Por la página "Gran Marcha hacia el comunismo"
DEFENSA DE MAO TSE TUNG
Reproducimos a continuación, textualmente, un artículo de Raúl Marco del secretariado del Comité Central del P.C. de España (ML), publicado en Vanguardia Obrera mensual N°4 de Octubre de 1977, en el que se muestra como aquel partido veía con nitidez que la teoría de los tres mundos no fue creada por Mao Tse Tung sino por sus enemigos.
“En los años sesenta, los marxista-leninistas del mundo iniciamos una implacable y valerosa lucha contra el revisionismo jruschovisno que, enquistado en primer lugar en el PCUS corrompía a la práctica totalidad de los partidos comunistas existentes, con raras excepciones, entre las que hay que destacar el Partido del Trabajo de Albania, dirigido por el camarada Enver Hoxha, y el Partido Comunista de China, dirigido por el camarada Mao Tsetung“
Lamentablemente, el partido de Raul Marco, como el Partido Comunista de Albania y tantos otros, se dejaron arrastrar ellos mismos por el oportunismo y se sumaron a lo que podríamos llamar “el segundo gran ataque revisionista” de la historia del movimiento comunista internacional, los dos contra dos de sus grandes líderes, Stalin y Mao, y en ambos casos aprovechando taimadamente su muerte para cambiar radicalmente su discurso e intentar desprestigiarlos.
Veamos lo que pensaba el PCE-ML en octubre de 1977, recientemente fallecido el camarada Mao. Poco después cambiarían su discurso y comenzaran a atacar a Mao Tse Tung y su obra, tal y como los enemigos del comunismo hicieran en su día contra Stalin.
LUCHA SIN CUARTEL CONTRA EL OPORTUNISMO
Por R. Marco
“El oportunismo, por su misma naturaleza, esquiva siempre plantear los problemas de un modo preciso y definido, busca la resultante, se arrastra como una culebra entre puntos de vista que se excluyen mutuamente, esforzándose, por “estar de acuerdo” con unos y otros…” (Lenin, “Un paso adelante, dos pasos atrás”)
La lucha contra el oportunismo ha sido una constante de los Partidos comunistas desde que estos existen. Y hoy esta lucha sigue siendo tan actual y determinante como en épocas pasadas. Por otra parte, en todas estas luchas hay una continuidad de fondo, esto es, de principios. Actualmente también se trata de una lucha por defender y aplicar los principios de Marx, Engels, Lenin y Stalin, los cuatro gigantes del comunismo.
En los años sesenta, los marxista-leninistas del mundo iniciamos una implacable y valerosa lucha contra el revisionismo jruschovisno que, enquistado en primer lugar en el PCUS corrompía a la práctica totalidad de los partidos comunistas existentes, con raras excepciones, entre las que hay que destacar el Partido del Trabajo de Albania, dirigido por el camarada Enver Hoxha, y el Partido Comunista de China, dirigido por el camarada Mao Tsetung.
El Partido del Trabajo de Albania se levanta hoy como una roca, como un verdadero faro de la revolución. El VII Congreso y el magistral Informe en él presentado por el camarada Enver Hoxha, son hoy piedras de toque entre marxista-leninistas auténticos y oportunistas de todo tipo y color.
El camarada Mao Tsetung, muerto hace un año, nos ha dejado obras cuyas enseñanzas debemos asimilar; obras que debemos defender. Y debemos prestar mucha atención a este problema, porque la “nueva” corriente oportunista que se manifieste a escala internacional, trata precisamente de encubrirse nombrando a Mao Tsetung contínuamente, citando frases de Mao (que en ninguna parte hemos leído), y demás artilugios que ya conocemos por ser los mismos que utilizaron los socialdemócratas de cara a Marx, y los jruschovistas de cara a Lenin. Alaban y ensalzan a Mao Tsetung, pero la práctica y la teoría de estos oportunistas es contrario a las enseñanzas de Mao.
Así, por ejemplo, pretenden hacernos creer que la podrida teoría de los “tres mundos”, fue formulada por Mao Tsetung. Esto no es cierto. Pretenden también, que esa “teoría” está comprendida en la magistral obra de Lenin “El Imperialismo fase superior del capitalismo”. Igualmente falso. Ni en la citada obra de Lenin, ni en ninguno de sus textos, ni en las obras de Mao Tsetung, encontramos algo que justifique esa teoría archirrevisionista, claudicante, que niega la lucha de clases como motor de la historia, que preconiza larvadamente la contemporización con el imperialismo yanqui, que confunde la noción de pueblo con la de país; que ignora las contradicciones esenciales y principales de nuestra época (época definida por Lenin y Stalin); que preconiza el apoyarse en una superpotencia para combatir a la otra, sin que por el momento se haya producido un deslinde de campos ni una correlación de fuerzas que lo justifique. Esa teoría, putrefacta, convierte ahora al renegado Tito en un “camarada”, cuando de sobra es sabido su triste papel de revisionista y vendido al imperialismo.
Mao Tse-tung, en un saludo dirigido al V Congreso del P.T.A., en 1966, decía:
“…la camarilla de Tito de Yugoslavia y las otras camarillas de renegados y vendeobreros de toda calaña no son más que un montón de polvo mientras ustedes [los comunistas albaneses] se yerguen como una elevada montaña que atraviesa las nubes. Ellos son sirvientes y cómplices del imperialismo ante quien se postran, en tanto que ustedes son intrépidos revolucionarios proletarios que se atreven a combatir contra todos los tiránicos enemigos del mundo”. (Pekín Informa N. 46, Noviembre de 1966).
En Pekín el 11 de Mayo de 1966 el Partido del Trabajo de Albania y el Partido Comunista de China, firmaron una importante Declaración Conjunta. La delegación albanesa iba dirigida por el camarada Mehmet Shehu, y se entrevistó con los dirigentes chinos, incluído el camarada Mao Tsetung. Por parte del Partido Comunista de China la Declaración la firmó el camarada Chou En Lai. Y en esa Declaración se puede leer:
“El Partido Comunista de China y el Partido del Trabajo de Albania reiteran que, junto con la lucha resuelta e intransigente contra la camarilla revisionista jruschovista que es el centro del revisionismo contemporáneo internacional, es necesario combatir decididamente contra la traidora camarilla revisionista de Tito en Yugoslavia. Esta camarilla fue el primer grupo revisionista surgido en un país socialista. Produjo la degeneración del Partido y el Estado en Yugoslavia y restauró completamente el capitalismo. Es un destacamento especial del imperialismo norteamericano y desempeña el papel de saboteador del movimiento revolucionario nacional-democrático de los países de Asia, África y América Latina”. (Pekín Informa, N. 21, Mayo de 1966. Subrayado por nosotros).
Ahora, para los teorizantes de los “tres mundos”, Tito es un aliado, e incluso lo llaman “camarada”. ¿Qué ha cambiado? ¿Acaso Tito ya no es un “renegado y un vendeobreros”, como lo calificó Mao Tsetung? ¿Acaso la camarilla de Tito ya no es “revisionista y traidora”? ¿No ha restaurado el capitalismo en su país? ¿Ya no es un destacamento del imperialismo norteamericano? Está claro que Tito no ha cambiado, sino que por el contrario en estos once años transcurridos, ha acentuado su naturaleza revisionista y anticomunista. Entonces, si Tito no ha cambiado, la conclusión es muy sencilla: los que ahora lo alaban y se abrazan con él siguen su mismo camino, esto es, el de la degeneración, el revisionismo y la traición. Al pan lo llamamos pan y al vino, vino.
Los “nuevos” oportunistas, niegan que hayan dicho nunca que hay que apoyarse en una superpotencia para combatir a la otra. Veamos lo que dice uno de esos señores (que está en las antípodas nuestras, tanto en lo geográfico como en lo ideológico):
“El nuestro es un país del segundo mundo. Pero tiene afinidades con el tercer mundo y pertenece, incluso, a algunas de sus organizaciones. Por otra parte nuestro país está bajo la órbita del imperialismo americano, al que ahora desafía el socialimperialismo soviético. (…) [por lo tanto] es justo utilizar el hecho de que estemos en la órbita del imperialismo americano para golpear a la superpotencia soviética”. (Pekín Informa N°34, Agosto de 1977).
Naturalmente, para curarse en salud de tamaña aberración, añade que no hay que olvidar al imperialismo americano…
Lo cierto es que en estas frases está la esencia de lo que es apoyarse en un imperialismo para combatir a otro, y el autor del citado texto no golpea ni a uno ni a otro, sino que le hace el caldo gordo a los yanquis. De lucha de clases, ni media palabra. Por ello, le recordamos una sabrosa cita de Lenin:
“Quien, después de la experiencia de Europa y de Asia, hable de una política que no sea de clase y de un socialismo que no sea de clase, merece, simplemente, que se le meta en una jaula y se le exhiba junto a algún canguro australiano”.
Estamos pues, en medio de una aguda lucha ideológica, que se plantea cada día de forma más clara. Y en esta lucha a muerte entre el marxismo leninismo y el revisionismo de todo tipo y color, no caben los términos medios, no cabe el tratar de ignorarla, de no darse por enterado. Por el contrario, frente a las componendas sin principios que algunos proponen, no valen los silencios. Hay que hablar claro para que los trabajadores y las masas populares sepan que es lo que está en juego. La opinión de nuestro Partido es que, ante esta lucha los partidos marxista-leninistas deben definirse, sin embájes, tomar abiertamente posición, porque lo que está en juego es pura y simplemente el futuro de la revolución.
El II Congreso de nuestro Partido analizó y condenó rotundamente la nefasta teoría de los “tres mundos” y la práctica oportunista de los que la propagan y defienden. Esos señores se desgañitan citando la frase del camarada Mao Tse-tung de “trabajar por la unidad y no por la escisión”, pero al mismo tiempo, tratan de dividir los partidos que no aceptan las tesis de los “tres mundos”, tratan de corromperlos y fraccionarlos, y llegan incluso, a montar grupos antipartido compuestos por revisionistas y contrarrevolucionarios a los que presentan como “dirigentes marxista-leninistas”. En el fondo, son como los ladrones que al verse descubiertos salen gritando ¡”al ladrón, al ladrón!”.
La teoría de los “tres mundos” y la práctica oportunista y revisionista que conlleva, y que se pone cada vez más de manifiesto a la luz de las actividades de ciertos elementos en Francia, Alemania, Portugal, España, etc., conduce a la charca del revisionismo y de la traición a los pueblos: conduce al sometimiento al imperialismo yanqui, so pretexto de oponerse al socialimperialismo ruso, conduce en una palabra al abandono de la lucha de clases a nivel nacional e internacional. Mao Tsetung, con cuyo nombre pretenden enmascararse los nuevos oportunistas, ya advirtió que si se olvidara la lucha de clases y se olvidara la dictadura del proletariado (cosas que, entre otras, “olvida” la teoría de los “tres mundos”):
“…entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez unos cuantos años, una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera totalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido marxista-leninista se transformaría en revisionista o en partido fascista, y toda China cambiaría de color”. (Pekín Informa, febrero de 1976).
¿Por qué escribió lo anterior el camarada Mao Tse-tung? No hablaba por hablar, veía con claridad a donde podían conducir ciertas posiciones como la de los “tres mundos”.
Esa nefasta teoría ya fue formulada, aunque con otras palabras, en los años sesenta por Tito (con la aprobación de Jruschov). Y ahora algunos pretenden que fue formulada por el camarada Mao Tsetung. ¿Dónde? No se sabe, no hay ningún escrito de él al respecto. Lo que sí sabemos es, como señala nuestro Informe al II Congreso, que:
“Se ha oído por primera vez en boca de Deng Xiao Ping. Y Deng Xiao Ping ha sido por dos veces criticado y separado del Partido Comunista de China, por revisionista y complotador. Y esto cuando aún vivía el camarada Mao Tse-tung”. Los hechos acaecidos posteriormente, no nos hacen cambiar ni una coma del Informe del Comité Central a nuestro II Congreso.
Así pues, ¡adelante la unidad de los marxista-leninistas sobre la base de los principios! ¡Lucha sin cuartel contra el oportunismo de todo tipo y color! ¡¡EL MARXISMO-LENINISMO VENCERÁ!!
Que conste una cosa importante el PCE(ml) actual no tiene nada que ver con el de antes
DEFENSA DE MAO TSE TUNG
Reproducimos a continuación, textualmente, un artículo de Raúl Marco del secretariado del Comité Central del P.C. de España (ML), publicado en Vanguardia Obrera mensual N°4 de Octubre de 1977, en el que se muestra como aquel partido veía con nitidez que la teoría de los tres mundos no fue creada por Mao Tse Tung sino por sus enemigos.
“En los años sesenta, los marxista-leninistas del mundo iniciamos una implacable y valerosa lucha contra el revisionismo jruschovisno que, enquistado en primer lugar en el PCUS corrompía a la práctica totalidad de los partidos comunistas existentes, con raras excepciones, entre las que hay que destacar el Partido del Trabajo de Albania, dirigido por el camarada Enver Hoxha, y el Partido Comunista de China, dirigido por el camarada Mao Tsetung“
Lamentablemente, el partido de Raul Marco, como el Partido Comunista de Albania y tantos otros, se dejaron arrastrar ellos mismos por el oportunismo y se sumaron a lo que podríamos llamar “el segundo gran ataque revisionista” de la historia del movimiento comunista internacional, los dos contra dos de sus grandes líderes, Stalin y Mao, y en ambos casos aprovechando taimadamente su muerte para cambiar radicalmente su discurso e intentar desprestigiarlos.
Veamos lo que pensaba el PCE-ML en octubre de 1977, recientemente fallecido el camarada Mao. Poco después cambiarían su discurso y comenzaran a atacar a Mao Tse Tung y su obra, tal y como los enemigos del comunismo hicieran en su día contra Stalin.
LUCHA SIN CUARTEL CONTRA EL OPORTUNISMO
Por R. Marco
“El oportunismo, por su misma naturaleza, esquiva siempre plantear los problemas de un modo preciso y definido, busca la resultante, se arrastra como una culebra entre puntos de vista que se excluyen mutuamente, esforzándose, por “estar de acuerdo” con unos y otros…” (Lenin, “Un paso adelante, dos pasos atrás”)
La lucha contra el oportunismo ha sido una constante de los Partidos comunistas desde que estos existen. Y hoy esta lucha sigue siendo tan actual y determinante como en épocas pasadas. Por otra parte, en todas estas luchas hay una continuidad de fondo, esto es, de principios. Actualmente también se trata de una lucha por defender y aplicar los principios de Marx, Engels, Lenin y Stalin, los cuatro gigantes del comunismo.
En los años sesenta, los marxista-leninistas del mundo iniciamos una implacable y valerosa lucha contra el revisionismo jruschovisno que, enquistado en primer lugar en el PCUS corrompía a la práctica totalidad de los partidos comunistas existentes, con raras excepciones, entre las que hay que destacar el Partido del Trabajo de Albania, dirigido por el camarada Enver Hoxha, y el Partido Comunista de China, dirigido por el camarada Mao Tsetung.
El Partido del Trabajo de Albania se levanta hoy como una roca, como un verdadero faro de la revolución. El VII Congreso y el magistral Informe en él presentado por el camarada Enver Hoxha, son hoy piedras de toque entre marxista-leninistas auténticos y oportunistas de todo tipo y color.
El camarada Mao Tsetung, muerto hace un año, nos ha dejado obras cuyas enseñanzas debemos asimilar; obras que debemos defender. Y debemos prestar mucha atención a este problema, porque la “nueva” corriente oportunista que se manifieste a escala internacional, trata precisamente de encubrirse nombrando a Mao Tsetung contínuamente, citando frases de Mao (que en ninguna parte hemos leído), y demás artilugios que ya conocemos por ser los mismos que utilizaron los socialdemócratas de cara a Marx, y los jruschovistas de cara a Lenin. Alaban y ensalzan a Mao Tsetung, pero la práctica y la teoría de estos oportunistas es contrario a las enseñanzas de Mao.
Así, por ejemplo, pretenden hacernos creer que la podrida teoría de los “tres mundos”, fue formulada por Mao Tsetung. Esto no es cierto. Pretenden también, que esa “teoría” está comprendida en la magistral obra de Lenin “El Imperialismo fase superior del capitalismo”. Igualmente falso. Ni en la citada obra de Lenin, ni en ninguno de sus textos, ni en las obras de Mao Tsetung, encontramos algo que justifique esa teoría archirrevisionista, claudicante, que niega la lucha de clases como motor de la historia, que preconiza larvadamente la contemporización con el imperialismo yanqui, que confunde la noción de pueblo con la de país; que ignora las contradicciones esenciales y principales de nuestra época (época definida por Lenin y Stalin); que preconiza el apoyarse en una superpotencia para combatir a la otra, sin que por el momento se haya producido un deslinde de campos ni una correlación de fuerzas que lo justifique. Esa teoría, putrefacta, convierte ahora al renegado Tito en un “camarada”, cuando de sobra es sabido su triste papel de revisionista y vendido al imperialismo.
Mao Tse-tung, en un saludo dirigido al V Congreso del P.T.A., en 1966, decía:
“…la camarilla de Tito de Yugoslavia y las otras camarillas de renegados y vendeobreros de toda calaña no son más que un montón de polvo mientras ustedes [los comunistas albaneses] se yerguen como una elevada montaña que atraviesa las nubes. Ellos son sirvientes y cómplices del imperialismo ante quien se postran, en tanto que ustedes son intrépidos revolucionarios proletarios que se atreven a combatir contra todos los tiránicos enemigos del mundo”. (Pekín Informa N. 46, Noviembre de 1966).
En Pekín el 11 de Mayo de 1966 el Partido del Trabajo de Albania y el Partido Comunista de China, firmaron una importante Declaración Conjunta. La delegación albanesa iba dirigida por el camarada Mehmet Shehu, y se entrevistó con los dirigentes chinos, incluído el camarada Mao Tsetung. Por parte del Partido Comunista de China la Declaración la firmó el camarada Chou En Lai. Y en esa Declaración se puede leer:
“El Partido Comunista de China y el Partido del Trabajo de Albania reiteran que, junto con la lucha resuelta e intransigente contra la camarilla revisionista jruschovista que es el centro del revisionismo contemporáneo internacional, es necesario combatir decididamente contra la traidora camarilla revisionista de Tito en Yugoslavia. Esta camarilla fue el primer grupo revisionista surgido en un país socialista. Produjo la degeneración del Partido y el Estado en Yugoslavia y restauró completamente el capitalismo. Es un destacamento especial del imperialismo norteamericano y desempeña el papel de saboteador del movimiento revolucionario nacional-democrático de los países de Asia, África y América Latina”. (Pekín Informa, N. 21, Mayo de 1966. Subrayado por nosotros).
Ahora, para los teorizantes de los “tres mundos”, Tito es un aliado, e incluso lo llaman “camarada”. ¿Qué ha cambiado? ¿Acaso Tito ya no es un “renegado y un vendeobreros”, como lo calificó Mao Tsetung? ¿Acaso la camarilla de Tito ya no es “revisionista y traidora”? ¿No ha restaurado el capitalismo en su país? ¿Ya no es un destacamento del imperialismo norteamericano? Está claro que Tito no ha cambiado, sino que por el contrario en estos once años transcurridos, ha acentuado su naturaleza revisionista y anticomunista. Entonces, si Tito no ha cambiado, la conclusión es muy sencilla: los que ahora lo alaban y se abrazan con él siguen su mismo camino, esto es, el de la degeneración, el revisionismo y la traición. Al pan lo llamamos pan y al vino, vino.
Los “nuevos” oportunistas, niegan que hayan dicho nunca que hay que apoyarse en una superpotencia para combatir a la otra. Veamos lo que dice uno de esos señores (que está en las antípodas nuestras, tanto en lo geográfico como en lo ideológico):
“El nuestro es un país del segundo mundo. Pero tiene afinidades con el tercer mundo y pertenece, incluso, a algunas de sus organizaciones. Por otra parte nuestro país está bajo la órbita del imperialismo americano, al que ahora desafía el socialimperialismo soviético. (…) [por lo tanto] es justo utilizar el hecho de que estemos en la órbita del imperialismo americano para golpear a la superpotencia soviética”. (Pekín Informa N°34, Agosto de 1977).
Naturalmente, para curarse en salud de tamaña aberración, añade que no hay que olvidar al imperialismo americano…
Lo cierto es que en estas frases está la esencia de lo que es apoyarse en un imperialismo para combatir a otro, y el autor del citado texto no golpea ni a uno ni a otro, sino que le hace el caldo gordo a los yanquis. De lucha de clases, ni media palabra. Por ello, le recordamos una sabrosa cita de Lenin:
“Quien, después de la experiencia de Europa y de Asia, hable de una política que no sea de clase y de un socialismo que no sea de clase, merece, simplemente, que se le meta en una jaula y se le exhiba junto a algún canguro australiano”.
Estamos pues, en medio de una aguda lucha ideológica, que se plantea cada día de forma más clara. Y en esta lucha a muerte entre el marxismo leninismo y el revisionismo de todo tipo y color, no caben los términos medios, no cabe el tratar de ignorarla, de no darse por enterado. Por el contrario, frente a las componendas sin principios que algunos proponen, no valen los silencios. Hay que hablar claro para que los trabajadores y las masas populares sepan que es lo que está en juego. La opinión de nuestro Partido es que, ante esta lucha los partidos marxista-leninistas deben definirse, sin embájes, tomar abiertamente posición, porque lo que está en juego es pura y simplemente el futuro de la revolución.
El II Congreso de nuestro Partido analizó y condenó rotundamente la nefasta teoría de los “tres mundos” y la práctica oportunista de los que la propagan y defienden. Esos señores se desgañitan citando la frase del camarada Mao Tse-tung de “trabajar por la unidad y no por la escisión”, pero al mismo tiempo, tratan de dividir los partidos que no aceptan las tesis de los “tres mundos”, tratan de corromperlos y fraccionarlos, y llegan incluso, a montar grupos antipartido compuestos por revisionistas y contrarrevolucionarios a los que presentan como “dirigentes marxista-leninistas”. En el fondo, son como los ladrones que al verse descubiertos salen gritando ¡”al ladrón, al ladrón!”.
La teoría de los “tres mundos” y la práctica oportunista y revisionista que conlleva, y que se pone cada vez más de manifiesto a la luz de las actividades de ciertos elementos en Francia, Alemania, Portugal, España, etc., conduce a la charca del revisionismo y de la traición a los pueblos: conduce al sometimiento al imperialismo yanqui, so pretexto de oponerse al socialimperialismo ruso, conduce en una palabra al abandono de la lucha de clases a nivel nacional e internacional. Mao Tsetung, con cuyo nombre pretenden enmascararse los nuevos oportunistas, ya advirtió que si se olvidara la lucha de clases y se olvidara la dictadura del proletariado (cosas que, entre otras, “olvida” la teoría de los “tres mundos”):
“…entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez unos cuantos años, una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera totalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido marxista-leninista se transformaría en revisionista o en partido fascista, y toda China cambiaría de color”. (Pekín Informa, febrero de 1976).
¿Por qué escribió lo anterior el camarada Mao Tse-tung? No hablaba por hablar, veía con claridad a donde podían conducir ciertas posiciones como la de los “tres mundos”.
Esa nefasta teoría ya fue formulada, aunque con otras palabras, en los años sesenta por Tito (con la aprobación de Jruschov). Y ahora algunos pretenden que fue formulada por el camarada Mao Tsetung. ¿Dónde? No se sabe, no hay ningún escrito de él al respecto. Lo que sí sabemos es, como señala nuestro Informe al II Congreso, que:
“Se ha oído por primera vez en boca de Deng Xiao Ping. Y Deng Xiao Ping ha sido por dos veces criticado y separado del Partido Comunista de China, por revisionista y complotador. Y esto cuando aún vivía el camarada Mao Tse-tung”. Los hechos acaecidos posteriormente, no nos hacen cambiar ni una coma del Informe del Comité Central a nuestro II Congreso.
Así pues, ¡adelante la unidad de los marxista-leninistas sobre la base de los principios! ¡Lucha sin cuartel contra el oportunismo de todo tipo y color! ¡¡EL MARXISMO-LENINISMO VENCERÁ!!
Que conste una cosa importante el PCE(ml) actual no tiene nada que ver con el de antes