. Después se dedicó a difamarlo como hizo con Stalin, tenía bajo control a la Cheka y algunos miembros del Poritburó. Beria no quería suceder a Stalin, las maniobras que estaba realizando tras la muerte de Stalin fueron para protegerse así mismo y a la URSS. Y como no, tras la muerte de Beria hubo una espantosa cacería dentro del MGB se dice que murieron cerca de 20 000 agentes.
    La acusación más común es que Beria quería matar a Stalin. Pero investigaciones recientes parecen indicar lo contrario
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    Mensaje por Chapaev Mar Jul 02, 2013 11:17 am

    Y la história acabará barriendo la basura...

       Opiniones
     
    Lavrenti Beria, verdugo y reformador


    Dmitri Kósirev, RIA Novosti

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    Uno de los organizadores de los arrestos y ejecuciones masivas en la URSS y a la vez un brillante estadista y reformador que impulsó el desarrollo económico y tecnológico del país.¿Es posible que se trate de una misma persona? Sí, es posible.

    Es Lavrenti Beria, la mano derecha del líder soviético Iósif Stalin. Fue arrestado hace 60 años, el 26 de junio de 1953, un par de meses después de la muerte del “Jefe”. Según una de las versiones sobre su ejecución, Beria fue asesinado en su propia casa en el momento de arresto y nunca compareció ante el tribunal que lo condenó a muerte meses más tarde.

    Un genio malvado

    La figura de Lavrenti Beria y su papel histórico siguen suscitando acalorados debates en Rusia. Los acérrimos opositores y las víctimas del régimen estalinista son incapaces de reconocer que este hombre, un símbolo de la represión, al mismo tiempo logró que la Unión Soviética tuviera su propia bomba atómica en 1949. Además, creó lo que luego se convertiría en el principal centro educativo y científico de Siberia e impulsó proyectos de investigación que permitirían a la URSS lanzar el primer hombre al espacio.

    Los reivindicadores del legado soviético, en cambio, hacen hincapié en los logros de Beria en materia de desarrollo tecnológico y militar. Afirman que gracias a los proyectos llevados a cabo por el comité especial para “coordinar todas las investigaciones sobre el uso de energía nuclear”, creado en 1945 y dirigido por Lavrenti Beria siendo jefe de los servicios secretos, la Unión Soviética pudo alcanzar una paridad estratégica con Estados Unidos y mantenerla hasta los años 1990.

    Los defensores de Beria están convencidos de que éste, como indican algunas fuentes, quería negociar la reunificación alemana y, por supuesto, no les gusta aceptar que además de ser un destacado político era un verdugo.

    En realidad, resulta incomprensible la intransigencia de ambas posturas. ¿Acaso un asesino no puede ser un buen gobernante? ¿Acaso la historia no nos proporciona muchos ejemplos de genios malvados? Basta con recordar a la familia de los Borja tan influyente durante el Renacimiento...

    Aunque, sí, se puede comprender cómo ha nacido una visión tan parcial e ideologizada en la cual se cultiva la visión en blanco y negro, bueno y malo. Por ejemplo, el escritor y disidente soviético Vasili Aksiónov en su novela ‘La isla de Crimea’ (1979) tacha a Stalin de un “cero a la izquierda”: así se titula el capítulo dedicado al “padre de los pueblos”  donde el novelista cuenta que el que sería el líder soviético durante casi treinta años no lavaba calcetines mientras vivía en el exilio. En otra novela trata de la misma manera a su colaborador incondicional, Lavrenti Beria.

    Aksiónov tuvo sus motivos, en 1937 sus padres fueron detenidos, falsamente acusados de tener conexiones con los trotskistas y sentenciados a 10 y 15 años de trabajos forzados, mientras que él mismo, con cinco años de edad, fue declarado hijo de los "enemigos del pueblo" y enviado a un orfanato, impidiendo que sus familiares lo tomaran bajo su cuidado.

    Pero se ha extralimitado. A Stalin y a Beria se les puede llamar de mil maneras, menos “un cero a la izquierda”. Todo lo contrario, son personalidades fuera de serie que vivieron en una época singular.

    Espía y aventurero


    En contra de lo que se cree, Stalin no se rodeaba de personas mediocres y sin talento. La Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia llevó al poder a gente de lo más variopinta.  Hasta la década de los cincuenta revolucionarios analfabetos compartían los cargos clave con figuras extraordinarias, aunque no siempre con títulos.

    El propio Stalin era conocido por su capacidad de leer con una velocidad asombrosa y luego recitar páginas enteras. Se interesaba, aunque de manera muy selectiva, por la historia, la lingüística y la literatura: era más de letras.

    Beria, en cambio, era ingeniero, aunque en su momento no pudo continuar los estudios superiores en Ingeniería por falta de recursos, ya que provenía de una familia de campesinos pobres.

    Al mismo tiempo los dos eran hijos de la revolución y la guerra civil, dos momentos de la historia en los que los diez mandamientos dejan de funcionar y los adversarios políticos se acostumbran a matar para que no los maten.

    Antes de que triunfara la Revolución Bolchevique Iósif Stalin era terrorista. Beria llegó al poder por otro camino. La mayor parte de su vida, hasta los 39 años, la pasó en el Cáucaso, una región donde se enfrentaban más de dos bandos, donde además de revolucionarios y contrarrevolucionarios había movimientos nacionalistas y religiosos apoyados desde Turquía, Inglaterra y Alemania.  Se tuvo que abrir paso hacia la cumbre haciendo equilibrios entre muchas fuerzas opuestas.

    En algún momento de su vida llegó a colaborar con los servicios secretos de cuatro gobiernos. Pero en 1920 definitivamente se convierte en un agente secreto soviético y se une a la Cheka, la primera policía política de la URSS. En esa época una revuelta bolchevique estalló en Georgia, en donde tanto el Ejército Rojo como la Cheka tuvieron una participación protagonista.

    En 1922 Beria, de 27 años de edad, fue designado cabeza del Directorio Político del Estado (GPU, por sus siglas en ruso, la policía secreta de la URSS) en Georgia. En 1924 lideró la represión de una revuelta nacionalista en Tiflis, capital georgiana, donde se afirma que 5.000 personas fueron ejecutadas. Beria, un aliado cercano de Stalin en su ascenso al poder en la Unión Soviética, por su actuación en la represión de la revuelta, se convirtió en jefe de la “división política-secreta” de la GPU Transcaucásica. En 1931 fue designado secretario del partido en Georgia y para toda la zona de Transcaucasia en 1932.

    Resumiendo: en los inicios de su carrera política era un espía y un aventurero y su único talento era salir airoso de cualquier coyuntura adversa. Sin embargo, en los años treinta se distinguió como un buen administrador: en pocos años consiguió un crecimiento impresionante de la economía en Georgia.

    Fue entonces cuando el Kremlin necesitó un nuevo  Comisario del Pueblo para el Interior de la URSS.

    Un reformador odioso

    En noviembre de 1938, Beria sustituyó a Nikolái Yezhov en la dirección del Comisariado del Pueblo (equivalente a ministerio) para Asuntos Internos (NKVD, por sus siglas en ruso), un organismo de macabra reputación por ser responsable de las persecuciones de los opositores al régimen.

    El nuevo jefe del NKVD, que había eliminado sin piedad a miles de dirigentes e intelectuales georgianos, se hizo famoso por ejecutar a su predecesor, Yezhov, y liberar a unas 200.000 personas de los campos de concentración.

    Fueron admitidas oficialmente ciertas "injusticias" y "excesos" y, aunque el terror continuó, el nombre de Beria quedó asociado a esta amnistía.

    Más tarde, tras la muerte de Stalin, Lavrenti Beria hizo lo mismo: anunció una amnistía para más de un millón de presos.  Entonces, en 1953, era, de hecho, el hombre más poderoso del país y tenía en sus manos todo el poder, mucho más poder que Nikita Jruschov, quien se convirtió entonces en Secretario del Partido Comunista. Pero fue Jruschov quien derrotó a Beria apenas cuatro meses después.

    En estos cuatro meses Beria logró realizar cambios importantes. Encabezaba entonces un movimiento de liberalización, que además de la liberación de prisioneros políticos, incluía reformas económicas y sociales. En abril de 1953 prohibió la tortura en las prisiones. Al mismo tiempo dictó una política más liberal hacia las minorías étnicas de la Unión Soviética y pretendía reducir al máximo la responsabilidad del Partido en la administración directa de la economía, promoviendo para ésta cuadros técnicos y no políticos.

    Aquello parecía otra revolución. De haberse puesto en práctica todas esas iniciativas, la economía soviética probablemente hubiera tomado otro rumbo en lugar de colapsarse durante el gobierno de Jruschov.

    No cabe olvidar tampoco que al mismo tiempo Beria consiguió tomar bajo su control todos los servicios secretos del país y puso a “su gente” en todos los puestos clave para seguir ejerciendo represalias.

    Es curioso: desde 1938 hasta su muerte ocupaba oficialmente el cargo de ministro (comisario) del Interior. Pero, de hecho, desempeñó este cargo como tal tan sólo durante dos años. Luego se encargó solo se supervisar el funcionamiento de la “máquina represiva”. Pero el miedo y el odio hacia él, seguramente justificados, eran tales que en junio de 1953 junto a él arrestaron a varias decenas de sus allegados en diferentes partes del país.

    No importa cómo se califique lo que hizo Jruschov ejecutando a Beria: un golpe de Estado o una “desestalinización” alternativa. Una cosa está clara: en aquel momento el odio y el miedo que infundía Lavrenti Beria resultaron ser más fuertes que la lógica política e histórica.

    Nunca he aceptado que se deba hacer promedio de los hechos históricos, así que no acepto esa parte maligna con la que se pretende promediar el recuerdo de un revolucionario.
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    Mensaje por Andrei Tupolev Jue Ago 01, 2013 2:28 am

    Sin repasar este tema os dejo mi mensaje: Beria era y debia el sucesor de Stalin.

    Muy pocas personas en todo el mundo eran tan brillantes y polivalentes organizadores como Lavrentiy Beria. Y aparte de ser un megacrack, era una persona muy justa: hizo revisar mas de un millon de asuntos de juicios.

    No os creais lo que se dice de Beria. Que si era asesino, que si era violador... Esto es publicidad. ¿Cuantos de vosotros compraron el champu anticaida del cabello y a cuantos les ha funcionado? Very Happy  Es lo mismo. Spam puro y mierda. El occidente nunca va a perdonar los exitos y logros de la URSS y del gobierno de Stalin. Stalin lleva muerto 60 años (y su brillante equipo), pero los chacales le siguen pegando mordiscos. A un leon muerto le muerde cualquier gusano.
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    Mensaje por JuanmaVP Vie Sep 20, 2013 2:01 am

    Beria, pobre, digno de ser elegido por el Proletariado Sovietico como nuevo dirigente principal de la URSS. Lo que me pregunto es:

    Si en el Partido mandaban los militantes y dudando de que fueran revis, ¿como es posible que triumfara la carroña derechista? ¿Que fallo en los organos del estado y del Partido para que el ala derechista se apoderada de todo el poder?

    Es que me resulta curioso que se diga que en la dictadura del proletariado y en el socialismo manda el proletariado y sin embargo mandando este el ala derechista llega al poder...
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    Mensaje por ajuan Vie Sep 20, 2013 4:03 am

    JuanmaVP escribió:Beria, pobre, digno de ser elegido por el Proletariado Sovietico como nuevo dirigente principal de la URSS. Lo que me pregunto es:
    ¿Haz leido algo de lo que se ha expuesto en este hilo o La primera frase de la primer pagina?
    Tengamos cuidado porque Beria no es lo que parece y las causas del revisionismo de la URSS se debate (y tambien Stalin comento lo que habia que hacer para mejorar el socialismo en la URSS) en muchos hilos interesantes en el foro.

    Saludos
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    Mensaje por JuanmaVP Vie Sep 20, 2013 1:26 pm

    ajuan escribió:
    JuanmaVP escribió:Beria, pobre, digno de ser elegido por el Proletariado Sovietico como nuevo dirigente principal de la URSS. Lo que me pregunto es:
    ¿Haz leido algo de lo que se ha expuesto en este hilo o La primera frase de la primer pagina?
    Tengamos cuidado porque Beria no es lo que parece y las causas del revisionismo de la URSS se debate (y tambien Stalin comento lo que habia que hacer para mejorar el socialismo en la URSS) en muchos hilos interesantes en el foro.

    Saludos
    Ajuan camarada, si lo he leido pero cada uno va diciendo una cosa y al final no queda claro. Que si Martens se equivoca, que si Beria era un estorbo para Jruschev...
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    Mensaje por PequeñoBurgués Vie Sep 20, 2013 3:58 pm

    . En abril de 1953 prohibió la tortura en las prisiones
    affraid 
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    Mensaje por Tripero Miér Oct 29, 2014 10:34 pm


    Del Blog Amistad hispano soviética


    Otra mirada sobre Beria

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

    Juan Manuel Olarieta
    En “Civilización Socialista” se perfila un balance muy superficial y equivocado sobre el papel de Beria en la época que rodea la muerte de Stalin, cuya fuente inspiradora es la obra “Otra mirada sobre Stalin” escrita por el belga Ludo Martens. Dicho balance aporta muy pocos elementos de juicio para dar una opinión acerca del papel que Beria desempeñó dentro de los debates internos del PCUS y de la URSS en aquel momento. Además no considero que el criterio de Ludo Martens, en este y en otros aspectos, tenga un solvencia suficiente como para valorar su destitución y posterior ejecución. Más bien al contrario, creo que Martens defenfoca ésta y otras cuestiones cuya importancia para el movimiento comunista internacional es difícil ignorar, ya que conciernen al ascenso del revisionismo a la dirección del PCUS y, por consiguiente, a l destrucción y posterior desmantelamiento del socialismo en la URSS.

    Para trazar un cuadro general es necesario aportar al debate los elementos claves de aquel momento, ninguno de los cuales aparecen en el artículo de “Civilización Socialista”, que se desliza hacia el idealismo por el camino fácil de las “ambiciones” y las “conspiraciones” tan famosas cuando se habla de la URSS. Pero dichas “conspiraciones” tendrán un motivo, que no puede ser otro que el desacuerdo con la línea que se estaba a punto de imponer dentro del PCUS y que, en realidad, fue la auténtica “conspiración”: la del “clan emergente” de Kruschev.

    Lo primero que debe quedar claro, en consecuencia, es que previamente existía una batalla ideológica interna dentro del PCUS, que no existía el manoseado “monolitismo” de la época de Stalin, hasta tal punto que durante muchos años, hasta 1952, no se convocó un Congreso del partido, algo que la guerra mundial sólo justifica parcialmente. El partido bolchevique estuvo siempre muy lejos de la unidad, como no podía ser de otra forma, dados los siguiente factores:

    - la juventud del movimiento comunista internacional y la falta de experiencias previas de construcción del socialismo

    - la intensa lucha de clases desplegada desde el mismo momento de la revolución de 1917

    - el cerco imperialista, que a partir de 1945 se teje con la amenaza de la bomba atómica

    La estupidez del “culto a la personalidad” de Stalin después de la victoria de la URSS en la guerra, lo mismo que el amparo bajo la figura de Lenin en 1924, fueron los paraguas que disimulaban esa falta de unidad interna. Fueron los revisionistas como Kruschev los que pusieron a Stalin en un pedestal lo suficientemente alto como para que, muy pocos años después, su caída fuera más estrepitosa. Antes de 1956 todo lo malo fue culpa de Stalin, mientras que lo bueno se logró a pesar de él. Es la reencarnación del idealismo histórico, cuyo alcance explicativo es nulo.

    Por lo tanto, si no podemos prestar ninguna solvencia al Informe Secreto de Kruschev en lo que a la figura de Stalin se refiere, ¿por qué se la hemos de prestar en lo que a Beria concierne?

    Pero sucede que, además, inmediatamente después de la muerte de Stalin, la batalla interna dentro del PCUS estuvo planteada entre Beria y Kruschev, por lo que tampoco podemos tener a éste como fuente argumental en una polémica en la que había sido parte interesada.

    Hay otro aspecto que conviene poner de manifiesto: es totalmente contrario a la experiencia del movimiento comunista internacional la supuesta afirmación de Molotov según la cual Beria estaba “a la derecha de Krushev”. Parece que estar “a la derecha” es siempre malo, cuando lo cierto es que eso depende de dónde estuviera entonces Kruschev. En los debates internos, las líneas políticas se condicionan unas a otras y se definen las unas por las otras, normalmente en planos simétricos, es decir, las posiciones derechistas con las izquierdistas. Sería verdaderamente sorprendente -aunque nada debemos descartar- que una línea oportunista de derechas estuviera enfrentada a otra más derechista todavía, como dice Molotov.

    Una vez que queda clara la falta de unidad interna del PCUS queda conocer sobre qué aspectos basculaban las divergencias y, en efecto, la cuestión de la agricultura y la industria ligera es uno de ellos, calificando como “derechistas” propuestas, como las de Beria, favorables al desarrollo de ese tipo de sectores económicos, aparentemente en contradicción con la línea que se venía manteniendo desde el I Plan Quinquenal de desarrollo de la industria pesada y las infraestructuras. Si eso es cierto, también lo es que en 1956, después del XX Congreso, ese debate seguía pendiente, y es mucho más cierto aún que una de las cuestiones que llevaron a la caída de la “camarilla antipartido”, es decir, de Malenkov, Molotov y Kaganovich, fue precisamente que eran partidarios de lo mismo que Beria, frente a la postura de Kruschev en ese momento, que era favorable al desarrollo de la industria pesada. Por lo tanto, curiosamente, el revisionismo se abrió camino dentro del PCUS con el inmovilismo, con una aparente defensa a ultranza de la planificación económica que hasta ese momento había sido tradicional en la URSS.

    Naturalmente, que eso hubiera sido un error, es decir, que en 1956 era erróneo lo que en 1930 era correcto. Por eso, Kruschev se apoderó de las riendas del PCUS con una política económica errónea cuyo fracaso le iba a servir de justificación de la batería de reformas económicas con la que se inició la destrucción del socialismo en la URSS. Si esta argumentación es correcta, las posiciones “derechistas” de Beria en 1953 también lo serían y dejarían claro que en la posguerra la política económica soviética debía cambiar y que había una amplia corriente interna dentro del PCUS favorable a ese cambio que, por lo demás, suponía una relajación de las fuertes tensiones económicas vividas en la URSS en la etapa anterior a la guerra y como consecuencia de ella. En 1953 la guerra seguía, pero se trataba “sólo” de una guerra fría.

    Otro aspecto a tener en cuenta es la presencia en los ministerios económicos de la URSS de los viejos militantes mencheviques así como los seguidores de Bujarin, es decir, de los oportunistas de derechas, que no fueron suficientemente depurados en los procesos de Moscú, manteniendo sus cargos buena parte de ellos, como se demuestra por dos detalles importantes. El primero es que en 1952 Stalin tuvo que redactar su libro “Problemas de la construcción del socialismo”, una obra clave que surge como conclusión -provisional y genérica- de un debate interno dentro del PCUS. El segundo es que durante 30 años no se pudo alcanzar un acuerdo para acabar de redactar el “Manual de Economía Política”, cuya publicación se postergó hasta después del XX Congreso. Las posiciones derechistas (mencheviques, bujarinistas y luego kruschevistas) dentro de la dirección económica de la URSS consistieron en hacer de la NEP, que era una fase excepcional, en una política general. Esa posición hizo de la colectivización y la planificación socialista su caballo de batalla, imponiéndose a partir de 1956 al convertir la necesidad de un cambio en las prioridades económicas que era correcto, en una liquidación progresiva del socialismo.

    No obstante, el capítulo económico sólo representaba una parte de lo que en la URSS debía cambiar a partir de 1945. Hay otras consideraciones que tienen que aparecer para adoptar un posicionamiento claro en la caída de Beria y en el rumbo posterior que el movimiento comunista internacional adoptó aquellos años. Con la victoria en la guerra, la URSS había dejado de ser el único país socialista, lo que debería haber contribuido a replantear de manera radical las relaciones del PCUS con los demás partidos comunistas del mundo. También aquí lo que había sido correcto a partir de 1919, cuando se fundó la III Internacional, no lo era en 1945, pero ni hubo un debate público acerca de aquella experiencia, ni se explicaron las causas de su disolución, ni el retardo de la misma, ni tampoco los motivos de la creación de la Kominform, ni por qué en dicha organización entraron unas organizaciones pero no otras. Es muy posible que, lo mismo que sucedió con la falta de convocatoria del Congreso del partido bolchevique, tampoco ese debate internacional trascendiera por la falta de acuerdo interno. Desde luego los revisionistas, tan amantes ellos de la democracia interna, fueron -una vez más- los máximos beneficiarios de esa situación, procediendo a disolver la Kominform en cuanto las cosas se les pusieron feas para sus intereses. Sin más explicaciones, con ese peculiar estilo suyo que luego imputan a los comunistas.

    Para terminar, hay otro elemento en la caída de Beria que me parece necesario tomar en consideración porque, sin duda, fue decisivo: Beria era el responsable del programa nuclear soviético, por lo que, si tenemos en cuenta la amenaza imperialista, que había lanzado dos bombas nucleares contra la población civil de Japón, es más que evidente que existe alguna relación entre ambos acontecimientos. El debate sobre la guerra nuclear se extiende -dentro y fuera del PCUS- a lo largo de varias décadas y reaparece en la polémica chino-soviética de los años sesenta, en donde ambos partidos adoptan posturas muy divergentes sobre la guerra nuclear, el rearme y la lucha por la coexistencia pacífica. ¿Qué es lo que estaba discutiendo el movimiento comunista internacional a partir de 1945? A mi modo de ver, nada más y nada menos que la relación entre la revolución y la guerra, algo que, a pesar de su importancia, el marxismo-leninismo estaba lejos de haber aclarado. De hecho así continúa hoy mismo, cuando las cuestiones militares están muy lejos del horizonte de los comunistas de muchos países.

    Para demostrarlo no hay más que recurrir a la polémica de Stalin con el coronel Ramzin en la posguerra acerca de Clausewitz. Aunque Stalin había dirigido de forma magistral las operaciones militares de la II Guerra Mundial, las conclusiones que obtuvo de aquellos acontecimientos fueron equivocadas, lo cual a vez indica que los principios militares dominantes en la etapa de la III Internacional también eran erróneos y, por consiguiente, que el coronel Ramzin tenía razón y Stalin estaba equivocado: los fundamentos del marxismo-leninismo en materia militar sí están en Clausewitz y correspondió a Mao el mérito de recordarlo, estableciendo un análisis correcto de las relaciones entre la revolución y la guerra con su concepto de “guerra popular prolongada”.

    Por consiguiente, en la polémica chino-soviética de los años sesenta las posiciones correctas en el terreno militar fueron las defendidas por el Partido Comunista de China. La coexistencia pacífica fue y sigue siendo una consigna justa del movimiento comunista internacional, máxime en la era nuclear que padecemos. Pero los revisionistas soviéticos volvieron a aprovecharse de una política justa para hacer de ella algo distinto, una capitulación en toda regla ante el imperialismo, materializada en el Tratado de No Proliferación de 1963, un acto vergonzoso si los revisionistas hubiera tenido vergüenza alguna vez.

    Con los elementos de juicio que he dejado planteados, los lectores de “Civilización Socialista” deben comprender que ésta es la auténtica situación del movimiento comunista internacional, no muy diferente hoy de la de 1956, es decir, en donde hay muchas preguntas y pocas respuestas. Que toda esta confusión interna la ha introducido el revisionismo, a pesar de su confesada afición por los debates, me parece evidente. La experiencia debe servir para tener en cuenta que la lucha contra el revisionismo está a la orden del día, hoy como entonces. Lo extraño es que si los revisionistas, y Kruschev en particular, cargaron contra Beria en 1953 cuando se aprestaban a asestar una puñalada por la espalda al movimiento comunista internacional, las víctimas de los revisionistas, y Beria en particular, no tuvieran ni siquiera una parte de razón en sus propuestas.

    A continuación os dejamos una selección de textos de historiadores estadounidenses que hemos encontrado en el Foro de Acción Comunista (http://www.forocomunista.com) que también versan sobre la figura de Beria. Uno es un fragmento de "Stalin y la lucha por la reforma democrática", de Grover Furr (a vuestra disposición en nuestro blog en la sección de textos de interés), y el otro es de Pillip Panaggio, haciendo una severa crítica a la visión que ofrece Ludo Martens de Beria en su obra "Otra mirada sobre Stalin".


    Lavrenti Beria

    Grover Furr



    Beria es el personaje más calumniado en la historia soviética. Por tanto, el reverso del juicio histórico sobre la carrera de Beria, juicio que empezó repentinamente tras el fin de la Unión Soviética, ha sido incluso más intenso que la reevaluación académica del papel de Stalin, que es el tema principal de estos artículos.

    Los "cien días" de Beria (exactamente 112 días, desde la muerte de Stalin el 5 de Marzo de 1953 hasta su destitución el 26 de junio) fueron testigos del inicio de profundas reformas. Si la dirección soviética hubiera permitido que estas reformas se hubieran desarrollado totalmente la historia de la Unión Soviética, del Movimiento Comunista Internacional, de la Guerra Fría, y, en resumen, de la última mitad del Siglo XX, hubiera sido radicalmente diferente.

    Las iniciativas de reforma de Beria incluían, como mínimo, las siguientes. Todas merecen ser destacadas, y algunas de ellas están teniendo ahora un especial estudio, incluso a pesar de que el Gobierno Ruso mantiene las fuentes primarias más importantes vetadas incluso a historiadores de confianza:

    - La reunificación de Alemania como un estado no-socialista, neutral, paso que hubiera sido terriblemente popular entre los alemanes, y notablemente desagradable para los aliados de la OTAN, incluyendo a Estados Unidos.

    - La normalización de relaciones con Yugoslavia, que prometía volver de su tácita alianza con Occidente hacia el Kominform.

    - Una política sobre las nacionalidades que se oponía a la "rusificación" en las áreas recientemente anexadas del Oeste Ucraniano y los Estados Bálticos, junto al objetivo de recuperar, al menos, a algunos de los grupos nacionalistas en la emigración. Una política reformada de nacionalidades en otras áreas no rusas, incluyendo Georgia y Bielorrusia.

    - Rehabilitaciones y compensaciones para aquellos injustamente condenados por los cuerpos jurídicos especiales (las "troikas" y las "Comisiones Especiales" del NKVD) durante los años 30 y 40. Bajo Beria este proceso se hubiera llevado a cabo de manera muy distinta de cómo se llevó a cabo bajo Jruschov, que rehabilitó a muchos que eran incuestionablemente culpables.

    Algunas de las otras reformas de Beria fueron llevadas ampliamente a la práctica, incluyendo:

    - Amnistía para un millón de prisioneros por crímenes contra el Estado.

    - Poner término a la investigación del "Complot de Médicos", junto al reconocimiento de que las acusaciones habían sido injustas, y el castigo a los funcionarios del NKVD involucrados, incluyendo la destitución de Kruglov, antiguo director del NKVD, del Comité Central.

    - Poner término a la autoridad de la "Comisión Especial" del NKVD para sentenciar a muerte o a largas penas de cárcel.

    - En un movimiento no sólo contra el culto a Stalin, sino contra todo culto a todos los líderes en general, prohibir la exhibición de retratos de líderes en los grandes mítines festivos. Esto fue anulado por los líderes del Partido poco después de la destitución de Beria.

    Las actividades de Beria en pro de una reforma democrática

    Oficialmente, Beria fue arrestado por los otros miembros del Politburó más algunos generales el 26 de junio de 1953. Pero los detalles de esta supuesta detención son oscuros, y hay versiones contradictorias. En cualquier caso, durante el pleno del Comité Central de junio de 1953 dedicado a acusar a Beria de varios crímenes, Mikoyan declaraba:

    “Cuando [Beria] hizo su presentación en la Plaza Roja sobre la tumba del camarada Stalin, le dije: “En tu discurso hay un párrafo en el que garantizas a cada ciudadano los derechos y libertades contemplados en la Constitución. Si en el discurso de un simple orador no hay frases vacías, en el discurso de un ministro político del interior, que es un programa de acción, deberás cumplirlo”. Él me respondió: “Y lo cumpliré’’.” (Beria 308-9, Mujin 178).

    Beria había dicho algo que alarmó a Mikoyan. Aparentemente, era el hecho de que en ese crucial discurso en la Plaza Roja, y haciendo referencia a la Constitución, Beria omitió toda referencia al Partido Comunista, hablando sólo sobre el Gobierno Soviético. Beria habló en segundo lugar, después de Malenkov, una demostración pública de que ahora era la segunda persona en el rango del Estado Soviético. Sus palabras habían sido éstas:

    “Los trabajadores, los campesinos koljosianos, la intelligentsia puede trabajar pacíficamente y en confianza, sabiendo que el Gobierno Soviético garantizará diligente e incansablemente sus derechos, tal y como figuran en la Constitución de Stalin… De ahora en adelante la política del Gobierno Soviético será la política leninista y estalinista de mantenimiento y refuerzo de la paz…” (Beria, Discurso)

    Mujin sugiere posibles interpretaciones para este párrafo. La gente de la calle difícilmente entendería lo que Beria decía, pero para la nomenklatura del Partido esto era un buen navajazo. Beria pretendía llevar adelante el país sin Partido; por lo tanto, sin ellos. Prometía salvaguardar los derechos del pueblo, que no les concedía el Partido, sino... ¡una Constitución! (Mujin, 179).

    En este mismo Pleno de junio de 1953 Jrushchov dijo:

    “Recordemos como Rákosi [líder comunista húngaro] dijo “Me gustaría saber qué es lo que se decide en el Consejo de Ministros y qué es lo que se decide en el Comité Central, qué tipo de división debería existir…” Y Beria dijo tranquilamente: “¿Qué Comité Central? Que decida el Consejo de Ministros, y dejemos que el Comité Central se dedique a sus temas de cuadros y propaganda”.” (Beria 91).

    Más tarde, en el mismo pleno Lazar Kaganóvich abundó sobre el punto de Jruschov:

    “El Partido es para nosotros lo más elevado. No debe permitirse a nadie hablar como lo hizo este sinvergüenza [Beria]: “el Comité Central [para] cuadros y propaganda, no para dirigir políticamente, no para dirigir toda la vida, como nosotros los bolcheviques la entendemos”.” (Beria 138)

    Estos hombres parece que creyeron que Beria proyectaba sacar al Partido de su función de dirigir directamente el país. Era muy parecido a aquello por lo que Stalin y los suyos habían luchado durante las discusiones del borrador constitucional en los años 1935 a 1937. Se puede distinguir en el borrador del Programa del Partido de 1947 y en la reestructuración del Partido Bolchevique por parte de Stalin en el 19º Congreso y el subsiguiente Pleno del Comité Central unos pocos meses antes.

    El hijo de Beria, Sergo, afirma que su padre y Stalin estaban de acuerdo en la necesidad de sacar al Partido de la dirección directa de la sociedad soviética:

    “Las relaciones de mi padre con el Partido fueron complejas… Nunca ocultó sus relaciones con el aparato del Partido. Por ejemplo, directamente dijo a Jruschov y a Malenkov que el aparato del Partido corrompía a la gente. Era apropiado para los primeros tiempos, cuando el Estado Soviético acababa de formarse. Pero mi padre les preguntaba: “¿Quién necesita hoy a estos controladores?”

    Tenía la misma clase de conversaciones con los directores de industrias y factorías a quienes, naturalmente, no les interesaban en absoluto los inútiles del Comité Central.

    Mi padre era igual de sincero con Stalin. Iósif Vissariónovich estaba de acuerdo en que el aparato del Partido se había liberado a sí mismo de responsabilidad en materias concretas y no hacía nada sino charlar. Un año antes de su muerte, cuando Stalin presentó el nuevo diseño del Presidium del Comité Central, dio un discurso cuyo punto principal giraba en torno a la necesidad de encontrar nuevas formas de dirigir el país, dado que los antiguos modos no eran los mejores. Tuvo lugar una seria discusión, en torno a la actividad del Partido.” (Sergo Beria Moy Otets Lavrentii Beria).

    La planeada reestructuración de Beria de las relaciones entre el Estado y el Partido hubiera sido probablemente muy popular entre los comunistas de base, por no hablar de la mayoría de ciudadanos soviéticos no militantes. Pero era una grave amenaza para la nomenklatura.

    Mujin lo explica de esta manera:

    “Beria no renunció a meter en la cabeza de la gente la idea de que el país debiera ser dirigido, en el centro y en la periferia, por los soviets, tal y como la Constitución señalaba, y que el Partido debiera ser un órgano ideológico, que garantizara, a través de la propaganda, que con su ayuda, los diputados a los Soviets a todos los niveles serían comunistas. Beria propuso recuperar el espíritu de la Constitución en el pleno sentido del slogan “¡Todo el poder a los soviets!”. Mientras Beria hubiera operado exclusivamente en la esfera ideológica, hubiera sido desagradable para la nomenklatura, pero nada espantoso. Dado su poder, hubieran seleccionado delegados al Soviet Supremo, instruyéndoles a fin de que las ideas de Beria no se hubieran llevado a efecto. Pero si Beria no permitía a los Secretarios y al Comité Central las elecciones y la sesión del Soviet Supremo, ¿Qué tipo de decisiones podrían los diputados alcanzar?” (Ubiystvo 363-4).

    Lógicamente, ésto enfrentaba a Beria con la mayoría de la nomenklatura del Partido. (Ubyistvo 380). Jruschov era el representante de los intereses de ese grupo, o, por lo menos, de su fracción más grande y activa. Y Jruschov tenía un concepto muy diferente de la “democracia”. El famoso director de cine Mijaíl Romm recordaba las palabras de Jruschov en un encuentro con intelectuales:

    “Desde luego, todos nosotros os hemos escuchado, y hemos hablado con vosotros. Pero, ¿quién decidirá? En nuestro país decide el pueblo. Y, ¿qué es el pueblo? Es el Partido. Y, ¿quién es el Partido? Pues nosotros. Nosotros somos el Partido. Esto significa que nosotros decidiremos. Yo decidiré. ¿Comprendido?” (Alijanov).

    Como Mujin indica:

    “El Partido en tanto que organización de millones de comunistas, estaba acabado. El grupo de personas en la cumbre se convirtió en el Partido.” (Mujin. Ubiystvo 494)

    Las muertes de Stalin y Beria… y otras muertes

    Junto a las misteriosas circunstancias de la muerte de Beria hay que sumar el considerable número de pruebas de que o bien se dejó que Stalin muriera en el suelo de su dacha tras sufrir una trombosis, o tal vez, fue envenenado. No tenemos tiempo ni espacio para resumir aquí esta cuestión.

    Sin embargo, no es necesario para nuestros propósitos. La amplia circulación y credibilidad entre rusos de toda orientación política demuestra que tanto la muerte de Stalin como la de Beria fueron muy beneficiosas para la nomenklatura. Las pruebas son que tanto Beria como Stalin querían una perestroika comunista, una "reestrucuración" del poder político, y no del económico. Nada que ver con la superexplotación capitalista y el despellejamiento que el país ha sufrido bajo el nombre de "perestroika" desde los últimos años 80. Esas pruebas son independientes de otras que puedan demostrar que fueron asesinados.

    El resultado inmediato de los fracasos de Stalin y Beria en sus intentos democratizadores fue dejar a la URSS en manos de la dirección del Partido. No llegó ninguna democracia obrera a la Unión Soviética. Los principales líderes del Partido continuaron monopolizando puestos importantes del estado y de la economía, convirtiéndose en un estrato parasitario, explotador, con marcado parecido a sus semejantes de las economías capitalistas.

    En su sentido literal, este estrato disfruta hoy del poder, Gorbachov, Yeltsin, Putin y el resto de dirigentes de Rusia y los estados post-soviéticos son todos los antiguos miembros de la dirección del Partido. Durante largo tiempo explotaron a la ciudadanía soviética en su papel de super privilegiados funcionarios. Después, bajo Gorbachov, controlaron el proceso de privatización de la propiedad colectiva que pertenecía a la clase obrera de la URSS, empobreciendo de paso no sólo a los trabajadores, sino a la amplia clase media. Se le ha considerado la mayor expropiación de la historia. La nomenklatura del Partido destruyó la Unión Soviética. (Bivens & Bernstein; O’Meara; Williamson).

    Para esconder su papel en las ejecuciones masivas de los años 30, su éxito en hacer fracasar los intentos estalinistas de democratización, su rechazo para llevar a cabo las reformas de Stalin y de Beria, y en resumen, su rechazo a democratizar la Unión Soviética. Jruschov y los principales líderes del Partido culparon a Stalin de todo, mintiendo sobre la existencia de serias conspiraciones en la URSS en los años 30, y tapando sus papeles protagonistas en las ejecuciones que siguieron.

    El "discurso secreto" de Jruschov en 1956 fue el mayor golpe al movimiento comunista mundial de la historia. Dio alas a los anticomunistas de todo el mundo, que decidieron que por una vez había un líder comunista en quien confiar. Los documentos publicados desde el fin de la Unión Soviética afirman que cada una de las acusaciones contra Stalin eran mentiras. Esa evidencia nos lleva, a su vez, a preguntarnos por los motivos reales que llevaron a Jruschov a atacar a Stalin de esa manera. Los investigadores han demostrado ya que las acusaciones “oficiales” contra Beria citadas por Jruschov y los suyos o bien son falsas, o no se basan en ninguna prueba. Los muros de mentiras que rodean estos sucesos nos obligan a preguntarnos: ¿Qué estaba sucediendo en realidad? El presente ensayo sugiere una respuesta.


    Sobre Lavrenti Beria

    Una Crítica a "Otra Visión de Stalin" de Ludo Martens

    Philip E. Panaggio



    Los paradigmas totalitarios pueden demonizar a una cultura entera (como en el caso de la Unión Soviética), y/o exculpar a las masas populares dentro de una cultura (como en el caso de los Nazis).

    El presente artículo ('Sobre Lavrenti Beria') hace referencia al libro de Ludo Martens "Otra Visión de Stalin". Es una crítica de la valoración que Martens hace sobre Beria. El resto del libro de Martens se apoya en los hechos empíricos conocidos. ¡Sin embargo, en el análisis de Lavrenti Beria, Ludo Martens no cuenta con hechos sino tan sólo con teorías y/o rumores o chismes, que es el tipo de material con el que los Kremlinológos han creado el paradigma totalitario de toda la sociedad soviética! ¿Por qué en este caso creyó Martens en dicho paradigma, y en concreto por qué creyó a Jruschov?

    Curiosamente, Martens da por buenas todas las cosas que se "sabían" en Occidente acerca del "poder" que Beria detentaba -y luego Martens afirma que, hasta 4 meses después de que Stalin muriese, Beria no intentó hacerse con todo el poder. La "razón" de esto, según una inferencia bastante ilógica, fue la arrogancia de Beria. ¡Absurdo! Lo anterior sólo tiene sentido si se acepta el paradigma totalitario de la sociedad soviética, que ha demostrado ser un paradigma falso. Una deducción más lógica sería que Beria nunca consideró que hubiese ningún poder que tomar, y que no existía ningún desacuerdo importante entre él y sus compañeros. Consideremos esto: Beria tenía bajo su mando tanto el NKGB como el NKVD. Con todos los rumores y sospechas sobre la muerte de Stalin, fácilmente Beria podía haber hecho detener y ejecutar a sus "rivales". ¡Por lo tanto, también hay que preguntarse si hubo algún rumor o sospecha inmediatamente después de la muerte de Stalin! Indudablemente, si hubiera existido alguna sospecha hubiera llegado al NKVD, y el NKVD habría actuado en consecuencia; al menos, hubiera arrestado a las personas que encontraron a Stalin tendido en el suelo de su habitación, antes de su muerte.

    Ahora bien, ¿realmente Stalin fue encontrado tendido en el suelo? ¿O se trata de otro rumor a posteriori? ¿Y por qué no eliminó Beria a sus rivales, aun 4 meses después de la muerte de Stalin? Porque al parecer no eran sus rivales, al contrario de lo que sugieren los paradigmistas totalitarios.

    No puedo estar de acuerdo con los argumentos de Martens en contra de Beria, ya que eran los enemigos los que consideraban a Beria un enemigo, los enemigos que de hecho eran capitalistas y no comunistas, y que así lo demostraron. En cambio, sólo existen teorías y calumnias contra Beria a este respecto, basadas principalmente en el deseo expreso de Beria de volver durante un tiempo a un sistema tipo NEP después de la Segunda Guerra Mundial --por los mismos motivos que tuvo Lenin después de la Guerra Civil--, y también debido al deseo de Beria de mantener una relación amistosa con Occidente --el cual, después de todo, había sido un aliado en la Segunda Guerra Mundial.

    Al dar por verdadera la imagen oficial de Beria, Martens cae de lleno en el mismo paradigma totalitario que su libro entero intenta desmontar.

    Beria hizo un buen trabajo para Stalin; de hecho, un trabajo excelente, magnífico. Lejos de querer asesinar a Stalin, Beria hizo todo lo que estaba en sus manos --en contra de las órdenes de Stalin-- para tratar de impedir que Stalin anduviese por las zonas de tierra minadas durante el tiempo en que Stalin insistió en permanecer en Moscú durante la guerra. Stalin fácilmente podría haber sido asesinado: era esto lo que Beria trataba de prevenir. ¡Beria también tuvo muchas ocasiones para asesinar a Stalin y escapar del castigo!

    Martens cita a Thaddeus Wittlin como fuente de datos sobre Beria. Ahora bien, ¿sabe Martens en qué medida Wittlin ha inventado escenas enteras en su libro sobre Beria? Wittlin sacó sus historias sobre Beria directamente de libros pornográficos; sus detalles sobre las actividades de Beria son tan escabrosos y espeluznantes, además de totalmente infundados, que sorprende mucho toparse con ellos en mitad de su enorme libro. Según Wittlin, Beria era un violador pederasta y un psicópata asesino de niñas, que recorría las calles de Moscú en un coche de cristales tintados a la caza y captura de víctimas. Esta historia de terror sobre Beria, el "vampiro del Kremlin", llegaría a ser ampliamente aceptada por los paradigmistas totalitarios. Pero no es más que pura invención, gráfica y espeluznante, y también pornografía pura. ¡Fantasía! Si Martens va a creer lo que Wittlin dice sobre Beria, ¿por qué no va a creer también lo que Robert Conquest dice sobre Stalin? [Ver Amy Knight, para una biografía objetiva de Beria escrita por un capitalista].

    Los datos que Martens maneja sobre Abakumov y Beria no son correctos en este caso. Desde la creación de dos grupos, el MGB y el MVD, siendo el MVD el antiguo NKVD, hubo hostilidad entre ambos grupos. Ignatiev y Ryumen eran los hombres de Jruschev. Es posible, como Martens y todos los demás parecen creer, que Beria fuese "la única persona" capaz de eliminar a la guardia personal de Stalin poco antes de la muerte de éste, pero otros podrían haberlo hecho también. También es posible que Stalin dejara de confiar en su guardia personal y que ordenara su sustitución; ello estaría de acuerdo con la escuela de pensamiento de las "órdenes desde arriba". Pero en este caso se trataba de los guardias personales de Stalin, y éste estaba en su pleno derecho si los sustituía por otros. ¡Es imposible creer que Stalin no supiera que sus guardias de seguridad eran nuevos! ¡Stalin estaba bien de la vista!

    El paradigma totalitario presenta una imagen dualista de Stalin: o bien es un genio diabólico, o bien es un idiota con muy pocas luces. Las personas que escriben con un fuerte deseo (emoción) de defender a Stalin y de desmontar el paradigma totalitario, a menudo caen de nuevo en el paradigma cuando intentan presentar a Stalin como un Santo y un Genio, o como una Víctima Engañada carente de toda culpabilidad. ¡Y éste es el tipo de personas que no quieren caer en un nuevo "culto a la personalidad" de Stalin! Pues eso es exactamente lo que consiguen con dicha actitud.

    Pienso que nunca podremos saber qué ocurrió realmente al final, en la hora de la muerte de Stalin. Es posible que las personas más cercanas a Stalin pensaran que éste dormía cuando yacía enfermo o inconsciente. (Yo estaba en estado de coma, o inconsciente al menos, incapaz de ser despertado tras varias tentativas, y mi amigo más querido, alguien más cercano a mí de lo que nadie estaba de Stalin, pensó que yo 'dormía' y no quiso molestarme': ¡y esto fue un día después de que yo fuera arrollado por un coche que iba a 30 millas por hora, mientras esperaba ante un semáforo, helado de frío! ¡Mi amigo pensó que yo dormía! Trató de despertarme sólo unas veces y luego me dejó seguir "durmiendo". - Luego entonces es posible. Bueno, yo no estaba en el suelo. Estaba en mi propia cama.) Ahora bien, una vez más debemos preguntarnos: ¿realmente Stalin fue encontrado tendido en el suelo? ¿O, como se dijo antes, no será otro rumor a posteriori, diseñado para hacer que una muerte natural pareciera sospechosa? ¿Parecía Stalin tan enfermo como nos dicen? ¿O simplemente parecía dormido?

    Pero he aquí el rompecabezas que ningún experto parece poder ver con claridad: que, de hecho, ninguno quiere ver. ¡¡La imagen presentada por todas las fuentes, tanto a favor como en contra, muestra a los empleados más cercanos, veteranos y de más confianza de Stalin, con miedo a entrar en su habitación!! ¿¿POR QUÉ?? El relato de Rybin ("Al lado de Stalin") no es mejor, en la medida en que considera a Stalin como a San José, a la vez que es incapaz de entender que sus inferencias conducen a pensar que el personal de Stalin estaba tan aterrorizado que ni siquiera se atrevían a llamar a la puerta de Stalin cuando tenían que hacerlo. ¿Esperaron durante horas, aunque todos pensaron que algo iba mal cuando Stalin no salió de su habitación a la hora acostumbrada? ¿O es que retrospectivamente "se acordaron" de haber pensado que algo iba mal después de que realmente supieran que algo iba mal, y después de que ellos mismos se convirtieran en sospechosos?

    ¿Por qué no llamaron los criados, y por qué no entraron en el cuarto de Stalin? Nadie ha parecido tener en cuenta estos datos iniciales durante el día fatal. Mucho antes de que Beria se presentara en la dacha y viera a Stalin durmiendo en un sofá (algo muy habitual en Stalin), ¿por qué no llamaron al médico? ¡Supuestamente, los criados lo encontraron en el suelo! ¡Pero más tarde Beria no vio a Stalin tendido en el suelo, sino que lo vio sobre un sofá, y además parecía dormido! ¡Lo anterior, en cualquier investigación realizada en los EEUU, aun en el municipio más provinciano, incriminaría a las personas que se encontraban en el lugar de los hechos mucho antes de que Beria o los demás fueran llamados, si hubiera existido alguna sospecha!

    No me gusta --y por lo tanto soy muy crítico al respecto-- la tendencia de la gente a descalificar a sus propios jefes de policía electos (aunque descalifiquen a J. E. Hoover por "hacer un buen trabajo" contra los comunistas -¡él fue nombrado para hacer eso! ¿De qué lo culpan?¡) El desplazamiento de la culpa, la tendencia a crear chivos expiatorios, y la mentalidad de que "quien lo nombró no es el responsable", es la misma vieja exculpación característica del culto a la personalidad que autores como Martens afirman que no existe! Que las personas allí presentes, que conocían a la perfección los hábitos de Stalin, no entrasen en su habitación cuando pensaban que algo "iba mal", resulta sumamente sospechoso. ¡Stalin no era conocido por ser rudo o déspota con sus empleados y con la gente en general, sino todo lo contrario! (De hecho, agradecía mucho las visitas de amigos y familiares, como dan fe muchos informes, y como escribió su hija Svetlana). Supuestamente, ¿los criados no podían llamar a su puerta? ¿POR QUÉ NO?

    Si hay algo que huele mal en el asunto de la muerte de Stalin, dudo que la respuesta se encuentre centrándose en "los sospechosos obvios" y utilizando las teorías que los convierten en "sospechosos obvios" a posteriori, sobre todo empleando el mismo anticuado paradigma totalitario. A este respecto, todos parecen tener una agenda política para inventarse a los sospechosos, cuando de hecho los verdaderos sospechosos están justo allí, estuvieron allí todo el tiempo, y se olvidaron de hacer una maldita cosa, como era llamar a un médico cuando encontraron a Stalin tendido en el suelo. En cualquier tribunal de justicia de los EEUU, los criados o las personas presentes en aquel momento habrían sido acusados, al menos, de una negligencia grave o de una "indiferencia criminal" ante la muerte de Stalin. (Según la ley estadounidense, si encuentro a una persona con la que vivo tendida en una cama, y esa persona aparentemente no respira y yo soy incapaz de despertarla, entonces, si tengo una sospecha razonable de que la persona necesita asistencia médica y no hago nada, puedo ser acusado de homicidio).

    Leyendo la obra de Martens, y aquí pienso que Martens también se equivoca por completo, parece como si nadie hubiese muerto nunca en la URSS excepto por alguna intriga política. ¡En la URSS también existía la muerte natural! ¡Injuriar a Beria de la manera en que lo hace Martens, después de tantos años de servicio leal, no es diferente de lo que Trotsky dijo contra Stalin, extendiendo el rumor de que Stalin había envenenado a Lenin! Pienso que el análisis de Beria desentona completamente del resto del libro de Martens; no se trata de un análisis político, sino de una teoría sin fundamento y casi de una difamación. También es muy posible que Stalin hubiera fallecido independientemente de lo que se hubiera hecho por él. ¡Después de todo, la hemorragia cerebral no es un resfriado común!

    En cuanto a las personas que llegaron a los EEUU procedentes de la Unión Soviética, ¿qué podemos esperar que dijeran? ¿Que la URSS era una maravilla? Todo lo que conseguimos leer al respecto son cosas escritas por enemigos o por espías desertores (algunos de los cuales eran agentes dobles, para empezar). El hecho es que Jruschov impuso un régimen autoritario, y que las cosas empeoraron mucho para la economía y el bienestar del pueblo después de que Jruschov llegara al poder. En cambio, muchas personas (que no escriben libros sobre esto) a las que conocí personalmente y que vivieron/trabajaron en los años 1930 en la URSS de Stalin, y que luego acabaron viviendo/trabajando en los EEUU durante los años 1950, decían que en todos los aspectos se sentían exactamente igual en la URSS de Stalin que en los EEUU, salvando algunas diferencias menores acerca de cómo se despachaban los asuntos económicos.

    El modelo totalitario sobre la era soviética de Stalin es notablemente insidioso y muy difícil de superar. Incluso los "revisionistas" lo usan, ambos bandos lo usan y ni siquiera se dan cuenta de que lo emplean: por ejemplo, cuando afirman que los criados estaban demasiado asustados para llamar a la puerta de Stalin, aunque Stalin fuera un tipo muy amable y correcto con sus empleados; o cuando sostienen que Beria deseaba obviamente dominar el país, pero no lo hizo --cuando estaba en la cumbre de su poder-- por alguna razón inexplicada y misteriosa. Todo esto forma aún parte del paradigma totalitario.
    Publicado por Amistad Hispano-Soviética en 7:33


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    Lavrenti Beria - Página 3 Empty Re: Lavrenti Beria

    Mensaje por Chapaev Jue Abr 16, 2015 10:19 pm

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    La historia, que relata Juan Benet en su impagable Otoño en Madrid hacia 1950, sucedió hace 62 años y la protagonizaron dos personajes: Domingo Dominguín y Lavrenti Beria, quien controló la policía política de la URSS de Stalin entre 1938 y 1953. Su principal ‘logro’ fue la eliminación del rival del dictador, Trotski, antes de que en 1941 comenzase la invasión nazi de la URSS, y tejer la red de espías atómicos que, cuatro años después de Hiroshima, pondrían la bomba en manos de la Unión Soviética.

    La muerte de Stalin en 1953 llevó a la destitución de Beria que, súbitamente retirado de la escena política, se hallaba en un lugar desconocido. Domingo, uno de los dos hermanos de Luis Miguel Dominguín, fue torero, empresario y miembro del Partido Comunista de España. Los Dominguín eran cosa aparte. Su hermano Luis Miguel tenía acceso, a la vez, a un exiliado, caracterizado comunista, Pablo Picasso, y a Francisco Franco. Joaquín Jordá, amigo de Domingo Dominguín, contaba que en una cacería Franco le preguntó: “Dígame, Dominguín, ¿quién es el comunista de los tres?". Y Luis Miguel contestó: "Los tres, mi general, los tres”.

    Juan Benet escribe: “En el verano de 1953, de la noche a la mañana, el señor Luca de Tena fue exonerado de la dirección de ABC por publicar con los máximos caracteres la noticia de que Beria había aterrizado en los alrededores de Málaga”. Esto sucedió inmediatamente después de la muerte de Stalin, y con su fina sorna añadía que, según ABC, había aterrizado en España en secreto para formar un gobierno en el exilio con vistas a derrocar el régimen soviético “y evangelizar la URSS”.

    Continúa Benet, hasta dónde quiere llegar, la siguiente anécdota. A Domingo Dominguín le falló estrepitosamente una corrida que había organizado en San Sebastián en las fechas del Festival de Cine, cuya primera edición transcurre entre el 21 y el 27 de septiembre de 1953. “A última hora de la tarde –escribe Benet– fue servido un cocktail en el hotel María Cristina a las autoridades locales y participantes del festival y, cuando más animados estaban los salones, Domingo llamó al hotel desde una cabina del mismo preguntando por el caballero. Y, a medida que atravesaba los corros, se volvían las cabezas petrificadas y atónitas, al paso del botones que, con su voz chillona, iba requiriendo: “Don Laurencio Beria, al teléfono; Don Laurencio Beria, al teléfono”.

    La hemeroteca del diario ABC permite confirmar no la broma de Dominguín, pero sí lo fundamental del relato de Benet, salvo que, según ABC, el avión que trajo a Beria a España no habría aterrizado en Málaga, sino en La Mancha.

    Gran scoop: Beria en España

    España está en las vísperas de insertarse en uno de los dos bloques enfrentados en la Guerra Fría, mediante los acuerdos con los EEUU y el Vaticano. Franco ha ganado definitivamente la Guerra Civil. Reina la euforia en las esferas oficiales. El 22 de septiembre de ese año de 1953, ABC saca pecho y destaca en un recuadro que “el presidente de los EEUU y los jefes del Estado Mayor conjunto atribuyen un considerable valor a España, como un área para forjar otro anillo en la cadena de bases de Ultramar, desde las cuales bombarderos atómicos podrían eventualmente atacar con rapidez al enemigo”. Ese mismo día, en la página 25, ABC hace una primera aproximación a Beria; se lee: “Lavrenti Beria ha huido de Rusia y gestiona, desde un país neutral, que le sea concedido asilo en los Estadios Unidos de América”. ABC cita como fuente al periódico San Diego Union de California.

    El mismo 22 de septiembre, otros diarios españoles mencionan a Beria. La Vanguardia dedica dos columnas al asunto, pero no dará el paso que va dar al día siguiente ABC al afirmar que Beria está en España.

    Beria en paracaídas sobre La Mancha

    En efecto, el 23 de septiembre de 1953, un enorme titular encabeza la página 17 de ABC con la pregunta: “¿Está Beria escondido en España?”. Se responde diciendo que sí está. Y que ha sido “conducido hasta el país por pilotos que, por haber intervenido en la Guerra Civil española, son perfectos conocedores de la geografía peninsular”.

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    ABC relata el operativo: “Parece ser que se dejaron caer en la noche todos los tripulantes del avión que le transportaba en el centro de La Mancha, escogiendo los puntos en que, teniendo próximas comunicaciones por carretera, estuvieran sin embargo menos próximos a núcleos habitados. El avión, con mandos fijos y con la gasolina perfectamente calculada, prosiguió solo su camino hasta perderse en el Atlántico, no dejando así huella alguna de su paso”. Habiéndose trasladado en coche a la costa, Beria aguardaba escondido la llegada del los agentes del FBI. Unas horas de la publicación de estas informaciones, el director de ABC, Torcuato Luca de Tena, es fulminantemente destituido.

    Dudas sobre el caso, ignoradas por ABC

    El mismo 23 de septiembre en que ABC sale a los quioscos afirmando que Beria está en España, varios diarios en lengua inglesa publican que tanto el vicepresidente de los EEUU, Richard Nixon, como el senador Eugene McCarthy, seguían desde hacía un mes la posible pista de la fuga de Beria de la URSS. Todos los periódicos citan al San Diego Union, que asegura tener acceso a Beria. En efecto, uno de sus redactores, Gene Fuson, afirmará después que tiene localizado al hombre que sabe dónde se esconde Beria: un ciudadano nicaragüense llamado Fabio Gallo, alojado en el hotel Miramar de Málaga.

    Apenas cinco días después del scoop de ABC, el 28 de septiembre, en el St Petersburg Times, en un artículo se define a Gallo como un “encantador buscavidas” que en tiempos recientes parece actuar contra los Somoza en Nicaragua. Pero también contra un régimen opuesto, el democrático de Arbenz en Guatemala (que al año siguiente será derrocado por la CIA). Están bien informados, como después se comprobará, puesto que dicen: “Gallo embarcó su Cadillac y se fue a Italia y España” al encuentro de Beria.

    Un segundo artículo lo firma Edward Knoblaugh, que había sido corresponsal de Associated Press durante la Guerra Civil. Knoblaugh localiza en el hotel Miramar de Málaga a Gallo, quien asegura: “Nunca conocí a Beria (…), no sé nada de él excepto lo que he leído en los periódicos. (…) De hecho, no he hablado con un ruso en mi vida”. Knoblaugh aporta la novedad de que Gallo es de San Marcos, Nicaragua, y que visita cada año España para ver a sus parientes.

    Meses después, el 6 de febrero de 1954, el diario Toledo Blade de Ohio publica un artículo, “Historia de una acusación hecha por el senador McCarthy”, en el que lee que el 31 de julio de 1953 McCarthy informó a los periodistas que había descubierto pruebas de una supuesta extorsión de 150.000 dólares por parte de unos empleados del Departamento de Estado, a cambio de dar a un gobierno extranjero amigo una consideración legal que debía de haberla tenido por derecho, sin necesidad de pagar sobornos”. El diario continúa: “El testigo que incitó a McCarthy a hacer la declaración pública sobre el supuesto soborno nunca ha sido reconocido oficialmente. Pero fuentes independientes ha podido saber que el testigo era un tal Fabio Gallo, un español que había tenido plantaciones en Nicaragua”.

    El diario sugiere algo muy interesante: que la relación entre el redactor del San Diego Union, Gene Fuson y Gallo es anterior al asunto Beria: “Originalmente quien llevó al nicaragüense a Washington fue un reportero del San Diego Union que había conocido a Gallo en América Latina cuando escribía reportajes sobre la amenaza comunista”. Posteriormente, figuró en diferentes artículos como la fuente de las noticias que narraban la fuga de Beria.

    ABC insiste: Beria estuvo escondido en Ibiza

    Pasaron los años; el asunto parecía olvidado. Pero el 3 de mayo de 1979, es decir, 23 años después del fiasco y de las anteriores informaciones sobre Gallo, al alcance de los corresponsales en EEUU del diario español, ABC destaca en un recuadro: “Beria sí estuvo en España”, remitiendo a Blanco y Negro, su revista semanal.

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    En Blanco y Negro se lee: “Franco, con la serenidad y la frialdad que le caracterizaron, mantuvo escondido a Beria y sus guardaespaldas en un punto no determinado de la entonces poco conocida isla ibicenca. Hasta que consiguió llegar a un acuerdo con los soviéticos para entregar a Beria y sus dos maletas de documentos a cambio de los españoles miembros de la División Azul prisioneros en Rusia desde 1945. Y para no enfadar mucho a sus recientes aliados norteamericanos, el Jefe del Estado español, pese a lo acordado con Malenkov y sus ministros, hizo llegar a Nixon parte de la documentación fotocopiada, quedándose para sí la relativa a las maniobras que una parte del Departamento de Estado USA estaba llevando a cabo para entorpecer la alineación de España en el concierto de las nacional occidentales.

    Hábil maniobra, típicamente gallega, que lógicamente decía llevarse en secreto. Causa ésta por la que sobre ABC y, especialmente, sobre su joven director, don Torcuato Luca de Tena, recayó la tormenta provocada por una indiscreción cometida con inocencia de quienes, ajenos por completo al trasfondo del asunto, trataron de cumplir con su deber informativo”.

    Fabio Gallo se presenta

    A continuación reproduce Blanco y Negro la entrevista a Fabio Gallo de Alfredo Semprún, hecha en su casa de Nicaragua. Ya el titular (“Yo estuve con Beria en Granada”) desconcierta, puesto que lo que se relata transcurre en los montes del interior de la Costa del Sol malagueña.

    Fabio Gallo empieza por señalar a Semprún que supo que su interlocutor era Beria cuando el georgiano se lo dijo, “porque por entonces casi nadie sabía que físico tenía”. Gallo argumenta a Semprún: “Si no fuera Beria con quien hablé ¿qué sentido tendría que la Dirección General de Seguridad me estuviera protegiendo durante más de dos meses, o la que la policía española detectase la presencia de un número inusual de espías en Málaga y Madrid y el que yo saliera libre sin proceso alguno y quedando muy amigo de los policías españoles, si les hubiese tomado el pelo y si mis afirmaciones no hubiesen sido absolutamente ciertas?” (…) “¿Cree usted que el general Hierro, entonces Director General de Seguridad, se hubiera molestado en acompañar en su propio coche oficial a mi madre, llevándola al aeropuerto de Barajas para que ocupara su plaza en el avión que a levaba a Nicaragua, alejándola de los peligros que podría correr a consecuencia de lo que a mí me había ocurrido?”.

    Gallo pasa después a contar aventuras de su vida y a narrar su encuentro con Beria. “Un día, dos conocidos comunistas, un español y un nicaragüense residentes en México, me abordaron de forma muy discreta para pedirme que, a través de mi amigo, el diputado Hilings, tratara de tantear las posibilidades que tendrían personajes importantes de la Unión Soviética, en el sentido de que los norteamericanos les concediesen asilo político”. Gallo logra que Hilings traslade esta consulta a Nixon y McCarthy. Los dos comunistas le dicen que se pondrán en contacto con él en Madrid. Llega Gallo a Madrid en 1953 y se hospeda en el Palace.

    Beria hablaba castellano con acento extranjero

    Un día -cuenta Gallo a Semprún- suena el teléfono de su habitación del Palace y un enviado de los comunistas de México le indica que debe desplazarse al sur de España para darle la información sobre quiénes eran los personajes que pedían asilo en EEUU. Gallo viaja a Málaga y se instala en el hotel Miramar. Una llamada de teléfono le dice que debe coger su Mercedes Benz y poner rumbo a Algeciras por la carretera de la costa y que, pasada Fuengirola, se encontrará con un coche aparcado en la carretera, un Austin matriculado en Gibraltar.

    Detiene su Mercedes y dos desconocidos lo suben al Austin, le ponen un pañuelo en los ojos y siente como el coche sube monte arriba hasta que se detiene en una cima, en medio de un camino local sin tránsito alguno. “Fue entonces cuando conocí a Beria. (…) Ya a solas se sentó en el coche y me saludó muy amablemente en un castellano más o menos correcto pero con un fuerte acento extranjero. (…) Y me dijo quién era”.

    Beria le muestra un sobre que contenía los datos que podrían demostrar a sus amigos que él era Beria y le insiste que sólo Nixon y Hilings pueden saber qué se fragua, porque él y Gallo se juegan la cabeza. Semprún pregunta a Gallo cómo era Beria: “Un hombre de talla media, cara algo redonda y gafas graduadas, redondas también y con montura metálica. Sudaba embutido en su traje negro, se quitó el sombrero en varias ocasiones y pude ver que era muy calvo”.

    Desde el hotel Miramar de Málaga Gallo llama a Hilings, le cuenta lo sucedido, y en dos horas, ya enterado Nixon, recibe la llamada que confirma que EEUU aceptaba las condiciones de Beria. En Madrid, en el hotel Nacional, Gallo recibe al enviado de Nixon que recogió el sobre. Le dan instrucciones: cuando hablen por teléfono, Beria será “la chica” y el piloto español que lo acompañaba, “el novio”. De vuelta en Málaga, explica Gallo a Semprún, recibe la visita de un funcionario de la embajada de EEUU en Madrid, quien le dice amenazante que quiere ponerse en contacto con los comunistas español y mexicano que pusieron en marcha la operación.

    Beria en las memorias de Torcuato Luca de Tena

    En su libro de memorias Franco sí, pero…, publicado en 1997, Torcuato Luca de Tena afirma que su redactor, el exiliado húngaro Andrés Revesz, fue el primero que le introdujo en esta historia cuando, conversando sobre la extraña desaparición de escena de Beria, éste le comenta que cree que se fugó de la URSS.

    Luca de Tena explica que, de vacaciones en Torremolinos, recién llegado a su casa, una de sus cuñadas, Maite Benjumea, “casi antes de pueda deshacer las maletas”, le comunica que un conocido llamado Fabio Gallo quiere hablarle de algo de máxima transcendencia. Y, sin darle la posibilidad de pensárselo, Gallo aparece de repente por allí. Luca de Tena lo retrata: “Era un hombre moreno, atlético, algo más joven que yo, que acaba de cumplir los 30 años. Me pidió ir al lugar más aparatado de la casa donde nadie pudiera oírnos”. Gallo le pregunta a Luca de Tena si ha visto el despliegue policial en el aeropuerto y añade: “La policía sospecha lo mismo que yo”.

    Por entonces, Luca de Tena está imaginando “que el hombre que tiene delante es una agente de los EEUU”. Gallo le concreta su sospecha: “Beria ha huido de la URSS e intenta llegar a España”. Escribe Torcuato: “La noticia me dejó sin aliento”. Gallo añade: “Yo sé que Beria se dirige aquí, salvo que ya esté aquí en Málaga”. Y le explica que Beria salió por Irán y que España es una escala camino de EEUU, donde va a contarlo todo. Gallo le niega pertenecer a la CIA o al FBI. Y le pide ver de inmediato a Franco. Torcuato le responde que eso sólo está al alcance del embajador de EEUU en España, James Dunn.

    Al irse Gallo, Luca de Tena decide, por si acaso, pedir una cita con el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Juan Vigón, quien lo convoca para el día siguiente. Vigón, escribe Luca de Tena, “se limitó a anotar en un papel: Fabio Gallo”.

    Como está en Madrid, desde ABC pide a su corresponsal en Washington, José María Massip, que se entere de qué puede estar publicándose en EEUU sobre la desaparición de Beria. Y Massip le responde sorprendido que precisamente esa noche un diario de California, el San Diego Union, publicaba el rumor de que Beria había conseguido salir de la URSS y que el director y el jefe de internacional de ese diario viajaban hacia Europa. Luca de Tena decide poner a investigar a su mejor periodista de sucesos, Manuel Menéndez Chacón. Tiene que averiguar si un par de norteamericanos pueden haber recalado en España buscando a Beria. Chacón comienza detectando que dos norteamericanos que se alojaban en el Wellington de Madrid acababan de salir hacia Málaga en un coche alquilado. Pisándoles los talones sale Menéndez Chacón hacia Málaga acompañado de otro redactor, Santiago Arbós.

    El 19 de septiembre Luca de Tena tiene un primer informe de Chacón desde Málaga que, afirma, no se atreve a publicar. Sin el permiso de la censura que le retiene el artículo, Luca de Tena publica el día 23 de septiembre lo que para él es el scoop del siglo: Beria está en España. Quiere evitar que su exclusiva pueda acabar -pasada por la policía o por los censores- en las mesas de los diarios del Movimiento, adversarios de ABC. Ese mismo día 23, el Director General de Prensa, Juan Aparicio, lo destituye. Luca de Tena comenta en sus memorias: “Lo que en otro país es un Pulitzer aquí es una destitución”.

    *Germán Sánchez es redactor de Radio Exterior de España / Fotos: Eladio Ferrer.

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    Mensaje por Andrei Tupolev Vie Abr 17, 2015 6:15 pm

    En abril de 1953 prohibió la tortura en las prisiones

    Fue el dia 11/11/1934) por Stalin.
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    Mensaje por granados Sáb Abr 18, 2015 8:47 pm

    Algunos investigadores rusos como IURi Muckin, lo consideran cómo una de los mayores genios organizativos de la URSS y de la historia de Rusia.

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    Mensaje por DeGaulle Mar Abr 28, 2015 7:57 pm

    No hace mucho leí, en diario ABC de España, un artículo que indicaba que Beria estuvo en Málaga (España) y pidió una reunión con el embajador de EEUU en Madrid. Hay datos periodísticos de su estancia en Málaga. No encuentro el artículo de ABC. Os paso otro sobre el mismo tema e idéntico al por mi leido:

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    Así escondió Franco en España a Beria, el ‘carnicero’ de Stalin

    Esta es la historia de una 'exclusiva' que acabó con la destitución del director de ABC. Beria, presuntamente, llegó a la España franquista de los 50 en busca de refugio tras la muerte de Stalin

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    Que sea, o no, verdad, no tengo ni idea.
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    Mensaje por granados Mar Abr 28, 2015 8:22 pm

    Segurísimo que no es más que una mentira, pura intoxicación, incluído lo de que Beria era un carnicero. pura bazofia.
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    Mensaje por Andrei Tupolev Miér Abr 29, 2015 4:29 pm

    DeGaulle escribió:Así escondió Franco en España a Beria, el ‘carnicero’ de Stalin.

    Ya solo por el titulo, es otra mierda. No se que esperabas del diario ABC, son unos falsificadores.

    Saludos.

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